♫| CAPÍTULO 16 |♫
CONWAY
LOS CORAZONES NO SON LO ÚNICO QUE SE HACE PEDAZOS
No dije ni una palabra en el camino de regreso al hotel.
Jonah se la pasó con el teléfono pegado a la oreja, por lo que no fue una opción para Brad prender la radio.
Él no solía ser muy bueno haciendo dos cosas a la vez y de momento estaba muy ocupado gritándole cosas a mi publicista.
No podía dejar de jugar con mis dedos mientras mi cabeza me repetía una y otra vez la muy mala idea que había sido haberle seguido la corriente a Sally.
Jonah no tardó en actuar después de que Connor proyectara la foto y obligó a todos a terminar el programa. El equipo de grabación no se veía muy feliz por eso, pero Connor tenía una sonrisa petulante en su rostro que me daban de golpearlo.
Ni siquiera perdimos tiempo yendo a mi camerino para que me cambiara y salimos de ahí al instante. Esperaba que no me demandaran por robarme el micrófono.
Cerré los ojos y traté de dejar mi mente en blanco para no comenzar a atormentarme con los posibles escenarios que podrían venir ahora.
Pero parecía que ellos solo necesitaban la simple mención de ellos en mi mente para comenzar a dar vueltas por mi cabeza.
¿Qué pensarían todas las personas que estaban viendo el programa antes que lo cortaran? ¿Que estaba huyendo de la verdad y que estaba ocultando algo?
Ni siquiera quería imaginarme la cantidad de problemas y debates que esto iba a desencadenar en las redes sociales. Era imposible que ella no se enterara de esto con el ruido que la situación iba a causar.
Pasó cinco años sin escuchar nada sobre ti, tal vez siga así, trató de consolarme mi consciencia inútilmente.
Me tallé los ojos y recargué mi cabeza en el vidrio de la puerta. Estaba lloviendo afuera y al menos el clima ayudaba a que pudiera pensar con la cabeza fría, literalmente.
Como si el día no pudiera ir peor, un grupo de paparazis nos esperaban en el estacionamiento del hotel cuando llegamos.
Maldije entre dientes y consideré seriamente dormir en el coche solo para no enfrentarlos. No tenía los ánimos para ser amable y, considerando que era lo que acababa de suceder en la entrevista, tenía una idea muy clara sobre qué serían la mayoría de sus preguntas.
Pensar en ello solo hacía que mi humor empeorara considerablemente.
Esperé en el coche mientras el resto de los guardaespaldas llegaban y solo cuando ellos alejaron a la multitud y crearon un camino para que yo pasara, fue que bajé del auto.
Aun así, había reporteros que trataban de tirarlos y sostenían cámaras para tener un buen ángulo de mí.
No bajé la mirada y levanté mi mentón en alto. No iba a esconderme de ellos. Solo evitaría el contacto visual.
—Taylor, ¿es real la foto?
—¿Cuánto tiempo pensaban tú y Sally mantener su relación en secreto?
—¿Qué hay de la chica del directo? ¿Estás saliendo con ambas?
—¿Saliste con una chica en cada lugar al que fuiste en la gira?
—¿Te importa la opinión de tus fans en este tema?
—Taylor, dinos algo.
Sentí alivio cuando crucé las puertas del hotel y todas sus preguntas dejaron de llegar a mis oídos.
Los empleados detrás del mostrador principal se movían de un lado al otro, tratando de deshacerse de la masa de personas afuera. Pero dudaba que pudieran hacer mucho considerando que ellos estaban parados en una calle pública que no le pertenecía a nadie.
El lobby estaba desierto, por lo que aproveché que no había gente para montarme en el elevador. Jonah iba caminando con sus ojos fijos en la pantalla de su celular mientras sus dedos se movían a toda velocidad por el teclado y Brad trataba de quitar de su camino todas las cosas que podían hacer que él terminara en el piso.
Las puertas se cerraron cuando ellos se subieron y comencé a repiquetear mi pie contra el piso mientras esperaba con impaciencia que llegáramos a nuestro destino.
No sabía si era por la molesta música de elevador que resonaba por el lugar o el sonido de los dedos de mi representante tecleando a toda velocidad, pero el camino de subida se me hizo eterno.
Sentí que me estaba asfixiando cuando las puertas por fin se abrieron y salí de ahí lo antes posible.
Mis pasos comenzaron a llenarse de frustración mientras caminaba hasta la habitación.
Siempre había sido muy cuidadoso con este tipo de cosas. No me gustaban los escándalos y mucho menos ser protagonista de estos, esa era la principal razón por la que solo había tenido una relación oficial desde que me había metido a este mundo.
Era injusto que justo cuando por fin había conseguido algo bueno, las cosas se jodieran de esta forma.
Pasé mis manos por mi cabello y traté de calmarme cuando llegué a la puerta de mi cuarto. Saqué la tarjeta de mi billetera y la pasé por el sensor, pero el foco se tornó rojo.
Volví a intentarlo mientras una sonrisa irónica se dibujaba en mis labios.
Genial, justo lo que me faltaba.
Le di una patada a la puerta con todas mis fuerzas cuando después del tercer intento no cedió.
—Ey —escuché la voz de Jonah. Puso su mano sobre mi hombro y me dio un ligero apretón—, cálmate. No necesitamos agregar a la lista de problemas tener que pagarle una puerta nueva al hotel porque la has roto.
Quitó la tarjeta de mis manos y con un movimiento de su cabeza le indicó a Brad que se acercara y él la abriera.
Cubrí mi rostro con mis manos y comencé a caminar de un extremo a otro mientras esperaba. A Brad solo le bastó un intento abrir la puerta y entré después de ellos.
Jonah tomó asiento en el escritorio y prendió su computadora. Brad vaciló antes de sentarse en uno de los sillones. No pasó desapercibida la mirada de anhelo que le lanzó al control de la televisión, pero se contuvo y se limitó a cerrar sus ojos.
Incluso él sabía lo grave que esta situación era.
Me dejé caer de espaldas contra el colchón y cerré mis ojos con fuerza, anhelando que cuando volviera a abrirlos, me encontrara en la habitación que tenía en casa de mis padres sin que nada de esto hubiera pasado.
—Deberías seriamente pensar en dejar de relacionarte con cualquier tipo de mujer considerando que siempre son ellas las que te meten en esta clase de líos —bromeó Jonah.
Abrí un ojo y me enderecé.
—¿Cómo puedes bromear en un momento como este? —pregunté con incredulidad.
Él despegó los ojos de la pantalla y conectó su mirada con la mía.
—Es más que claro que tú estás perdiendo el control y Brad no podría con ambos entrando en pánico —alegó. Una sonrisa traviesa comenzó a formarse en sus labios y yo cerré mis ojos, sabiendo que lo que fuera que estuviera a punto de salir de su boca iba a disgustarme—. No puedo darme el gusto de hacer eso porque no estamos en Bildtown y ya no hay cierta señorita que pueda calmarte con tan solo su presencia.
Mis orejas enrojecieron pero no me permití darle la satisfacción de verme incómodo.
—Hace unos segundos acabas de decir que debería apartarme de las mujeres para evitar este tipo de situaciones pero ahora dices esto.
Se encogió de hombros.
—¿Qué puedo decir? Es mejor sacarte de quicio a que tú mismo te saques la poca cordura que te queda en este momento.
No dije nada más porque de alguna forma lograba comprender a qué se refería. Aun así no me retuve y le lancé una mala mirada.
A veces odiaba lo bien que él podía llegar a hacer su trabajo.
Pasé las manos por mi cabello por milésima y saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón. Considerando el caos que debía haber en todas las redes sociales después de la entrevista, no podía considerarse exactamente la decisión más cuerda.
Pero a pesar de todos los intentos que Jonah había hecho, ya había perdido la cordura.
Ignoré las notificaciones y me metí en la aplicación de teléfono. Fui a mis contactos favoritos y miré fijamente el de Sienna. Me mordí el labio y dudé si era o no buena idea llamarla considerando todo lo que estaba sucediendo en el momento.
No la había llamado después de lo que había ocurrido en Bildtown y me maldije por ello. Tal vez si lo hubiera hecho en ese momento ahora no parecería que solo le hablaba para aclarar lo que estaba sucediendo.
En su momento me consolé a mí mismo pensando que ella tampoco lo había hecho. Pero luego recordaba que ella explícitamente me había dicho que yo usara bien su número.
¿Acaso esperaba que yo fuera quien diera el primer paso?
No, Sienna no era de esa clase de chica. De ser la ocasión, ella no tendría ninguna clase de problema en ser la que moviera la ficha primero.
Tal vez no lo había hecho porque se había enterado de todo lo de Sally cuando fue reciente. Me relamí los labios y me dejé caer de espaldas sobre la cama.
¿Por qué mi mente buscaba torturarme mostrándome todos los posibles escenarios?
Le di un vistazo a mi alrededor y tragué saliva. No sentía que estuviera siendo de gran ayuda. Jonah trataba de resolver mis problemas y Brad tenía el teléfono de la habitación en su oreja. Probablemente pidiendo servicio al cuarto.
Sentía que lo único que traía últimamente era caos y mucho trabajo.
Tallé mis ojos y me puse de pie. Recargué mis codos sobre el respaldo de la silla giratoria en la que Jonah estaba sentado y le di un vistazo a lo que había en la pantalla de su computadora.
Él no dijo nada, pero sabía que sentía mi presencia.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudar? —pregunté, desesperado por sentir que estaba siendo útil.
La mueca que se dibujó en sus labios no me consoló..
—No lo sé, Taylor —soltó con honestidad—. Supongo que podrías tuitear algo en tus redes sociales aclarando toda la situación. La mayoría de tus fans te son leales, así que tal vez eso calme un poco las aguas.
Guardó silencio por unos segundos y lo miré fijamente. Sabía que había algo más que quería decir.
—¿Pero...? —lo alenté a continuar.
—Pero puede que haya otras que piensen que solo estas tratando de cubrirlo todo y la situación empeore. —tragué saliva. Jonah se apresuró a añadir—: Pero si la primera opción funciona, nos ahorrarías mucho trabajo a mí y a Eloise —sonrió.
Asentí con la cabeza e inflé mis cachetes con aire que fui sacando poco a poco.
Me alejé de ahí y me senté en el borde de la cama mientras sacaba una vez más mi teléfono. Fue como si la situación explotara en mi cara al meterme a Twitter. Cada segundo me llegaban varias notificaciones de gente que me etiquetaba, comentarios en tweets anteriores o nuevos seguidores.
Comenzó a ser un poco molesto cuando me sacaba del teclado cuando quería picarle en uno de los botones que estaban arriba y una nueva notificación llegaba en ese momento.
¿Por qué no podían poner los botones abajo?
Me concentré en lo mío y escribí un mensaje no muy largo en el que trataba de bromear sobre la situación para que nadie se lo tomara muy enserio. También etiqueté a la cuenta del programa solo para molestarlos un poco.
@Taylor
Me divertí mucho en el programa de hoy @NochesconConnor Gracias por invitarme. Un par de mentiras fueron dichas por ahí, no se lo tomen muy en serio 😉
Le di en publicar antes de que pudiera pensar mucho en ello y las notificaciones en mi teléfono parecieron cuadruplicarse.
Me quedé un rato más en la aplicación solo para ver si había sido o no convincente para la gente.
Me mordí el labio mientras deslizaba mi dedo por la pantalla.
En su mayoría las respuestas eran de apoyo. También había gente haciendo teorías, diciendo que solo había sido una forma de atraer más espectadores por parte de Connor y otros que decían que las mentiras a las que me refería no era lo de Sally.
Las fans comenzaron a contestarse entre sí mismas, diciendo qué era lo que ella pensaban.
Me alivió ver que solo había uno que otro comentario llamándome a mí mentiroso. Me sentí ligeramente ofendido al leerlo. En parte lo era, pero algo muy diferente era que me lo dijeran.
Apagué el aparato y decidí no verlo más para no seguir torturándome.
Mi mirada se cruzó con la de Jonah y pude ver como me miraba con un ligero fingido orgullo.
Se limpió una lágrima falsa de su pómulo, se puso de pie para sentarse a mi lado y puso una mano sobre mi hombro.
—¿Lo has leído? —pregunté aunque la respuesta era bastante obvia.
—Sí, debo admitir que ha sido bastante inteligente. El emoji de al final le ha dado el toque —me felicitó.
Mi mente fue inevitablemente a la primera conversación que había tenido con Sienna por mensajes en la que se había burlado de las caritas que usaba cuando escribía.
Jonah no dijo nada más y por unos minutos nos sumergimos en silencio.
Hasta que Brad se aclaró la garganta y caí en cuenta de que él seguía aquí.
—¿Ya está todo arreglado entonces? —preguntó él con la voz temblorosa.
Jonah asintió lentamente con la cabeza a la vez que su ceño se fruncía.
—Aún me queda cerrar los últimos detalles, Brad. Pero podría decirse que sí —el rostro de mi guardaespaldas se iluminó al escuchar eso—. ¿Por qué?
Sus mejillas se coloraron.
—Oh, no, por nada —se apresuró a decir. Ni Jonah ni yo le creímos—. Es que... me preguntaba si eso significaba si podía prender ya la televisión —susurró.
Una sonrisa se dibujó en mis labios al escucharlo.
—Sí que puedes, Brad —luché por no echarme a reír en ese mismo momento—. Adelante.
Él tomó con rapidez el control remoto que estaba a su lado y prendió la tele. Jonah regresó a su escritorio y yo puse unas almohadas en el respaldo de la cama.
Decidí relajarme un poco mientras veía lo que fuera que Brad quisiera dejar en la televisión.
Después de unos cuantos minutos, Jonah cerró su computadora y se sentó al lado de Brad para unirse con nosotros para ver un reality show de repostería.
Cuando se terminó todos acordamos en pedir un par de postres del restaurante.
Pensé en Sienna mientras le daba la primera mordida a mi pastel. Si había visto las fotos y noticias sobre Sally, esperaba que también leyese el tweet que había escrito; porque de cierta forma, iba dirigido a ella.
─ ♫ ─
Los días de la gira había por fin llegado a su fin y estaba de vuelta en mi departamento. No era muy diferente a una habitación de hotel. Era más grande de lo que yo necesitaba y no usaba la mitad de las habitaciones, pero de alguna forma había logrado hacerlo mío.
O algo así.
Solté un suspiro y dejé mis maletas en la entrada mientras pasaba al lugar.
Todo estaba de la misma forma en la que lo había dejado: en un orden perfecto.
Fui a la cocina para servirme un vaso de agua y refrescar mi garganta.
El viaje del aeropuerto aquí había sido agotador por las horas que habíamos pasado atascados en el tráfico.
A veces dudaba si vivir en una gran ciudad de verdad valía el precio.
Apoyé mi cuerpo sobre la barra y miré la sala. Se sentía un tanto extraño no tener la presencia de Jonah y Brad alrededor.
Si bien nos volveríamos a ver al día siguiente, ya me había acostumbrado a su compañía todos los días.
Me tallé los ojos mientras pensaba en lo que sucedería mañana.
Aprovecharíamos para ir a grabar la nueva canción ya que estábamos de regreso. Aún tenía que compartirla con Jack para que él me dijera su opinión y los arreglos que creía podíamos hacerle.
Probablemente pasaría todo el día ahí, e incluso parte de la noche.
No tenía idea de por qué la simple idea de ello me hacía tan feliz.
Lavé el vaso cuando me acabé el líquido que había en él, tomé mis maletas y me metí en mi habitación para desempacar. Dejé algunas cosas dentro. A veces salíamos sin mucha anticipación y era mejor estar preparado.
Revisé las notificaciones de mi teléfono antes de meterme en la cama para tomar una siesta que no duró demasiado.
La alarma de mi teléfono sonó a las siete de la mañana y me levanté con un poco de trabajo.
No le vi sentido a bañarme considerando que iba a pasar el día encerrado en una habitación y solo entré al baño a ponerme desodorante y a cambiarme de ropa por algo cómodo.
Recibí un mensaje de Jonah media hora después en el que me avisaba que ya estaba abajo y bajé por el elevador no si antes ponerme la capucha de mi sudadera.
La seguridad del edificio era bastante alta y no era como si cualquiera viviera en él, pero nunca se podía ser demasiado cuidadoso.
Subí a la camioneta al salir a la calle y me puse el cinturón de seguridad.
Jonah estaba bañado y peinado en el asiento del copiloto con un muy adormilado Brad al volante.
Mi representante checaba alguna cosa en su celular cuando Brad comenzó a manejar.
—Buenos días, Lory —saludó Jonah sin despegar los ojos de su pantalla y con su usual tono juguetón.
—Buenos días.
Me incliné entre los asientos para ver qué era lo que estaba haciendo. Normalmente no era del todo seguro hacer eso, pero estábamos en la ciudad y no podía haber mucho peligro de que algo sucediera.
—Nada —le restó importancia Jonah—. Solo estoy asegurándome de que el estudio de grabación esté reservado todo el día. Jack ya está ahí —avisó.
A pesar de que Brad estaba más dormido que despierto, él parecía estar emocionado. Suponía que era por esa parte de fan que él tenía. Debía ser genial tener la oportunidad de ver a tu ídolo grabar una nueva canción en vivo y en directo.
No tardamos mucho en llegar y cuando dieron las ocho ya estábamos adentro. Jonah solía quedarse afuera a adelantar cosas de su trabajo cada que veníamos a este lugar en una pequeña sala de espera que había y Brad se quedó con él.
Yo entré al estudio de grabación y saludé a Jack dándole una palmada en la espalda. Afiné las cuerdas de la guitarra que iba a usar para enseñarle lo que tenía a mi productor y agarré la púa.
—Veamos qué es lo que tienes, Taylor —dijo mientras hacía un gesto con la mano que me alentaba a empezar.
Tomé un poco de aire y dejé que mis dedos se deslizaran por la cuerdas, haciendo que esas melodías a las que me estaba acostumbrando inundaran el lugar.
Ni siquiera me preocupé en qué era lo que Jack opinaba de lo mucho que me metí en ello.
Una gota de sudor comenzó a deslizarse por mi frente y todo quedó en silencio cuando no quedaron más acordes por ser tocados.
Mi mirada se levantó lentamente para encarar a mi productor. No supe leer su cara, así que esperé a que él dijera algo para evitar hacerme las idea equivocadas.
—Vaya, debo admitir que eso ha sido más de lo que yo esperaba —soltó un suspiro.
—¿Por qué?
—Normalmente vienes con menos cuando hacemos esto. Solo un par de versos o una melodía. Todo fluye un poco mejor aquí, pero ahora tú has hecho la mayor parte —me felicitó.
Me mordí el labio.
—¿Te ha gustado? —estaba desesperado por oír una opinión sincera.
La media sonrisa que se dibujó en sus labios me tranquilizó demasiado.
—Ha sido increíble, debo admitirlo. Me recuerda a la primera canción que sacaste.
Jack no había sido mi productor en ese momento, pero había escuchado varias canciones mías antes de que comenzáramos a trabajar juntos.
Suponía que se refería a que esta vez sí que transmitía algo.
—¿Puedo preguntar en qué te has inspirado? —se sentó en la mesa que había frente a mí y puso su brazo sobre su rodilla—. He visto la entrevista, pero no sé qué tanto de eso sea verdad —añadió
Yo quité la correa de la guitarra de mi hombro y la puse en el soporte que había a mi lado.
—Es solamente algo que surgió —mentí.
A juzgar por la mirada que él me lanzó, no se lo creyó. Aun así no insistió en el tema y fue algo que agradecí. Jack era un artista también, después de todo. Suponía que él entendía que a veces uno prefería quedarse con esa clase de cosas para uno mismo.
Asintió con la cabeza y se puso de pie para acercarse a los controles.
—Pues será mejor que empecemos, tengo varias sugerencias que compartir contigo —sonrió—. ¿Tienes algún título planeado para la canción?
—Sí —me puse de pie y me paré a su lado—. Hearts aren't the only thing that gets broken.
Él asintió con aprobación.
—Es un poco largo pero me gusta.
Jack empezó a mover sus dedos por los botones. Me senté en un sillón a su lado.
—En la melodía estaba pensando que podríamos cambiar esto, por esto y...
Pasamos más de la mitad del día en eso y a pesar de que aún no estaba del todo perfeccionada, él dijo que sería bueno comenzar a grabar mi voz también para juntarlo todo y escuchar cómo sonaba al mismo tiempo.
Con su brazo me indicó que me metiera en la pequeña cabina y tomé los audífonos para bloquear el ruido antes de hacerlo.
—¿Estás listo?—preguntó él del otro lado del vidrio. Levanté mi pulgar en forma de respuesta y me paré frente al micrófono.
La melodía comenzó a sonar por los auriculares y comencé a cantar. Sentí que volvía a conectar con la música de forma que no había hecho en mucho tiempo y no pude evitar sonreír en el proceso.
—Eso ha estado bien —admitió Jack mientras se deslizaba por la habitación en su silla y arreglaba algunas cosas—. Ahora, practiquemos por separado solo el estribillo.
Asentí con la cabeza y volví a pegarme al micrófono. En esa ocasión solo se escuchó mi voz sin la pista.
Nos detuvimos cuando sentí que ya no podía más y tomé una botella de agua.
—Nada mal —me felicitó Jack mientras me daba un par de palmadas en mi espalda. Asentí con una sonrisa.
—Lo mismo digo.
—Bien, creo que puedo hacerle los últimos arreglos a esto. Debería tenerlo listo para pasado mañana —me hizo saber.
Asentí con la cabeza.
—Entonces nos vemos ese día.
Él asintió con la cabeza y yo salí de ahí. El sudor se deslizaba por mi frente y mi nuca. Me detuve en el baño para limpiarme antes de ir con Jonah y Brad.
Mi representante hizo una mueca en el momento que crucé la puerta y cayó en cuenta de mi presencia.
—Estaba esperando no tener que lidiar contigo durante un rato más —saludó mientras cerraba su computadora.
Me senté en la silla que estaba frente a él y reí con cinismo.
—Yo también te extrañé —sonreí con falsedad.
—¿Cómo te ha ido? —preguntó a pesar de que probablemente ya sabía la respuesta. No había muchas cosas que se le escaparan y en ese aspecto parecía una vecina cotilla porque siempre se enteraba de todo.
—Hemos avanzado bastante. Jack dice que debería tener las correcciones listas para pasado mañana, así que supongo tendremos que regresar.
—Supongo que es bueno que entonces ya haya hecho una reservación para ese día.
Busqué a Brad con la mirada, quien se encontraba frente a la televisión del lugar con varias botanas al alcance de sus manos.
—¿Estuvieron bien?
Él se encogió de hombros.
—Sí, supongo. Hemos pasado un rato a verte y sonaba bastante bien.
Fui yo quien se encogió de hombros ahora.
—Supongo que estamos progresando.
—¿Ya tienes nombre para la canción?
Asentí con la cabeza.
—Hearts aren't the only thing that gets broken.
Un silbido salió de sus labios.
—Vaya. Eso es jodidamente largo.
—Eso fue lo que dijo Jack —sonreí.
Él se puso de pie y juntó todas sus cosas.
—No debe faltar mucho para que salga, Taylor —me dio unas leves palmadas en la espalda—. Creo que será un éxito muy grande.
Me obligué a asentir con la cabeza, deseando que fuera así.
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Miren que llevamos 16 capítulos y dos besos y yo apenas me voy dando cuenta que Conway y Sienna no tienen nombre para el shipp 👁👄👁
Por ahí en los comentarios vi Sieylor. Igual si quieren pueden dejar más sugerencias aquí y el que más guste será el que se quedará 👀
También quería hablar de otra cosa 👉🏻👈🏻
He notado que conforme pasan los capítulos la cantidad de comentarios disminuye :( No sé si es porque ya no les gusta la historia u otra cosa, pero a mí me encantan sus comentarios
Yo escribo para ustedes y me gusta que me den alguna clase de retroalimentación para saber qué es lo que les gusta.
Y no es como si los vaya a obligar a comentar, pero los invito a hacerlo. Un par de corazones al final del capítulo si les gustó o algún emoji enojado si no (hagan a Conway orgulloso y usen emojis que a él le encantan xd)
Creo que han llegado un par de nuevos lectores desde que hice esto la última vez. Con el capítulo de hoy se han acabado las dedicatorias que tenía pendientes, así que si quieren un capítulo dejen su comentario aquí. Si no para que comience con la repeticiones 7u7
Creo que eso vendría siendo todo uwu. Nos leemos la próxima semana 😏
PD: gracias por el 1k de votos. Se les ama mucho <3
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