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♫| CAPÍTULO 15 |♫

CONWAY

EL ENGAÑO EN LA PRIMERA IMPRESIÓN

Anudé el nudo de mi corbata y me di un último vistazo frente al espejo.

La gira estaba en sus días finales y Jonah me había arreglado una entrevista en algún programa de televisión importante a la cual no había podido negarme.

Varias cosas habían pasado desde la última vez que había visto a Sienna, y había unas de las que no me sentía especialmente orgulloso.

Podía empezar por la sorpresa que Sally había tratado de darme al ir a recogerme al aeropuerto de Ávacro. Eso me tomó por sorpresa porque no había escuchado mucho de ella después de nuestra ruptura, solo que estaba esparciendo rumores de una posible reconciliación entre nosotros dos a la que no le había puesto mucha atención porque era ridícula.

Pero los medios no parecían pensar igual que yo y creían cada palabra que salía de la boca de ella.

Tampoco fue como si hubieran tomado su gesto como algo amistoso y al día siguiente todas las revistas estaban llenas de fotos de nosotros dos.

—¿Qué haces aquí? —le pregunté ese mismo día después de montarnos en el vehículo que me iba a llevar al hotel.

Jonah se había sentado en el asiento del copiloto con una cara de mierda mientras ocasionalmente le daba miradas cargadas de rencor a Sally, quien estaba sentada a mi lado. Él nunca le había tenido alta estima a mi exnovia.

Brad se limitaba a manejar en silencio con la vista clavada en el camino. No dijo nada, pero a considerar por la cantidad de cosas que sabía de mí y lo bien que se llevaba con mis fans, suponía que sabía quién era ella.

Sally sonrió de la forma en la que siempre solía hacerlo mientras salíamos y peinó su cabello con sus dedos.

—Estaba por aquí y consideré oportuno venir a recogerte —se encogió de hombros.

La miré con los ojos entrecerrados, sin creer una palabra de lo que fuera que estuviera diciendo.

—Dime la verdad, Sally.

—Esa es la verdad, Tay.

Me negué a aceptarlo, pero no dije nada más por unos segundos.

Brad se estacionó afuera del hotel cuando por fin llegamos y me volteé para ver a mi representante una vez más. Solo bastó que mis ojos y los de Jonah conectaran una vez por el espejo retrovisor para que él supiera qué era lo que le estaba pidiendo.

Él le dio un golpe en el brazo a Brad y ambos salieron del vehículo, dejándonos a mí y a Sally solos.

Me volteé para encararla otra vez.

—¿Cuál es la verdadera razón por la que estás aquí, Sally? —volví a preguntar. Esta vez traté de que mi tono fuera diferente para obtener una respuesta honesta.

Soltó un suspiro y se encogió de hombros.

—Te he extrañado, Tay —se acercó y sus dedos comenzaron un camino por mi brazo—. Pensé que podríamos recuperar lo que teníamos.

Quité su mano con un poco de hostilidad y la miré, serio.

—Si eso era lo que querías, podrías haberte acercado a mí primero antes de comenzar a decírselo a la prensa e iniciar rumores.

—No pensé que fuera a importarte —se encogió de hombros.

Chasqueé la lengua.

—Es por eso que terminamos, Sally, y si sigues haciendo cosas así, no veo por qué deberíamos darle otra oportunidad a lo nuestros.

A parte de que está Sienna, pensé, pero no lo añadí.

—Es por ella, ¿cierto? —preguntó.

Sabía perfectamente de quién estaba hablando, pero actué como si no tuviera idea de a qué se refería.

—No sé de qué estás hablando.

—Estoy hablando de la chica que estaba en tu habitación el día que estabas haciendo el directo.

Cerré mis ojos.

—Mira, Sally, acabo de tener un vuelo largo, estoy cansado y sinceramente no tengo tiempo para esto —abrí la puerta del coche y bajé.

Ella se apresuró a seguirme y se colgó de mi brazo.

Maldije que hubiera hecho eso cuando después de unos pasos fuéramos interceptados por un grupo de paparazis.

No me detuve a que tomaran fotos y me deshice del agarre de Sally para seguir con mi camino por mi cuenta.

Jonah y Brad me esperaban en el lobby del hotel. Subimos al elevador y sonreí al escuchar los pasos acelerados de alguien.

Sally subió al ascensor y ella y yo compartimos una mirada cargada de complicidad por uno de los espejos.

Se arregló su cabello y salió cuando llegamos al piso en el que estaba mi habitación.

Algunos de los guardaespaldas ya se habían acomodado en sus cuartos y el resto subiría justo después de nosotros.

Jonah me dio la llave que abría la puerta y me hice a un lado para dejar que Sally pasara. Me volteé para ver a Jonah, quien me veía con el ceño fruncido y una mueca. Lo ignoré y entré al cuarto.

Sally se había tomado asiento en uno de los sillones.

—¿Y bien? —preguntó justo cuando me sentaba en una silla frente a ella.

Me encogí de hombros.

—Creo que has mejorado bastante —solté con sinceridad y un deje de orgullo.

—Yo también lo creo —se felicitó a sí misma—. Aunque fue una gran ayuda que me siguieras el juego. Así no me salgo del papel. Me alegro que hayas captado la señal cuando me arreglé el cabello —me guiñó un ojo y sonreí.

—¿Qué estabas tratando de ser hoy? —le pregunté mientras me ponía de pie para tomar unas bebidas del pequeño refrigerador que había ahí.

—Una ex superficial que solo se preocupa por sí misma. Alguien capaz de caer mal en cuestión segundos —tomó la lata de refresco que le pasé y le dio un largo trago.

—Puedo decirte entonces que lo has logrado con éxito.

Sally sonrió.

—Veo que has mejorado bastante con esto de la actuación —la sonrisa en mis labios era sincera, me alegraba que ella por fin estuviera haciendo algo que la hiciera feliz.

—Eso intento.

Mis dedos jugaron con la corcholata de la bebida hasta que esta se zafó.

—Sally, sobre lo de ti hablando de una posible reconciliación en los medios...

Ella despegó la lata de sus labios en el momento en el que las palabras salieron de mis labios y se apresuró a negar con la cabeza.

—Sí, lo siento por eso —se disculpó—. Fue idea de mi agente que me colgara de tu fama para llamar la atención y que la gente comenzara a notarme. Me rehusé completamente, pero ella tiene acceso a mis redes sociales y no pude hacer mucho una vez comenzó a esparcir eso de tú y yo volviendo.

Una mueca se dibujó en mis labios. Entendía esa parte de los agentes controladores: después de todo, yo había tenido uno así antes de Jonah. Pero eso no hacía que la situación me disgustara menos.

—Está bien —terminé accediendo—. Nada más no dejes que se vuelva nada muy serio.

Ella asintió con la cabeza.

—De verdad me siento muy mal por usarte de esta forma, Taylor.

Le quité importancia con un movimiento de mi mano y me llevé la bebida a mis labios.

—Solo estoy devolviendo el favor que tú me hiciste algunos años atrás.

Sally no dijo nada más sobre ese tema, pero a juzgar por la mirada que me estaba dando, había algo más de lo que quería hablar.

—¿Qué es, Sally?

—¿Es acaso la razón por la que no quieres que esto se vuelva nada muy serio por cierta señorita que apareció en uno de tus directos? —preguntó sin pelos en la lengua.

La miré con una ceja alzada.

—¿Qué ha sido lo que me ha delatado? —ni siquiera traté de negarlo. Le tenía confianza a la chica frente a mí y sabía que solo preguntaba porque en verdad le interesaba, no porque fuera a decírselo a alguien más.

—Querido, yo podré ser actriz, pero tú simplemente no tienes el toque —se regodeó.

Blanqueé los ojos. Ella se acomodó en su lugar y me miró, expectante.

—Entonces... cuéntame sobre ella —pidió.

Suspiré y clavé mi mirada en la alfombra sin saber del todo qué decir.

—¿Te acuerdas de la chica del parque de diversiones? —le pregunté. Su ceño se frunció, así que decidí darle otra pista—. La que me vomitó en los zapatos.

Enderezó su espalda y chasqueó su lengua.

—Como olvidarla, te la pasabas todo el tiempo hablando de ella. Pensaba que nunca llegaría a estar a su nivel por la forma en la que tus ojos brillaban cuando las mencionabas. Incluso cuando salíamos.

Su mirada se quedó clavada en la nada. Sacudió su cabeza y le dio otro trago al refresco.

—¿Qué hay con ella?

—Es ella.

Alzó una ceja.

—No creo estar siguiéndote. ¿Es ella qué?

—Es ella la chica. Es la del parque de diversiones.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al caer en cuenta lo que estaba tratando de decir.

—Pero, ¿no era que ella nunca te había llamado? Eso para mí suena a un bastante claro «no quiero volver a verte.»

Me rasqué la nuca y sentí mis orejas arder.

—Sí, sobre eso... Puede que haya sido yo quien le haya dado mal mi número de teléfono.

Todo se quedó en silencio durante unos segundos hasta que el sonido de su risa retumbó en el lugar.

—No sé por qué no me sorprende viniendo de ti.

Seguimos hablando por el resto de la noche hasta que ninguno de los dos éramos capaces de mantener los ojos abiertos.

—Creo que es hora de marcharme —dijo ella cuando eran alrededor de las cuatro de la mañana. Asentí con la cabeza y me puse de pie para acompañarla a la puerta.

—Fue un placer ponerme al día contigo, Sally —le dije con honestidad.

—Lo mismo digo, Taylor —dudó durante un segundo antes de decir algo más—. Y por favor no rompas los rumores al menos sea estrictamente necesario.

Tragué saliva y pensé en Sienna. Esperaba que a ella no le molestara, porque me veía incapaz de decirle que no a alguien tan cercano como lo era Sally.

Asentí con la cabeza y ella soltó el aire que había estado conteniendo en sus pulmones.

—Gracias —se puse de puntillas y plantó un beso en mi mejilla.

Asentí con la cabeza y me quedé apoyado contra la puerta hasta que la vi desaparecer por el pasillo.

Recuerdo haber echado un vistazo al corredor porque había tenido la sensación de estar siendo observado, justo como me sentía en ese momento.

Mi pensamientos volvieron a centrarse en mi reflejo frente al espejo y di un vistazo por encima de mi hombro.

A diferencia de esa vez en el hotel, ahora sí que había alguien viéndome, y se trataba de Jonah.

Un silbido burlón salió de sus labios mientras me inspeccionaba de pies a cabeza.

—Quién diría que sí eres capaz de verte bien, Lory —molestó.

Blanqueé los ojos y me volteé a verlo.

—¿Qué quieres? —pregunté sin mucho interés. Sabía qué era lo que me iban a preguntar en esta entrevista y no estaba muy ansioso por ello.

—Me mandaron a decirte que sales en cinco —avisó y después puso sus ojos en blanco—. Uno pensaría que un lugar así de grande tendrían a alguien que hiciera ese trabajo, pero no; me mandaron a mí.

Volvió a fijar sus ojos en mí.

—En fin, ¿ya tienes el micrófono?

Asentí con la cabeza y llevé mi mano al cuello de mi camisa para mostrárselo. Él asintió con la cabeza y me guio fuera del camerino.

Nos cruzamos con varias personas en el camino, pero todas estaban tan enfocadas en lo que estaban haciendo, que ninguno recayó en nuestra presencia.

Llegamos a la parte lateral de donde estaba el escenario y comencé a balancearme sobre mis talones con nerviosismo. Un chico llegó y checó que todo estuviera en orden con el micrófono antes de irse de ahí con rapidez.

Una chica apareció a nuestro lado con una diadema en su cabeza con la que se comunicaba con varias personas a la vez y una tabla en la que sostenía algunos documentos.

La grabación del programa comenzó entonces y un señor apareció en el escenario. Tomó asiento en uno de los sillones que estaban ahí y comenzó a dar la introducción del show.

No era ningún desconocido para mí. Era conocido por invitar a múltiples celebridades a su programa y, a pesar de que solo lo conocía de eso, parecía ser una persona agradable y relajada, de esas que te hacen reír sin siquiera intentarlo.

Aflojé un poco el nudo de mi corbata mientras trataba que los nervios no me invadieran por completo. Estaban grabando en vivo y mi última experiencia con esas cosas no había resultado muy bien.

Si dos besos en una noche no es bien, no sé qué es lo que buscas.

Silencié la molesta voz de mi cabeza porque no era momento de divagar sobre Sienna. O en lo que fuera que ella estuviera haciendo en ese momento. ¿Se habría enterado de que me iban a hacer esta entrevista? ¿La estaría viendo?

Me sentí repentinamente más nervioso al pensar en eso y me maldije por ser así.

Sentí que alguien me empujaba y me obligué a sacar todo de mi cabeza para enfocarme solo en esto. Jonah me lanzó una mirada de advertencia y después señaló el escenario.

—Estás por salir —susurró.

Asentí con la cabeza y miré por encima de mi hombro solo para encontrarme con Brad atacando la mesa de comida. Sonreí sin poder evitarlo, su presencia se estaba convirtiendo en algo que extrañamente disfrutaba.

—Y sin más preámbulos, démosle la bienvenida a nuestro invitado de hoy. El compositor y cantante más exitoso del momento y un soltero codiciado por sus fans, Taylor.

Obligué a mis labios a dibujar una sonrisa antes de salir. Usaba un traje semi casual de dos piezas negro y había dejado a propósito los botones del saco desabrochados para tener más movilidad en mis brazos.

Había una pequeña audiencia sentada a una distancia prudente del escenario en lo que parecían ser gradas y cámaras por todas partes.

Alcé mis manos y traté de caminar con elegancia mientras saludaba al público. Tomé asiento en el sillón frente a Connor y le extendí una mano a modo de saludo.

Él le dio un pequeño apretón.

—Un placer tenerte aquí, Taylor.

Cerré los ojos y le quité importancia con un movimiento de mi mano.

—El placer es mío, Connor —eso era una mentira, pero nadie tenía porqué enterarse de eso.

Tomó una tarjetas de la mesa que había entre nosotros y les dio un vistazo rápido.

—Estás en la recta final de tu gira, ¿cómo te sientes con respecto a eso? —fue directo al grano.

Agotado.

—La verdad es que estoy muy feliz. No es la primera gira que hago pero siempre es muy emocionante ver a todas esas fans y conocerlas. A parte de que me da la oportunidad de ir a varios lugares —reí.

Otra mentira. No solía tener mucho tiempo para turistear cuando viajábamos.

—Todavía lamentamos que se haya cancelado el segundo concierto en Bildtown —tragué saliva al escuchar el nombre de la ciudad en la que vivía Sienna—, ¿tienes planes de regresar para reponerlo?

Sí.

—Para mí sería todo un placer considerando lo amables que fueron ahí, pero no lo veo probable así cómo están las cosas —respondí con un poco de melancolía. Al menos eso era una verdad a medias.

—¿Hay algún mensaje que quieras darle a tus fans de ahí?

Tragué saliva y dirigí mi mirada a las cámaras.

—Lamento mucho haber tenido que cancelar el concierto, pero que sepan que les mando mucho amor desde aquí y me gustaría demasiado regresar.

El ambiente entre Connor y yo aún se sentía tenso, por lo que él decidió cambiar el rumbo de sus preguntas.

—Sabemos que vienes de un pequeño pueblo en el sur del país, ¿fue siempre la música algo que te inspiró?

Relajé mis hombros. Esto era algo de lo que podía hablar con naturalidad.

—No si te soy honesto —me sinceré—. Mi padre solía prender todos los días a la hora de comer la radio, donde pasaban canciones poco conocidas. Cuando terminábamos de comer mis padres se ponían a bailar y solían jalarme con ellos a la fuerza —arrugué la nariz y me incliné un poco hacia adelante, como si estuviera a punto de confesarle algo confidencial—. No era algo que disfrutara demasiado.

Él soltó una pequeña carcajada.

—Vivíamos en una granja y recuerdo un día haber tenido que ir al granero a recoger los huevos. Encontré una guitarra entre las cosas y la tomé porque tenía curiosidad. Aún recuerdo lo que sentí cuando mis dedos pasaron por las cuerdas.

Cerré los ojos por unos segundos.

—No tenía idea de qué era lo que estaba haciendo, pero dejé caer mis dedos poco a poco. Se lastimaron, por supuesto, pero el sonido me gustó tanto, que poco me importó eso. Las gallinas huyeron cuando comencé a tocar. Probablemente debí haber tomado eso como una señal —bromeé.

»De seguro habría roto las cuerdas de la guitarra de no ser porque mi padre estaba observándome desde la puerta del granero. Recuerdo que entró y me la quitó de las manos como si temiera que era capaz de hacer con ella.

—¿Cuántos años tenías tú en ese entonces? —preguntó Connor.

Fruncí mi ceño mientras pensaba.

—Como doce.

—Ya estabas grande.

Asentí con la cabeza.

—Recuerdo que él me tomó cargó y me dijo «sigue así y será tu canción la que se escuchará en la radio.»

—¿Y fue así?

—No quiero decir que claro, pero por supuesto —el público rio.

—¿De qué era tu primera canción si se puede saber?

Me cubrí la cara con una mano, avergonzado. Lo miré por entre mis dedos y negué con la cabeza.

—Era sobre las ubres de una vaca.

Connor rompió a reír al instante que esas palabras salieron de mi boca.

—Tengo que preguntar por qué fue que escribiste una canción así —se limpió una lágrima que se había escapado por el rabillo de su ojo.

—Simplemente estaba inspirado con eso. A parte de que no tienes idea de lo difícil que fue encontrar palabras que rimaran. Betsy es simplemente especial.

—¿Es Betsy el nombre de la vaca?

Asentí con la cabeza.

—Bueno, ya que estamos en el tema de las canciones, ¿tienes algún proyecto próximo?

Tenía pensado guardarme la noticia de la canción en la que había estado trabajando por más tiempo, pero podía funcionar como promoción si lo decía de una vez.

—Sí, de hecho sí.

Connor abrió sus ojos y se inclinó sobre su asiento. Claramente no esperaba esa respuesta de mi parte.

—¿Podemos tener una premisa sobre esta nueva canción?

Sonreí.

—Ya está escrita pero aún me falta llevarla a estudio de grabación para hacerle los últimos detalles y grabarla. De todas formas, no creo que tarde mucho en salir.

—¿Hay alguna reacción que esperes de tus fans con esta canción? ¿En qué te has inspirado?

Normalmente solía huir de ese tipo de preguntas porque no solía tener una respuesta a ellas porque mis canciones no eran más que melodías vacías. Pero una confianza desconocida me invadió cuando estaba por contestar.

—Recientemente me topé con una persona que no había visto en mucho tiempo. Es fácil malinterpretar las intenciones de los otros y dejarte llevar solo por lo que puedes ver —rasqué mi cuello, mordí mi labio inferior y clavé mi mirada en el suelo—. Cometí ese error. Es difícil de verdad saber lo que esa persona oculta o lo que está detrás de las máscaras que todos solemos portar.

Levanté la mirada después de unos largos segundos donde solo se había escuchado silencio. Incluso las personas en las gradas tampoco habían hecho ruido.

Me topé con un Connor boquiabierto quien me miraba con lo que parecía ser admiración.

Volví a acomodar mi cuerpo en mi lugar, ligeramente nervioso.

—Vaya —soltó después de un tiempo, saliendo de su pequeño transe.

No me hizo sentir más calmado. No podía sacar mucho a partir de solo eso.

Cerró sus ojos y sacudió la cabeza.

—Si la canción es la mitad de buena de la que acabas de decir, no hay forma en la que no la amemos —me felicitó con una sonrisa. El aire volvió a circular de manera natural por mis pulmones—. ¿No es así? —le preguntó Connor a la audiencia, quienes concordaron con él aplaudiendo.

Sonreí aliviado.

—De verdad espero que les guste.

—Ahora —Connor se acomodó en su lugar—, pasando a un tema un poco diferente, ¿puedo preguntarte cuál ha sido la mejor experiencia que hayas tenido con alguna fan?

Me relamí los labios. Se suponía que en lo que respectaba a mis fans no debería tener una favorita o algún momento que atesorara más que otro, pero lo tenía.

—No es moralmente correcto de mi parte decir si algún encuentro sobresale sobre los demás —confesé—, pero sí que tengo uno.

—¿Te molestaría compartirlo con nosotros? —me alentó Connor mientras que con su brazo señalaba a las personas sentadas en las gradas.

Sonreí.

—Claro que no.

Tragué saliva antes de empezar.

—No era muy conocido cuando sucedió —comencé—. Estábamos en Toronto después de haber hecho un par de conciertos ahí. En fin, el punto es que era joven y tenía ganas de cometer una locura, así que me escapé del hotel en el que me estaba hospedando y busqué una tienda de tatuajes por ahí.

La risa de Connor inundó el lugar. Lo secundé y me encogí de hombros.

—Creo que sé a dónde va esto y me gusta mucho.

Asentí con la cabeza.

—Cuando encontré una vi el catálogo que había ahí y decidí hacerme este de aquí —me arremangué las mangas de mi camisa y dejé al descubierto mi muñeca, donde podía apreciarse un pequeño tatuaje de un micrófono que que se iba convirtiendo en notas musicales.

Sabía que no era nada nuevo para las personas viendo el programa porque había varias fotos del tatuaje en internet. Pero nunca había explicado el significado detrás de este.

—Otra chica salió al mismo tiempo que yo pero no le tomé importancia y me acerqué a la caja para pagar. Noté que ella se me quedaba viendo y me pareció un poco raro porque, como te decía, en ese momento yo no era muy conocido y no había tenido muchas experiencias con fans.

»Recuerdo que me miró a los ojos y me dijo «No puedo creer que seas tú.» Siempre me he considerado a mí mismo como una persona lenta y por un momento me quedé viendo a la chica tratando de descifrar si la conocía de algún lugar. Me tomó algunos segundos darme cuenta que era una fan.

Sacudí mi cabeza.

—Nos pusimos a hablar y le pregunté por el tatuaje que se había hecho porque lo consideré oportuno. Ella trató de quitarse la cinta para que lo pudiera ver bien porque era una frase pero no se podía apreciar del todo, pero el tatuador dijo que hacer eso no era una buena idea.

—¿Pudiste leer qué era lo que decía?

Negué con la cabeza.

—No, pero ella me lo dijo —tomé aire—. «No necesitas tener el corazón roto para sentir que desde hace mucho ya no late.»

Los ojos de Connor se abrieron.

—Eso es parte de tu canción Falsas melodías, ¿no es así?

Asentí con la cabeza.

—Creo que esa fue la primera vez en la que caí en cuenta del impacto que podía llegar a tener en las vidas de las personas que escuchan lo que escribo —confesé—. Ella me dijo que después de la muerte de su madre se había sentido perdida durante varios días, que había prendido la radio un día y que mi canción era lo que estaba sonando.

»Ella dijo que había sido lo que necesitaba para seguir adelante y que quería llevar ese recordatorio en la piel para no olvidarlo.

Miré directamente a la cámara antes de que las siguientes palabras salieran de mi boca.

—Espero que todavía lo recuerdes, Cora, porque yo no lo he olvidado.

Pasamos a otros temas con Connor durante el resto de la entrevista. Fuimos desde las mejores experiencias de la gira, hasta cuál era mi bebida favorita.

Agradecí que no tocara el tema de Sally o sobre el directo y Sienna. Era mucho más que las relaciones que tenía y me molestaba mucho que algunas personas solo me vieran como eso.

Canté victoria demasiado temprano.

El programa estaba por terminarse cuando a Connor le pasaron una tableta y alguien de su equipo le murmuró algo en el oído.

Él se acomodó en su lugar y cruzó sus piernas.

—Antes de cerrar el programa, hay un tema que todos están muy ansiosos por que tratemos —anunció.

Tragué saliva pero no me moví. Estaba muy nervioso como para hacerlo.

—Una fuente confiable nos hizo llegar una foto un tanto peculiar recientemente y queríamos saber tu opinión sobre ella.

Picó algunos botones en su dispositivo y una imagen se proyectó en la gran pantalla que había detrás de nosotros.

Mi cabeza comenzó a maldecir en el momento en el que se dio cuenta de qué se trataba. El programa estaba siendo transmitido en vivo, por lo que no había mucho que pudiera hacer para que esto no saliera a la luz.

Si algo había aprendido del directo que había hecho en la habitación de hotel en Bildtown era que en esta clase de situaciones lo mejor era mantener la calma. Pero dudaba que eso fuera algo que pudiera hacer cuando tenía varios pares de ojos sobre mí.

Los míos solo se podían enfocar en la foto proyectada donde yo junto con Sally éramos protagonistas. Era de la noche en la que me había ido a recoger en Ávacro y se podía malentender con bastante facilidad. En especial porque mi cabello estaba hecha un desastre, su ropa desordenada y ella se encontraba plantando un beso en mi mejilla..

Busqué con mi mirada a Jonah detrás de las bambalinas. Tenía el ceño fruncido y el teléfono pegado a la oreja.

Al menos era un alivio saber que ya se estaba encargando de esto, porque no creía que salir de esta fuera a ser una tarea sencilla.

──── ────

Vale, que el nombre del capítulo de hoy tiene 3 significados.

1. Sally

2. El mensaje detrás de la nueva canción de Taylor

3. Y Connor, quien al principio parecía ser una buena persona :(

¿Opiniones? 👀

Hablando de títulos de capítulos, me di cuenta de que el capítulo 12 no tiene uno JAHKAHSDL, así que si quieren dejar una sugerencia, por aquí serán aceptadas (es el capítulo del beso 🌝) ➡️

Pensé que este capítulo iba a ser larguísimo mientras lo escribía, pero no lo es tanto 7u7

Creo que este es un momento genial para decir que calculo que Falsas melodías tendrá alrededor de 30 capítulos, por lo que se podría decir que ya vamos por la mitad de la historia 👁👄👁

*miedo on*

Pero no se fíen de mí. Matemáticas nunca fue lo mío xd.

¿Ya vieron el sticker que hay en la portada? Es de un concurso en el que metí la historia y aún no me puedo creer que ganamos AAAAAAHHH. Soy feliz por eso 🥺

Eso vendría siendo todo por mi parte. ¿Qué dicen ustedes? ¿Alguna novedad? 🌚

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