Prologo (biblioteca)
Los truenos y la lluvia hacían presencia en la noche, las pisadas de un cabrío interrumpían la circulación del agua sobre el cemento. Llegando hasta las puertas de una biblioteca, que ocupaba toda la cuadra en aquel pequeño pueblo tan irrelevante. Sus manos abrieron las grandes puertas de madera oscura, mostrando a todos los del interior y estos últimos viendo aquel cabra macho empapado, oscureciendo su pelaje.
-Joven Caprae, ¿trajo el libro? Porque llego justo antes del tiempo para dejarlo- Dijo una jirafa bastante mayor, quien escribía con cierto desagrado en un computador bastante antiguo.
-Si.. traje el libro- Aclaro El cabrío entre jadeos de cansancio.
Odiaba que le dijeran por su apellido, siempre terminaba con todos volteando lo a ver, ya sea por asombro o por curiosidad. Y este caso no fue la excepción, algunos dejaron de leer y miraron de reojo al chico empapado cerca de aquella gran puerta. Caminando con la cabeza baja llego hasta la jirafa, entregándole el libro sin mucho ánimo.
-¿Vas a llevar otro libro?-Dijo la jirafa aun con su vista fija en aquella pantalla vieja.
-Si, la verdad aun no termino la trilogía y pues...- respondió, pero al ver a la jirafa desinteresada a través de sus insípidos gestos detuvo su charla.
-Adelante entonces-
Tras girar su flaco cuerpo, le permitió ver un panorama de toda la biblioteca, que, a comparación de afuera, su cálida bienvenida daba una sensación hogareña. unos segundos pasaron, el cabrío dio un respiro y camino por esos largos pasillos, que a su vez eran abrigados por grandes estantes llenos de historias. Su paseo daba encuentros con mesas con algunos individuos leyendo libros, lo cual le generaba algo de curiosidad, pero no detuvo su caminata. Al no encontrar lo que buscaba, tuvo la idea de ir más a fondo en esa inmensa biblioteca.
-Donde está, donde esta...-se dijo así mismo. Su búsqueda lo había llevado hasta el final de la biblioteca, encontrándose menos iluminada. Antes de darse por vencido, levanto la vista, dando con un brillo parecido al fogonazo de un disparo, era la presencia de aquel libro, este encontrándose casi en la cima de un gigantesco estante. Su cara dibujó una sonrisa timida, sin perder su tiempo tomo una gran escalera y subió, el cuerpo tambaleante y la escalera tan endeble, daban paso a pensamientos de querer bajar, pero las ganas de terminar ese libro lo impulso a seguir subiendo aquel estante. Estar cara a cara con ese libro, le transmitía una sensación victoriosa al cabrío tras el esfuerzo de subir aquella empinada escalera. Posando su mano sobre ese conjunto de papeles y retirarlo le llenaba de felicidad. Pero algo llamo su atención, pues tras retirar el libro deseado, otro de menor tamaño y diferente nombre, resalto de forma predominante.
-¿Qué demonios?- Dijo al ver que de aquel pequeño libro emanaba una luz parpadeante de un color rojizo, con la otra mano trato de tomar aquel enigmático objeto lleno de hojas. Una sensación suave pero persistente reposo sobre su pecho, tal sensación y fuerza hacia mas resistencia. No era de menos, tal efecto era la gravedad, ver como su cuerpo se iba hacia atrás, provoco pánico en el cabrío, sus pies se habían despegado de aquella vieja madera de la escalera. todo parecía que iba en cámara lenta mientras caía, pero algo llamo la atención del desesperado cabrío, del pequeño libro emanaba una luz azulada que antes del desastroso impacto contra el suelo, produjo un destello cegador.
-¿paso algo?-Dijo un Pequeño gato quien esquivando los numerosos estantes se acerco al escuchar tal estruendo, pero para su sorpresa solo encontró una pila de libros tirados en el suelo, junto a la rota escalera.
La sensación de la fricción del aire contra su cuerpo, provoco la necesidad de abrir los ojos en aquel cabrío, la caída dejo de hacerse presente, su cuerpo iba directo hacia al frente, como hubiera sido lanzado de un cañón.
Algo casi fuera de este mundo lo rodeaba, observo como a su lado pasaban destellos que se asemejaban a estrellas fugases de diferentes colores, trato de decir algo, moverse, pero era en vano. Mientras mas avanzaba, las luces que pasaban a su lado en aquel túnel sin fin, tomaban mas velocidad. Su rostro fue reflejado por numerosos espejos que empezaban aparecer de forma lateral al rededor suyo: mostrando distintos lugares, sitios, épocas. Los ojos expectantes del cabrío vieron en aquellos espejos; un zorro y un lobo de colores peculiares, en otro espejo; un gran instituto; el espacio con naves difícil de describir con sus propias palabras, un hospital bastante tétrico, hasta la época de bronce con criaturas extraordinarias. Pero su viaje se detuvo en seco al chocar con un espejo que salió de la fila de los demás; como si fuese un apagón, todo se volvió negro.
Hola ;P, espero que les haya gustado, ¿Qué te pareció la premisa? Si tienes alguna teoría, consejo, critica, por favor házmelo saber, gracias :3
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