—Vamos Jimin, tómame con fuerza.

Las caderas del castaño se mecían con fuerza sobre su dolorosa erección, dejándolo con la boca abierta, sin saber cómo responder a aquello y menos a la imagen del rostro que su novio le brindaba.

Sus ojos se habían perdido aquella adorable forma redonda que tanto le causaba ternura y ese brillo tan inocente había sido reemplazado por lo más cercano a la definición de lujuria.

Jimin estaba sin habla, no era que antes no hubiesen tenido relaciones antes, pero ese comportamiento no era nada parecido al que Jungkook mostraba a diario, ni siquiera había pista de la dulzura habitual en su voz, ¿Qué estaba pasando?

—¿E-eh? —se maldijo a sí mismo por ser aquello lo único que había salido de su boca.

Pero tampoco se le podía culpar, Jungkook había lanzado su camisa en alguna parte de la habitación, dejando sus pequeños botoncitos rosados a centímetros de su rostro mientras tiraba de su cabeza hacia atrás lanzando gemidos ante los roces que estimulaban su zona más íntima, sintiendo como la humedad mojaba cada vez más la fina tela de su ropa interior.

El rubio volvió a reaccionar cuando una de sus manos fueron tomadas y apoyadas en uno de los pezones del menor, invitándolo a tocarlo, no pudo evitar apretarlo suavemente mientras dos de sus dedos hacían presión contra su necesitado pezón, escuchándolo gemir suavemente.

Jungkook le sonrió de lado mientras tomaba su rostro y juntaba sus labios en un beso desesperado. Sin poder evitarlo, lo tomó posesivamente de las caderas, haciendo que la presión de su erección y la de su novio los hiciera gemir perdiendo el aliento.

—Necesito que me toques, tómame, por favor.

Su voz sonaba tan necesitada que Jimin no pudo hacer más que tragar saliva con fuerza, este comportamiento no era algo que veía todos los días ni tampoco estaba acostumbrado, pero aún así no podía negar lo mucho que lo deseaba.

Sus deseos siempre serían sus órdenes y él estaba dispuesto a cumplir cada una de ellas.

Esta vez fue él quien juntó sus labios desesperadamente, pasando la lengua por el labio inferior del castaño, pidiendo permiso para introducirla en su boca. Al mismo tiempo que sus manos recorrían desde su su rostro hasta su delgada cintura, sintiendo que moriría si paraba de tocarlo.

De un momento a otro Jimin había perdido el ritmo del beso cuando la delicada mano de Jungkook se escabulló dentro de su ropa interior, acariciando su miembro de arriba abajo mientras sus dientes atrapaban su labio inferior.

—Te necesito tanto.

Murmuró cerca de sus labios para después alejarse, poniéndose de pie frente a él mientras escabullia sus manos en el interior de su pantalón, dejando que la delgada tela de sus boxers se deslizara por sus tonificadas piernas, volviendo a estar horcajadas sobre el rubio.

—Dejáme montarte.

El rostro de Jimin no pudo evitar ocultar la sorpresa, provocando una risa en Jungkook, quien había estirado su manita hacia su abrigo sacando un pequeño paquete plateado de su bolsillo.

Mientras el rubio pensaba y pensaba sobre que debería decir, Jungkook lo miraba expectante, esperando ansiosamente por alguna respuesta, y ahí fue cuando Park decidió mandar todo al carajo, no podía negarle a su novio que hiciese lo que quería.

Jimin tomó el envoltorio plateado de las manos de Jungkook, no dudó en abrirlo al momento en que el castaño liberaba su erección de su tan apretada ropa interior. Cuando iba a sacar el contenido, Jungkook lo detuvo, volviendo a ser el quien tuviese el sobre plateado ya abierto sobre su mano.

—Yo lo hago —dijo en un susurro.

Fijándose que estuviese en el lado correcto, Jimin soltó un jadeo cuando la mano de su novio volver a recorrer su erección, esta vez dejando que aquel pequeño artefacto de látex lo envolviera correctamente.

Volvieron a unir sus labios, esta vez con más calma, Jungkook se iba acomodando mejor sobre él, recibiéndolo lentamente en su interior.

Jeon había empezado a moverse de manera lenta y circular, agarrando las mejillas de Jimin seguir besándolo con más necesidad que antes, aumentando de a poco el ritmo de sus caderas. Ambos separaron sus labios cuando las embestidas fueron más rápidas y fuertes, Jungkook no pudo hacer más que tirar su cabeza hacia atrás mientras se agarraba de los hombros del rubio, quien no pudo evitar quedar con la boca abierta ante la imagen frente a sus ojos.

El flequillo del castaño se pegaba a su frente. Jimin se llevó uno de sus pezones a su boca, mientras sus manos posicionadas a un lado de las caderas de él lo ayudaban a moverse.

—¡Ah! Minnie, y-ya no...

El nombrado conectó su mirada con la de su novio, entendiendo enseguida que estaba perdiendo fuerzas en sus piernas como para seguir con lo que estaba haciendo, así que no tardó en darle vuelta, posicionándose encima de él, deteniendo el movimiento constante de las caderas del castaño, haciéndolo soltar un pequeño jadeo con descontento.

—Dime lo que quieres Jungkook.

La voz de Jimin había salido gruesa, provocando los nervios recorrieran la espalda de Jungkook, ahora el control sería totalmente suyo.

—Fóllame, Fóllame con fuerza.

Aquellas palabras fueron suficientes para que Park empezara a mover sus caderas con fuerza, penetrandolo sin piedad alguna.

Los gemidos de Jungkook se hacían cada vez más fuertes con cada embestida, y Jimin no podía estar más encantado con él.

—¡Ah! Mierda, sí, sigue así.

Moviendo con más fuerza las caderas, fue cuestión de segundos para que ambos gimieran alto, llegando al orgasmo. Jimin dejando caer su cuerpo sobre el de su novio.

Las respiraciones de ambos regulando de a poco, cuando el rubio levantó el rostro recibió una linda e inocente sonrisa por parte de Jungkook que lo dejó sin habla nuevamente.

¿Cómo podía hacer eso tan rápido?

Jungkook dejó un beso en su frente y ambos sonrieron, Jimin había descubierto un lado que nunca esperó encontrar y que jamás llegó a pensar que la inocencia dibujada en el rostro de su pequeño no sería más que una gran farsa.

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