MinJeong quiso alejarse del beso, pero eso solo hizo que cayera.

—Oh, MinJeong, tú sí que provocas... —JiMin tenía la mirada oscura nuevamente. Ella estaba desnuda, frente a ella.

Se tiró sobre ella, y continuó besándola. Por alguna extraña razón no podía evitar corresponderle... Le encantaba la sensación de sus labios.

No se dio ni cuenta cuando JiMin abría lentamente sus piernas, tan solo se percató de aquello cuando el miembro de la pelinegra se introducía en ella. ¿Estaban follando en medio del bosque? Sí...

—¡Jeong, ya volví con la--

MinJeong tiró a JiMin lo más lejos posible, pero eso no bastó para quitar la imagen de la cabeza de YiZhuo. La pobre había quedado totalmente traumada.

—¡D-dame la ropa, YiZhuo! —le quitó la ropa de las manos. La chica ya se hallaba vestida, así que solo eran MinJeong, y JiMin las que estaban desnudas.

—JiMin, ten —Aeri, quien estaba detrás de ellas, le tendió la ropa a la mencionada, la cual no dudó en vestirse, antes de pasar más vergüenza.

—Nosotras nos vamos —YiZhuo tomó a MinJeong de la mano, y se la llevó a rastras del lugar.

—También lo he visto... —dijo Aeri, cuando las chicas ya se habían ido.

—¿Cuánto viste exactamente? —preguntó sorprendida.

—Desde el primer beso... No quiero recordarlo, mejor nos vamos —y se fueron a donde pertenecían, el clan del Sol.

Solo faltaban dos días para la fiesta, contando el mismo en el que estaban, lo cual significaba que era el día siguiente de mañana. JiMin estaba emocionada, ya que su madre le había informado que al fin convenció a su padre que le levantara el castigo.

Todo el día la pasó durmiendo, ya que no lo había hecho la noche anterior.

Al día siguiente, decidió ir a dar una vuelta a la ciudad, para comprar algo para vestir el día de la fiesta.

Estaba viendo la ropa, cuando algo llamó su atención. Era MinJeong, pero eso no era lo que había logrado molestarla, sino que estaba con un muchacho. ¿Qué hacía su MinJeong con un chico? Encima comprando ropa.

—Buenos días, amor —se acercó a la rubia, quien se sorprendió y se sonrojó con el apodo que había utilizado la pelinegra.

—Olvídate de mí, JiMin. Ya te he dicho que no estoy interesada en ti —le susurró, para que aquel chico que miraba sorprendido, no las escuchara.

—¿Aún después de lo que hicimos en el bosque? —fingió sorpresa, para luego ser tapada por MinJeong.

—Tú abusaste de mí. Aquello fue sin mi consentimiento, así que no quiero volver a verte —le dijo, lo suficientemente cerca como para que solo pudiera mirar sus ojos.

—Oh, vamos, MinJeong. Te ha gustado... ¿Por qué no aceptas salir conmigo?, ¿Qué tengo de malo?... —hizo un puchero.

—Solo... —ahora se detuvo a pensar... A ella le gustaba JiMin, y JiMin gustaba de ella, ¿Qué la detenía? Su tiempo de celo ya había pasado, y JiMin seguía gustando de ella... Que tonta había sido al no darse cuenta— Hablaremos en la fiesta de mañana. Por ahora no quiero hablar contigo.

—Pero quiero que me digas quién es él —le dijo JiMin, mientras la acercaba a ella.

—Es mi primo, BeomGyu. Ahora vete —y se fue, sin esperar respuesta de la pelinegra.

JiMin quedó feliz con aquello. Tal vez MinJeong había reaccionado respecto a ella... tal vez no estaba interesada en otro chico... tal vez gustaba de ella... Ahora tenía más razones para querer ir a aquella fiesta.