IV
-Hola Innocenzio-saludo la lota al alfa-¿Cómo estás?-preguntó dándole una mirada inocente.
-No me mires así, Isadora-respondió cruzando sus brazos sobre su pecho-Quiero que me expliques porque tu bolso fue llevado a mi oficina luego de ser encontrado en el baño de mujeres sin rastro alguno de ti-demandó mostrando el objeto mencionado.
Isadora trago saliva nerviosa, podía enfrentar a quien sea, en cualquier ámbito, hasta al enigma que tenía por pareja destinada pero cuando se trataba de su tutor legal todo se iba al caño.
-Espero respuesta, Isadora-pronunció el alfa con tono sereno pero aterrador-Y quiero la verdad.
Isadora se mantuvo en silencio, pensando con cuidado sus palabras, luego de unos segundos habló.
-Te lo diré pero prefiero que sea en tu oficina de forma privada Innocenzio-pidió la lota con amabilidad.
El alfa miro por breves segundos a su pequeña, luego a su alrededor, había muchos estudiantes por el pasillo y no quería que nadie escuchara su conversación con Isadora.
-De acuerdo, ve a clase y cuando termines con tus actividades pasas por mi oficina.-La lota asintió con su cabeza en señal de aceptación-Por cierto, diles a tus amigos de mi parte que muchas gracias por preocuparse por ti-comentó entregándole el bolso.
-¿A que te refieres con eso?-inquirió Isadora mirando extrañada a su tutor.
-Ellos llevaron tu bolso a mi oficina muy asustados, no sabían de tu pararero luego de que saliste del salón con tus cosas y fuiste al baño-explicó rápidamente-De lo nervioso que me pusieron casi me hacen crear una alerta de emergencia sin revisar tu ubicación de tu teléfono-señaló haciendo énfasis en sus últimas palabras.
De inmediato Innocenzio noto como Isadora se encongia de hombros ante sus palabras y sabía la razón de esa acción.
Isadora era excelente para mentir y engañar, fue algo que heredó de la alfa poca cosa que tenía por madre y aunque ella le tenía mucha confianza para decirle absolutamente todo el alfa sabía en el fondo que su protegida a veces le mentía por vergüenza o miedo y al decir esas palabras le daba a entender que en este caso ya estaba al tanto de una parte de la historia que ella le tenía que contar.
Sabía donde había estado antes de encontrarse.
-Vale Innocenzio, gracias-dijo Isadora dándose la vuelta para entrar a su salón.
El alfa miró como la puerta se cerraba lentamente y luego de unos segundos soltó un suspiro pesado para proceder a irse.
Cuando comenzó a caminar por el pasillo una persona que iba corriendo choco con él fuertemente causando que ambos casi fueran a dar al suelo.
Rápidamente Innocenzio recobro su compostura y miro a la persona que corría.
-¿Puedo saber que pasa, príncipe Nicolai?-preguntó mirando inquieto al enigma, había algo en el joven que no le gustaba.
-¡Lo siento mucho director, no fue mi intención chocar con usted!-respondió de forma apresurada el enigma-Estaba buscando a alguien muy importante-explicó mientras que sus ojos daban un vistazo al pasillo.
El alfa alzó una ceja con curiosidad ante las palabras de Nicolai.
-Comprendo sus palabras y motivos joven príncipe pero eso no justifica el que este corriendo de esa forma por los pasillos-regañó el alfa cruzando sus brazos sobre su pecho para adoptar una pose de superior sobre el enigma-Usted será el próximo gobernador de este país y debe dar desde pequeño hasta que muera un buen ejemplo y considero que su forma de actuar para encontrar a esa persona no es la correcta-comentó usando un tono de voz respetuoso pero también rígido.
-Lo entiendo señor, no volverá a pasar-respondió Nicolai con seguridad-Con permiso-pidió amablemente para comenzar a caminar rápidamente.
El alfa observó como Nicolai se iba por el pasillo hasta perderse de su vista, se quedo unos segundos en su lugar analizando esa inquietud que había brotado dentro de él al ver al enigma y rápidamente la descubrió.
-¿Por qué el olor de mi pequeña estaba mezclado con el tuyo, príncipe Nicolai?-murmuró para sus adentros comenzado a unir las pistas que ya tenía mientras comenzaba a caminar de nuevo a su oficina.
******
Apenas la puerta del salón se cerró tras su espalda Isadora recorrió con la mirada todo el salón y luego de unos segundos sus ojos se posaron en un grupo de jóvenes que estaban sentados en una esquina. Rápidamente se acercó a ellos.
-Buenas chicos, ya regrese-dijo tirando su bolso en uno de los asientos libres qué había cerca.
-¡Isadora estás bien!-chillo Asaiá dando un salto de su asiento-¡Pensé que te había pasado algo malo!-dijo el beta abrazando con fuerza a su amiga.
-¿Qué fue lo que te paso? ¿Porqué desapareciste durante casi 2 clases?-preguntó Aliz, el alfa miraba preocupado a su amiga.
Ante esa pregunta Isadora se encogió de hombros de nuevo y se separó del beta para sentarse en el asiento donde estaba su bolso.
-Tuve un problema, nada más-respondió restandole importancia a la situación.
-¿Qué clase de problema?-inquirió Alven con curiosidad y preocupación genuina-Siempre que estás en problemas nos pides ayuda-comentó la alfa estirando su mano para colocar uno de los mechones del cabello de Isadora atrás de su oreja.
-¿Y porqué tu olor se encuentra mezclado con café, orégano y... ¿Sangre?.-Luego de esas palabras por parte de Alvan, el hermano gemelo de su amiga Alven los ojos de sus amigos se posaron en Isadora-¿Qué demonios te paso?-inquirió acercándose más a la lota para olerla.
Isadora dio un pequeño brinco de sorpresa cuando Alvan casi coloca su nariz en su cuello y de un pequeño manotazo que le soltó en su mejilla lo apartó de inmediato.
-Les diré luego-dijo Isadora con la mirada perdida en la mesa de su asiento-Es complicado de hablar aquí en el instituto.
Los amigos de Isadora se vieron confundidos entre ellos por la actitud de Isadora pero comprendiendo sus palabras dejaron de preguntar.
-Mi tutor dijo que ustedes llevaron mi bolso a su oficina.-Todos movieron sus cabezas en respuesta positiva-¿Por qué lo hicieron?.
-¿En serio nos vas hacer esa pregunta?-cuestionó ofendida Alven frunciendo su ceño-Nos preocupamos por ti como tu por nosotros.
-Tardaste mucho en volver así que fuimos a buscarte pero cuando llegamos no estabas por ningún lado, solo tu mochila sola en el baño-comentó Elki entrando de repente en la conversación, el omega se estaba despertando de una siesta que había tenido en su asiento.
-Eso nos preocupo mucho y por más que tratamos de llamarte no contestabas el teléfono-añadió con fastidio Asaiá-Debes de dejar de tener ese aparato en modo vibrador, pasa una emergencia y ni forma de que escuches una llamada-regañó mientras se sentaba en las piernas de Alven, la alfa rápidamente rodeo la cintura de su pareja destinada con sus brazos.
Isadora miró esa acción de reojo y muy en el fondo no pudo evitar desear que Nicolai la abraza de esa forma también.
-Que tontería-pensó con disgusto rápidamente luego de ese deseo—Mi celo llegó cuando estaba en el baño y no recordé que mis pastillas estaban en mi bolso, por los nervios salí corriendo a mi casillero y dejé el bolso en el baño-explicó rápidamente la lota de lo más tranquila-Por si desean saber que fue lo que sucedió.
-¿Y porque, luego de darte cuenta que tus pastillas no estaban en tu casillero no regresaste por tu bolso?-indagó Aliz extrañado, el alfa sabía que Isadora era muy cuidadosa con sus cosas y dejar su bolso de esa forma no era lo suyo.
-Y eso no explica el olor extraño que emana de tu cuerpo-comentó nuevamente Alvan entre cerrando sus ojos para mirar a Isadora.
La lota chasqueo la lengua algo molesta por las preguntas, aunque amaba a sus amigos estos a veces la sacaban de sus casillas por la sobre protección y el nivel de preocupación que tenían con ella, en especial Aliz y Alvan, ambos alfas eran tan cuidadosos con ella que eso le asfixiaba algunas veces.
Justo como ahora ocurria.
-Un alfa estaba por el pasillo así que me oculte y me quedé dormida, me desperté por el sonido del timbre y regrese aquí a buscarlo-respondió con tono seco-Solo que no recordaba que lo había dejado en el baño y el olor seguramente fue de ese alfa-agregó, comenzando a jugar con sus dedos disimuladamente.
Isadora vio de reojo como Aliz y Alvan se miraban con cara dudosa entre ellos.
-Estos 2 alfas no me creen esa mentira-pensó con fastidio la lota.
Y era correcto esos pensamientos. Tanto Aliz como Alvan eran los más cercanos a Isadora y sabían mejor que nadie que ella era una mentirosa, manipuladora y una reina para engañar a los demás de una forma increíble. Y aunque no lo hacía con mala intención; solo era para protegerse a ella misma, eso los molestaba y mucho.
Una pequeña guerra de miradas de disgusto se formó entre los 2 alfas y la lota y parecía que ninguno iba a ceder, en especial por que los 3 comenzaron a soltar sus feromonas.
-Eso explicaría por que no te encontramos-comentó rápidamente Asaiá algo nervioso por la situación-Luego de buscarte por todos lados no nos quedó más remedio que avisar al director-añadió jalando a Alvan por su mano para entrelazar la suya con la de él y calmarlo-Deja de pelear con Isadora amor-regañó y el alfa se encogió de hombros por las palabras de su pareja destinada.
-Eso mismo te digo yo Aliz, tus feromonas junto a las de Isadora huelen horrible-dijo molesto Elki mientras sujetaba la oreja del alfa con su mano.
-¡Bueno, bueno pero suelta mi oreja que me duele bebe!-gruñó irritado Aliz por las acciones de su pareja de marca.
Isadora dejo de soltar sus feromonas y miro a sus amigos en silencio, no lo quería admitir pero cuando sus amigos adoptaban esa actitud de pareja amorosa delante de ella se sentía fuera de lugar.
-¿Ustedes que opinan del amor?.
La sorpresa de la pregunta fue notable en los rostros de sus amigos y fue con eso que Isadora también se sorprendió por su propia pregunta. No había querido decirla en voz alta pero se escapó de sus labios.
-¿A que viene esa pregunta tan de repente?-preguntaron al uniso sus amigos y la lota negó con la cabeza.
-Nada, olvidémonos de esa pregunta y preparemos para la exposición, ya entro el profesor-comentó señalando al susodicho.
Las siguientes horas de clase pasaron tan rápido como si el tiempo hubiera dejado de funcionar correctamente y para cuando se dieron cuenta ya era hora de retirarse del instituto.
-Chicos, ustedes váyanse a sus casas, hoy me iré con Innocenzio, tengo que hablar algo con el-dijo Isadora tomando sus cosas para luego salir rápidamente del salón.
Sus amigos no pudieron despedirse de ella.
A paso rápido camino por los pasillos llenos de personas que iban a la salida, suplicando en su mente de no encontrar a Nicolai aceleró el paso hasta llegar a la puerta de la oficina de su tutor.
-¡Permiso!-habló en voz alta mientras abría la enorme puerta de madera y pasaba.
-¡Hola Isa!-chillo feliz una omega que estaba sentada en un escritorio cerca de una segunda puerta-Innocenzio ya te esta esperando. ¿Quieres unas galletas o una bebida?-preguntó con tono maternal abrazando a la lota.
-No gracias Agness, estoy bien así por el momento-comentó Isadora correspondiendo el abrazo.
Agness solo sonrió y abrazo con más fuerza a Isadora al punto de atrapar la por completo entre sus brazos.
-¡Agness tus pechos!-chillo avergonzada Isadora cuando los senos de la omega quedaron en su rostro.
La omega soltó una fuerte carcajada y se separó de la lota.
-¡Lo siento, lo siento! Pero sabes que no puedo evitar hacer eso, ¡Amo como te sonrojas!-alegó divertida la omega moviendo su cuerpo de un lado a otro.
-¡Ya dejame!-dijo la lota saliendo casi que corriendo hacia la segunda puerta para adentrarse a la oficina de su tutor.
Agness solo siguió riendo divertida por la situación.
Cuando la puerta se cerró detrás de Isadora toda su vista se enfocó en la oficina de su tutor, había muchos estantes de madera con libros, papeles, lapiceras, algunos premios de diferentes clases y muchas otras cosas. Un escritorio pequeño negro se alzaba al lado de esas repisas con tres pantallas de computadora, un teclado y un monitor que se encontraba debajo de la mesa. Habían sillas también cerca de donde estaba el enorme escritorio principal de su tutor.
-¿Qué desastre tienes aquí?-preguntó curiosa Isadora cuando noto varios papeles regados sobre la mesa de su tutor.
-Son de los juegos estatales qué se presentan la semana que viene-explicó el alfa.
La lota miró con una ceja alzada a su tutor ante esa respuesta.
-¿Qué los juegos no se harían dentro de dos días?-inquirió extrañada tomando una silla para sentarse cerca del escritorio y apoyar sus brazos sobre este.
-Hubo un cambio de planes por unos problemas, esto mayormente son papeles de contratos de agencias de seguridad que se me enviaron para firmar y garantizar la seguridad de los alumnos durante los juegos-dijo el alfa mientras acomodaba unos papeles en una carpeta.
Ante esa respuesta el cuerpo de Isadora se tenso, miro aún más extrañada y confundida a su tutor y su mente comenzó a buscar una explicación ante esa medida.
-Innocenzio, ¿Por qué seguridad ante los juegos?-inquirió comenzando a ponerse nerviosa.
-Nos llegaron a todos los institutos de diferentes niveles amenazas de que si se realizaban los juegos habría un ataque de origen desconocido-dijo con tono serio-Hay sospechas de que solo sean amenzanas falsas de parte de los mismos institutos para que otros se retiren y sea más fácil ganar pero ante el hecho de que no hay nada confirmado se tomó esta medida por prevención.
-Pero es un riesgo de igual forma-dijo Isadora con preocupación.
-Lo se y aunque si en mi poder estuviera no permitiría los juegos en esta circunstancias pero la orden de continuidad con ellos vino directamente de la agencia de los juegos y el consejo académico nacional-comentó con disgusto-Además de la aprobación de los reyes por supuesto-murmuró para sus adentros sin que Isadora alcanzará a oír.
-Comprendo.-Isadora coloco sus brazos en la mesa en posición de indio y colocó su cabeza sobre estos en un claro gesto de disgusto.
-Otra cosa ahora que lo mencionas-habló Innocenzio-Tú tampoco estarás en los juegos.
Los ojos de Isadora se abrieron en sorpresa.
-¡Pero Innocen...¡
-¡No está a discusión!-dijo rápidamente el alfa interrumpiendo a Isadora-Sea o no falsa la amenazaba no me arriesgare a que te pase algo.
-¡¿Y con los demás alumnos si?!-bramó molesta la lota levantándose de la silla de un golpe-¡Mi amigo Aliz y su pareja Elki van a participar en la categoría de magia de lazo combinaba de alto rango!... Van a quedar expuestos-murmuró con preocupación genuina.
Innozencio miro en silencio a su protegida mientras esta comenzaba a entrar en pánico ante la situación, soltando un suspiro divertido soltó disimuladamente sus feromonas para calmarla.
-A esta niña nunca se le quitara esa manía de pensar finales malos ante cada situación-pensó mientras sus feromonas envolvian a Isadora hasta calmarla.
-Jamás dejaría que ningún estudiante salga herido, aparte de las medida que enviaron yo mismo tome personales para la seguridad de todos-dijo con una sonrisa mientras se levantaba de la silla y rodeaba el escritorio para abrazar a Isadora.
-En ese caso dejame participar en los juegos, amo mi categoría y lo sabes mejor que nadie-murmuró correspondido el abrazo.
Innocenzio soltó una pequeña risita ante esa petición. La categoría de Isadora era la carrera de obstáculos en moto y aunque no le gustaba que ella participará en eso no podía negarle su pasión.
Isadora amaba conducir su moto, era su pasatiempo.
-Aunque no quiera esta bien, puedes participar pero conste que a ti te pondré mayor seguridad.-Isadora asintió con su cabeza feliz.
-Sin problemas.
Un silencio se formó en la habitación, de esos silencios donde el ambiente se torna cómodo y tranquilo.
-¿Ya estás más tranquila?-Isadora asintió con su cabeza-Bien, ahora, vamos a hablar sobre lo otro.
Isadora respiro hondo mientras su mente buscaba las palabras adecuadas para explicar lo sucedido.
--Mi celo llegó cuando estaba en el baño y no recordé que mis pastillas estaban en mi bolso, por los nervios salí corriendo a mi casillero sin buscaf bien en el bolso dejándolo en el baño-explicó rascándose la cabeza avergonzada-Pero...
-¿Pero?. -Isadora se quedo unos minutos en silencio.
-Encontré a mi pareja destinada-soltó la lota bajando la cabeza-Cuando iba de regreso a mi casillero nos encontramos en el pasillo, de inmediato note que el me estaba buscando y cuando me vio... La persona que vi me, me asuste por completo y hui, trate de correr a tu oficina pero no pude así que corrí hasta llegar al área abandonada.
-Por eso marcaba esa zona tu ubicación-pensó preocupado el alfa mientras escuchaba.
-Cuando llegue a esa área busque donde esconderme mientras mi celo pasaba por la adrenalina de la situación... Al final me encontró, hablamos un poco, creo que no fue una buena conversación, al fina use mis habilidades para huir de nuevo y bueno... Tu sabes el resto de la historia.
-¿¡Usaste tus habilidades?! ¡Sabes que eso es malo! Pudiste salir lastimada-habló el alfa casi histérico.
-No pasó nada tan grave cuando las use.
-Bueno, no es tan malo, si es tu pareja destinada lo entendera o en todo caso yo me hago cargo de que no diga nada-Innocenzio respiro profundo-¿Quién es tu pareja? ¿Lo conozco?-Isadora asintió.
-... Mi pareja es Nicolai Stepanov.-Los ojos de Isadora se llenaron de lágrimas poco a poco.
Innocenzio parpadeo un par de veces, procesando lo dicho por la lota. Se quedó helado sin saber que responder exactamente.
Su cachorra era pareja destinada del próximo gobernante y no bastando con eso el chico pertenecía a la casta más poderosa de la jerarquía mientras que su pequeña pertenecía a una de las más bajas.
-Por el sol, el caos que se desatar a cuando esto salga a luz iba a ser enorme, incontrolable.-pensó el alfa mientras se imaginaba todo, discriminación por parte de la clase alta, protestas por la clase baja y la idea de una posible guerra civil estaba a la vuelta de la esquina.
-Innocenzio.-La voz quebrada de la lota lo saco de sus pensamientos-¿Qué hago?-preguntó comenzado a llorar más fuerte.
Un nudo en su garganta y una sensación de fracaso se formó en su estómago, al ver de esa forma a su cachorra de esa manera, asustada, vulnerable, perdida sin saber que hacer. El era su tutor, su protector, su trabajo era ayudar la, apoyarla y guiarla y en esos momentos no estaba haciendo nada de eso.
-No te preocupes, arreglaremos esto. Todo va a salir bien-dijo abrazándola nuevamente, dejando salir un poco sus feromonas para calmar a la lota pero fue algo en vano.
-¿Qué hago?-preguntó nuevamente la lota separandose del abrazo que le brindaba para abrazarse ella misma-No quiero terminar como mi padre. Innocenzio, no quiero terminar siendo usada por alguien para luego ser desechada y morir. No quiero.-Su corazón se retorció ante las palabras de Isadora.
-Eso no pasará-afirmó secando las lágrimas de la lota-No voy a permitir que algo te suceda, te lo prometí antes y te lo prometo nuevamente. Nada te pasará.
Isadora trato de darle una sonrisa, pero no lo logro.
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