Recomendación: Escuchen este capítulo con alguna canción corta vena que tengan en su reproductor, así hacen el ambiente más dramático y lloran hasta secarse por dentro. (Comenten la canción que utilizarán/utilizaron, para que otras lloren grasa igual que ustedes).

Justin's POV.  

Un mes después...

Observé a Jazzy y Jaxon correr alrededor de los juegos infantiles mientras compartían con otros chicos de su edad. Se habían convertido en mi distracción durante estas semanas. Con ellos sentía que todo estaba mejor y lograba olvidarme por algunos minutos del vacío que sentía cada vez que los recuerdos acerca de Cherry le hacían sombra a mi mente.

Había sido un mes duro. Conversamos en algunas ocasiones los primeros días hasta que deje de responder y ella dejo de intentarlo. Si nos tomamos un tiempo, que a estas alturas parece más un rompimiento que un lapso entre nosotros, debíamos hacerlo correctamente, de lo contrario solo estarían creciendo mis sentimientos por ella en vez de hacer el dolor menos intenso.

Tenía que aprender a lidiar con el hecho de yo ya no la tenía conmigo. Aunque si hubiese sabido que todo terminaría de esta manera, hubiese procurado disfrutar cada instante con ella, besarle más veces, decirle lo bonita que luce cada vez que sonríe, reír acerca de sus ocurrencias de cría y quizás hasta sostenerla más fuerte entre mis brazos y nunca dejarla escapar.

Esa tarde cuando marché en dirección contrario para alejarme de Cherry, debí reprenderme a mí mismo para no voltear y decirle que no me importaba salir dañado de todo esto y arriesgarme a las consecuencias que eso conllevaba y las piezas rotas que debía recoger por mi cuenta. Debí obligarme a no mirarla mientras me alejaba, de lo contrario, el solo hecho de enfrentarme a sus ojos habrían derrumbado cualquier pared que estaba construyendo para pensar racionalmente y no con el corazón como lo había hecho últimamente.

Está bien, técnicamente Cherry no había determinado una decisión, pero yo no podía evitar tener dudas sobre esta cuando tengo en contra el hecho de que Dylan tenía más derechos que los míos. Él tenía más de una ventaja en toda esta situación, mientras yo solo era el tío que Cherry había conocido mientras trataba de sanar su corazón luego de que, en el pasado, hubieran sido un idiota con ella. Probablemente llegue en un momento de necesidad, para ser solo la persona que la consolará y no para obtener el lugar que quería y esperaba tener en su corazón, que era el de la persona la cual ella se enamorará. Y si lo estuviera, tengo claro que no sería de la misma intensidad con la que yo hago, porque la forma en que quiero a Cherry ni siquiera puede ser cuantificado, no puede tener definición. Y eso solo ocurre cuando estas completamente enamorado de una persona, que ni siquiera tienes claro de cómo definir tus sentimientos.

Y la parte más difícil de todo esto, era Hazel. Mi pequeña semillita. ¿Es posible querer a alguien con tanta densidad, sin ni siquiera conocerla? ¿Sentir tanto amor por una criatura que no ha enfrentado al mundo aun? Todas esas interrogantes tienen una sola respuesta, sí.

Quiero a esa niña como a nadie. Quiero cuidarla, quiero protegerla de cualquier daño que el mundo pueda causarle. Quiero verla crecer y estar ahí cada vez que sienta miedo, que deba hacerle reír o simplemente deba cambiar el canal de fútbol para cambiar a las caricaturas. Pero no sabía si eso podría ser posible. No cuando todo está colgando de un solo hilo.

— ¿Justin? ¿Estás bien? — La voz de mi pequeña hermana interrumpió los pensamientos en los que me encontraba sumido, lo cual le agradecía. Nunca me ha hecho bien pensar tanto las cosas. — ¿Hermanito? — Preguntó nuevamente tomando mis mejillas con ambas manos y esta vez la mire.

— Si cariño, estoy bien. — Tome sus pequeñas manitos y le otorgue una sonrisa para que eliminara de su rostro aquel semblante de preocupación. — Solo estaba pensando.

— ¿Seguro? — Frunció el ceño. — Justin... Podré tener ocho años, pero te conozco. — No puedes engañar a una niña que está atenta a ti los siete días de la semana y veinticuatro horas del día. — Te escuche el otro día hablando con mamá acerca de Cher...

— ¿Que te he dicho sobre las conversaciones ajenas? — La tome entre mis brazos para sentarla sobre mi pierna derecha.

— Ya... Pero si no hubiese escuchado, no me habría enterado de que estas triste por ella. No quiero que estés más triste, si quieres puedo hablar con Cherry para que ya no estén más peleados. — Hablo mientras jugaba con las pulseras de su muñeca. Sonreí levemente y besé su frente.

— No hace falta Jazz, no tienes que preocuparte por eso ¿sí?

— Pero no quiero verte triste Justin...

— Tú me haces feliz Jazzy, tù y Jaxon. Así que no debes preocuparte por lo que me pase ¿sí? Estaré bien, solo los necesito a ustedes.

— De acuerdo... — Asintió con un movimiento de cabeza y repentinamente sus brazos me rodearon. — Te quiero. — Y eso era todo lo que necesitaba.

Minutos después Jazzy y Jaxon vinieron hacia mi pidiendo un helado. Insistieron constantemente luego de haberles dicho que no, ya que mamá me advirtió de que podría hacerles mal ahora que estaba llegando el invierno. Una vez mas no me resistí a sus ojos suplicando por uno y terminé cediendo.

Caminamos cuatro cuadras para dar con el local de helados donde entraron corriendo a este entusiasmado por elegir un sabor.

— Hola, bienvenidos. — La chica al otro lado de la barra de helados saludó con una cálida sonrisa.

— Hey. ¿Qué sabor van a querer? — Pregunte está vez a mis hermanos quienes tenían las palmas de sus manos apoyadas en el cristal de muestras.

— ¡Vainilla! ¡No, mejor menta!

—¿Justin puedo elegir dos sabores? — Asentí. — Quiero chocolate y frambuesa, aunque también me gusta de naranja...

— ¡Mejor quiero de naranja, Justin! — Chilló Jaxon.

— ¿Qué les parece si les doy de los tres sabores, al mismo precio? — Ofreció la chica del otro lado mientras admiraba a mis hermanos pequeños con una leve sonrisa plasmada en sus labios.

— ¡Si! — Chillaron los dos a la vez.

— Gracias. — Le dije a la chica.

— No es nada. — Respondió mientras armaba los helados de mis hermanos. — Me llamó Danielle, por cierto.

— Justin, y ellos son Jaxon y Jazzy.

— Son adorables, ¿son tus hermanos?

— Sí... ¿O es que acaso luzco como un padre? — Reí.

— No... Pero la forma en la que los cuidas, es lindo ver esa relación con ellos. — Balbuceo cuando tuvo los helados listos, entregándoselos a mis hermanos. — Son $1,18. — Introduje mi mano izquierda en el bolsillo de mi pantalón sacando mi billetera para pasarle el dinero. Cuando retiró la boleta, pude ver que escribía algo en la parte trasera y cuando me la entregó, revisé inmediatamente con curiosidad lo que tenía escrito. — Este es mi número para... Bueno... — La miré sorprendido ante su arrebato. — ¿No querías mi número, verdad? — Hizo una mueca y pude notar que la vergüenza atacó sus mejillas, debido a que el color rojizo había aparecido en ellas. — Dios, que tonta soy... Olvida eso, uh... ¿Te entregaré otra boleta? Sí, haré eso, te daré otra, espera aquí... — Emitió rápidamente sin modular.

— Hey... Danielle, está bien, no tienes de que avergonzarte. — Sonreí tratando de calmarla. — De hecho, lo guardaré aquí. — Guarde el papel blanco en el bolsillo de mi chaqueta. — Está todo bien, de hecho... Iba a pedírtelo. — Mentí, pero no quise decírselo. No estaba abierto a otras posibilidades. No ahora. Y tampoco en mucho tiempo.

— ¿Enserio? — Alzó sus cejas mirándome incrédula. — Vaya... Gracias por no hacerme pasar la vergüenza de mi vida, pero enserio si no quieres está todo bien...

— Que no, que está todo bien... Te llamaré. — Volví a sonreír y tomé de la mano a Jaxon y Jazzy quienes estaban concentrados en su helado. — Gracias por los helados y... Hablamos.

Caminamos devuelta al parque central para ir en busca de mi coche e iniciar nuestro camino de regreso a casa. Acomodé los cinturones de seguridad de los asientos traseros, para que mis hermanos fueran seguros y no corrieran algún tipo de peligro. Cuando cerré la puerta de este me volteé para darle una última mirada al otoñal paisaje que se apreciaba en todo el lugar pero mis ojos se centraron en dos personas en especial. Cherry y Dylan se encontraban aquí, no podían observarme desde mi distancia, pero yo si podía verlos perfectamente.

Debí quitar mi mirada de allí, debí haber simplemente subido a mi coche, avanzar y pretender que no había visto nada. Pero no podía. No cuando mi corazón se sentía como si le hubiesen clavado mil cuchillas sin piedad. No cuando me sentía como un niño indefenso sin consuelo. Supongo que es así como se siente cuando te rompen el corazón.

Cherry estaba besándose con él. Como si yo nunca hubiera existido, como si yo no hubiera significado nada.

***

AY, YO NO SÉ DE DONDE SACO ESTÁS COSAS, PERO QUE SEPAN QUE ME HE ROTO EL CORAZÓN YO MISMA AL ESCRIBIR ESTO💔💔💔.

PUEDEN INSERTAR AQUÍ TODOS LOS TESTAMENTOS QUE TENGAN PARA CHERRY, ESTÁ TODO PERMITIDO. 

Queda nada para el final de la historia, no sé cuantos capítulos exactos pero no son más de cinco, así que vayan preparando sus pañuelos, inhaladores, música ultra corta venas y más 😭😭😭😭.

Muchísimas gracias por esperar el capítulo y por los mensajes de apoyo que me han enviado, son las mejores lectoras de todo wattpad y las amo con todo mi negro corazón💘💘.