— ¿Tus amigas son siempre así de intensas o debo tomar precauciones? — Justin llegó con la respiración agitada y con la expresión de un niño asustado a mi lado.

— ¿A qué te refieres? —Fruncí el ceño mientras pasaba mi mano a través de su cabello.

— Fui a saludar y lo más correcto que me dijeron fue que estaba para el crimen o algo por el estilo. — Reí ante las ocurrencias de las chicas. —¿Por qué te ríes? He quedado con un ligero trauma después de escuchar todas sus obscenidades.

—Ya lo superaras, cariño.

— Solo tu puedes hablarme sucio. — Susurró en mi oído y le di un golpe en su pecho mientras el soltaba una breve carcajada alejándose de mi.

— Disculpen por interrumpir la burbuja de amor.— Mandy llegó saboreando un trozo de pastel que Pattie, la mamá de Justin, se había encargado de preparar. — Pero el baby shower no transcurrirá por sí solo, así que lo mejor será que vengan y animen a los invitados o quedará marcado como el peor baby shower de la historia.

— ¿Por qué no me quito la camiseta y ya? — Preguntó Justin tirando del dobladillo de su camisa azul. Realmente se veía guapo así. Tenia las mangas dobladas hasta los codos, estaba utilizando un pantalón negro a la medida junto a una zapatillas del mismo color con diseños que contrastaban.

Si no lo conociera, diría que su vida se basaba en una sesión de fotos, pero lamentablemente no podía dejar que mi mente pensará en aquello cuando conocía perfectamente las fotos de Justin fingiendo ser un pou, entre otras cosas.

— No lo harás. —Advertí.

—¿Por qué?

—Porque... ¿No era que estabas teniendo un trauma recién por las cosas que te decían? — Alce mi ceja.

—Si, pero no... Solo estaba dando una idea para hacer de este baby shower...

—¿Un evento de vedetto? Si no más recuerdo, hay niñas pequeñas. — Lo interrumpió Mandy.

— Podría disfrazarme de Barney. — Revolotee mis ojos y no pude aguantar la risa al imaginarlo utilizar un disfraz del dinosaurio morado.

— Definitivamente no, la camisa se queda. — Besé su mejilla cuando el hizo un puchero que más que adorable, causaba que quisiera guardarlo en una caja y tenerlo solo para mí. — Hay muchos juegos que buscamos en Internet con Mandy, tu no te preocupes y ve a ayudar a mi papá con esa cosa de karate que mencionó antes.

— De acuerdo. — Dio un leve beso en mis labios.— Mandy, una recomendación... No comas de ese pastel. —Mi amiga, la rubia, dejó a medio camino una cucharada del contenido dulce y lo miró expectante. — Digamos que dejé caer un poco de mermelada laxante en la receta que estaba haciendo mamá.

— Oh joder. — Mi mejor amiga soltó el platillo y fue corriendo hasta seguramente el que sería su mejor compañero ahora; el baño.

— No es cierto que hiciste eso, ¿verdad?

— No pero solo quería molestarla. — Justin alzó sus hombros con inocencia y ambos reímos mientras el caminaba donde mi padre.

Una hora después de haber realizado distintas actividades, estaba agotada. Solo quería recostarme, comer un gran helado de piña y ver mi serie favorita mientras utilizaba a Justin como mi almohada. Y es que cuando se trataba de dormir, el abdomen de Justin era un buen compañero.

El timbre anunciando la llegada de alguien, interrumpió mis planes mentales de un paraíso. Me coloqué de pies con pesar y abrí la puerta esperando encontrar a cualquier persona, menos a la que estaba en el umbral de está. No podía creer que se había atrevido a venir.

—Hola. — Mostró una ligera sonrisa mientras alzaba en su mano un regalo.— Espero no haber llegado muy tarde.

— Dylan... — Balbucee mirando al interior de la casa asegurándome que era seguro hablar con él. Y a eso me refiero a que estuviera Justin o mi papá alrededor. — No pensé que vendrías, creí que dijiste que tenías trabajo.

— Si, pero le he explicado al jefe y me ha dejado venir antes. — Sus ojos azules me miraron atentos y frunció el ceño segundos después. — ¿Qué sucede? Si tienes problemas con que esté aquí lo entiendo.., pero como me invitaste, supuse que no habría drama, claro, ignorando el hecho de que tu papá quiere matarme.

—Es solo que no esperaba que vinieras realmente.

—Bueno, alguien me dijo que debía enfrentar mis miedos alguna vez. —Alzó sus hombros y está vez una sonrisa que mostró sus hoyuelos se asomó. No había visto ese tipo de sonrisa en el por mucho tiempo y me recordó cuanto amaba esa característica de él cuando estábamos juntos. — Tu barriga, ha crecido. —Dios mío, ¿por qué estaba pensando en eso?

— Si... — Reí nerviosa. —Y cada día está más insoportable, te sorprendería lo mucho que se mueve durante la noche. — Negué moviendo mi cabeza.

— Cuando era pequeño era algo hiperkinético, probablemente heredará eso de mí.

— Sí... Recuerdo que cuando estábamos juntos no podías quedarte en un lugar por mucho tiempo. —Una mano sobre mi hombro me sobresalto y agradecí infinitamente que fuera Mandy. No sabría como enfrentar a Justin en la primera oportunidad.

—Cherry, te están... ¿Dylan? ¿Qué haces aquí? — Preguntó con un semblante confuso. — ¿Qué hace aquí? — Susurró está vez solo para ella y para mi con sus ojos exageradamente abiertos.

— Hola Mandy, gusto en verte. Yo estoy bien, muchas gracias ¿y tú? —Saludó Dylan con un tono sarcástico.

—Bien hasta ahora. — Mi amiga fingió una sonrisa— Vamos adentro, te están esperando Cher. — Mandy me cogió desde el brazo mientras tiraba de mi. Dylan entró detrás de nosotras siguiéndonos y podría asegurar que todos los invitados plantaron sus ojos en él.

— ¡Ha llegado el momento especial! —  Escuché la voz de papá. Mierda. Estaba dándome la espalda junto a Justin.

— ¿Cherry, recuerdas cuan--? —Y Justin terminó por enfrentarme. — ¿Qué está haciendo el aquí? —Cerré mis ojos con fuerza. El momento que tanto había evitado había llegado. La voz de Justin sonó dura, como pocas veces lo había oído.

— Justin... —Comencé a decir sin realmente saber que es lo que especularía. Miré alrededor de nosotros, todos los ojos puestos en Dylan, Justin y yo.

— ¡Al fin tienes cara para venir! — Papá gritó marcando fuertemente sus pasos mientras se aproximaba a Dylan.

— Vete de aquí si no quieres que saque la mierda fuera de ti. — Amenazó y tomando en un puño su sudadera, pude observar la vena justo al lado de su tatuaje resaltar.

— Oye tranquilos. — Dylan alzó sus manos tratando de que Justin y mi papá bajara la guardia. — Cherry me invitó. — Y esa oración probablemente es la más mala para que Justin se tranquilizara.  En un movimiento lento, lo soltó y volteo a mirarme a mí. No puedo descifrar exactamente lo que querían transmitirme sus ojos, pero todo se resume que se siente como si ellos estuvieran lanzándole dagas en el corazón.

—¿Tu lo invitaste? —Su mandíbula estaba apretada, cualquiera diría que se quebraría en cualquier momento.

— Justin no hagas un escándalo, por favor. —Murmure colocando las manos sobre su pecho. —  No aquí. — Supliqué y Justin se quedó pasmados unos segundos.

— ¿Por qué has hecho eso?

—¿Podemos salir afuera a hablar de esto, por favor? —Justin suspiró fuertemente y negó con un movimiento de cabeza antes de salir fuera de la casa. — Luego te explico. — Murmure para mi papá. — No hagas nada estúpido, por favor.

— Creo que eso lo has hecho tú Cherry. — Apuntó a Dylan con su cabeza y entendí el significado. Papá tomó distancias y el silencio incómodo apareció en la habitación.

— Bueno gente... ¿Qué esto no era una fiesta? — Chilló Mandy y le agradecí por salvarme del incómodo momento. Claramente su predicción fue cierta, era el peor baby shower de la historia.

Caminé en dirección donde estaba Justin y cuando vi su expresión dolorosa me sentí fatal. Yo no quería causarle esto a él pero... Joder, es tan complicado.

— Justin, lo siento. — Dije apenas llegué a su lado y tome su brazo entre mis manos, a lo que el se soltó de mi agarre bruscamente.

—¿Hasta tendremos que cuándo pelear por su culpa?

— No es su culpa... Yo lo invité. —Mordí el labio inferior con nerviosismo. — Creí que sería justo que lo invitará, me dijo que no podría y creí que estaba todo bien pero vino y...

— ¿Justo? — Interrumpió. —¿Ahora hablamos de lo que es justo o no? ¿Y que es lo justo para mi, Cherry? Dime, ¿es justo que cada discusión que tengamos sea por él? ¿Por que me omites cosas que son importantes y luego luzco como el idiota?

— Lamento no haber sido completamente sincera contigo... Yo sólo...

—¿Tu sólo no querías hacerme daño? Eso ya lo he oído Cherry. ¿Te das cuenta que sólo tú te encargas de complicar las cosas?

— No es tan simple Justin...

— Si lo es pero de alguna forma siempre el está presente en todo lo que nos convoca, el es el culpable de que tengamos estas discusiones.

—¡No puedo pretender que el no es el papá de Hazel!

— Bueno, hace unas semanas parecía que si era así, ¿dónde quedó eso de que me sentías mas papá de Hazel que Dylan? ¿Se fue por que viene y te dice cosas para cambiar lo que hizo? Vaya, que rápido caes. Pensé que fuiste sincera en eso.

— Lo fui.

— Ya no se si creerte. — Justin miró hacia otro lado evitando mis ojos y nos quedamos en silencio. Mis manos estaban temblando y derrepente mi temperatura bajo considerablemente. — Creo que nos apresuramos mucho. — Soltó tomando me de sorpresa sus palabras. ¿Qué estaba queriendo decir?

—¿Disculpa? — Solloce mirándolo perpleja. — ¿A que te refieres con eso?

—Que... Por más cariño que dices tener por mí, quizás todo es parte de que fui el único sostenedor tuyo todo este tiempo, quizás... No lo sé, puede que no estés tan enamorada de mi como dices estarlo y sólo estás enamorada del hecho que alguien más hizo lo que Dylan nunca hizo.

— ¿Puedes dejar de darte vueltas e ir directo?

— Quizás no estamos destinados a estar juntos. Quizás tú camino siempre fue formar una familia donde existan sólo Dylan y tú y yo me estoy oponiendo. — Necesitaba saber que esto era una pesadilla. No estaba realmente pasando esto.

—Justin... ¿Estás terminando conmigo? —Balbucee con dificultad.

—Quizás debamos darnos un tiempo. — Los ojos mieles de Justin intersectaron con los míos y pude ver un leve color rojizo en ellos. Él estaba apunto de llorar.

—No...

— Es lo mejor por ahora, te dará tiempo de analizar las cosas y...

—No quiero que terminemos.

— Y yo no quiero que después te arrepientas por las decisiones que tomaste sintiéndote presionada por mí. — Explicó. —No quiero que luego el dolor de estar lejos de ti y Hazel sean más grandes.

— ¿Será un tiempo verdad? Entonces porqué suena más a una despedida. — Murmure con mi labio inferior temblando y Justin pasó una mano sobre mi mejilla. Su toque fue suave y delicado, como siempre.

— Por qué nadie me asegura que la decisión que tomes me incluya a mí. — Solloce más fuerte está vez y Justin rodeo sus brazos a mi alrededor. Lo sentí temblar y supe que estabas llorando. Estuvimos así unos minutos hasta que él se separó de mi, limpiando sus mejillas. —Ten, está es la sorpresa que te tenía preparada. — Justin sacó un papel desde el bolsillo de su camiseta y lo abrí con curiosidad leyendo la caligrafía implantada.

"Canción para Hazel"

— Justin...

— Es lo que estuve haciendo ese día, tu espera terminó. — Sonrió levemente sin ese brillo en sus ojos tan peculiar. — Léela cuando sea de noche, así ella también la escucha.

—Lo haré. — Asentí con mi cabeza y Justin besó mi frente, dejando sus labios unos largos segundos en mi piel.

—  Tengo que irme. —Dijo antes de acariciar mi mejilla por última vez y voltear.

Lo estaba dejando ir.