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Capitulo 2

Capítulo #2...

El tiempo pasaba con rapidez, y cada vez había más grupos de niños/niñas que habían entablado amistad con otros.

O así era con la gran mayoría, a excepción mía, eso está más que claro.

Bueno, no es que no tuviera amigos, es solo que me gustaba estar solo con aquel niño de ojos azules y cabello color cobre, era el único que realmente me agradaba del todo; no me lo tomen a mal, aquellos niños que conocí en mi primer día me agradaban, solo que quizás yo a ellos no.

Pero aquello no me importaba demasiado, puesto que tenía a Nash y a mi hermana, y con eso era más que suficiente.

Me apresuré a tomar mi mochila en cuanto el timbre sonó, indicando que el fin del día había llegado y eso significaba que podía volver a mi casa con mis padres y hermana, quizás veríamos una película o podríamos jugar en el jardín o hacer un fuerte quizás.

Todos los niños del aula comenzaron a salir con rapidez, estos se empujaban los unos a los otros, no había duda alguna que la sutileza no era lo suyo, puesto que un chico salió volando y terminó en el suelo.

- ¿Te has caído?.- cuestionó el chico de ojos azules a mi lado.

- No, es que el suelo estaba triste y le ha ido a dar un abrazo.- respondí a la pregunta de este, para después rodar los ojos.- Por supuesto que se ha caído, Nash.

Nos acercamos un tanto a este, para así poder extenderle la mano.

- G-Gracias.- musitó con la voz cortada el infante una vez que tomo mi mano para levantarse.

- De nada.- sonreí leve.- Pero ten más cuidado.- me agaché para así tomar aquel objeto negro con blanco y extendérselo.- Se te ha caído.

- ¡Mi gorro!.- cubrió su cabeza con una mano, para después tomar el objeto en las mías.- Me habría dado algo si lo pierdo.

- Eso no parecía un gorro.- habló por lo bajo el de cabello cobre.- Es feísimo.

Le di un leve golpe a este para que guardara silencio, intercambiamos un par de palabras más con aquel infante antes de que un dúo viniera por él y salieran corriendo al instante.

Sin duda eran bastante extraños.

Al encontrarnos en el patio, pude visualizar una mujer alta, de cabello achinado y color negro, la cual me sonrió al instante.

- Nos vemos Nash.- sonreí en dirección al chico a mi derecha.- No se te olvide traer gomitas el lunes, yo traeré jugos.

- Entendido capitán.- hizo un saludo militar para después reír.- Nos vemos, cuídate Alex.

- Igual.- choque mi puño con el de color cobre.

Y al instante después de decir aquello, comencé a correr en dirección a aquella mujer, la cual se inclinó un tanto para recibirme con sus brazos abiertos.

- ¡Mami!.- exclamé con felicidad.- Mira.- levante mi flequillo para dejar ver mi frente.- Que me he ganado una estrella en clase.- pronuncie con entusiasmo.

- Pero que niño tan inteligente.- me dedico una amplia sonrisa.- Eso es digno de celebrarlo.- beso mi mejilla.- Llegando a casa te prepararé galletas con chocolate, ¿Quieres?

- ¡Si!.- exclamé con felicidad.- ¡Quiero galletas!

La mujer que me sostenía en brazos, sonrió con amplitud y comenzó a caminar en dirección a la salida.

¿Pero que hace?

¡Dejaremos a mi hermana! Eso no es posible.

- ¿Nos vamos?.- cuestione con cierto miedo, ella asintió con la cabeza en respuesta a mi pregunta.- Pero falta mi hermana, no podemos dejarla.- proteste.- No porque te exaspere debemos dejarla.- musité con tristeza.

- No la dejare, cariño.- soltó una leve risa.- Bueno, no exactamente.- hizo una mueca.- Tendrá una pijamada con las primas de Nathan y Kevin.

- ¿Pijamada?.- cuestione con intriga.- ¡Yo quiero ir!

Comencé a girar mi mirada hacia todos lados para buscar a mi hermana, a la cual encontré segundos después, estaba con una castaña y una rubia, las cuales estaban acompañadas por una mujer rubia, la cual sostenía sus mochilas y les entregaba una paleta a cada una.

A lo lejos podía ver cómo un pelirrojo, un chico de cabello azul y uno de cabello verde se acercaban con rapidez hasta donde aquellas chicas se encontraban.

- Anda mami.- comencé a moverme sobre sus brazos.- Vamos antes de que sé vayan.- me giré a mirarla.- Kevin, Nathan y Rolf van con ellas.

Pero no recibí respuesta alguna, y mucho menos mi madre se movió, ella permaneció quieta en su lugar y trago en seco mientras miraba hacia dónde yo le había señalado con anterioridad.

Crystal, mi madre, me miró unos instantes y suspiro de manera larga y sonora, sus ojos se teñieron de un color rojizo y comenzaron a brillar a causa de las lágrimas acumuladas.

- Alex, mi amor.- comenzó a hablar mi madre.- Lo que sucede es que eres un niño muy lindo y especial ¿sabias?.- me miró con ternura y dejó caer una lágrima por sus ojos cafés, yo asentí con la cabeza ante su pregunta.- Y ellos no son especiales.- trago duro.- Así que no sería bueno que tú fueras a una pijamada común como la que ellos van a hacer.

Un extraño sentimiento se apoderó de mí cuerpo, se sentía igual que cuando mi padre no quería comprarnos un caramelo.

Algo en mi pecho dolía, y el ver a mi madre en ese estado me dolía aún más.

No me gustaba esa sensación.

- Pero, Lisset va con ellos.- musité en forma de protesta.- Somos gemelos y debemos ser igual de especiales.

- Pero tú eres un encanto.- acaricio mi mejilla.- Y los niños encantadores no deben de ir a pijamadas con niños feos.- frunció el ceño.- Además habrá un pelirrojo presente, y ya sabes lo que se dice de ellos.- hizo un gesto gracioso.- Que no tienen alma.- me saco la lengua.- Y mi niño lindo no puede estar cerca de un chico sin alma.

Mi mirada se posó una vez más en aquel grupo de niños que seguían a la mujer rubia, la pelichocolate giró un poco su cabeza y se despidió de mí madre y de mi con una sonrisa y un movimiento de mano; al cual yo respondí con el mismo entusiasmo, mientras sentia mi corazón comprimirse.

Él pelirrojo me miró unos instantes, me mostró la lengua de manera burlona, para después subir a la camioneta donde el resto estaba subiendo.

- Mami.- musité bajo.

- ¿Qué pasa cariño?.- cuestionó está mientras comenzaba a caminar.

- No me agradan los pelirrojos.- solté entre dientes.

La mujer que me son envía en brazos, suspiró y miró hacia mi costado izquierdo, señalando a una mujer con el cabello oscuro que caminaba con un chico de cabello cobre.

- ¿Y si tú haces tu propia pijamada con Nash?.- cuestionó mi madre.

- No.- pause.- Él tiene cita en el medico.- mentí.- Además que tengo sueño.- solté un bostezo fingido y me froté el ojo derecho.- ¿Podemos irnos? Estoy cansado.

Mi madre solo se limitó a asentir con la cabeza, en forma de afirmación y comenzó a caminar hacia su camioneta.

...

En cuanto llegamos a la casa, mi padre nos esperaba en el portal, él cual sonrió al vernos y se acercó hasta nosotros para abrirnos la puerta del automóvil.

- ¿Qué tal el viaje?.- cuestionó el hombre mientras me sostenía en brazos.

- Alex se ha ganado una estrellita en clase.- dijo con rapidez mi mamá, ignorando completamente la pregunta del adulto.- Y le prepararé galletas con chocolate para celebrar.

- ¡Fantástico!.- exclamó mi padre.- Sabía que eras inteligente.- revolvió mi cabello.- ¿Y que mejor que galletas con leche para celebrar?

- Puedes bajarme.- suspire.- Por favor.

- Claro.- respondió el hombre mientras hacía una mueca.

- Gracias.- tome el dinosaurio que estaba en el césped y mire a mis padres que me miraban expectantes.- Ya no quiero galletas, iré a dormir.

Dicho eso comencé a caminar hacia la puerta de roble de la casa.

- No lo ha tomado bien ¿cierto?.- escuche a mi padre cuestionar a la distancia.

- No.- suspiro con pesadez mi madre.- Para nada bien.

...

Había pasado ya un buen rato desde que llegamos a la casa y todo estaba en completo silencio, menos mi habitación, la cual estaba inundada por el sonido de la televisión de fondo.

Me encontraba sentado sobre aquella alfombra, mientras jugaba con un par de figuras y juguetes.

- Jamás te abandonaré.- hable con voz chillona mientras movía una Barbie que había tomado de la habitación de mi hermana.- Eres mi gemelo y no podría hacerlo.- tome con mi mano izquierda al Max Steel y comencé a moverlo.- Ni siquiera por Kevin.- hable con normalidad.- Jamás.- respondí con la voz chillona.

El sonido de la perilla moviéndose me hizo pegar un brinco sobre mi lugar, para así ver a mi madre que entraba con un plato en la mano.

- Alex, te he traído galletas.- sonrió mientras se acercaba a mi.

- Gracias.- pase mi mano sobre mi ojo, limpiando aquellas lagrimas que habían salido de mis ojos hace unos instantes.- Pero no quiero.

Mi madre, tomó asiento aun lado mío y dejó el plato con galletas en el piso, pasó sus brazos por mis hombros y me pego a ella en un abrazo.

- ¿A que juegas?.- cuestionó mirando los juguetes.- ¿Otra vez la barbie está en peligro y debes salvarla?

- No.- respondí con seriedad.- Ella se ha ido con Ken.- hice una mueca.- No necesita que la salve ahora.

Mi madre soltó una risa y negó con la cabeza.

- Yo creo que si deberías salvarla.- comenzó a ponerse de pie.- Porque las barbies necesitan amigos y jamás cambiaría a Max Steel por un Ken.- frunció el ceño.- Es un poco afeminado.- soltó una risa burlona.

Mire a la mujer con una sonrisa en mi rostro y asentí con la cabeza. Está tomó el plato de galletas y lo extendió en mi dirección para que tomara una, lo cual hice y me la lleve a la boca al instante.

- Por cierto.- me miró sin desaparecer la sonrisa en su rostro.- Tenemos vivitas cariño.- revolvió mi cabello.- Mi mejor amiga ha venido de visita y se muere de ganas por conocerte en persona.

- ¿La tía Holland está aquí?.- cuestione con asombro mirando a mi madre.

- Si.- amplio aún más su sonrisa.- Le he dicho que tenía galletas y no dudó en venir.- soltó una carcajada.- Mentira, se han mudado no muy lejos de aquí y han venido a visitarnos.- comenzó a caminar hacia la puerta.- Te están esperando abajo.

Dicho eso, salió de mi habitación.

Sin dudarlo, me puse de pie y me coloqué, lo más rápido que pude, mis tenis para así poder bajar a saludar a los invitados; aparte los juguetes de mi camino y me termine mi galleta antes de bajar.

Un par de minutos después, me encontraba bajando las escaleras con rapidez para ir al living y así encontrarme con mi tía.

Una vez que baje las escaleras, comencé a correr hacia el salón, al cual entre con rapidez.

En el sillón, de espaldas, se encontraba una dorada cabellera y frente a esta mi madre, la cual sonreía con amplitud y reía ante las palabras que la mujer con el cabello dorado decía.

- ¡Tía Holland!.- exclamé con fuerza mientras daba la vuelta para encontrarme con ella de frente.

- ¡Alex!.- exclamó de vuelta.- Si estas grandísimo.- habló sorprendida.- Imposible que tengas cinco.

Me acerqué a ella para poder abrazarla, pero al hacerlo, está me planto besos por todo el rostro, mientras me apretujaba con fuerza.

- Me dejaras sin hijo.- protestó mi madre.

- Te puedes quedar con el mío de ser así.- respondió la mujer que me abrazaba en tono burlón.

- Tsk.- escuche un gruñido masculino a la distancia.

- Devuélveme a mi hijo.- dijo mi madre y podía escuchar como daba unos pasos.- O yo me robare al tuyo y jamás lo devolveré.

La mujer que me sostenía, me soltó con rapidez y se acercó a mí madre, a la cual comenzó a mover con rapidez.

Algunos segundos pasaron donde no tenía ni la más remota idea de lo que estaba sucediendo, o eso era así hasta que la mujer con el el cabello dorado se apartó de mi madre y me dejo ver a mi madre con el cabello alborotado y su ropa arrugada, al igual que aún infante de cabello castaño, ojos cafés, el cual mantenía el ceño fruncido.

¿Y ese quien es? ¿Y porque está en mi casa?

- Jamás te daré a mi hijo.- dijo Holland de manera fría, mientras se apartaba unos pasos de mi madre.- ¿Estas bien Dean? ¿Esa bruja mala te hizo algo?

- ¿Dean?.- cuestione bajo esperando que no me prestaran atención.

Pero grande fue mi sorpresa cuando tres pares de ojos me miraban fijamente, haciendo que me sintiera aún más pequeño de lo que era.

- Es verdad.- dijo mi madre mientras se acercaba a mi.- Cariño, él.- señaló al infante en los brazos de su amiga con la mirada.- Él es Dean Taylor.- sonrió.- Es el hijo de Holland y Liam Taylor, mis mejores amigos.

La mujer de cabello dorado bajo al infante y lo dejo cerca de mi, pero este me miraba con seriedad.

- Dean.- comenzó a hablar Holland.- Él es Alexander Lawrence.- sonrió leve.- Es el hijo de Crystal y Tayler Lawrence, se supone que tiene una hermana, pero ella fue abducida por extraterrestre, los cuales harán pruebas con ella.- comenzó a mover sus manos.

En aquel instante pegue un sonoro grito, para después dejar que un par de lagrimas bajaran por mis ojos.

- ¡M-Mamá!.- exclamé con dolor.

- No es cierto cariño.- se aproximó mi mamá para abrazarme.- Holland solo te está jugando una broma.- limpio las lágrimas.- Una muy mala.- gruñó.

- Que llorón.- protestó el castaño.

- ¡Dean!.- exclamó la madre de este en manera de protesta.- No le digas llorón, al llorón de Alex.- soltó con burla.

- Vuélvele a decir llorón a mi hijo y te juro que...

- L-l-o-r-ó-n.- soltó con burla la contraria.

- Te vas a enterar.- gruñó mi madre.

...

Minutos después, nos encontrábamos los cuatros sentados en la sala, mientras charlábamos, bueno, lo correcto sería decir que mi madre y su mejor amiga charlaban, porque el castaño solo me miraba sin expresión alguna en su rostro.

En cuanto a la pelea, bueno, mi padre y él tío Liam habían venido tranquilizar la situación, aunque en realidad era bastante gracioso ver cómo mi madre y Holland corrían por el salón intentando matarse la una a la otra.

Aunque aún había una pregunta circulando por mi mente.

- Tía Holland.- pronuncie mirando a la mujer de cabello dorado.- ¿Por qué yo no conocía a Dean?

- Porque soy lindo y no me mezclo con cualquiera.- respondió triunfante el castaño.

- ¡Oye!.- proteste mientras inflaba las mejillas.- Yo soy más lindo que tú.- me cruce de brazos.- Y soy adorable.- fruncí el ceño.- Eso ayuda aún más.

- Puede que seas lindo.- gruñó el castaño.- Pero eres un tonto.- me saco la lengua.

- Tu eres el tonto.- contraataque.

Él infante me miró con mala cara, mientras que mi madre y su madre reían con fuerza.

- Y yo que pensé que ya no podríamos tener la boda del siglo.- soltó de manera burlona Holland.

- ¿Boda?.- ciestine mirando a mi madre.- ¿Vamos a ir a una boda?.- comente con ilusión.

- A la tuya quizás.- soltó con burla Holland.

Mi madre comenzó a reír con fuerza ante sus palabras, mientras que se escuchaba un viril grito desde la cocina.

- ¡Habían dicho que se cancelaba su idea!.- exclamó mi padre.- ¡Son solo niños, por dios, además de que son del mismo sexo!

- Eso no cambiaría nada.- musitó bajo mi madre.- ¡Y está cancelado amor, es solo Holland diciendo locuras, no habrá boda!.- gritó de vuelta.- Por ahora.- volvió a musitar.

Ambas mujeres reían por lo bajo, mientras murmuraban cosas.

Él castaño me miraba aún con seriedad y mantenía sus brazos cruzados.

¿De que me perdí?

...

Los días habían pasado más rápido de lo que me habría gustado y pronto, aquel castaño se convirtió en mi compañero de aventuras, aquel chico con el que jugaba cuando llegaba del kínder e inventábamos múltiples de escenarios donde luchábamos por cumplir los objetivos, como robar comida de la cocina sin que mis padres se dieran cuenta.

Al final había aceptado que mi hermana tenía a sus amigos y yo, bueno, yo tenía a los míos, Nash y Dean eran mis amigos, aunque alguna veces mi padre traía a mi Tío Marcus, él cual tenía tan solo tres años más que nosotros, y al primo Spencer, dos años mayor que yo, a jugar conmigo nosotros, así teníamos más personas para jugar y era más divertido, además de que los equipos eran de más personas.

Aunque debo admitir que el jugar con chicos, termina siendo un tanto contraproducente después de todo.

Mi cara termino en el piso al lanzarme del columpio.

- Alex no pudo cruzar el campo de fuerza.- habló el azabache de ojos verdes, Marcus, mientras miraba desde la distancia, de la casa del árbol para ser más exactos.

- Debías balancearte con más fuerza.- dijo el azabache de ojos azules, Spencer, él cual pasó corriendo a mi lado, mientras empuñaba su espada.- Por los caídos, ¡Au, Au, Au!

- ¡No lograran pasar!.- exclamó el chico de cabello cobre, el cual estaba en el "castillo" con Marcus.- ¡Nuestros muros son impenetrables!

Mientras yo seguía "muerto" en el césped, una mano sobre mi espalda me hizo sobresaltarme.

- ¿Estas bien?.- cuestionó el castaño mientras me miraba con detenimiento.

- Estoy muerto, ¿Cómo piensas que estaría?.- gruñí en su dirección.

- Tonto.- rodó los ojos.- Es que tienes un raspón en la mejilla.- se sentó a mi lado.- Aquí.- posó su mano sobre mi mejilla.

- ¡Auch!.- exclamé con dolor.

- ¿Duele?.- cuestionó con intriga.

- No, como crees.- rodé los ojos.- Si se siente tan bien, anda sigue tocando.

- No me gusta tu sarcasmo.- suspiro.

Al instante se puso de pie, esperaba que me dejara y fuera con Spencer a atacar el castillo, pero grande fue mi sorpresa al ver una mano extendida frente a mí.

- Andando.- me sonrío leve.- Vamos con Tía Crystal a que te cure.

Dude un poco en si tomar su mano o no, pero al final terminé haciéndolo y este me ayudó a pararme.

Ese día, me ardió la cara como nuca al sentir aquel líquido del demonio en mi cara, pero, por alguna extraña razón, el estar cerca del castaño me reconfortaba de cierta manera.

Creo que he encontrado a mi mejor amigo.

....

¡Hey - Hey - Hey!

¿Qué tal están? ¿Bien? Me alegro.

El día que yo publique temprano deberían de darme un premio, porque siempre actualizo en la noche.

Por mayoría de votos, la opción c), la cual decía que Alex conocía al primero que lo hace entrar en el conflicto amoroso en el futuro, pues aquí está, pero también una chica mencionó que quería ver él porque Kevin dice que A,ex siempre tiene lo que quie y bueno, aquí también hay un poco de eso.

¿Ahora entienden porque Kevin dice eso? Pues como no, si hicieron una pijamada y no invitaron a Alex -llora- me rompe el alma mi niño.

Por cierto, por si no ha quedado claro, Marcus Lawrence, es el tío de Alex, el cual tiene ocho años, es azabache de ojos verdes y es el hermano menor del padre de Alex; por otro lado, Spencer Olkman Lawrence, es el primo de Alex y tiene siete años, él es el hijo de uno de los hermanos mayores del padre de Alex.

Si, lo sé, me invento personajes constantemente y todo lo que quieran, pero en serio que me encanta crear personajes y bueno, los chicos Lawrence me salen tan asdfghjklñ que es imposible no hacerlo, más adelante ya verán más de ellos, se los juro.

Debo admitir que me la pasó genial escribiendo esta historia, simplemente me encanta y muero por seguir escribiendo así que...

¿Qué sucederá en el próximo capítulo?

A) Descubrimos de que hablaban las mamás de los peques respecto a la boda cancelada.

B) Continuamos narrando la infancia de Alex.

C) Primer beso de Alex.

D) Más Delex (DeanxAlex) infantil, ya saben, súper cuate y completamente sano porque son niños.

Voten por la opción que más les guste, pueden elegir dos, bueno, si es que se pude complementar.

Se que por ahora las opciones no son muy buenas, pero pronto eso cambiará, lo juro.

No sé les olvide votar de manera violenta y comentar que les ha parecido el capítulo.

Nos vemos pronto.

Con cariño.

Double-S.

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