Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9




Arabella Adoir ─

―Siempre te lo he dicho, estos hacen que tu trasero se vea― Charlie camina detrás de mí y hace una señal de aprobación con la mano. ―Fantástico. También busqué a Chris y leí que de hecho es nalgón. Así que tienes que lucirlo, cariño.

Ruedo los ojos mientras ella me da una palmada en el trasero y regresa a mi armario. Mi cita con Chris era en treinta minutos y había pasado la última hora preparándome. Cuando se trataba de mi outfit, se convertía en algo abrumador por eso tuve que llamar a Charlie.

Cuando Chris y yo hablamos, dijo que podía usar mi ropa informal de todos los días, lo que suena fácil pero también puede ser extremadamente difícil. La ropa informal era muy simple, pero cuando a la vez intentas impresionar al chico con el que sales, tienes que destacar sin esforzarte demasiado.

―¿A dónde van a ir?― pregunta Charlie.

Exhalo y me paro frente a mi espejo. ―Tu suposición es tan buena como la mía.

Luego aparece con una camisola y una chaqueta de cuero. Era algo súper simple, pero con un toque sexy. Siempre supe que tenía muy buenos pechos, así que si las blusas mostraban mi pecho siempre eran un sí de mi parte.

Me quito la camiseta y me pongo la seda por la cabeza. La blusa estaba abotonada, y cuando llegué a la parte de arriba, Charlie me señaló con el dedo y en silencio me dijo que estaba bien. Me doy la vuelta con la camisa, me miro por el espejo y asiento con la cabeza. Esta era una buena opción. Espero que este bien.

Mi teléfono suena y Charlie lo toma primero, una sonrisa aparece en su rostro. se dirige hacia mí y me mira a través del espejo. ―Necesitas un collar y más rímel.

Tomo mi teléfono mientras ella desaparece de nuevo y leo los mensaje de Chris.


Chris
Estaré en tu casa en diez
minutos. Seré honesto
y dire que he estado
esperando esta noche
toda la semana.

Arabella
Ya somos dos
Ten cuidado, por favor


Charlie entra a la habitación y me entrega mi rímel mientras me pone el collar. Era una simple cadena de plata con un colgante y las iniciales de mi madre en un lado. Me aplico un poco más de rímel y me sacudo los nervios.

Era una cita con Chris, ya habíamos salido antes pero no quería arruinarlo actuando raro o algo así, solo quería disfrutar del tiempo con él. La idea de que probablemente alguien me detuviera o me viera cruzó por mi mente, pero no iba a dejar que eso me detuviera.

Sabía al entrar en este negocio en esta ciudad que era posible que me vieran y que se hablara de mi en los titulares. Estaba destinado a suceder y ya había pasado antes. Aunque esto era diferente, sentía que me había preparado durante tantos años, que ya sabía que otros no lograrían arruinar mi noche a menos que lo intentaran por completo.

Hay un golpe en la puerta seguido del timbre y Charlie me mira. ―Atenderé eso, y aparecerás como un maldita diosa.

Antes de que pueda decir que no, ella sale de la habitación y agarro lo necesario de mi buro. Puedo escuchar a Charlie hablar con Chris mientras salgo de la habitación y escucho su risa resonando en toda la sala de estar.

Doblo la esquina y lo miro a los ojos de inmediato. Él está vestido con jeans oscuros y un henley, su cabello está peinado pero a la vez desordenado, no tengo palabras. Es tan guapo que realmente no entiendo cómo camina con ese aspecto todos los días.

De verdad que no lo entiendo.

Su sonrisa crece mientras me dirijo hacia él y no es nada sutil en su mirada. Como si fuera yo.

―Bella― comienza, sus ojos cayendo en los míos. Una sonrisa torcida descansa en su rostro y da un paso hacia mí. ―¿Estás lista para irnos?


• • •


Chris se estaciona en el primer lugar que ve y apaga el motor. Miro por la ventana y veo luces de colores brillantes y escucho débilmente la base de la música que proviene de los altavoces.

―No te tome como un de chico de minigolf― bromeo, mirando hacia Chris.

Él sonríe y se inclina hacia mí. ―Te dije que quería una revancha.

Ambos salimos del coche y miro alrededor del estacionamiento para verlo prácticamente vacío. Dado, era un domingo por la noche, estoy segura de que este lugar estaba a punto de cerrar y también era una noche de escuela. Al entrar al edificio, sigo a Chris mientras se dirige a la recepción y paga por los dos.

Como si supiera antes de que yo dijera algo, se gira hacia mí mientras el empleado, agarra nuestros equipos e inclina la cabeza. ―Estamos en una cita y no voy a dejar que pagues por nada. Como si yo lo hiciera cualquier otro día.

Aunque no estaba equivocado. En las otras ocasiones que habíamos pasado tiempo juntos, nunca me dejó pagar por nada. No sé cómo lo hizo, pero siempre estuvo un paso por delante de mí. Ahora sabía que estar en una cita significaba algo diferente, pero tampoco quería que él pensara que estaba de acuerdo con que él siempre pagara.

―Para ti― dice entregándome un driver y una bola verde. ―Gracias― se gira hacia el adolescente detrás del mostrador.

Su mano descansa en la parte baja de mi espalda mientras salimos. La música estalló a través de los parlantes y llegamos al primer hoyo. Miro el campo de golf y luego de nuevo a Chris.

―¿Listo para perder?

Yo no servía para el minigolf, pero no causaría ningún mal si lo molestaba un poco. Chris se burla y se hace a un lado, sus manos señalan el comienzo.

―Ya veremos eso, cariño― oh por dios. ―Por favor, se mi espectadora.

Los primeros tres hoyos son brutales. Chris termina con su cuarto hit mientras yo me acerco a los dos dígitos. Puedo ver sus ojos brillar mientras me maldigo continuamente por fallar. Al llegar al cuarto hoyo, dejo la bola en el suelo y miro a Chris. Él está parado a unos metros de distancia, apoyado en el palo de golf, sus ojos moviéndose de la pelota a mi cara.

―¿Necesitas ayuda?

Cruzo las piernas y frunzo los labios. ―Por favor.

Chris deja su driver y se acerca a mí. Mi ritmo cardíaco se duplica cuando él se para detrás de mí y envuelve sus brazos alrededor de mí cuerpo. Su colonia es fuerte y huele bien, pierdo el hilo de mis pensamientos por un segundo.

Lentamente, se inclina hacia mí, hasta que mi espalda golpea su pecho, me giro un poco y veo lo cerca que está de mí. Oh por dios. Sus manos descansan sobre las mías y no escucho nada de lo que dice mientras me ayuda a arreglar mi postura.

Lo único en lo que me puedo concentrar es en sus brazos alrededor de mí y eso es todo. Me sentía seguro y protegida. No quería que me dejara ir.

―¿Entendiste?

Me burlo mentalmente y me aclaro la garganta. ―Sí, eso creo.

Miro de nuevo por encima del hombro y esta vez él está mucho más cerca de mi cara. Sentía que mi corazón latía fuera de mi pecho y no pude evitar reír cuando su barba me hizo cosquillas en mi mandíbula.

Chris da un paso atrás y vuelvo a ocupar mi lugar, apuntando e intentando comprender una palabra de lo que acababa de decirme. Por el aspecto de ese hoyo, parecía que hice algo bien como lo hice con mi quinto golpe. Un record.

Continuamos con el resto de nuestro juego y eventualmente me vuelvo bastante buena en esto. Aunque, no lo suficientemente buena para vencerlo. Para el último hoyo, Chris tiene una gran sonrisa en su rostro y no puede evitar empujarme juguetonamente, diciéndome, ―Buen juego. Siempre podemos intentarlo de nuevo la próxima vez.

Mientras caminamos de regreso a su auto, su brazo seguía rozando el mío y no pude evitar mirarlo. Él estaba contando una vieja historia de minigolf sobre él y su hermano, se animaba más a medida que hablaba. Su sonrisa nunca vaciló y sus cejas se levantaban con ciertas cosas que decía.

Chris abre la puerta para mí y le agradezco mientras entro. Camina a su lado y me mira mientras enciende su auto.

―Entonces, ¿en dónde cenamos?

Lo miro y levanto las cejas. ―Pensé que nunca lo preguntarías.



• • •


―Cuéntame otra.

Chris me mira y suavemente me da un codazo en el hombro. Cenamos en un restaurante en Newbury Park y ahora estábamos caminando por el centro. Las tiendas estaban cerrando y las calles no estaban ocupadas. Un grupo de personas caminaba por las aceras ocupándose de sus propios asuntos, haciendo lo suyo.

Muevo mi cabello detrás de mi hombro y miro a Chris. ―Creo que es tu turno de contarme algo sobre tu infancia.

―Aunque tus historias son mejores que las mías― Miro hacia el próximo semáforo y aprieto los labios. ―Bueno, soy hija única, no tengo historias como las tuyas.

―Cuéntame algo sobre dónde creciste― Chris me empuja de nuevo en el hombro.

Caminamos por una calle vacía, las luces de las tiendas llenan un lado de la calle mientras que en el otro hay una línea de árboles que conduce a un parque. Se puede escuchar la suave música fuera de las tiendas a medida que suenan por un altavoz. La mano de Chris encuentra la mía y entrelaza nuestros dedos. Lo miro y veo su ceja levantada mientras aprieta mi mano.

―Bueno, crecí en esta ciudad en Rhode Island, éramos solo mi papá y yo. Para ese momento él era bombero. Ahora es el jefe de bomberos. Así que siempre estaba ocupado, pero siempre encontraba tiempo para mí. Probablemente uno de mis más antiguas anécdotas, pero recuerdo que íbamos a este parque junto al agua, y había un faro. Cada vez que íbamos, caminábamos, jugábamos y nos quedábamos hasta que salía el sol. Papá siempre se estacionaba en un lugar específico, retrocedía con su camioneta lo más lejos que podía y abría la caja de la parte trasera. Nos sentábamos allí y veíamos cómo las olas chocaban y como el sol desaparecía en el horizonte. Es por mucho una de las cosas más hermosas que he visto en mi vida, y las extraño todos los días.

Me giro hacia Chris y me detengo cuando él se detiene. Inclina un poco la cabeza hacia un lado y sus ojos brillan mientras una sonrisa se forma en su rostro. Suelta mi mano para apoyarla suavemente sobre mi mejilla, sus dedos recorren mi piel. Me inclino hacia su toque y envuelvo mis dedos en su antebrazo.

―¿qué?

Simplemente se encoge de hombros y da un paso más cerca de mí, nuestros zapatos chocan. ―Nada. Yo sólo ...― sonríe de nuevo y pone su mano libre en mi cintura. ―¿Puedo?

No pude hablar. Mi corazón dio un vuelco ante la idea de su pregunta. Asintiendo con la cabeza, Chris me atrae hacia él y sus labios rozan los míos antes de besarme.

Pongo una mano detrás de su cuello y en rollo mis dedos en su cabello mientras me acerca. Sus manos comienzan en mis caderas y pronto se envuelven alrededor de mi cintura. Siento que las puntas de los dedos de mis pies apenas tocan el suelo mientras me levanta. Su barba rasca suavemente mi cara y muevo mi mano a su mandíbula, amando la sensación.

El beso es corto y siento frío cuando da un paso atrás. Mis pies luego tocan el suelo y deslizo mis manos hacia su pecho mientras recupero el aliento. Lo miro y veo que ya me está mirando. Me da una sonrisa tímida y le paso la mano por el pecho.

―Hazlo otra vez.





.❀。• *₊°。 ❀°。

No se olviden de votar y comentar ( es gratis ). No les toma más que un segundo.

DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: cevans-

OMG OMG OMG OMG, estoy muy emocionada por lo que viene jsjs. 👀

+ 5 comentarios para actualizar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro