Arabella Adoir―

―Míralo y llora, amigo― golpeo la fotocopia ampliada de Calum en un comercial de kidz bop mientras coloco mis manos en mis caderas.

En estado de shock, Calum mira entre la foto y yo, dejo que la procese por unos segundos, era muy temprano en la oficina. Una se debe a la cita que Calum me había fijado, pero también era el momento perfecto para empezar con ventaja y, con suerte, volver a casa antes de lo habitual.

―¿¡Cómo me encontraste !?― Calum grita, todavía sosteniendo la foto.

Le dedico una sonrisa y me siento en mi escritorio, encendiendo mi computadora. ―Eso es algo que nunca averiguaras.

Tampoco es como si fuera a decirle que le envié un mensaje a su madre anoche, gracias a Dios, ella está de vacaciones en Roma, y me desperté con mensajes de texto vinculados con fotos y videos. Había mucho contenido para elegir, pero me decidí por una foto de él cantando pocketful of sunshine. Dios, que manera de empezar el día.

―También me gustaría que el dinero se transfiera pronto, por favor. Realmente me estarías ayudando con algunas facturas.

Calum escucha imitando mi declaración y me rio. Después de recibir la notificación de la transferencia, ambos nos quedamos en silencio mientras hacemos un poco de trabajo. Se puede escuchar a otros que llegan por el día y el olor a café comienza a llenar el piso de la oficina.

Pasa una hora cuando recuerdo mi cita. Haciéndolos esperar en la sala de conferencias, llamo a Calum y le digo que se una a mí. Agarro mi teléfono y me levanto de mi asiento. Arreglando mis pantalones, suspiro y me dirijo al final del pasillo.

―Gracias, Cal― murmuro mientras me abre la puerta.

Hay una mujer adentro, parada junto a las ventanas mientras mira la vista que ofrece los ventanales. Mis tacones hacen clic y su atención ahora está en nosotros.

―Buenos días, soy Tessa Oxley.

Ella era hermosa, con cabello corto, castaño oscuro que ni siquiera le llegaba a los hombros y un cuerpo delgado. sus tacones le daban la ilusión de tener una estatura promedio, pero apuesto a que apenas medía metro y medio. Su sonrisa es pequeña y modesta, parecía que estaba nerviosa, probablemente aún sea nueva en el trabajo.

Camino alrededor de la mesa de conferencias y tomo su mano extendida. ―Arabella Adoir, gusto en conocerte. Este es Calum, y él me estará ayudando con tu lista. Por favor, toma asiento.

―Realmente aprecio que aceptes la cita con tan poca antelación. Mi jefe había estado postergando esto durante tanto tiempo que esperaba otra extensión, pero nunca llegó.

Me siento a la cabecera de la mesa con Calum a mi izquierda y Tessa a mi derecha. toma su computadora portátil de su bolso y la coloca sobre la mesa junto con su teléfono.

―¿tu jefe?

―¡Sí! Está en camino, dijo que se quedó atascado en el tráfico. Ajetreo matutino y todo. Vine temprano para hablar en su nombre un poco hasta que él llegue aquí.

Calum crea un nuevo archivo para tessa y me da un permiso silencioso, diciéndome que empiece cuando quiera. ―Está bien, bueno, comencemos con lo básico; rango de precio, estilo, ubicación, ¡oh! y el nombre de tú jefe. La primera inicial de su apellido servirá.

―C. Evans.

Comenzamos nuestra reunión y me dicen mucho más de lo que pensé que obtendría. Me refiero a que Tessa ni siquiera es la que está comprando la casa, pero tiene todo a la altura de lo que quiere su jefe, una casa con más privacidad, comunidad cerrada, una sensación industrial moderna, básicamente un piso de soltero, así es como se escuchaba todo.

―Está bien y en cuanto a la ubicación, tenemos algunos lugares en la ciudad, pero ¿el señor Evans tiene algún vecindario en específico del que le gustaría vivir?

Hay un golpe en la puerta y Faye, la recepcionista la abre y se disculpa. ―El señor Evans ha llegado.

Hay una expresión en su rostro y le dice "suerte" a Tessa mientras se hace a un lado. Me vuelvo hacia la morena y ella se encoge de hombros. Me paro a tiempo para que el señor Evans entre y Calum casi se desmaya frente a mí.

―Mierda― susurra.

Sin embargo, no fue lo suficientemente bajo, porque el señor Evans mira a Calum y sonríe antes de concentrarse en mí. La puerta se cierra, dejándonos a los cuatro solos y le doy una sonrisa.

Siendo un agente de bienes raíces en Los Ángeles, obtuve una ganancia justa por ayudar a celebridades, actores, músicos, y deportistas de todo el mundo. Realmente me tomó un tiempo acostumbrarme porque sabía que iba a encontrarme con ellos cuanto más trabajaba en esta industria y cuanto más crecía.

Lo que significa que al ver a Chris Evans, también conocido mundialmente por Capitán América, entrando a mi sala de conferencias, tuve que mantener todo bajo control. Su cuerpo alto y ancho me tiene un poco intimidada al principio, pero una vez que sonríe, casi desaparece. Seguía siendo un gran hombre, por lo que me estaba costando un poco superar la emoción de tenerlo como cliente.

―¿Arabella Adoir? Hola, soy Chris Evans.

―Buenos días.

No salió nada más. No podía. Estaba atascada. Mi mente gritaba profesionalismo, pero todo lo demás quería hablar de su cara bonita, de sus hombros anchos y su trasero que no reparaba en gastos en los pantalones que usaba esta mañana.

Nos quedamos de pie, mirándonos el uno al otro por unos momentos hasta que Tessa finalmente se puso de pie y dijo algo que no alcance a escuchar. Mi mente estaba perdiendo la lucha con el profesionalismo. Ahora todo lo que podía pensar era en todo el tiempo que dedicaba a hablar de lo atractivo que era Chris, especialmente durante las películas de Marvel.

Steve Rogers se ganó nuestros corazones desde el principio.

―Casi habíamos terminado― digo finalmente. Chris levanta una ceja y parece que ahora está empezando a escuchar.

No puedo creer cuando que en realidad estoy hablando de Chris Evans. ¿En qué mierdas se ha convertido mi vida?

―Hablábamos de la ubicación y nos dirigíamos al precio. Por favor, siéntese, señor Evans.

Agita su mano y se ríe. ―Chris, por favor― tener permiso para llamarlo por su nombre de pila es mucho mejor que pensarlo. ―No hay necesidad de formalidades aquí, señorita Adoir.

―Bella, entonces― digo.

Chris toma el asiento de Tessa y le pasa una pierna por encima de la rodilla. ―Bella― esa soy yo, oh por Dios. Realmente necesito calmarme. ―La ubicación es de lo que estabas hablando, ¿correcto?

Los cuatro estamos allí por otros treinta minutos, y realmente no sé cómo lo supere todo en una sola pieza. Cal se apresuró a molestarme todo el día y no lo detuve. Me conocía bien, y me había puesto en ridículo. Soy mejor que esto, y he tratado con una buena cantidad de celebridades a las que admiro, pero fue diferente con él.

Al final, Chris aceptó que yo fuera su broker, y ahora tenía unos días para revisar y preparar algunas casas y aprender a controlarme a su alrededor. Es solo un hombre, uno atractivo, por cierto. Pero no hizo alardeo ante su riqueza o estatus ni una sola vez, no mencionó nada sobre su éxito. Era muy diferente a algunos de los otros clientes que tenía.

No podría arruinar esto. Él no debería tener que preocuparse o sentirse incómodo con alguien como yo. Creo que tengo que trabajar un poco en mi cara de póquer.

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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: cevans-

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