Arabella Adoir ─

―Deja de moverte, te lo embarraras en el pelo.

Paso mis dedos por la cara de Chris y espero hasta que se relaje. Respirando hondo, cierra los ojos y arquea las cejas. ―Esto me está ardiendo.

Se mueve un poco y aplico lo último de la mascarilla de arcilla sobre el puente de su nariz. Agarro la toalla y me limpio las manos, quitándomelo todo. Chris mantiene su cabeza en mi regazo y muevo mis manos a su cabello.

El día estaba a punto de terminar y Chris se había reunido conmigo en mi casa tan pronto como salí del trabajo. Había traído a dodger con él, así como comida para llevar y cervezas. Esto era el paraíso y ni siquiera me había dado cuenta hasta ahora.

La puerta principal se abre y Chris inmediatamente se pone tenso. Abre los ojos y escanea el lugar mientras escucha a charlie. ―Dios mío, no dejes que Charlie venga aquí.

Me rio mientras él trata de mantener una cara seria, sin querer arrugar la mascarilla. Al menos aprendió rápido. Dodger salta del sofá y trota hacia la puerta principal, moviendo la cola mientras Charlie se arrodilla frente a él y lo acaricia.

―Dodger, eres un buen perro. Te voy a extrañar.

Frunzo el ceño y la miro. ―Espera, ¿qué? ¿Qué significa eso?

―Greg me llamó y ya terminaron con mi casa― Charlie se pone de pie y da unos pasos hacia mí. ―¡Por fin! Te amo, pero extraño mi casa. Mi cama. Mi regadera.

Chris se sienta recargado al respaldo del sofá. Su cabello estaba levantado en varios lugares, cortesía a mis masajes y la mascarilla que llevaba parecía ser lo último en lo que había pensado. Veo a Charlie hacer todo lo posible para mantener la cara seria, y la felicito porque yo había fallado casi de inmediato.

―Esa es información que no quería saber.

Charlie rueda los ojos y se inclina hacia su cadera derecha. ―No estaba insinuando nada, Evans. Pero, si tanto quieres saber, tengo este nuevo..

Chris grita y salta del sofá, señalando con el dedo a Charlie mientras niega con la cabeza. Esta vez Charlie pierde la cabeza y se ríe de su mirada. Reprimo mis risas cuando Chris me mira y se dirige a mi habitación, caminando hacia atrás y manteniendo su dedo apuntando a Charlie. ―Ni una palabra más, Charlie.

Da vuelta en el pasillo y Dodger se apresura a seguirlo. Me seco las lágrimas mientras me recompongo y limpio el pequeño desastre que había hecho. Charlie me sigue a la cocina y se apoya en la isla mientras enciendo el lavavajillas. Cierro la puerta y me giro para quedar frente a ella, apoyándome en el mostrador, levanto las cejas hacia mi amiga.

―Que es lo que me querías decir.

Charlie niega con la cabeza y mira en dirección a mi dormitorio. ―¿Están juntos ahora o cómo?

Niego con la cabeza y me empujo fuera del mostrador. No queriendo mantener contacto visual directo con Charlie limpio la inexistente suciedad de la cocina para hablar con ella.

―¿Exclusivamente? No. Me refiero a que estamos saliendo de vez en cuando. Nos estamos conociendo. Todavía estamos en las primeras etapas

―Su primera cita fue hace dos meses y medio― Charlie da unos pasos hacia mí y se inclina. "Ni siquiera han dormido juntos" ella susurra.

Me rio de su reacción genuina ante esa información y me encojo de hombros. ―Está bien, Charlie. No todo es sexo cuando sales con alguien.

―Pero es una buena parte de.

Pongo los ojos en blanco y empiezo a caminar hacia mi habitación. Charlie sigue gritando cosas de ese tipo tratando de razonar conmigo, pero la ignoro.

Tal vez dos meses y medio era mucho tiempo para que otras personas no tuvieran relaciones sexuales. Estaba de acuerdo con Charlie en que quizás era un poco excesivo, pero con Chris todo era diferente. Siendo un conocido actor de la lista al que todos quieren, inmediatamente me di cuenta de que lo que fuera que sucediera entre nosotros era lo mejor.

―Está bien― grito mientras camino dentro de mi habitación. Chris se gira hacia mí y ahogo una risa cuando que veo su mirada que no ha cambiado. ―Tenemos que quitarte eso.

Chris tenía una expresión de dolor en su rostro y me detengo. ―Esto quema. ¿Cómo mierdas haces esto tan tranquilamente?

Ruedo mis ojos otra vez mientras tomo la mano de Chris y lo llevo al baño. ―No seas un bebé. Vamos, quítalo con un poco de agua.

Me siento en la encimera junto al lavabo y observo cómo Chris se quita la mascarilla. Alaba a todo lo que sabe mientras siente el agua fría correr por su cara. Al final, su rostro queda de un tono rosado claro y le entrego una toalla.

―Ahora tienes piel de porcelana.

Chris se ríe y se seca la última parte de la cara. Cuando termina, tira la toalla al borde del lavabo y se acerca a mí. Abre mis piernas con su muslo y camina entre ellas con sus manos descansando en mis caderas.

―Gracias, pero no voy a volver a hacer eso.

Paso mis manos por sus brazos y siento las curvas de sus músculos debajo de su playera de manga larga. ―¿Qué tal una mascarilla de papel la próxima vez? Te encantarán.

Chris se inclina hacia adelante y besa mi hombro. ―La próxima vez. Ahora― sus labios se arrastran por mi cuello y se detiene en la esquina de mis labios. ―¿Podemos hacer algo que yo quiera hacer?

• • •

Chris se deja caer en el sofá y se gira hacia mí, con una pequeña sonrisa en su rostro. Lo sigo y siento sus brazos envolver mi cintura, atrayéndome hacia él. Paso mis dedos por su antebrazo y tomo el control remoto de la televisión, para así poner Netflix.

―Mierda― murmura Chris. ―El helado está sobre la mesa de café.

Me inclino sobre el sofá y agarro la caja de helado, tomo mi cuchara y le entrego la suya a Chris. Toma una cucharada de helado y aprieta su brazo alrededor de mí. Enredo mis piernas con las suyas y me doy la vuelta.

Desde mi periférico veo a Chris mientras toma el control remoto y se desplaza por la galería de películas. Murmura para sí mismo mientras nombra todos los títulos, conformándose con Grease.

―¿Por qué no estoy sorprendida?

Chris le da inicio y aparecen los créditos introductorios. ―¿Querías que sorprendiera?

Antes de que pueda siquiera comprender lo que dijo, su risa llena la habitación y me giro hacia él. Dodger se levanta de su lugar y camina hacia nosotros, oliendo mientras Chris continúa con su sesión de risitas.

Al escuchar sus palabras de nuevo, cubro mis mejillas y dejo escapar un quejido. ―¡Cristopher!

Chris finalmente se calma y siento sus labios contra mi sien. ―Lo siento mucho― se ríe una vez más. ―No me eches. Estoy cómodo aquí― deja otro beso y me acerca más a él de lo que creí posible. ―contigo.

Entierro mi cara en su pecho, ocultando mi sonrojo. Nunca dejaba escapar la oportunidad de hacerme sonrojar. Todo lo ha hecho, todo lo que me dijo, tuve esta abrumadora sensación de alegría y felicidad.

Cuando siento que mi cara se enfría, regreso mi vista a la televisión y trato de enfocarme en ver la película. Los dedos de Chris comenzaron a vagar sin pensar en un pequeño punto en mi cadera mientras cantaba en silencio junto a la película.

―Ustedes dos son tan lindos que me da asco― veo el reflejo de Charlie en la televisión y levanto una mano. Ella se despide mientras se dirige a la puerta principal. ―Me voy. No me esperes.

―No lo iba a hacer.

La puerta se cierra segundos después y vuelvo a concentrarme en la televisión. Durante el resto de la noche, Chris y yo nos quedamos recostados en el sofá, mirando y cantando los musicales y ocasionalmente tener una sesión de besos.

De vez en cuando las palabras de Charlie retumbaban por mi mente, pero mientras Chris y yo disfrutáramos de la compañía del otro, estaba bien con lo que teníamos. Estaba bien con el ritmo al que íbamos. Estar con él y conocerlo era todo lo que necesitaba, y estoy segura de que, si alguno de nosotros realmente necesitara sexo, entonces ya habría sucedido algo a estas alturas.

Al menos eso es lo que me decía a mí misma.

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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: cevans-

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