Capítulo 27
El sonido relajante del mar retrocediendo le hizo cerrar los ojos, era su día de descanso y la verdad no podía desaprovecharlo. Estaba quedándose dormido mientras era arrullado por ese dulce sonido, sin embargo logró escuchar pasos de alguien descalzo, sonrió sin mirar.
— ¿Tú tampoco puedes dormir Namjoon?
— ¿Alguna vez vas a decirme como siempre sabes que soy yo JaeJae?
— No, pero si sigues preguntando quizá algún día te diga— Namjoon se sentó a su lado mientras miraba la luna brillante, no sabía cómo decirlo porque nunca había sido bueno con las despedidas, pero antes de poder hacerlo, JaeSang lo interrumpió—. ¿Se van?
— Si... ¿Lo sabías?
— Lo acabo de confirmar contigo... siempre supe que terminaría solo, supongo que fue cuestión de tiempo
— JaeSang no digas tonterías ¿Por qué piensas eso? Jin y yo solo iremos a vivir solos, somos pareja y necesitamos intimidad, es normal el paso.
— Tú no amas a Jin
Namjoon lo miró, se había imaginado que el chico no se tomaría bien la noticia, pero de ahí a decirle esa barbaridad, no tenía derecho.
— Tú no sabes lo que puedo y no puedo sentir...
— Terminarán, no hoy, ni mañana, pero algún día lo harán, y cuando suceda vendrás a hablarme
— JaeSang, somos amigos primero, deberías apoyarnos... si alguna vez Jin y yo terminamos ¿Por qué vendría a hablarte?
JaeSang se levantó apoyando sus codos en la arena levantando la vista para mirar al rubio, su sonrisa de autosuficiencia era la máscara tras la que sus verdaderos sentimientos se escondían, sus ojos lo mostraban todo, parecía convencido de que sucedería lo que él decía.
— Porque cuando suceda comprenderás lo que te perdiste conmigo
— JaeSang no es como si fuéramos a dejarte olvidado, no es como si yo tuviera que elegir entre ambos, los tres somos amigos aun... siento que piensas que si me voy con Jin mañana, no volveremos a ser amigos...
— Oh vamos, ¿Qué tiene él que yo no tenga? ¿Por qué él y no yo?— Namjoon se alejó levemente del hombre sin comprender por qué le reclamaba todo aquello.
— No estoy eligiendo a nadie sobre nadie, Jin es mi pareja y tú eres mi amigo
— Ya... siempre lo elegiste a él, incluso antes de que sean pareja, siempre hiciste diferencia tú y SeokJin
Namjoon se levantó, era ridículo su planteamiento, siempre lo habían incluido, siempre todo había sido por él.
— Nos vamos... te dejaremos la casa esta noche, no voy a aguantar tu insolencia aquí sentado, espero que cambies esa actitud porque ninguno de los dos te hicimos nada para que estés así
— No se quedará así... el día que terminen te arrepentirás de todo
El rubio se terminó de levantar y comenzó a caminar hacia la casa que compartían, Jin había bromeado cientos de veces diciendo que JaeSang estaba enamorado de él, quizá no era una locura pensar eso después de lo que acababa de decir, pero lo parecía ridículo su planteamiento, jamás había hecho diferencias entre él y Jin.
JaeSang se quedó mirando la luna, la historia sobre el astro era tortuosa y dolorosa, obligada a vivir sin el amor de su vida, se pasaba la noche rodeada de cosas que le recordaban a él, el idiota del sol solo había extendido su tortura pidiéndole al dios dejar las estrellas a su alrededor. Él no las necesitaba, el no necesitaba ningún recuerdo de ese idiota.
Se levantó decidido, esa había sido la gota que había colmado su vaso colapsado, ni Jin ni Namjoon eran dignos de él, había dado todo por ellos, había sacrificado años de su vida para cuidarlos, ¿Qué obtenía por ello? Nada, solo abandono... no permitiría que le volviera a pasar eso nunca más.
Cerró su mano en un puño mientras caminaba hacia la casa, toda su vida había sido marcada por gente que lo dejaba, por gente que decía quererlo, pero que sin embargo aprovechaban cualquier oportunidad para explotarlo y abandonarlo, cada persona que se había burlado, cada persona que se había tomado el atrevimiento de tomar su sacrificio y tirarlo a la basura como si fuera nada, todos y cada uno sufrirían.
Los niños deberían preocuparse por estudiar, por jugar con sus amigos, por dormir tarde a escondidas de sus padres o de comer sus dulces favoritos. Siguió caminando cada vez enojado mientras en su cabeza comenzaba a formularse un plan.
Los niños no debían quitar agujas de los brazos de sus padres, no debían salir a trabajar para pagar el alquiler... ni encontrar a sus padres muertos por sobredosis, pero lo más importante, los niños se merecían ser amados, cuidados y protegidos.
Había sido años atrás que la verdad había tocado su puerta, sus padres no habían muerto por drogadictos, la Kkangpae los había matado, controlaba cada puto aspecto de sus vidas, era la sombra que mataba sin discriminar, y por demasiado años lo había aceptado como un hecho irrefutable, sus padres lo habían abandonado, la ciudad le había dado la espalda, la vida parecía reírse de él cada que una desgracia le sucedía, ¿Y ahora debía aceptar que sus amigos también se fueran?
JaeSang entró en la casa, una casa oscura, vacía y negra, abandonada por todos, querida por nadie, en ese suelo, en esas paredes el chico se prometió una sola cosa, destrozaría a todos los que alguna vez lo habían lastimado, a todos los que le habían abandonado, y disfrutaría cada puto momento.
Los tres, Jungkook, Tae y Jimin se quedaron mirando a Namjoon en silencio, durante la tarde de ese día el ex policía había relatado algunas cosas de su vida que podrían ayudar a entender al oficial Park, o al menos que justificara algo, habían entendido que quizá al sentirse solo, abandona y traicionado, había sentido la necesidad de buscar algo más, que quizá la búsqueda de justicia por aquellos que morían en las calles producto de la mafia y el odio por la traición que Jin y Namjoon habían significado para él, lo llevaron a ser quién era en ese momento.
— ¿Qué es lo que busca exactamente?— Jin levantó la vista y luego de buscar entre las fotos que había tomado, las compartió a la gran pantalla del proyector dónde estaban viendo las pruebas que habían obtenido el día anterior.
— Está en busca de Dahír, según la vigilancia, Dahír es el alto líder será a quién JaeSang debe eliminar para acabar con la Kkangpae, D fue un líder menor, recibía las órdenes del jefe y se aseguraba de que todos le obedecieran, pero Yoongi... él sabía quién era, el verdadero y el único... Sabía que lo matarían, así que si eso llegaba a pasar, él y D tenían un plan
— ¿Por qué no le dijo a D quién era el líder y dejaban que la policía lo matara? Suena más sencillo que esta locura
— Hay algo más... —Todos miraron a Jungkook que había estado en silencio durante la última hora, parecía estar pensativo respecto a algo— Yoongi quería que hiciera este proceso, las pistas me las dejó a mí, yo soy la clave para comprenderlas, él quería que aprendiéramos algo en el proceso de la búsqueda del líder, creo que es la razón por la que no lo dijo directamente, el resultado de la búsqueda no es solo el nombre de la cabeza de la Kkangpae, quiere demostrar un punto de vista.
— Quizá, suena a que está protegiéndolo de alguna manera, distrayendo la atención de todo...
— ¿De qué hablas?
— Bueno, JaeSang está convencido de que si sigue las pistas llegará a Dahír, está tan obsesionado que ha dejado de rastrear a la mafia por completo, el juego de Yoongi ha mantenido a salvo a la Kkangpae...
Los cinco se quedaron en silencio, cuando pensaban que habían comprendido el plan de Yoongi, algo nuevo llegaba ¿Qué quería decirles? ¿Qué les quería advertir? ¿Qué debían aprender de todo eso?
— Por cierto, dentro de la caja estaba esto— Jin sacó el trozo del mapa, el cual lo unieron al otro descubierto por Jungkook y Taehyung.
Observaron la imagen, claramente era un plano de la ciudad, pero no había marcas o indicaciones de nada, era solo un trozo de la ciudad y nada más.
— Creo que es todo lo que sabremos por ahora, JaeSang no ha dejado demasiado a disposición.
— Me sorprende que no haya venido aún a reclamar, debe saber que nosotros nos metimos en su oficina, en la sala de archivos...
— Quizá está planeando algo, a mí tampoco me gusta su silencio... siento que esto no terminará bien
— ¿Se quedarán esta noche también?... no creo que debamos separarnos...
— Tengo que ir a por mi equipo a casa, estoy seguro que JaeSang no intervino el lugar, pero no está demás averiguarlo
Mientras continuaban hablando al respecto, Jungkook apoyó la cabeza contra el hombro de Tae, cuando hablaban del tema de Yoongi, solía quedarse en silencio. El rubio le sonrió.
— Hey ¿Quieres salir a hablar?
El pelinegro miró hacia arriba y asintió. Con cuidado el mayor se levantó de su silla y tiró del brazo de su amigo, caminaron hacia la salida tratando de no interrumpir a los demás y por fin se acomodaron en las sillas que había fuera.
El sol estaba comenzando a ocultarse y la luna lentamente se revelaba en el firmamento, las estrellas resaltaba cada vez más, el brillo embellecía el cielo nocturno y lo hacía parecer más vivo que nunca.
— He pensado en lo que dijiste
— ¿De qué hablas Jungkook?
— Sobre atravesar el duelo para tomar una decisión
— Oh... ¿Quieres hablar de eso?
El pelinegro miró a la luna, siempre le había parecido algo mágico y ancestral, pero había adquirido un significado diferente desde que Tae y Jimin le habían contado su secreto.
— ¿Recuerdas su historia?— Taehyung lo miró confundido, no sabía exactamente de qué estaba hablando hasta que siguió su vista al astro que cada segundo se volvía más visible—. El sol y la luna eran amantes, separados por la envidia de un dios... la luna no podía soportar estar lejos de él, y el sol lo sabía, le rogó al dios que le permitiera darle algo que le recordara a él para que no lo extrañara tanto y así se hicieron las estrellas.
— ¿Jungkook?
El chico lo miró con lágrimas en sus ojos parecía angustiado, pero decidido, como si de alguna forma todo lo que había pasado esos últimos días hubiera sido procesado para tomar una decisión.
— Nunca voy a olvidar a Yoongi... ha dejado demasiadas estrellas a mi alrededor— Taehyung bajó la mirada, sabía que contra el peliblanco no iba a poder ganar jamás, pero dolía que el chico se lo confirmara de esa forma, no iba a obligarlo claramente, era parte de su decisión y tenía que aceptarla.
Se levantó de su silla dispuesto a entrar, ya no podía aguantar estar allí, pero la mano del chico lo detuvo, se enredó en su camiseta y tiró de él haciéndolo caer encima, aprisionó sus caderas y su boca chocó con la ajena, ambos saborearon la sal de las lágrimas que caían libres por sus rostros, no podía engañar a alguien que ya no estaba y aunque aún sentía la culpa rompiendo su cuerpo, tenía rendirse ante la idea, le gustaba Taehyung, lo hacía sentir como si Yoongi nunca se hubiera muerto, le hacía sentir el calor del hogar que el pianista le había prometido tener.
Las manos de Taehyung intentaron alejarse de él, pero Jungkook seguía siendo más fuerte, no le iba a permitir alejarse.
Disfrutó sus suaves labios ahora sin alcohol de por medio, sabiendo que quizá no era la decisión correcta, pero era la que su corazón le pedía a gritos. Taehyung empujó su cabeza hacia atrás.
— No... Jungkook no hago más que confundirte, no estás listo para esto... yo no...
— ¿Cuándo lo estaré? Taehyung estamos en medio de una maldita guerra entre dos mafias, el hermano de Yoongi podría llegar en cualquier momento con un ejército de asesinos despiadados, JaeSang podría matarnos a todos de un solo golpe... yo no quiero irme de este mundo sin decirte que te quiero, no sé desde cuándo, no sé cómo, pero te quiero Taehyung... te quiero en mi vida, te quiero a mi lado
— Jungkook
— Me quisiste roto, me abrazaste y me amaste a pesar de que yo no lo hice, me cuidaste y me protegiste tantos años, sin importar si tenías que renunciar a todo... he estado luchando contra esto por tanto tiempo...
— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
— Jin... cuando lo vi llorar, cuando vi lo lastimado que aún está porque Namjoon se ha enamorado de otro, cuando vi la decisión en sus ojos, cuando lo vi comprender que nunca lo recuperaría... no quiero cometer ese error, no quiero verte superarme en los brazos de otro mientras sigo llorando por alguien que no volverá... tengo que aprender a dejarlo ir, tú aun estás aquí y...
Taehyung acercó sus labios y lo besó de regreso, ¿Por qué debía de ser el único adulto responsable allí? ¿Por qué debía resistirse a lo que estaba claro que debía ser? No sabía si estaba jodiendo el duelo de Jungkook, no sabía si estaba haciendo más mal que bien, pero ver llorar al chico de esa forma, desamparado de todo, perdido y pidiéndole que lo quisiera, no podía resistirse a ese Jungkook.
— Jungkook... no sé si esto esté bien... pero no me importa... no me importa si rompes mi corazón hasta hacerlo ceniza el día de mañana, no me importa si aún lo amas, se entiende que lo hagas, estas en todo tu derecho. No puedo pedirte que lo olvides, pero si estás seguro de esto, no opondré resistencia, me cansé de ser el adulto responsable, me cansé de intentar separarnos por tu bien, solo quiero ser un egoísta de mierda y guardarte para mí...
— Taehyung... las reminiscencias de Yoongi han quedado conmigo, pero tú eres mi nuevo sol, estoy seguro de eso
— Y ahora solo eres un fanfarrón
Jungkook sonrió mientras se recostaba contra el pecho del chico, le gustaba escuchar el latir acelerado que le generaba, siempre le había traído paz a su vida ese sonido.
— Antes de salir de la casa de la playa, antes del ataque de D... yo te dibujé en la pared, fue cuando comencé a entender que te quería, pero no podía soportar la idea... pensé que por quererte olvidaría a Yoongi, pero hoy... luego de lo que hemos estado viviendo, a la mierda todo eso
Levantó la vista para besarlo de nuevo, cada vez que lo hacía podía sentirse en paz, no sabía si era lo que su prometido habría querido, pero sin duda era lo que él quería en ese momento.
— Hey... ustedes dos ¿Se quedaran mucho tiempo más ahí? Tengo que ir a buscar un par de cosas a la casa, Jimin quiere pasar a buscar ropa y alguna que otra cosa, Jin ayudará ¿Vienen?
— No— Dijeron ambos al unísono, algo que ayudó a romper la pequeña burbuja que los había estado protegiendo los últimos minutos— Cuidaremos la casa hasta que lleguen
— Okey... emm, les dejaré el arma si la necesitan, pero tengan cuidado ¿Sí? Será mejor que entren
Taehyung se levantó primero, ofreciendo su mano, ayudó a Jungkook a hacer lo mismo, quizá era algo apresurado, quizá era algo que no debía suceder, pero mientras avanzaba camino a la casa, sus dedos entrelazaron a los del menor, su corazón saltó como si supiera que estaba en el lugar correcto, como si reconociera su hogar en él, si era o no su lugar en el mundo, si era lo que debía o no hacer, no le importaba, solo quería estar con él, sin importar si el día de mañana lo perdía, ahora estaba allí y era ridículo resistirse a lo obvio.
Perdón por la demora, la verdad que mantener este ritmo por tanto tiempo es difícil, pero necesario, siento que están por llegar los últimos capítulos, no planeé exactamente cuanto duraría la historia, pero las cosas se están alineando para que suceda, si inicié un arco con Jin, Jimin y Namjoon y seguramente haré algunos extras contando esa historia más adelante, pero la historia principal está por terminar.
Gracias por su apoyo como siempre, me ayudan mucho en mis momentos de bloqueo :3
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