La habitación medía casi como una cancha de fútbol dividida por secciones, pero desde la entrada se podía ver cada una de estas. La puerta de entrada daba paso a la sección de informática, miles de computadoras de alta potencia mostraban en sus monitores miles de cámaras por lo que parecía cada metro cuadrado del barrio.

Detrás de cada una había reproductores de VHS que parecían grabar cada parte de información que salía de las máquinas. En ese exacto momento una de las cintas salió del aparato, un brazo robótico la terminó de sacar y la acomodó en un cajón enorme ubicado en la parte trasera.

Más allá de esa locura informática había una jaula de vidrio, dentro de ella había una extraña jaula de metal con enormes bobinas eléctricas. La zona estaba acordonada para evitar tocarla sin querer. 

Detrás de la jaula, gruesos cables recorrían un trecho hasta perderse detrás de una puerta de metal cerrada a cal y canto. 

Siguiendo por la habitación, podía identificarse una cómoda sala de estar con sillones, e incluso dos camas matrimoniales de considerable tamaño.

—Tae ¿Por qué esa cama tiene esposas y cuerdas?

El rubio miró a Namjoon que sonrió intentando sacarse el tema de encima y seguir caminando, dejando al chico sin saber cómo explicarle los extraños gustos de algunos.

—Son para divertirte en la cama Jungkook

El chico seguía mirándolo confundido y no era su culpa, todos lo habían sobreprotegido demasiado, incluyendo Yoongi, porque que un hombre de treinta años sea tan inocente de no saber qué hacer con eso y una cama, lo demostraba.

— No importa Jungkook... mira hay una mesa de pool

— Estaremos a salvo aquí, pero no podemos quedarnos eternamente o sospecharán

— Tenemos que organizarnos

Los cuatro se sentaron frente a la mesa de pool, pero no para jugar, necesitaban saber más, era hora de poner todo sobre la mesa y hacer un "all in" de confianza.

— Durante un tiempo el oficial Park nos dijo que el caso de Yoongi había cerrado y el culpable era un borracho de la zona...

— Un simple chivo ¿Verdad?

— Jimin y yo insistimos por meses había poca transparencia y...— Taehyung miró a Jungkook, quién se había levantado y miraba de cerca la bola ocho sobre la mesa, parecía absorto y no sabía si podía decirlo, pero debía comentarle a Namjoon— yo había reconocido a Yoongi... tú sabes, no parecía un evento al azar.

— Park estaba ocultando algo peor, no me sorprende que incluso haya escondido pistas

— Al final por insistencia lo atrapamos en su error y nos dijo que nos había mentido porque el caso era parte de un grupo de casos pertenecientes a los Kkangpae, le creímos o al menos no queríamos creer que nos estaba mintiendo y todo fue relativamente normal hasta que...

— Hasta que fueron a la cabaña en la playa...

— ¿Cómo sabes eso?

Namjoon algo avergonzado y rascando su nuca para intentar quitarse esa sensación decidió que él también debía ser sincero.

— Conozco la casa en la playa, saben que seguí a Yoongi hasta allá cuando comenzó las negociaciones de la compra y... claro que puse alguna que otra cámara y micrófonos...

Taehyung lo tomó de la solapa de su perfecta camiseta y lo atrajo violentamente hasta que su cara estuvo casi pegada a la ajena, en voz baja pero completamente enojado y casi escupiendo en el proceso, le gritó en un tono bajo.

— ¿¡Me estás diciendo que veías a Jungkook sufrir todo el día y no fuiste capaz de avisarnos!?

— Hey, no me cargues tus culpas en mí, desde que Yoongi murió no he estado viendo demasiado la casa, en cualquier caso es tú culpa no haber visitado a tu amigo antes, además ¿Cómo pretendes que te avise? Hey vecino, soy el loco obsesivo del frente, resulta que tengo cámaras en la casa de tu amigo y no se ve que esté muy saludable... 

Taehyung soltó al chico, por más enojado que estuviera, Namjoon tenía razón, probablemente no habría entendido en ese momento si el rubio le decía eso.

— No me sorprende nada saber que JaeSang ocultó pruebas y si mis cálculos no me fallan su propósito es exterminar la Kkangpae porque...

— Porque quiere ser la única mafia de la ciudad ¿Verdad?

— Ya en mis tiempos se rumoreaba que existía una fuerza que se alzaría contra el monopolio, pero nadie creía eso, ¿Quién podría derrocarlos? 

— Si nadie puede ¿Por qué JaeSang quiere intentarlo?

— JaeSang siempre ha querido el poder, al convertirse en esta mierda que resultó ahora, comprendió que no era el más poderoso o el mejor, se deleita en ver sufrir a las personas y desde su perspectiva...

— No puede hacerlo hasta vencer a la Kkangpae —Susurró Jimin mientras los miraba absorto, era una locura, si JaeSang estaba detrás de todos los ataques sucedidos la última semana ¿Qué más podían esperar?—, pero... ¿Por qué atacarnos? ¿Por qué nos sigue? 

Namjoon miró a Jungkook, el chico estaba demasiado lejos para que lo escuchara si susurraba, por lo que se acercó más aun a Taehyung y Jimin y susurró.

— Al morir Yoongi, Jungkook es el único vivo que, en la mente de JaeSang, aún puede guiarlo al líder de la Kkangpae... y creo que las pistas que han estado siguiendo son la clave, la llave para resolver el misterio de quién es el líder de todo esto.

— ¿Por qué ahora?

— Creo que ha estado espiando a Jungkook todo este tiempo esperando alguna pista...

— Todo comenzó el día que Jungkook encontró la primera pista —Susurró Tae comenzando a atar los cabos sueltos.

— Exacto, en el momento que Jungkook retomó el camino de migas de pan, JaeSang comprendió que el legado de Yoongi aún estaba vivo, que podría dar con la Kkanpae aún

— Pero entonces... ¿Qué hay de las monedas en la escena?

— Oh vamos Jimin, años persiguiendo a la mafia más poderosa ¿No crees que JaeSang ha aprendido un truco o dos? Ha manipulado cientos de escenas del crimen, no es descabellado pensar que estas no fueron manipuladas por él...

— Pero... ¿Por qué Yoongi estaba metido en esto?

Namjoon exhaló el aire retenido en sus pulmones, y los tres se tiraron hacia atrás, descansando la cabeza sobre el filo del sillón, Taehyung había hecho la misma pregunta que todos tenían en mente, ¿Cuál había sido la razón por la que el pianista se había metido allí? 

— ¿Recuerdas lo que hablamos ayer respecto a la rosa y la serpiente? ¿Respecto a Herácles e Ifícles?

— Si— Dijeron al unísono el pelirrojo y el rubio.

— Imagínense esto conmigo, Yoongi dijo que estaba intentando salirse de eso en lo que se había metido, que ya no habría secretos, que ya no habría peligro. Sabemos también que buscaba proteger a Jungkook de todo esto advirtiéndole de la maldad de Ificles... Imaginemos ahora que para proteger a todos Yoongi se metió a la boca del lobo y...

— Se hizo parte de la Kkangpae... los dos hermanos en el mismo lugar... ¿Yoongi intentaba acabar con la mafia... con su hermano... desde dentro?

— Tiene sentido, quería salirse de eso, pero no podía quizá decidió que debía detener a su hermano.

— Pero JaeSang lo detuvo antes y no terminó su cometido

— Y ahora el oficial fue por la siguiente presa... el único capaz de encontrar al hermano de Yoongi...

— TaeTae

Los tres miraron asustados hacia dónde salía la voz de Jungkook, el chico miraba al rubio con unos ojos grandes y brillantes llenos de horror.

Los chicos se levantaron casi de inmediato y corrieron hacia Jungkook, el chico señalaba una de las computadoras que mostraba la parte de afuera de la casa.

— Park...

El oficial de policía estaba parado frente a la casa del ex policía, iba vestido con el uniforme, pero todos allí sabían que no iba por asuntos policiales.

— ¿Qué hacemos?

— Tranquilos, en teoría no sabe que sabemos... tengo una idea, ¿Vienes Jimin?

El chico siguió a Namjoon dejando solos a Tae y Jungkook, quienes nerviosos volvieron a sentarse con un nudo en la garganta.

El ex policía tomó al chico del cuello suavemente y lo guio a la habitación.

— ¿Confías en mí?

— No

Namjoon lo estampó contra la pared para mirarlo de cerca, el corazón de Jimin saltó violentamente completamente excitado.

— No tienes que hacer nada cariño, solo respetar el acuerdo

Jimin apartó la mirada y se dejó guiar por Nam, quién al entrar a la habitación le quitó la camiseta y apretó alrededor de su cuello una gargantilla con una correa de metal que se dividía en dos y en los extremos un pequeño broche que enganchó en los pezones del chico.

— ¿Qué planeas?

— Hacer que se vaya rápido, cuando salgamos intenta ser algo irrespetuoso

— Siempre lo soy

Namjoon tiró ligeramente de la cadena, produciendo un ardor placentero en Jimin. 

El ex policía tiró de él hasta llegar a la puerta y al abrirla bruscamente la cara del oficial Park fue todo un poema.

— Kim... Park

— ¿Qué quieres? Estas interrumpiendo lo que es una excelente tarde de sexo

— Yo... ¿Qué haces con él?

— No es asunto suyo señor Park

— Jimin, no trates de esa forma al oficial —Namjoon lo nalgueó como correctivo haciendo que el chico mordiera su labio inferior no podía negar que era muy placentero estar así—, pero el chico tiene razón no es asunto tuyo ¿Qué hacías en la puerta de mi casa?

— Recibí un reporte anónimo de que vieron alguien metiéndose en las casas de los demás en el barrio y me asusté por lo que pasó hace unas horas con el muchacho Jeon

Jimin apretó sus puños, no podía fingir por mucho tiempo que ese tipo le caía bien, como consecuencia Namjoon tiró hacia atrás la cadena, tirando sus pezones ligeramente.

— Aquí oficial no hay nadie más que nosotros... —Namjoon sonrió, sabía que Park no tenía forma de decir que los demás estaban dentro sin confirmar que tenía cámaras por allí. 

— Tengo una orden para revisar la casa— dijo el oficial mostrando un papel que debido a la distancia no podía distinguirse del todo.

— Me temo que a menos que esa orden venga con un grupo de policías para entrar a la fuerza, sabes que no podrás entrar...

— ¿Tienes algo que esconder?

— Es mi casa Park y tendrás que tirarla abajo para entrar...

— Namjoon tengo frio

El ex policía rodeó su cuello con su brazo apretándolo ligeramente para cortarle el aire.

— No se interrumpe a los adultos cuando estamos discutiendo Jimin... métete a la casa y espérame en cuatro— Namjoon lo soltó y lo empujó bruscamente hacia adentro—. Piérdete Park.

El ex policía ingresó a su hogar nalgueando a Jimin antes de cerrar la puerta por completo, lo que el pelirrojo aprovechó para quitarse el objeto de su cuello.

— ¿Qué necesidad la tuya de mostrarme así?

— No digas que no te gustó porque estás completamente duro, ya me ocuparé de eso cuando tus amigos se vayan

Namjoon comenzó a caminar hacia la entrada secreta, pero Jimin lo detuvo.

— ¿Cuándo se vayan? ¿No me dejarás irme a mí también?

Pero Namjoon se zafó del agarre y continuó caminando dejando a un muy caliente Jimin enojado y excitado.

El hombre saltó desde el primer piso cayendo y rodando sobre el césped verde de la casa. Se le había escapado había estado tan cerca del mocoso y el idiota se había escapado, al menos tenía lo que había ido a buscar.

Corrió, no sabía cuánto tiempo tenía antes de que su jefe le reclamara lo robado, pero no podía permitir que supiera que él lo tenía, pasara lo que pasara debía ser fuerte, debía esconderlo, la única pista que lo guiaría a su destino, la llave que abriría la puerta a todo.

Tal y como se le había enseñado, y luego de alejarse lo suficiente, tomó el botín y lo enterró, no demasiado lejos pero un sitio que reconocería cuando pudiera ir a buscarlo de nuevo.

Miró al cielo mientras ocultaba su rostro bajo la capucha de su capa, el día claro se había convertido en una gran tormenta grisácea, ya no podía ver nada. El chico sonrió, la oscuridad era su manto, el silencio su arma había sido entrenado para eso y nada más, ellos no importaban, él ya no importaba.

El muchacho se detuvo escondiéndose detrás del gran muro que lo protegía de las luces de la calle la capa negra tapaba su rostro, no era más que un rumor corriendo por las calles detrás de un objetivo fantasma.

Un ruido detrás de él lo alertó, lo ignoró sin saber que sería su mayor error.

— ¿Crees que es sencillo tener esta vida muchacho?

El hombre se dio la vuelta horrorizado al ver a su jefe, cerró los ojos pero el golpe llegó igualmente.

— Se... señor Park yo...

— Escucha mocoso mimado, no tengo tiempo para tus excusas, quiero una respuesta y la quiero ya

— Señor Park es imposible, ya no sé que...

JaeSang golpeó al chico, quién tembloroso intentó esquivarlo, pero las rápidas manos del oficial lo tomaron del cuello y lo estrellaron contra la pared de atrás.

— ¿En serio crees que puedes conmigo? En el momento que algo me pase, tu hermanita pagará las consecuencias, mis perros la destrozarán rápido... si tiene suerte.

El chico gruñó de ira, pero dejó de resistirse mirando hacia abajo, aflojando su cuerpo y simplemente entregándose sumiso, ¿Qué posibilidades tenía ante él? El oficial manejaba su vida ahora, si no fingía ser sumiso perdería a la única mujer que había amado.

Park acercó sus labios al cuello expuesto, saboreando el sudor de su cuello mientras acariciaba su cuerpo.

— Sabes a qué vine en realidad... date la vuelta

El chico mordió su lengua si no lo hacía, mataría a JaeSang allí mismo. Colocó ambas manos contra la pared y cerró los ojos mientras el oficial le quitaba la capa negra de un solo movimiento. 

— Y pensar que hace un año eras el puto fuck boy que se cogía a todos... Que bajo has caído

El chico aún con los ojos cerrados, intentó pensar en otra cosa, ignoró la lengua que humedecía su nuca, o las manos gruesas que bajaban por su espalda hasta la cinturilla de sus pantalones, no podía darse por vencido, lo hacía por ella y por su hermano, debía ser fuerte porque en cuanto Park supiera que simplemente lo estaba retrasando, el hijo de puta mataría a Yuna.

Las manos de JaeSang tiraron de los pantalones del chico y sin ninguna preparación, bajó los suyos y lo penetró, el dolor lo partió en medi y las lágrimas no tardaron en caer.

— De la cima al puto infierno, eres una mierda sin valor, podría matarte y cogerme a tu hermana y a nadie le importaría tu muerte... por el bien de ella y por el tuyo, espero no cansarme de romperte el culo.

El chico seguía llorando, no sabía cuanta humillación podría aguantar, si su hermano planeaba algo esperaba estar comprándole el tiempo necesario, porque no podía hacer nada hasta saber que había rescatado a Yuna.

La violación continuó y su cerebro traicionero trajo de su memoria lo único que había intentado olvidar, durante breves segundos y mientras sufría un dolor horrible, las manos del único hombre que había amado acariciaron su piel, el recuerdo de sus dulces besos recorrieron su cuerpo y todo volvió a ser placer. 

Las lágrimas ahora caían por él, su corazón tembló ligeramente solo por él, si alguna vez su tormento terminaba volvería a buscarlo, le explicaría porque se había ido ese día corriendo, le contaría toda la verdad y esperaría que por alguna estúpida razón sin sentido, ese dulce niño lo perdonara por todo lo que le había hecho en cada uno de sus encuentros.