Irene: 

Pero ¿Qué se ha creído él? 

Que en los peores casos buscaría la mejor forma para supuestamente "consolarme"

Y yo más tonta que permito que toque mis mejillas ,y que, acaricie mi pelo.

Oséa acaba de ver un robo ¿Y actúa como si nada ?

Vi cómo cubrió su rostro con su mano izquierda, poco a poco se fue descubriendo y...

Le dejé la marca de mi mano en toda su mejilla.

Con mucha molestia me dio un empujón y me golpeé el trasero, ya que caí sentada.

—¿Qué es lo que te pasa loca?—se masajea despacio—. De veras que no entiendo...

—¡Que no entiendes! ¡No tienes autorización de tocarme de esa forma! ¡Pervertido!

Me pongo de pie, lista para irme de este sitio, dejándole al patán ahí solo. Con lo que no conté es que me daría un jalón donde volvería a caerme, pero esta vez encima de sus piernas.

—No me llames pervertido, Irene...

Me quedé en silencio, mi lengua no se movió para gesticular, así sea, respuestas cortas.

Inhalé y exhalé unas 4 veces bien despacio.

—Lo siento, no sabía cómo calmar tu miedo.

Los recuerdos comienzan a instalarse de nuevo y me duele recordar en este momento:

Flashback

░9░ ░a░ñ░o░s░ ░a░t░r░á░s░

Me había encerrado en mi cuarto para evitar escuchar los gritos de afuera.

Mamá estaba discutiendo fuertemente con mi abuela, ellas se enojaron por unas deudas y un trabajo que no quiso aceptar.

«¡Madre! «No me golpees más».

Esa simple frase fue, lo que provocó que estando asustada lloré en silencio.

A la mañana siguiente fue peor, desperté y la única que desayunó conmigo fue mi mami. 

La abuela salió desde temprano y había dejado una nota diciendo que regresaba en la noche.

Cogí valor y le pregunté por qué pelearon.

—Lo que pasa es que en mi trabajo tuve un problema y renuncié.

—¿Por eso la abuela te golpeó? o ¿Fue por algo más?

No me respondió esa pregunta, prefirió servirme un poco más de leche e ir a la cocina a lavar todos los trastes.

Me dolió que me haya ocultado.

Ahora que los años habían pasado, seguían manteniendo las discusiones pero sin golpes.

 Y yo, pobre de mi alma, me convertí en muchos casos en la mediadora en cada enfrentamiento.

Y en casos ya me sentía aburrida, me levantaba de la mesa, dejaba arreglando y me iba para mi habitación.

Ya me estaba acomodando para dormir y siempre entraba mi mamá.

—De verdad no entiendo por qué tu abuela se pone tan agresiva y grosera conmigo, muchas veces ya me reciente

No niego que nadie sea santo, todos cometen errores.

 Y de verás que si llegamos a herir

 Como en esta ocasión que mi mamá hirió a mi abuela.

—Y es un círculo vicioso lo que pasa en esta casa— entrelazo mis manos luego estas se posicionan detrás de mi cabeza—Mami, tú le pides disculpas, ella no le acepta y otras veces nos enojamos y a ella le fastidia.

Luego de contarle mi "anécdota familiar", él solo me escuchó y no dijo ningún comentario. 

En el fondo, le agradecía porque ya tuve la mala experiencia de contarlo a una persona que más me causó problemas.

—Leonardo, disculpa por mi actitud pero necesito irme a mi casa, por favor.

—Espera que llegue mi papá y nos vamos juntos.

Solo por ese lado acepté. El señor Jorge llegó y, al ver nuestras caras, sabía que nos peleamos; sin embargo, prefirió no preguntar y manejó en silencio.

Me despedí rápido y entré a mi casa.

Estando ya en mi "cuevita de miel" tomo un suspiro profundo y a la vez un grito por el susto que me da Karen.

—¡Hola, angelito!

Con la mano apretando mi pecho, logró decirle «¿por qué entraste a mi casa?».

—Es que pasaba por aquí y me encontré con tu abuela, por cierto, es una señora muy amable.—toma un sorbo de agua— Ella me dijo que habías salido, entonces yo decidí esperarte.

—Ok, ya estoy aquí... así que, ¿Qué necesitas?

Y la cara que puso a continuación me dio a entender que lo que buscaba era saber cómo le fue a su amigo en "su primer día estando a mi cargo".

Ni que le fuera a comer a semejante niñito.

—Solo diré que no es tan obediente como pensé.

Y que mentalmente agradezca que no cuento que le molestaba mi presencia y mi ayuda.

— No me creerás, pero antes del accidente Leo no se comportaba de esta forma... ¿Me dejas hablarte un poco de él?

Esa pregunta que me hizo al final me agarró muy desprevenida, podría decirle que no y que cambiemos de tema.

Pero en el fondo sí quiero entenderlo, ayudarlo y que sus heridas puedan sanar.