Capítulo 5
Tres horas más tarde
Leonardo:
La misa estuvo muy bonita, muchas flores blancas estaban esparcidas por el lugar, y para mi lo tierno fue ver que esas flores la despiden por última vez de la vida terrenal.
«Siento mucho tu dolor, sobrino, que Dios la guarde en su gloria».
Qué palabras tan vacías... No creo que me entiendan, solo lo dicen por compromiso.
La pequeña Lili de vez en cuando me regalaba una sonrisa.
Pero lo que llamó mi atención fue ver a mis amigos conversar con una chica de cabello rubio, lástima que no podía verla bien.
En un momento pensé que era la angelito.
Esta vez mamá no tocó mi puerta, la sorpresa que me llevé fue ver a mi mejor amiga.
Arrimada en el marco de la puerta con sus ojitos, me miró de una forma tan dulce... —¿Puedo hacerte compañía o es muy tarde?
—No sabes cuánto quería hablar contigo.
—Por cierto, Claudia y Hernán están bien... me pidieron que te entregara una carta que te llegó a escribir Verónica.
Por nervios apreté mis manos, ella se acercó y me dio una ligera palmada en el hombro.
Lo único que le logré decirle fue—Yo no quiero saber lo que escribió.
No tenía ganas de leer, si ni siquiera estoy bien, no sé si la gente cree que estoy mintiendo o creen que me victimizó, porque temprano recibí muchas miradas al ver mi nueva condición y a esta tonta silla de ruedas.
Debido a mi falta de interés, Karen decidió leerla por mí, ella sabe que prefiero estar callado en estos momentos.
De: Verónica
Para: Leo
En otros casos hubiera buscado la forma de hablar normal y tranquilamente
Porque tú siempre me diste tu confianza.
Una de estas noches le escuché a mi madre llorar, salí a ver que pasaba, pero me sorprendió oír que pronto la operarían.
Mi hermana y yo queremos que todo salga bien.
Por favor oren mucho por ella.
Ahora si a lo que vengo a decirte.
Sé que me odiarás y dudo que me justifiques el daño que te ocasioné.
Hablo de daño porque sí, jugué contigo Leonardo.
¡Cómo puedo sonar tan tranquila si metí las de andar!.
Estoy esperando un bebé de Iván.
Te extraña que hable de esa manera, pero sí.
Es mejor que te enteres por mí antes que un tercero se meta a hablar lo que no le compete.
Cuando comenzó nuestra relación de verdad que fui feliz, me alegraste en mis momentos oscuros.
Pero por más abrazos, tiernos besos, palabras dulces que me decías...
Yo en el fondo ya estaba aburrida de ti, por eso evitaba verte.
Y prefería verme a escondidas con Iván.
Con él sentí cosas que contigo no llegaría a pasar, si lo describiera en 3 palabras sería: locura, libertad y diversión.
Cada salida él no tenía que pedir permiso, simplemente lo hacía, es más, ni siquiera se complicaba.
Ambos queremos vivir al límite, porque tenemos 1 sola vida y algún rato se acaba.
Perdón por fingir estos meses mi cariño hacia ti.
Debemos terminar, tranquilo, ya no tendrás que lidiar con mis problemas familiares, ya que... si ellos nunca me amaron yo porque debo demostrar lo contrario
Sé lo bueno que eres y por eso sé que mereces a alguien mejor
Adiós Leo
Verónica.
Mi mejor amiga se comenzó a enojarse por las vueltas y el drama que dio al principio para que al final hablara así.—Yo no sé cómo la aguantaste... si en este simple papel le falto llorar !la muy desvalida! y con qué cinismo confesó la niñita puritana ¡me choca!.— ¡Boto la carta al piso!, y repetidas veces la pisoteo — No puedo creer que en esa cara de niña que no rompe ni un solo plato haya existido ¡Tanta maldad!
No tuve ninguna respuesta al hablar, miraba a un punto fijo mientras que descargaba Karen su coraje
Pero mi corazón se quebró con tal decepción.
El timbre sonó ahorrándome el mal rato. Mi amiga salió, a lo lejos escuché la vocecita de Lili.
Estando ella ahí, corrió a abrazarme, a lo que le correspondí.
—Karen, ¿me dejas hablar a solas con la muñeca, por favor?
Ya en privado, la niña sacó de una bolsita la grabadora verde que le regalé.
—Voy a grabar todo lo que te diré, Leito para que nunca lo olvides.
Se acerca para tomar mi mano y plantarse de forma suave un beso, aproveche le hice muchas cosquillas en su cabeza, eso le provocó risas.
Ella no tiene la culpa de haber tenido esa clase de familia.
Quería siempre que confiara en mí —Lili, tú sabes que eres mi amiga y nadie cambiará eso, te prometo que siempre estaré para ti.
Pone Play y comienza a grabar.
—Yo sé que siempre seremos mejores amigos, por eso quiero que cuando no nos volvamos a ver te acuerdes de todas nuestras pijamadas y de las risas que te saqué.
Sonó a despedida todo lo que me decía.
—En la carta que ya has de ver leído, mi hermana te decía que a mi mami le iban a operar.
Asiento levemente a su afirmación, solo espero que lo que vaya a decir a continuación no sea tan grave como me lo estoy imaginando.
Solo falta que digan que la Sra. Claudia tiene una enfermedad terminal.
—Mi mami tiene un tumor y por eso ha tenido desmayos y le han salido manchas en la piel.
Si me dio miedo escuchar de su boca esa noticia, mis ojos se cristalizaron y se me hizo un fuerte nudo en la garganta.
Sus ojitos plomos se enrojecieron por culpa de la tristeza que envolvía toda la situación. —La vida es injusta conmigo porque me quitaron a mi papá, luego, mi hermana murió y ahora mi mamá...
Acaricie su rostro, quería demostrarle que la operación saldría bien y se volverían a ver.
—Lili, te prometo que serás feliz.
Tengo que darle una falsa esperanza de que todo será feliz y darle la seguridad de que se cumplirá.
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