Irene:

Después de lo que le dije, mis ojos seguían cada uno de los movimientos de Verónica.

Confieso que comencé a preocuparme por lo que Verónica vaya a hacer.

Si tan solo alguien entrara a mi cuarto.

—Tienes razón, debería dedicarme a preparar a mi hermana en el duelo que ella está viviendo, debería enmendar los daños que cause.

Tomo un suspiro luego de decir aquello, dejándome con más interrogantes en mi cabeza.

—¿Tu madre murió?

Espero que no sea cierto ya que me daría pena su hermana pequeña.

—Aproximadamente hace 1 hora.

Tragedia tras tragedia es que Dios les está castigando o qué es lo que pasa.

—Lili es cómo se llama tu hermana, ¿verdad?

Vi cómo de sus ojos brotaban lágrimas y se las secaba con la mano izquierda.

—Lili Aurora Parra, mi hermana es la personita más inteligente que he conocido en este mundo.

Asentí despacio, imaginando cómo sería conversar con ella. Lo que a mí siempre me ha gustado es escuchar y ver jugar a las personas que tienen más hermanos.

Un anhelo que llevamos guardando para siempre, los que somos hijos únicos.

—¿La Sra. Claudia a qué se dedicaba?

—Mi mamá era chef ejecutiva en el hotel Hilton Colón, por todo lo del accidente sé que ella no fue varios días y hoy en la mañana pasó su dolor al punto de desmayarse y..

—Ya no resistir— respondí a su oración.

Según lo que me ha contado Emilio, su madre estaba pasando por un cáncer de piel un tanto fuerte, sumando todos los problemas, era lógico que su estado empeoraría cada día.

Del ramo de flores sacó una rosa blanca y la dejó en mi escritorio.

—¿Por qué dejas la flor ahí?

—Veo que te encanta ser curiosa, Irene— la manta que estaba en mi silla la toma y la coloca al pie de mi cama—. Preguntas por mi familia... creo que es mejor que descanses.

—No puedes irte aún, porque si lo haces, te juro que no he de querer tu presencia de nuevo.

Se frena en seco y lo último que me dice me deja sin palabra alguna.

—Va a haber una persona que intentara acercarse a ti y comenzará a acosarte, Leo y sus amigos te defenderán hasta el punto de correr todos un peligro horroroso.

—Pero... ¿cómo podré saber quién es esta persona, por favor? Sé clara.

Bufó, luego de que hablé.

¿Se está cobrando por mi actitud?

—Si hace una hora estabas diciendo que solo molesto, ahora me hablas con "por favor"

Comenzó a desvanecerse poco a poco y mis ojos se cerraron, cayendo yo en un profundo sueño.