Leonardo:

No pensé que cuando nos conocimos Vero y yo le provocaríamos tanto dolor y celos a Karen.

Con razón, el resto de ese día se inmutó a decir algo más.

Ahora me arrepentía de haberle dejado cuando siempre me demostró todo lo bueno.

Lo segundo que me llamó la atención fue la expresión facial de Emilio.

—¿Pasa algo?

Emilio me regresó a ver; la tristeza de sus ojos me hacía sentir culpable, mi mejor amigo me importa.

—Lo siento, pero no sé cómo sentirme al respecto, dejando muy de lado todo.

Se supone que nunca nos hemos ocultado las cosas, siempre hemos sido claros y... me lo ocultaron.

Mi mejor amiga quiso tomarlo de la mano pero el rechazo provocó que interviniera.

—Si lo que te da miedo es que suceda algo entre nosotros, tenlo por seguro que no pasará.

Eso lo dejamos claro hace 2 años, nos dimos cuenta de que como pareja no compartimos lo mismo.

Pero como amigos nos sentimos más relajados.

Gracias a lo que rompimos, nuestra amistad se transformó de una forma tan preciosa.

La última que faltaba en dar su opinión era Irene, debía estar súper enojada, pero, no sé por qué en el fondo quería escucharla.

—Si me lo preguntaran a mí, yo no estaría de acuerdo con que mi novio sea mejor amigo de alguna exnovia.

—Concuerdo contigo, Irene, porque bien te pueden estar diciendo que no sienten nada cuando en el fondo no los han soltado del todo.

Es que ellos no entienden el punto de todo esto, hay circunstancias en las que tendrás que estar cerca de esa persona... y hacerte el desentendido demuestra que en el fondo no te importa tu corazón, mucho menos tus valores.

—Para ustedes el amor es pensar en el yo y no ponerse en el lugar de la otra persona.

Las caras de mis tres amigos se tornaron confusas con lo que acabo de decir.

Tenía que hacerles la pregunta que siempre me da miedo.

—¿Para ustedes qué significa el amor?

Dependiendo de las respuestas que me den, podría interpretar cómo es la personalidad de cada uno.

Espero no llevarme ninguna decepción.

¿Cuál de los tres va a tener los pantalones para contestar?

Karen no sabía si responder o quedarse callada, en cambio, Irene estaba formulándolo en su cabeza.

Así que el siguiente en la lista es Emilio.

Y sin darnos tiempo a responder, dio media vuelta y comenzó a caminar a pasos agigantados.

Intente detenerlo, pero se me hizo imposible.

Irene, quien igual había cogido sus cosas para marcharse, nos lanzó un comentario que más nos provocó desánimo.

—Quieren que les diga una cosa, jamás le hagan sentir a alguien que un día lo es todo y al otro nada.

Auch

Sin que lo haya hecho volví a sentir una bofetada, pero con la diferencia de que esta fue directo a mi corazón.