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Estaré actualizando otras cosas que no es tan en mis historias, curiosidades de las ships y avances, etc.
Hace más de seis años, había logrado debutar. Ya no era el maknae novato, ahora era Lee Taemin, el maknae que estaba entre los mejores bailarines de Corea. El chico que se encontraba entre los cuatro mejores artistas pagados de la agencia a la que pertenecía. Era Baby, Mushroom, Sataemin. Tenía inmensa cantidad de fans alrededor del mundo.
Y era extremadamente inmaduro. Creía que me merecía todo eso y más. Nada más errado que eso. Los arrepentimientos vendrían después.
Un rumor comenzó a extenderse.
–Idol A tiene relaciones sexuales con idol B en público. Esto es un acto que se considera penalizado por la ley, pero lo que más impacta al mundo es que ambos pertenecen al mismo grupo y para colmo, son hombres las dos partes. Se dice que la parte A es un omega, que está en estado y que pretende casarse con la parte B que es beta. Por último, se especula que pertenecen a un grupo de los más famosos y talentosos de Corea.
Y con eso compensaron las habladurías. Por supuesto, como toda historia de radio con partes A y B, en Corea, la gente empieza a enredar más y más el hilo y hasta le cambian el color. De rojo a negro.
No tardaron mucho en encontrar a quienes les pertenecía esa historia que no estaba bien del todo. Pronto se filtraron pruebas de mi relación con un hyung al que admiraba como ninguno. Con el que sentí un enorme orgullo y emoción de que llegase a hacerme caso.
Moon-gyu era el tipo de chico que te hacía quererlo nada más que de escuchar su voz. Era melodiosa y atractiva. Igual que él. Sí, su género era beta como el de Key, del que todos pensaban como un lindo omega. Mi hyung era mi mundo, era la primera persona que podía llegar cuando daba un grito de auxilio. Siempre se acordaba de mis fechas importantes y el único que veía mis conciertos en solitario por televisión ya que la mayoría de las veces no podía asistir por sus compromisos laborales.
Por eso, cuando el rumor se extendió y nos descubrieron, no teniendo sexo en público sino dándonos la mano en un club nocturno, le llamé. Y mis palabras fueron lo único que odié por muchos años. Fue mi abandono lo que lo llevó a morir de tristeza. Aquella llamada, la última que tuvimos, es lo que me desgarrara el alma hasta que alguien decida terminar con mi miserable vida. Hasta entonces, seguiré vivo para soportar el peso de mis acciones.
–Hyung, lo siento. De verdad, no quería que nadie lo supiera. No fue mi culpa, hyung. Ese tipo, ese periodista Song presionó al dueño del club y tomó las cintas de grabación.
–Mi lindo Taemin, escucha a tu hyung. Podemos salir de esto. Nadie nos hará si no queremos, solo tenemos que decir... –Le interrumpí entre sollozos e hipos incontrolables.
–Hyung. –Aunque él no podía ver mi cabeza, la moví en negación entre lágrimas. –Quiero seguir siendo un idol, no luchamos tan duro para que nuestro sueño acabe tan pronto. Aún tengo 24 años, soy muy joven para abandonar mi carrera.
–Todo está bien Taemin. –Dijo, y sentí la ternura en su voz. Es que nunca me trataba mal, sin importar qué tan egoísta me portara. –Hagamos esto. No importa lo que suceda, niégalo con todas tus fuerzas, no digas la verdad a nadie. Solo así podrás seguir con tu vida sin problemas.
–Pero, ¿y hyung?
–Yo solucionaré todo para que seas feliz. Nada más no olvides que te quiero con el alma.
–Yo también te quiero hyung. Muchísimo.
Y luego pasaron cuatro duros meses en que bajó la cantidad de trabajos públicos que tuve porque los escándalos no paraban. Hasta que, me suspendieron indefinidamente, enviándome la agencia y mi manager a casa, viendo la decepción y el desprecio en sus ojos. En sus gestos hacia mí. Entonces me paseaba en casa como perro prisionero por dos meses cuando todo se desmoronó. Sabía que el que mis mensajes para Moon-gyu fueran siempre a la contestadora y no fueran respondidos, eran una señal. Una pésima señal.
Deseé equivocarme. No pensé que serían tan grave sus acciones.
Ese día, como todos los otros, pedí comida a domicilio ya que mis artes culinarias eran escasas. El repartidor me dejó la bolsa y pagué antes de que se retirase. El chico era el mismo de cada vez, aun con un casco en la cabeza, su aroma a tierra mojada lo delataba. Él lanzaba coqueteos hacia mí, pero yo no lo quería a él sino a Moon-gyu, a pesar de mi forma egoísta de actuar. Así que le restaba importancia y le ignoraba. Ese día no fue diferente.
Salí con mi mascarilla negra como cada vez, tomé la bolsa y cuando iba a pagarle para cerrar la puerta, la noticia en la televisión anunció la muerte del idol que tanto quise. Mi hyung se había ido, me había dejado para lidiar con el mundo en solitario.
Sin poder dar un paso más, el sudor y los temblores me llevaron a desmayarme. Me desplomé en brazos del repartidor y desperté con un suero en la sala de emergencias del hospital.
A partir de ahí, solo recuerdo mis partes gamma y humana llorar como nunca, alterarse y prácticamente convulsionar, desmayarse y despertar para repetir el proceso por varias veces.
Nunca tuve el valor de ir a su tumba a darle el adiós. ¿Con qué cara lo haría? Había sido mi culpa su muerte. Tampoco dije mentiras, no pude seguir con la culpa dentro de mí. Necesitaba ser odiado, que alguien me echara en cara mis defectos. Qué mejor que los fans para eso. Por ello, cuando el periodista me hizo las preguntas, mis respuestas fueron con la verdad.
Mi mundo se acabó tal y como lo conocía en un año. Mis contratos de publicidad, conciertos, producción de álbumes y singles, más mi contrato de maknae en la agencia. Todos y cada uno de ellos fueron cerrado. La gente comenzó a repudiarme en cada esquina en que me veían.
Lo más doloroso fue que su familia intentó darme apoyo, me dijeron que no había sido mi culpa. Dejé de verlos también. No podía verles a los ojos, aunque ellos no me odiaran, yo lo hacía por todos ellos.
Me refugié en una zona de mi ciudad natal, lejos de mi propia familia y a la vez cerca. No dejé de mandarles dinero, pero no les vi a la cara otra vez. Temí que ellos también me dieran la espalda como el resto de mis conocidos, asi que me dediqué a apoyarlos desde las sombras. Le di dinero a mi hermano para montar su propia marca de ropa y pagué las facturas medicas de mis padres.
Pero quedé solo en mi apartamento. Hasta que mi actual secretaria me ayudó a volver a ser persona. La señorita Park me consiguió trabajos como guionista y director de videos musicales para profesionales.
Todo bien hasta que ocurrían eventos que me dejaban de dos posibles maneras, revolcándome en el dolor y las lágrimas mientras me desahogo con una botella en casa o la segunda, desmayado porque mi cuerpo no puede soportar las emociones fuertes.
Como sucedió cuando apareció Minho. Maldito seas Choi.
Pregunta ociosa
¿Cómo se imaginan a un delta?
Si alguien lo lee deje una estrellita y/o un comentario porfavorcito.
XOXO Shawols
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