Volví a despertar. Esta vez, por suerte, no fue en un hospital. Detesto esos lugares con mi alma. Reconocí este lugar, en parte. Era una habitación de hotel, específicamente, en el que me quedo, pero no era mi habitación. Esta tenía los mismos colores grises claros en los muebles, sábanas y cortinas, y blanco en las paredes que no tienen diseños. Incluso la lámpara en el techo iluminaba igual, sin embargo, el lugar no era vacío como el mío. Aquí había toques de verde por las flores en los jarrones y las paredes a mi alrededor estaban llenas de cuadros coloridos.

Aunque parecían pintados por un niño o eran realmente abstractos.

Me centré en algo más que eso. Mi vista estaba nublada y mi garganta seca, pero mi nariz me permitió sentir de nuevo ese agrio aroma. La arrugué. No era un olor normal, mi mente lo describió como asquerosamente fuerte y ácido. Lo más raro era que lo sentí como conocido... ¡Choi Minho!

Me levanté de golpe. El mareo, el dolor de cabeza y aquel aroma aturdiendo mis fosas, no ayudaron a sentirme mejor. Una mano en mi espalda me ayudó a estabilizar mi cuerpo. Me ericé por completo. Achiqué mi vista empañada y lo reconocí. -Minho.

Susurré recibiendo esa jodida amable sonrisa que siempre tenía pegada en sus labios. -Me alegra saber que me reconoces, baby Tae.

-No me llames así, mi nombre es Lee Taemin. -Refunfuñé. Él rió a carcajada sonora. Incluso eso recordaba de él. Tenía una risa contagiosa para mí. Lástima que mi humor estaba decidido a despreciarlo y continuar odiándolo sin razón racional.

-Está bien, Tae. No tienes que ser arisco conmigo, somos viejos amigos.

-Nunca fuimos cercanos, Choi Minho. Usted solo fue un compañero impuesto por mi antigua empresa, esos días acabaron así que es mejor si volvemos a ser desconocidos. -Rápidamente me arrepentí de mis palabras. Maldita personalidad gamma-tsundere. Al ver esos ojos apagar el brillo en ellos y decaer su sonrisa, me di cuenta de lo que había dicho. Él alfa, no, el delta oculto en él solo quería conectar con conmigo porque se sentía en confianza. Pero mi lado desconfiado y dolido no quería volver a pasar por el proceso de tener que dejar a todos vivir felices mientras me obligo a alejarme para no causar problemas.

-Tienes razón, Taemin. No debí sobrepasarme, actuaré mejor en el futuro ya que tenemos un contrato profesional. Nadie sabrá que nos conocemos, nadie tiene que saber la verdad. -Y mi corazón se congeló. No importa lo que suceda, no digas la verdad a nadie. Las mismas palabras que dijo hyung. ¿Por qué tenía que perseguirme el pasado? Es una maldición seguir así por más tiempo.

Caí en cuenta, extrañé de inmediato los apodos que me daba Minho. Jodida parte sumisa.

-Espera, Minho. -Dije desconcertado, agarrándole una muñeca. No quise decir eso, solo... -Respiré hondo intentando calmar mi palpito.

-Está bien, Lee. Te dije que entiendo. Es mi culpa por presionarte que mi presencia te hace daño. -Respondió tomando mi mano para que lo soltase. No lo dejé, me aferré con fuerza mas no lo miré a los ojos. Tenía miedo que me hiciera vulnerable.

Los alfas tienen esa ventaja con omegas frágiles, no quería imaginar lo que podría hacer un delta que es más fuerte que un dominante común contra una persona del género más bajo como yo.

-Didididi..scul...pa. -Dije lentamente. No estaba incluso acostumbrado a disculparme con nadie más que con noona en años. Es difícil todo.

-...Solo tenme paciencia. Es un poco duro tratar con todo ahora. Me volví alguien más ermitaño de lo que me gustaría. -Y ahí estaba, su sonrisa había vuelto, una más comprensiva y tierna. Extrañaba ese sentimiento familiar que me provocaban mis antiguos compañeros. Aunque no diría en alta voz que la presencia de Minho siempre fue más envolvente que las otras. Tal vez solo fuese porque era el mejor amigo de hyung y compartía mucho con él cuando hyung tenía trabajos en el extranjero.

Tomó con más delicadeza mi mano colocándola sobre mi regazo.

-Te traeré agua. -Volví a recostarme en la cama. Abrió la puerta para salir, dejando entrar a una preocupada secretaria Park. Se sentó al borde de la cama y tomó mis manos en un acto dramático.

La apreté un poco riendo. -Mírate, nada más te falta llorar y me mostrarás por fin por qué fuiste la mejor actriz de tu tiempo.

Ella golpeó mi hombro. -Eres un tonto, Lee. ¿Sabes lo asustada que me tenías? Estos desmayos no te habían dado en años y ahora porque sí, vienes y te caes nada más y nada menos que en los brazos de un alfa millonario. Por suerte hicimos que los reporteros se fueran si las fotos.

-No caí de la nada, noona. ¿Recuerdas a Minho? -Asintió confusa. -Fue mi compañero de grupo hace cinco años.

-Sí, lo sé, cariño. Lo reconocí de inmediato. -Dijo tiernamente acariciando mi frente. -Pero ambos sabíamos que era cuestión de tiempo antes de que el destino pusiera ante ti a tu pasado. Los logramos evitar por mucho tiempo, al parecer se nos acabó la suerte.

-Por cierto, noona. ¿Dónde estamos? Esta no es mi habitación. -Pregunté con la mirada revoloteando alrededor. Me gustaba esta habitación, aunque no estaba seguro de poder cuidar de plantas. Bastante hacía con mantenerme vivo. La sentí tensarse.

-Aquí es donde se queda Choi... con su pequeño. Él está fuera con Suzy, es súper bonita en persona, solo un poco omega histérica.

Oh, no sabía que ella tuviese un hijo ni estuviese casada. Tenía pensado que era la prometida de mi hermano. Apreté la mandibula confundido. No sabía qué me tenía así, pero no me gustaba ese sentimiento agresivo que brotaba en mi pecho. Me molestaba. -Pensé que ella se iba a casar con mi hermano.

-¿Quién dijo lo contrario? Espera, ¿piensas que está jugando a dos bandos? No, Taemin. Ella es media hermana de Minho, es la tía de Byung-chan, el niño en la sala. -Su risa alta no se hizo esperar. Detestaba que alguien a parte de mi madre me conociera tan bien.

-...Quita ese puchero, Taemin y dime, ¿lo que te molesta es que pueda engañar a tu hermano o que esté con Minho?

-Pero ¿qué dices? ¿Por qué me preocuparía por un hombre casado? Es obvio que me preocupa mi hermano.

-¿Casado? ¿Quién? -Dijo dudosa. Sacudió la cabeza y siguió burlándose de mi vergüenza.

-...Como sea, yo digo que la reaparición de Minho te está afectando bastante rápido. Si no supiera tu historia, pensaría que en verdad tu apuesta estaba en él.

No era así. Jamás vi a Minho con otros ojos. Sería incapaz de permitírmelo, no después de haber comenzado con hyung. -Yo quise a mi hyung con el alma. Nunca digas lo contrario, a él le debo muchas cosas, incluso si pasa otra década, no seré capaz de pagarle el haberle perjudicado.

-Vale, si tú lo dices. Solo creo que hay una notable diferencia en cuando hablas de tu hyung, siempre dices que lo 'querías' no que sentías 'amor' por él. Quizás tu omega se sintió aturdido con él porque era atento y era el primero en acudir a tu llamado de auxilio, pero...

-Está bien, ya entendí. ¿Crees que no me lo he preguntado todo este tiempo? Lo hice. -Lo hice, cada noche, pero ni con eso pude quitarme el peso de la culpa que sentí y aún siento. Así que desde el inicio me propuse ignorar la forma en que mi parte gamma reaccionaba a Minho. Incluso si me volvía loco, lo dejé pasar. Hyung fue mi prioridad.

Y pensar en ello solo aumenta la carga sobre mí. Pensar en que hyung me amaba y yo siempre le respondí con un 'te quiero' a secas. Saber que el aroma de hyung no era reconocido por mi gamma como el de mi pareja, que le até a estar conmigo cuando él podría haber encontrado a su destinado. Le quité las oportunidades de vivir feliz.

Entonces no tenía el derecho de estar pensando en otro dominante como una posible relación. No puedo pensar en Minho, un hetero recto con familia, como una posibilidad de realizar mi vida. Arruinaría su vida, la de su hijo y la de su pareja. Mi destino es quedar solo.