☂️17☂️
Antes de empezar quiero pedir apoyo a mis historias si os gustan.
Listo... ahora si, a comenzar.
******************************************
–¿Esta noche? –alzó una ceja petulante, interrogante.
–Así es, esta noche.
Minho sonrió y asintió. –Estoy dispuesto a confiar en ti y trabajar juntos para superar nuestros errores y fortalecer nuestra... amistad.
–Gracias, Minho. Significa mucho para mí que estés dispuesto a confiar en mí nuevamente. Prometo que haré todo lo posible para demostrártelo.
–Eso espero, Taemin. Hasta esta noche.
–Hasta esta noche, Minho hyung.
Pero no había estado en mi sano juicio, más bien, me había apresurado en un impulso estúpido. Salí casi corriendo del lugar. Ni siquiera sabía que ponerme. Esperaba que no fuera tonto el querer impresionar a alguien. Un delta desquiciado y autoritario en extremos desnivelados.
Agarré las llaves del auto y me adentré. –¿Dónde lo habré puesto? Maldi... oh, aquí está.
Agarré el móvil que había caído debajo del asiento y lo besé, agradecido de no haberlo perdido una vez más y marqué rápidamente. –Habla Ava Vox.
–Ciao Ava, dime que no soy tonto, por favor. –dije, estrellándome contra el asiento del auto.
–Imposible, no me gusta mentir y lo sabes.
–¡Ava! –grité arrancando para salir a la autopista.
–Está bien, Tae, eres un chico inteligente y hermoso. Ahora, me haces el favor y aclaras tu respiración agitada.
–Invité a Minho hyung a "Éclipse de Nuit", lo cual fue por cierto tu idea y ahora no sé qué hacer. –escuché el sonido de una estruendosa risa. Espera, eran dos. Por supuesto que tenía que haber desconfiado de su típico: ''no tengo secretos con mi esposo''.
– ¿Taemin? –la vergüenza se me plasmó en rojo por toda la cara y cuello. Tener esta conversación con mi amiga ya era complicado. ¿Qué su esposo supiera de ello? Eso era humillante. –No te preocupes, Avy está de camino a tu apartamento. Te felicito por ser valiente.
–Gracias. –dije sin más. Realmente era vergonzoso para mí que él supiera de mis desgracias de cobardía.
Ava llegó al departamento cuando acababa de salir de la ducha. Me sorprendió lo agitada que estaba. Fue un torbellino al entrar hasta mi cocina y servirse agua para luego dirigirse hacia mi habitación sin reparar en la decoración y demás.
Fue gracioso verla sacar varias prendas de las bolsas que dejó en la entrada para que yo me hiciera cargo. Había ropas coloridas, opacas, serias, de club, de negocios y hasta de grandes fiestas. Estaba empeorando su locura.
Y además, ¿cómo sabia mis tallas? No quería saber. Hasta ropa reveladora me había traído.
Para cuando llegó Minho, Ava se había marchado igual a como llegó, corriendo. Claro, no sin antes dejarme ''impecable'', como le gustaba decir.
Llegué hasta el auto donde Minho hyung estaba recostado. Dioses del Olimpo, estaba hecho un pincel de guapo e increíblemente, íbamos combinados en algún sentido, azul medianoche y negro.
Sexy...
Pasó a abrirme la puerta del copiloto y sonrió.
Caballeroso...
Cuando estuvimos dentro, no paraba de mirarme cada tanto y sonreír pero siempre sin mediar palabras. Así que inicié un tema para no incomodarme más. –¿Cómo está Byung-chan? ¿Está con Suzy esta noche?
–Ahm, no, hoy se quedó con mis padres. Quiere que lo consientan.
–Oh, okay.
–¿Y tú, Tae? –preguntó como si fuera normal. En su consciencia estábamos hablando del clima.
–Yo, no sé a qué te refieres. –rehuí, atragantado con mi propio corazón. Lo escuchaba latir en mi cabeza.
Un rompecorazones en toda regla.
Me dio nuevamente esa mirada picara y estremecedora para seguir con la vista en la autopista. –¿Que si te gusta que te mimen?
Mier...coles.
–¿Qué?
–¿Qué de qué?
Suspiré frustrado. –Minho hyung, llevas dándome miradas raras y burlándote desde hace minutos.
Su escandalosa risa llenó el espacio y la amé. Incluso el olor que desprendía era desquiciante y atrayente. Lo prefería a cuando estaba enojado, aun con una colonia cara y miles de inhibidores, no podría ocultar el aroma llamativo del limón.
–¿Tanta risa te causo?
–No uses mis palabras en mi contra, baby Tae. Me río y me quedo mirándote como bobo porque estas perfecto. Eres perfecto. –aclaró, dejando salir un poco más alto y contundente sus últimas palabras.
–Me fascinas y no sabes cuánto. –continuó halagándome en su monologo. Sentí mi cuello arder, mi piel entrar en un calorcillo sofocante.
Sin anunciarlo, tomó mi mano e hizo una ligera presión.
–Deberías verte cuando estás así de tímido conmigo, es como cuando te enojas pero en otro sentido de seducción. Me hace querer devorarte por partes y no dejar para nadie más.
–Gracias, supongo. –cambié de tema por mi propia seguridad emocional. –Así que, vamos a este restaurante de comida a oscuras. Tenía en mente otras opciones, exóticas u orientales, pero afortunadamente, mi amiga Ava me dio la idea de llevarte a uno que nunca hayas probado antes. O bueno, eso espero.
–Sí, es mi primera vez. –el carmesí cubrió mi rostro. Dios, ¿Cómo podía decir estas palabras sin pensarlo dos veces? –Yendo a este tipo de lugar, me refiero.
Quiso aclarar, pero vi cómo me miraba de reojo con esa sonrisa socarrona en sus pequeños y apetecibles labios.
–Háblame más de este lugar. –dijo y agradecí el pie forzado.
–Este tipo de restaurante se enfoca en la experiencia sensorial y los clientes deben depender de sus otros sentidos, como el olfato, el oído y el gusto, para disfrutar de la comida.
Es ideal grupos de amigos que...
–O parejas. –interrumpió.
–Personas. –proseguí ignorándolo. –Personas que buscan salir de su zona de confort y probar algo emocionante. Además, este ofrece opciones vegetarianas, veganas y sin gluten, lo que los hace accesibles para una amplia variedad de gustos y preferencias alimentarias.
–Wow, hiciste tu tarea. El siempre pollito empollón, Taemin. –dijo, sacándome la vena agria que tenía dentro. Pero me había prometido no fastidiarla otra vez así que me desquité con otra cosa.
–Entonces, eso significa que si no me devoras, ¿quedará algo para alguien más? –la mirada de soslayo que me dedicó decía darse cuenta de mi juego. Fue su turno de apretar los dientes.
–Si juegas con fuego te quemas, Minnie. –amenazó, pero sabíamos que era vacía. Las venas de sus manos en el manubrio, me dijeron cuanto le estaba costando no parquear a un costado de la calle y decirme o hacerme lo que se le viniera en gana.
–Tú comenzaste. Es ahí. –interrumpí para indicarle donde aparcar.
Al llegar al restaurante, fuimos recibidos por un anfitrión beta que nos explicó cómo funcionaba la experiencia de cenar en la oscuridad.
–Tengo entendido que solo el señor Lee Taemin se vendara los ojos, ¿cierto? –asentí y miré a Minho que tenía una interrogante escrita en sus ojos.
–Esta vez se trata de demostrarte que puedo confiar en ti. –dije tendiéndole la venda. Me la colocó de forma suave deteniéndose tras de mí. Su respiración se entrecortó y aceleró de manera audible.
Nos llevaron a través de un pasillo oscuro al área del comedor, donde había una mesa reservada a mi nombre. Era en un noveno piso, así que la vista de la ciudad se podía apreciar. Solamente de adentro hacia afuera.
Después de sentarnos, quedó un silencio sepulcral a mí alrededor ya que, nuestra mesa estaba en un área reservada. Supuse que Minho había recibido el menú en braille o en formato de audio seleccionar sus platos pues no se escuchaba nada más que pasos ir y venir.
Se suponía que debía confiar únicamente en mis sentidos del gusto, el olfato y el tacto para disfrutar de la comida, sin la ayuda de la vista, pero alenté a Minho a darme de comer.
Era arriesgado como el pecado porque sabía lo que estaba causando en él. Sus suspiros contenidos y el chasquido de sus dientes lo delataban. Estaba siendo arrasado por el deseo.
Puse mi mejor empeño en pasar lentamente mis labios por los utensilios cuando me daba de comer y en limpiarlos con la lengua. O hacer soniditos sugestivos cada que recibía un bocado.
–Taemin. –advirtió por decimoquinta vez, pero no lo escuché.
–Delicioso. –sonreí astutamente.
La experiencia de cenar en la oscuridad fue desafiante y estimulante, más allá de descubrir los sabores y las texturas de los platos de una manera completamente nueva. Era mi propio paso a demostrarle confianza al delta frente a mí. Además, la oscuridad puede ser una gran igualadora, no podía juzgar la apariencia de la comida y debía guiarme por Minho, lo que creó esa atmósfera relajada e inclusiva.
–Dale a la señora Vox mis felicitaciones, por favor.– dije al anfitrión que nos había acompañado toda la noche. Por lo que podía escuchar de su voz.
Luego de quitarme la venda y salir del lugar supe que habíamos comido risotto de hongos silvestres con parmesano, filete de res con verduras de temporada, y cerrando con broche de oro, tarta de chocolate con salsa de frutas del bosque. Por supuesto, Minho también degustó los platillos y no dejó de hablar de ellos por horas.
Con los ojos vendados, me sentí vulnerable pero confiaba en Minho. Sabía que debía darle una oportunidad y dejar atrás el pasado para poder construir una relación sana y sin huidas.
Cuando Minho me quitó la venda y me abrazó con fuerza dijo con voz esporádica y sensible: –Gracias por darme otra oportunidad, Taemin. Prometo que haré todo lo posible para demostrarte que puedo ser un buen amante y que nunca voy a lastimarte intencionalmente.
Sonreí y asentí. –Estoy dispuesto a confiar en ti, Minho. Sé que cometimos errores en el pasado, pero juntos podemos superarlos y fortalecer esta relación.
De un momento a otro estábamos dándonos un beso. No como los anteriores, llenos de rabia y posesión ciega. Este era igual de arrebatador, pero en una medida justa y calmada. El seguía siendo dominante y autoritario, pero también me trataba suave. Entre sus brazos me derretía y con su boca me diluía como nube de algodón. Un beso lento y tendido. Uno que acariciaba cada rincón de lo ajeno.
Estábamos en otro mundo en medio de la calle por lo que agradecía que fuera de noche y que estuviéramos en el aparcamiento al aire libre, sin cámaras de vecinos que nos interrumpieran.
Por primera vez me sentí valiente y feliz al mismo tiempo, no me importaba si me veían o no, me daba igual los transeúntes. Yo solo quería estar en Minho, adentrarme en su pecho y llenarme de su calidez. Que nunca jamás me soltase.
Un rato después llegamos a mi departamento, pero no queríamos entrar por si la noche acababa rápido. Decidimos dar un paseo. De la mano y sin vergüenzas. –Entonces, esta amiga tuya.
–Oh, ¿Ava? –pensé un instante mientras asentía. –Ava Vox es una omega descarriada y feroz de personalidad. Carismática y enérgica. Tiene rasgos franceses y caribeños según ella. Es elegante y sofisticada. Tiene una gran pasión por la cocina y la gastronomía, lo que la llevó a conocer a su esposo, el dueño de una cadena de restaurantes, quien la asesoró cuando quiso abrir ''Éclipse Nuit'' en tres países distintos.
–Hmm. Por su adicción al trabajado podrías pensar que solo es fría y calculadora pero cuando pruebas su cocina como hoy, te das cuenta de que puede dar mucho amor y es confiable.
–La próxima vez, quiero ser yo quien esté vendado.
–Podemos hacerlo ambos.
–Mucho mejor. Ah y debes llevarme a conocer a tu amiga. Debo agradecerle por lanzarte a mí de nuevo. Gracias, Minnie, por darnos una nueva oportunidad.
[Glosario]
Éclipse de Nuit que en francés significa "Eclipse Nocturno". Aclaro que este nombre no existe realmente aunque sí hay dos restaurantes en Corea del tipo descrito: "Dans le Noir?" y "Noir Restaurant".
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro