❝Ciudad de Hueso❞

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La ida al Instituto había sido en un silencio que inquieto a la mayoría de los jóvenes, menos a Arathiel y Kea, que parecían ser indiferentes al tema de la mentira. Cuando llegaron al Instituto Alexander Lightwood los llevó a la oficina de sus padres, donde fue recibido por su madre, Maryse Lightwood.

Aquella mujer a Eros le parecía ajena, más distinta a la de su dimensión. Esa Maryse tenía los ojos azules, no cafés, y vestía de una forma más formal a como la recordaba. Le seguía siendo incómoda aquella dimensión, por el simple hecho de que su padre tenía los ojos muy diferentes.

━ Madre, estos jóvenes ocupan quedarse en el Instituto un par de días hasta encontrar a su padre━ comunicó. Maryse se acercó a ellos para analizarlos, desconfiando de ellos.

━ ¿Qué nos asegura que no son espías de Valentine? Ahora que los Seelies cortaron comunicación con la Clave no podemos confiar en cualquiera━ su voz era de autoridad y firmeza, algo que puso nerviosa a Cassie.

Valentine.

Aquel nombre le resonó en la cabeza. Su tío Simon y su tía Ava hablaban de lo que ocurrió con él, el hombre que intento diezmar el mundo de las sombras.

Max, por su parte estaba nervioso por la mención de las hadas y su abuelo. En su dimensión la Paz Fría mantenía al margen a las hadas, por más que su padre intentara hacer que todo fuera más fácil entre subterráneos y Nephilim. Y para los demás, sus mentes intentaron recordar todo lo que podían de la historia que involucraba a Valentine Morgenstern, y de alguna manera debían descifrar en que momento estaban de la historia.

━ No la juzgamos por su desconfianza hacia nuestra persona━ comenzó Alexis, sobresaliendo del grupo y algo en Maryse la hizo dudar de sorpresa━. Solo somos Nephilim en busca de su padre, que sospechamos fue secuestrado por Valentine Morgenstern ya que nuestro padre, Derek Princehale, es un hombre con inteligencia superior a la de cualquiera.

No había vacilación o temor, mucho menos inseguridad de la mentira. Alexis estaba segura, demasiado segura como si realmente fuera verdad, cosa que relajó a Eros un poco.

━ Un hombre muy valioso━ siguió Santiago, colocándose a un lado de su hermana.

━ ¿Y todos son sus hijos? Imposible.

━ Nos une el mismo padre por sangre━ explicó Eros, nervioso en cuanto la mirada de Maryse cayó sobre él.

No tenía runas visibles como sus hermanos, y eso podía ser un problema.

━ Serán llevados a la Ciudad de Hueso para ser interrogados. ¿De qué Instituto vienen?

Los ochos jóvenes intercambiaron miradas, sospechando gravemente que la mentira había sido descubierta por la forma que Maryse los observaba.

━ Del Instituto de Toronto━ respondió Alec por ellos.

━ Llamaré a su Instituto, Alec, llévalos a las habitaciones disponibles más cercanas a la tuya. Por el momento quiero mantenerlos en observación.

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━ Esto es un problema, ni siquiera existe el apellido Princehale━ Santiago comenzó a entrar en pánico, caminando de un lado a otro por la habitación.

━ Aquí el mayor problema soy yo━ aclaró Eros, aún más preocupado. Estaba sentado en el marco de la ventana━. ¡Soy un hombre lobo! No puedo tocar la Espada-Alma. Además, al momento de ser interrogados no podremos ocultar la verdad.

━ De no haber sido por el maricón aquel, nada de esto estaría pasando━ escupió Kea, fastidiada del tema. Estaba recargada en lo que parecía ser el armario junto a Arathiel.

━ Sí, mi hermano tiene la culpa, pero no tienes el derecho de llamarle maricón, aunque sí lo es━ protestó Alexis, quien estaba sentada en una de las esquinas de la cama, y a su lado estaba Cassie.

━ Miren, hay que calmarnos━ intervino Max, con un libro en manos━. Eros tiene razón, bajo el poder de Maellartach no podremos mentir, y no nos quedará más opción que decir la verdad de que venimos de diferente dimensión.

━ Estaremos bajo la mira de todos━ el pánico en Jade era muy notorio, algo que hizo a Santiago tomarla de la mano, ya que estaba de igual forma parada caminando de un lado a otro.

━ ¿Alguien prestó atención a la historia de Valentine? ━ cuestionó Cassie.

━ Sólo sé que mi abuelo experimentó con sangre de subterráneos y armó todo un golpe de estado contra la Clave ━ explicó Max, cerrando el libro de aspecto gastado━. Pero no sé más. Mi padre apenas y tocaba el tema, era algo muy poco dialogado, pero sé que estaba mencionado en los nuevos libros de la historia de los Shadowhunters al igual que la Guerra Mortal, la Guerra Oscura y la Paz Fría, pero parece ser que aún no ocurre la Guerra Mortal.

━ ¿Guerra Mortal? ━ había confusión en la voz de Alexis.

━ Que poquito nos duró la mentira━ el murmuró de Jade hizo virar los ojos de Kea.

━ Aunque no era de esperarse━ acertó Santiago━, aquella tensión entre nuestro padre y tío Jace no era algo normal, mucho menos eso de Luke, él no es un hombre lobo en nuestra dimensión.

━ Para la nuestra ni siquiera es moreno━ reprochó Max━. Ese hombre ni lo conozco.

━ Algo que no me cuadra y que no tiene sentido son los cambios físicos aquí━ siguió Cassie━. Maryse no tiene ojos azules.

━ Exacto━ exclamó Eros━. El Alec de nuestra dimensión tiene los ojos avellana, casi cafés, no azules━ comenzando a inquietarse enterró sus garras en las palmas de sus manos.

━ Ya viéndolos bien━ comenzó Jade, un poco más calmada, mirando a los hermanos Morgenstern━. Se parecen a tía Clary, Max un poco más por el color de ojos y las apenas visibles pecas.

━ Sí, es por los Fairchild. También tengo parecido con mi primo Ash y mi difunto tío Jonathan.

━ Bueno, descartando las características físicas━ volvió a hablar Cassie━, aquí todos somos muy diferentes, por eso Maryse nos miró con duda y supo que mentíamos. ¿Qué nos hace decir que el mismo padre nos une? Tres tienen los ojos verdes, dos azules, dos cafés y una de ojos dorados. Dos de cabello rubio, una morena y rizada, tres castaños y dos pelinegros.

━ Aunque físicamente tal vez nos parecemos por la estructura de la cara y el cabello que como Lightwood desemboca en la mandíbula━ comentó Max.

━ La mayoría tenemos las características de nuestras madres━ murmuró Santiago.

━ ¿Podemos volver al tema? ━ la irritabilidad de Eros puso de nervios a Jade.

━ Bueno, si nos descubren a los que mantendrán más sometidos a pruebas serán a Alexis, Kea, Max, Arath y yo porque tenemos sangre ajena━ la voz tan segura de Santiago logró apaciguar la irritación del joven lobo━. Somos parte subterráneos, híbridos de nacimiento.

━ La sangre demoníaca en nuestra sangre no nos vuele precisamente híbridos━ corrigió Max━. Es solo un porcentaje, no hacemos grandes cosas con esta sangre. Es inútil.

━ Da igual, a mí me mantendrán en pruebas porque fui el responsable de traernos a esta dimensión.

━ Deberás encontrar un modo de regresarnos━ murmuró Kea━. No podemos alterar algo de esta dimensión sin afectarnos indirectamente a nosotros.

━ No estaría mal corregir la muerte de Raphael Santiago━ comentó Santiago, chasqueando la lengua.

━ ¿Muerte? Raphael no ha muerto━ la confusión de Cassie hizo a Santiago vacilar de sorpresa.

━ En la dimensión de Santiago y en la nuestra Raphael murió━ explicó Max━. No lo conocí, y tampoco tenía mucho contacto con mis padres, pero Magnus Bane lo comenta de vez en cuando.

━ Magnus, eso es━ Eros se puso de pie━. Él puede ayudarnos a buscar una solución. Es el Gran Brujo de... Brooklyn, da igual su posición, es el mejor brujo. Él sabrá qué hacer con nuestro problema.

━ Y aunque tu idea es brillante, Eros, Magnus ocupará un pago. No nos conoce, y no somos sus amigos aquí━ explicó Alexis, ocasionando que Eros soltara un bufido.

Santiago y Max iban a responder algo, pero la puerta se abrió dejando ver a Maryse Lightwood. Su gesto serio y gélido hizo al grupo ponerse nerviosos, más cuando vieron detrás de ella a un Hermano Silencioso que jamás habían visto antes.

━ Serán escoltados a la Ciudad Silenciosa.

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En algo en lo que Santiago estaba de acuerdo con sus hermanos era el hecho de que Ciudad de Hueso era igual en cualquiera dimensión en la que estuvieran. La primera vez que estuvo él ahí fue en un accidente que tuvo con un demonio en Central Park. Había llegado a tener una charla con San Pedro.

Se podía ver la hierba que crecía enmarañada sobre los pies de la estatua del Ángel Raziel en el centro de la entrada. Los ojos del Ángel estaban cerrados, las desgastadas manos cerradas sobre el pie de una copa de piedra, una reproducción de la Copa Mortal. El rostro de piedra estaba impasible, cubierto de mugre y polvo.

El Hermano Jeremiah que los estaba escoltado se había detenido frente a la estatua sólo ligeramente más alta que él, cuya base estaba cubierta de musgo. Eros comenzó a ponerse nervioso, no había tenido oportunidad de decir que él no podía ser juzgado con la Espada-Alma. Este sacó una estela y con la punta comenzó a trazar una runa sobre la base de la estatua.

De repente, la boca del ángel de piedra se abrió de par en par en un silencioso grito, y un enorme agujero negro apareció en la zona cubierta de césped a los pies de Jeremiah. Parecía una tumba abierta. El grupo se miró entre ellos, casi buscando quien iría primero. Fue Santiago quien se aproximó despacio al borde y atisbó al interior. Unos peldaños de granito conducían al interior del agujero, con los bordes desgastados por años de uso. A intervalos, había antorchas colocadas a lo largo de los peldaños llameando con luz verde y azul hielo. El final de la escalera se perdía en la oscuridad.

Arathiel impaciente y fastidiado dio inicio al descenso con la naturalidad de quien encuentra familiar una situación, aunque no precisamente cómoda. Y por empujones de Jade, los demás comenzaron a seguirlo. Kea, que parecía la más fascinada por el lugar, había sacado de su soporte una de las antorchas, que ardía con una luz verde, y la sostenía a la altura de la cabeza. El resplandor daba un tinte verde a su tan pálida piel.

La escalera finalizó en un rellano plano; ante ellos se extendía un túnel, largo y negro, estriado por las raíces enroscadas de los árboles. Una tenue luz azulada se veía al final del túnel.

━ Está tan oscuro y tenebroso ━ susurró Cassie, nerviosa por la sensación que le brindaba el lugar.

Eros al escucharla le tomó la mano, brindándole un apretón para darle seguridad. Fue instinto para Max tomar la mano libre de Eros, y el lobo escuchó el latir de su corazón. Sonrió, tratando de calmar a sus dos hermanos lo más que podía.

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Como prisioneros o rebeldes fueron encerrados en dos celdas, y Santiago había visto como uno a uno eran llevados para ser interrogados, y no los había visto volver. Estaba nervioso, él era el último en la celda oscura y el simple hecho de estar ahí lo ponía inquieto.

El Hermano Enoch abrió la celda y Santiago salió, siguiendo a otro Hermano Silencioso por el pasillo envuelto en la penumbra de la antorcha. Pasando por grandes arcos de mármol, vio el lugar donde sería interrogado. Caminó al centro de la sala, colocándose enfrente de un Hermano Silencioso con la Espada-Alma en mano. Aquella espada era más grande lo que pensó.

La enorme espada de gruesa hoja de plata con la empuñadura en forma de alas extendidas fue colocada en las palmas de sus manos. "Estas frente a la Espada para ser interrogado" habló el Hermano. Fría al tacto y demasiado pesada, pero de alguna manera algo le impedía soltarla. "Seas inocente o culpable. Que la verdad libere tu alma". Se alejó de Santiago, uniéndose al consejo.

━ Preséntate ante el consejo━ habló Maryse, algo que lo desconcertó.

Apenas la había visto, estaba a pasos de él a su costado derecho.

━ Mi nombre es Raphael Santiago Eydamar Princewater Lightwood━ respondió algo inquieto, pues a partir de su apellido, se desencadenarían un centenar de preguntas.

━ Todos los testimonios de tus hermanos tienen la misma cuartada, diferente historia y diferente dimensión━ al nombrar lo último Santiago miró la Espada, evitando la mirada de su abuela━. ¿Cómo es que provocaste aquella falla?

━ Mi poder, soy un Kitsune de tiempo, como la primer híbrida de mi familia━ respondió de la manera más educada━. No sé el límite de mi poder, por eso ocurrió la falla.

━ ¿Qué estabas haciendo?

Aunque vaciló con la respuesta, la misma fue forzada a salir por el poder de la Espada. ━ Intenté ver la historia del Lago en Central Park. No creí que llegara a un extremo como este.

━ Tu hermana dijo que como efecto secundario tienen lagunas mentales. Nadie supo respondernos algo del futuro más que Maxwell Morgenstern━ al decir el apellido había remordimiento, cierto asco ante su mención.

━ Sé que habrá una guerra, Valentine no gana, eso es seguro para ustedes.

━ Como dije, cada uno tiene una cuartada diferente de mi hijo Alec y sus relaciones íntimas.

━ En mi dimensión, usted tuvo un parabatai, mi abuela Perseyda Princewater━ Maryse cambio su gesto de seriedad a una de sorpresa.

Nadie le había mencionado algo personal de ella.

━ No sé si en esta dimensión mi familia siga activa, o jamás existió, pero...

━ Perseyda existió━ lo interrumpió━. Fue mi amiga en la Academia, más no fue mi parabatai. Con respecto a tu apellido, la familia Princewater dejó de estar activa desde hace cinco años, cuando Tyler Princewater-Herondale se volvió mundana por una chica que conoció en Italia.

Algo en Santiago lo hizo faltarle el aire. Su madre estaba viva, como mundana, pero viva.

━ ¿Qué hay de Troya Trueblood? ━ insistió, nervioso por resolver sus dudas.

━ ¿Quién?

━ Tu sobrina, Troya━ y el pánico lo envolvió de nuevo━. ¿Jamás tuviste una hermana?

━ Mi único hermano dejo la Clave para casarse con una mundana igual que Tyler.

Nervioso las manos comenzaron a temblarle al igual que sudar. Podía sentir el peso duplicarse al igual que un ardor se apoderó de sus palmas.

━ Retomando el interrogatorio, ¿algo más al respecto de las amenazas que enfrentaremos gracias a Valentine Morgenstern?

━ Más que eso, su hijo es la verdadera amenaza━ murmuró Santiago━. Sebastian Morgenstern no es más que alguien dispuesto a acabar con todo.

━ ¿Sabes quién es él? ¿podrías reconocerlo?

━ No, lo siento━ bajó de nuevo la mirada━. Hablando con mis hermanos, no puede fiarse del todo en nuestras palabras con respecto al futuro. Todos sabemos que hay dos guerras muy feas, pero no todo ocurrió de forma igual. Tal vez cambie el plano y termine en el mismo resultado.

━ Eso fue lo que dijeron Maxwell y Eros━ caminó, rondando a su alrededor━. Tengo entendido que todos, a excepción de Jade, son hijos de sangre de Alec. Mis nietos, por consiguiente.

━ Sé que no nos parecemos a Alec, ni siquiera hay algo de Lightwood en nosotros, y es por el hecho de somos iguales a nuestras madres. Max, Jade, mi hermana y yo le decimos que en nuestra dimensión Alec sí tiene ojos azules, y en la de Eros sus ojos son avellana. Tal vez aquí los Princewater sean rubios de ojos azules, tal vez los Morgenstern sean pelinegros. No lo sé, por eso no se confíen en nuestra palabra con respecto al futuro, pero podemos serles útiles al menos.

━ ¿Por qué no dijeron la verdad? ¿por qué mintieron inventando un apellido inexistente y una vida falsa?

━ Si estuviera en nuestro lugar y viera a su padre más joven, casi de la misma edad que usted, ¿le diría que por un estúpido error sus hijos en otras dimensiones estaban frente a él?

Algo en la mirada de Maryse lo hizo tranquilizarse, pues ya no estaba ni molesta o irritada, parecía creerle y de algún modo, comprenderle. Y Santiago rezó mentalmente para que su nivel de manipulación funcionara como debía.

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Alexander caminó por el pasillo, dirigiéndose a la oficina donde debería estar ya su madre. Quería interrogarla acerca de los ocho hijos de Derek Princehale, aunque había algo en ellos que le daban el sentimiento de protegerlos.

Cuando los vio en las puertas del Instituto hablando, los examinó a todos de forma rápida, encontrando en la mirada de Kea un reflejo de él mismo por el color tan exacto de sus ojos. Los varones tenían un aspecto similar en la mandíbula y en la postura y forma de mirar, parecían muy iguales, las chicas, en cambio, parecían más unas rebeldes sin causa.

Al ingresar a la oficina, vio a su madre de espaldas mirando la ventana.

━ Madre━ la llamó, algo dudoso. Maryse de la forma más disimulada limpió una lágrima━. ¿Qué pasa? ¿ocurrió algo en el interrogatorio de los niños Princehale?

━ Nada━ tomo valor y fuerza para girarse y ver a su hijo, para caminar y sentarse en el sillón.

━ ¿Pasó algo en Idris?

━ Nada que podamos resolver ahora.

━ Siempre hay algo que podemos hacer━ comentó Alec, en el mismo módulo de voz en el que había escucho hablar a Eros Hale━. Tú me enseñaste eso.

Intentó disimular, pero al ver a su hijo ya no era la misma sensación. Había analizado a los ocho jóvenes que decían ser sus nietos, y en todos había encontrado la esencia de su hijo; en una mirada, en una postura, en su manera de hablar o en la forma de sobrellevar las cosas. Aunque solo seis habían aceptado las consecuencias del error de Santiago, y eso era algo que la incomodaba.

Tres eran Morgenstern, lo que la ponía a pensar si su hijo en otra realidad se relacionó con Clary Fray o con otro Morgenstern no conocido.

Comenzaba a creer que esos niños podían con el tiempo integrarse a la familia que creía desboronada, darle honor nuevamente a la familia Lightwood, aunque no fueran ni Arathiel o Kea.

Alec, por su parte, se contuvo de preguntar por ellos. Se sentó frente a su madre, en busca de una manera de hacerla hablar.

━ ¿Recuerdas cuando tenía 10? Estaba ese chico, Preston, que me dio una paliza en el entrenamiento de kendo.

━ Tenías la forma y la técnica perfectas.

━ Eso era lo que me frenaba. Dijiste que tenía que estropearlo, romper la forma, hacer algo que no esperara. Iba en contra de cada fibra de mi entrenamiento, pero me adapté.

━ Estuve tan orgullosa cuando le rompiste la nariz.

Alec sonrió━. Hasta que su madre te gritó, e insistió que me castigaran por insubordinación.

━ Eso me puso más orgullosa━ se inclinó hacia adelante━. La forma en que lo tomaste.

Como tus hijos, quiso agregar, pero ella tampoco sabía si decirle.

━ Sabía que tenía que hacerlo. Encontraremos una solución para lo que sea que la Clave te esté pidiendo.

━ Las soluciones temporales pueden causar problemas━ con cariño acomodó el mechón rebelde de cabello que cubría la frente de Alec.

━ Somos Lightwood━ se puso de pie━. Rompemos narices y aceptamos las consecuencias. Dime que necesitas que haga. ¿Es con respecto a los niños Princehale?

━ Debo hablarte de ellos y de lo que pasó en el interrogatorio━ su tono le indicó que debía sentarse, inquieto por su módulo tan serio.

━ ¿Qué ocurrió? ¿son espías de Valentine?

━ Derek Princehale no existe, mucho menos vienen del Instituto de Toronto━ explicó como principal━. Son Lightwood.

Alec vaciló ante lo último, poniéndose de pie.

━ ¿Qué?

━ Vienen de diferente dimensión, Alec━ ella de igual forma también se puso de pie━. Son tus hijos en otra realidad, con diferentes mujeres y hombre━ lo último hizo una mueca.

━ ¿Mis hijos? ━ apenas podía procesar la información, y su nerviosismo creció ante lo último.

Con diferentes mujeres y hombre, en otra realidad había sido heterosexual y en otra si era gay.

━ Los Hermanos Silenciosos pusieron en prueba al responsable, Santiago Princewater, por su habilidad. Conocí a su abuela, Perseyda Princewater que tuvo una aventura con Spencer Herondale y ella tuvo gemelas, pero una murió al igual que ella en el parto. Su hija viva, Tyler Princewater-Herondale, es la madre de Santiago y su hermana Alexis, y su familia posee habilidades por su sangre híbrida, por eso se le puso a prueba. Y ella en otra realidad es tu pareja.

━ ¿Cómo es eso posible?

━ Ni siquiera él lo sabe, y los Hermanos Silenciosos no supieron explicarlo tampoco. Solo queda creerles, porque todo lo dijeron bajo la Espada-Mortal, y no puedo negar que sí son mis nietos.

━ ¿Qué? ¿cómo lo sabes? Esos niños no se parecen a mí━ negó de inmediato, nervioso.

━ Como te había dicho antes, quiero mantenerlos vigilados por el momento antes de avisarle a la Clave de ellos. Quiero que los cuides, que no se metan en problemas, y tal vez te des cuenta de que tengo razón.

━ ¿Y dónde están?

━ Regresarán mañana de la Ciudad Silenciosa, pues el Hermano Enoch quería continuar con algunas preguntas y pruebas.

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