El castigo que la maldita gorda nos había dado era peor castigo que limpiar los establos de la institución, al menos en los establos nadie nos veía. No podía decir lo mismo de limpiar la entrada de Leumas. Esto era un ultraje contra de un estudiante como yo que solo va a las aulas a dormir.
Absolutamente todos los estudiantes se estaban burlando de nosotros y cuchichiando lo ridículos que nos veíamos. Tenía ganas de matarlos a todos, principalmente a Hazel y Jungkook por haberme llevado a aquella fiesta.

- ¿Quieres un babero? – Me burlé de Jungkook como veía nada disimulado a Hazel.

- ¿Hestia tampoco está mal, eh? – Rebatió el otro pinchándome con su codo.

¿Por qué se ha puesto tan pesado con lo de Hestia? ¿Acaso la maldita chiquilla le contó nuestro encuentro en la fiesta?

Miré a las hermanas, ambas iban con la parte superior de un bikini y shorts cortos. La típica vestimenta de chicas limpiadoras de autos. Ambas pelinegras estaban en dos esquinas diferentes. Hazel junto a Taeyong y Lucas, mientras que Hestia junto a Huening Kai y Beomgyu, reían estruendosamente una separada de la otra por algo que había pasado o dicho en su grupo de amigos.

- No me gusta Hestia – Solté ya frustrado.

- ¿Por qué no te gusta? – Siguió incordiando mi amigo.

- Porque es demasiado…

Habían tantas palabras que me venían a la mente al verla, tantas pero tantas de cosas que detestaba en una mujer. Ya ni sabía qué decir, la palabra simplemente no me salía.

- ¿Demasiado qué?

- Demasiado… Hestia – Terminé por decir.

- Eso es lo que la hace única – Se cortó a sí mismo sin causa aparente – No sé qué cosas pasan por tu mente pero la chica está muy buena y te tiene el ojo echado ¿No podrías dejarte llevar por un momento? Creo que la ola Hestia está bastante buena.

Si le gusta tanto por qué no surfeaba esa ola él mismo.

- ¿Así como tú te dejaste llevar por la ola Hazel? Eso de desearse la muerte y de pronto hay tensión sexual. No gracias. Así estoy bien. No necesito los concejos de alguien que pase por eso como tú.

Sí, lo de limón amargo se me da hasta con mi mejor amigo.

- Eres un aburrido – Me sacó la lengua como demostración de su madures.

- Y tú un pervertido.

- Lo malo tuyo es que eres tan... – Se quedó en blanco como justamente yo, haciéndome fruncir una ceja – Taehyun.

- ¿En serio? – Me burle en su cara.

- Sí, por eso me voy con la hermana que te gusta.

Resoplé aburrido antes de agarrarle la mano cuando lo vi con la intención de acercarse a la pelinegra con una sonrisa malvada. No puedo creer que se esté tomando las cosas así a lo divertido. No cuando se trata de mi nueva mejor amiga. 

- Mira, Jungkook, deja de hacerte el graciosillo con ella – Esta vez hablé con seriedad – Si descubro que la lastimas o le haces algo malo juro que acabaré contigo.

- ¡¿Estas admitiendo que te gusta Hestia?!

Su grito alarmó a todos. Maldecí cuando sentí todas esas miradas curiosas sobre mí. La de Hestia sobre todo ¿Es que este hombre es anormal? ¿Cuándo mencioné a Hestia? Si él quería morir esta noche que tenga seguro que no despertara mañana respirando.

- ¡Estoy hablando de Hazel, estúpido! – Clamé con ganas de darle un buen golpe.

- Y yo cuando dije “la hermana que te gusta” hablaba de Hestia.

¿Me hizo pasar una vergüenza por un malentendido? ¡Ahora sí que no saldría vivo de esta! Lo agarré por el cabello, y por supuesto que Jungkook no se quedaría de brazos cruzados, también me agarró por el cabello.
Terminamos a los moños como un par de muchachas peleando, solo que nosotros nos pegábamos riendo como si un chiste fuera. Claramente era una pelea amistosa. Una pela seria entre nosotros solo acabaría con uno muerto. Y decir quién sería el perdedor jamás pondría.

Considero que Jungkook y yo estamos al mismo nivel.

- ¡Ah!

El gemido nos hizo separarnos y mirar en la dirección que venía. Hestia yacía con las manos en su cabeza, apretándola y con la expresión dolorosa. Fue tan repentino que nadie hacía nada. Los que estamos cerca nos quedábamos superpuesto al suelo esperando que se le pasara rápido. Cosa que nunca ocurrió…

- ¡Ahhh!

El gemido bajito pasó a seguidos gritos, quejidos e chillidos con una rapidez imposible. El cuerpo de Hestia temblaba y se desequilibraba poco a poco, dejándola en una posición semiagachada. Ya nadie creía que era un simple dolor de cabeza.

La chica llevó las manos a su boca tosiendo en ella. El líquido viscoso negro se hizo presente. Todos nos asombramos ¿Qué estaba pasando? La hermana mayor parecía un manojo de miedo, nervios y confusión viendo la escena. Ni siquiera parpadeaba. Estaba en shock.

Kai, él más cercano intentó acercarse pero con un movimiento de la mano de la ojiverde una fuerza  invisible lo empujó contra la pared. Por favor detengan la película que ahora entiendo menos ¿Qué rayos estaba pasando aquí?

Hazel había hecho eso mismo con Jungkook hace poco ¿Eso era telequinesia? ¿Por qué salé justamente ahora?

- ¡No me toquen! – Gritó asfixiada, como si el aire la hubiera abandonado.

La atmosfera se hizo tan grande que todo el mundo estaba viendo la escena, algunos eran profesores y los demás eran los alumnos de todo Leumas. Ninguno decía nada. Nadie sabía qué pasar. Nadie sabía qué hacer.

Milagrosamente Huening Kai abrió los ojos, Beomgyu lo ayudó a ponerse pie y a recuperar la conciencia. Hazel intentó dar un pasó pero terminó sin hacerlo. Todo pasaba tan rápido que intentar aferrarse a los instantes era imposible. Esto era la cosa más paradójica que he presenciado en mi vida.

Antes del último de grito lastimero, Hestia se cubrió la cara completamente con las manos, cayendo de rodillas contra el suelo.

Luego todo fue paz… o eso pensé cuando volvió a ponerse pie. Todo quedó detenido, hasta las respiraciones del público.

Hestia dejó ver su rostro ahora, ya no era el de una chica hermosa, sino que cerca de sus ojos brotaban venas oscuras que tiñeron todo el color de sus ojos de negro. Una sonrisa sínica apreció en sus labios viéndonos a todos, alzó las manos y las miró con detenimiento.

- Que bien se siente estar vivo – Fueron sus palabras.

¿De qué hablaba? Ella es de hablar miles de estupideces pero esta vez se sentía diferente. El timbre de esa voz ya ni sonaba a la dramática de Hestia. Algo me decía que no era ella misma ¿Qué coño significaba todo este teatro?

- Creía que nadie podía tocar un alma muerta pero tú sí. Tú siempre sorprendiéndome – Rió desquiciadamente la hermana menor – Eres sorprendente, apenas eras una niña cuando tu don se desarrolló conmigo, Hestia. Eres muy mala chica. Eres así de sorprendente por mí, ni siquiera tuvieras tu don sin mí ¿Ya te habías olvidado de tu mejor amigo muerto?

¿Estaba hablando consigo misma? No, eso no parecía para nada una conversación de ese tipo.

Acaso, ¿había sido poseída? Eso era imposible. Ningún rarito con un don podía ser poseído por un muerto ¿O sí? ¿Cuál era el don de Hestia? ¿Por qué razón tenía un amigo muerto?

- No intentes ninguna tontería – Envistió su propia mano contra un cristal de la entrada. Hestia ni siquiera se inmutó por el dolor, seguía sonriendo mientras llevaba un cristal a la altura de su yugular con la misma mano sangrienta y atiborra de cristales – No me desafíes o podría matarte, Hestia.

El muerto estaba hablando con Hestia, ¿y dónde estaba Hestia? ¿En su mente? ¿Podría la mente de un muerto apoderarse de la suya?

Ya no cabía duda.
Nunca me lo hubiera creído sino lo veía en persona.

Hestia estaba poseída por un muerto.

- Hestia…

Hazel se intentó acercar al cuerpo poco a poco, sus manos intentaron tocar a su hermanita, pero fue esquivada con facilidad.

- Eres idéntica a él, Hazel. No quiero que te acerques a mí – Soltó mirando fijamente los ojos de mi amiga. Tal parecía odio, como si hubiera mucho rencor con mi amiga – Por esa razón nunca me gustaste. Hestia es mi favorita.

- ¿Quién eres? – Inquirió con la voz temblorosa la hermana mayor.

- Él que te ayudará con todo lo que pasa a tu alrededor. Cosas que ni en tus peores pesadillas te imaginabas.

- Yo no quiero tu ayuda, solo quiero a mi hermana. Por favor, devuélvemela – Suplicó al punto de llorar.

- Claro, lo haré cuando Taehyun me obedezca. 

Brutalmente aquellos ojos negros se fijaron mí. Y mientras yo no tenía idea cómo ese muerto sabía mi nombre, él sonreía con gran maldad. Esto se volvía cada vez más insólito para mí.

- Eras apenas recién nacido cuando te vi, jamás te olvidé – Volvió a reír aquella cosa perturbada – Es absurdamente ridículo como el niño que salvé se topó con mi chica favorita.

¿Acaba de decir que me había salvado la vida?

- ¿De qué estás hablando? – Inquirí agriamente.

- ¿Qué tal un paseíto si quieres que te lo cuente?

- Jamás.

- ¿Prefieres el paseíto o que Hestia muerta? – Amenazó haciendo tanta presión en el cuello de la chica con el cristal que un chorro de sangre broto – ¿Por qué no te lo piensas un poco mejor?

- Esa chica no me intere-

Las palabras mentales de Hazel, quien suplicaba que hiciera todo lo que estuviera en mi mano para salvar a su hermana, lograron convencerme.

- Esta bien – Accedí.

- Genial ahora síganme.

- ¿Qué te sigamos? ¿No yo nadamas?

- Querido Taehyun, todos aceptarían seguirme por salvar a su amiga, sin embargo tú no, y tú eres él más importante.

¿Por qué yo era tan importante?

¿Por qué esa cosa me hablaba como si me conociera en realidad?

- ¡Todos lo que no están vestidos de uniforme síganme! – Gritó aquel muerto con gran diversión, como si esto fuera pleno carnal y él no estuviera muerto.

Nos miramos las caras entre nosotros. Los únicos sin uniforme éramos los que estábamos castigados. Los amigos de Hestia.

Ni siquiera los profesores intentaron nada. El resto de los alumnos ya habían corrido lejos de la entrada huyendo de la situación. No los culpaba. Estar cerca de esta cosa te ponía los vellos de punta.

- Y traigan palas – Fue la última demanda antes que comenzáramos seguirlo por los patios de Leumas.

****
Volví para seguir actualizado esta historia.