Finalmente salí de los pasillos. Jungkook me dijo que esperaría por mí detrás de una pared apartada, mejor así, no quería que nadie escuchará lo que vamos a hablar. El chico me vio y con una agitación de manos me dijo que me acercara. Lo hice, solo que en mi recorrido algo impacto en mi cabeza y terminó cayendo al suelo.

- ¿Qué fue eso? - Inquirió el chico en voz baja mientras se acercaba a mí.

- No lo sé - Toqué el lugar del golpe - Era muy liviano. No me hizo daño.

Ambos miramos hacia arriba. Cualquiera había podido lanzar aquella cosa que se había perdido en la oscuridad, pero nadie se veía recorriendo los pisos superiores de Leumas.

- ¿Dónde cayó? - Inquirió mirando el suelo.

- No lo sé.

El chico frunció su ceño, tomó una posición semiagachada y toqueteo a tientas a mi alrededor hasta que encontró algo.

- ¿Qué es eso? - Inquirí perdida.

Se recompuso y a medida que se levantaba, la luz de la luna chocó con el objeto en manos, mostrándonos la forma rectangular y el tono oscuro que lo hizo irreconocible en el suelo. Era un sobre.

- Jungkook...

- Shhhh - Me agarró del brazo y tiró de mí hasta las penumbras dónde nadie nos podría ver. Kook abrió la carta y unas fotos mías se hicieron presentes. No eran fotos que yo habría tomado. Erataban de distintos ángulos donde se podía ver mi vida cotidiana, en clases, con mis amigos y hasta en la biblioteca - ¿Qué demonios?.

Todas las fotos tenían la hora, fecha y lugar de dónde se habían tomado, como si hubieran sido tomadas por una cámara específica que las escribía. Era una clara amenaza de que conocía mi horario. No obstante, no fue eso lo que me hizo entrecerrar los ojos.

- ¡Dios mío! - Chillé despavorida tomando el sobre en las manos. Kook miró la dirección que mis ojos y aparte de encontrar mis manos temblando, notó la tinta roja con las palabras bien grande escritas justo en el centro <Iré a por ti>.

Sentí un terrible mareo, esto era demasiado para procesar. Leo tenía razón.

El pelinegro se acercó a mí para sostenerme. Me recompuse en la pared, serré los ojos para inhalar aire y calmar mis miedos.

- ¿Estas bien? - Inquirió a la par que sostenía un lado de mi cara con su mano. Yo solo pude asentir sintiendo mis ojos picar - ¿Qué significa eso, Hestia?.

- N-no lo sé. Realmente no lo sé - Tartamudeo presa del miedo - Creo que me van a matar.

- No no no, eso no va a pasar - Limpió las gotas de agua furtivas que corrían por mis mejillas - Tranquila, todo estará bien.

Yo también quería creer eso.

- Tengo que descubrir por qué me quieren matar.

- Hestia sería mejor que dejarás las cosas así...

- No, no no no. Tengo que descubrir la verdad.

- Hestia...

- Ignora lo que acabas de ver y dime si te aseguraste de que la policía se llevara el cadáver.

- ¿Qué?.

- ¡¿Qué si viste si la policía fue quién se llevó el cadáver que me encontré?!.

- No.

- Okey, eso es todo - Le arranqué el sobre de las manos aún nerviosa - Hasta mañana y gracias.

- Hestia espera-

- Olvídalo.

Y salí corriendo hacía mi habitación mientras mi corazón quería salir de mi pecho. La adrenalina estaba corriendo por mi sangre a un nivel abrumador y todo lo que quería era dormir y olvidar todo lo que estaba pasando.

Detuve en seco mi carrera al recordar un detalle minúsculo. Volví a tomar el papel negro y miré fijamente la letra. Estaba escrito a mano, por esa razón quedé observando detalladamente, inclusive hasta el puntito de la "i" y la presión que habían ejercido para hacerlo, la persona era muy meticulosa con su letra, seguro estaba apuntando a algún taller de literatura por tener la letra tan perfecta. ¿Qué cómo sé todo esto?. Una vez me tiré a un escritor y él me enseñó eso.

¿Sabían de todo esto lo más extraño?. La "O" tenía un trazo único.

Estoy hablando de que mayormente cuando vas a escribir esa letra el trazo se hace de arriba hacía abajo, este era de abajo hacia arriba.

Al menos había conseguido una pista y un nuevo rumbo.

Ahora solo tenía que buscar en el taller de literatura una muestra de la letra con la "O" en ese trazo y descubrir a quién le pertenecía.

¿Qué iría a por mí?. Ja, yo iré a por quién sea que fuera primero.

Tenía un motivo para sonreír en medio de toda esta mierda. Ya estaba a los cojones con todo.

- ¿Hazel? - Y lo poco que había sonreído se fue a la mierda - ¿A dónde vas?.

La de ojos azules había acabado de colocarse las botas, parecía lista para tener una salidita al bosque. ¿A esta hora?.

- Quedé con Kai.

Quedé conmocionada con su respuesta. ¿Justo a esta hora una cita?. Joder esto estaba malisímo para salir a esta horas y ese chico lo había acabado de conocer.

- ¿Ese chico te gusta? - La pare tomando de su brazo con fuerza antes de que saliera del cuarto.

- Puede ser - Respondió sin más.

- ¡Hazel! - Aseveré. Esto estaba feo, bien feo. ¿Y si le hacía algo?.

Ya estaba delirando con los millones de escenarios que ocurrían en mi cabeza. Este asunto me tiene nerviosa.

- ¿Qué?.

- ¿Te recuerdo la última vez que te gustó alguien? - Me canbree muchísimo. ¿En quémomento yo había madurado y ella se habíavuelto la infantil?. Ese interés tan repentino me recordaba al mismo que tuvo con Leo, y miren por dónde, ese chico hasta la maltrato - Le hiciste daño.

Ella soltó una risilla irónica. ¿Le hacía gracia el asunto?.

- ¿En serio me vas a recriminar sobre eso? - Bufo de mala gana - Te recuerdo que fue en defensa propia.

- Y yo te recuerdo que casi lo matas.

- Tal vez hubiese sido mejor que él me hubiera matado. ¿No?

- ¿Pero qué-

- No te estaría estorbando como ahora - Sonrió socarrona.

- ¿De dónde sacas eso?.

- ¿De dónde sacas ese tema tú? Solo dije que iría con Kai, si tú mente perversa quiere hacerte creer que follaré con él o lo mataré, puedes creer lo que quieras. ¡No me interesa lo que pienses Hestia, puedes irte al demonio! - Exclamó colérica, a nuestro alrededor unos objetos estaban levitando, al parecer la telequinesia aparecía cuando estábamos enfadadas.

¿Cuándo Hazel había cambiado tanto?. ¿En serio no le importaba hacerle daño a alguien?.
No, no.

Quizás simplemente yo había sacado conclusiones precipitadas. ¿Era eso, no?. Tal vez no debí decir nada y mucho menos sacar ese tema ahora mismo.

Me había comportado igual que cuando era pequeña y solo soltaba lo primero que estaba en mi mente respecto a lo que veía.

- Eres un monstruo - Y recordé las palabras que me dedicó mi madre de pequeña...

¿Todo esto había empezado al nacer?.

Cada una de mis neuronas comenzó a doler. Ya tenía el día de demonio, la noche y ahora agregarle mis problemas existenciales e una discusión con mi hermana.

- ¿Johnny estas despierto? - Hablé al celular, sin siquiera esperar una respuesta - Prepará tu cama que iré a dormir contigo y Mark...

- ¿Qué-?

- Voy utilizar esas botellas que ocultamos en el cuarto de limpieza, me voy a emborrachar hasta olvidar mi nombre y luego iré contigo.

Esa era la única forma de escapar que conozco. Necesito urgentemente olvidar todo.