Esta vez mientras caminaba sola por los pasillos de Leumas para ir en dirección de mi habitación, no tuve que voltear para saber que había presencia paranormal a mis espaldas. Suspiré y me di la vuelta para confontarlo. Era la sexta vez en dos días que me aparecía. La situación se me hacía hasta divertida, el fantasma que antes nombre como "anónimo" y era horriblemente espeluznante, ahora se me hacía fastidiante su presencia.

- Hestia por el amor de dios, hazme caso. Tienes que huir. No hay tiempo - Repitió por milésima vez.

- No me iré a ningún lado. Las únicas personas que quiero están aquí - Bufé a la vez que entraba a la habitación.

- ¿Qué? - Inquirió Hazel al verme entrar. Miró en dirección a la puerta. No vio a nadie y se me quedó viendo con una ceja alzada - ¿Estas hablando sola?.

Esa era la clara muestra que no puede persivir a los muertos. Entonces, ¿cómo es capaz de oír a mamá?. Hay cosas tan enredadas en esta historia que ni os podeis imaginar.

- Hestia por una vez en tu vida debes confiar en mí. Sé lo que te digo. Vienen a por ti. Ya no te queda tiempo, tienes que escapar ahora mismo.

- ¡Que te den! - Clamé ya molesta alzando mis brazos por el hastío.

- ¿Pero qué he hecho ahora? - Chilló mi hermana en confusión total.

- Nada - Le sonreí a la mayor enormemente - ¿Vas a algún lado?.

El fantasma desapareció, coloqué mi mochila sobre la mesa de estudio y la vi arreglarse el cabello justo como lo hace cuando tiene intenciones de salir.

- Voy a ver a mi mejor amigo.

- ¡Genial! - Hice un festejo mental - Te acompaño. Lo más probable es que me encuentre a mi cuñis ahí. Tengo una conversación pendiente con Jungkook desde hace rato y no he tenido tiempo de hablar.

- Por tropecienta vez te lo digo y te lo repito, no hay nada entre Jungkook y yo - Se escandalizó - ¡No hay nada!.

- Ni hiy nidi.

Sus ojos me miraron con frustración. La sacaba de quicio, lo sé, es lo mejor que se me da de ser su hermana. Me sale natural y todo. Con diverción me enganché a su brazo para salir junto a ella sin permiso ni nada.

En esa marcha hasta la entrada de Leumas nos dedicamos a conversar temas tribales. Ahora que lo pienso llevamos bastante tiempo sin tener una charla entre nosotras. Casi siempre una estaba en algo o no había una oportunidad, y si no, habían terceras personas. Por las noches, a la hora de dormir, eran el único tiempo libre que teníamos y a decir verdad, nos encontramos tan cansadas que hacíamos justamente eso, dormir.

Sin dudas nos hacía falta un tiempo entre nosotras solas para reforzar... emh, la... ¿hermandad?, ¿se puede decir así?.

- Holis papirricos, ya llegó por quien lloraban - Solté orgullosa mientras llevaba mi mano a la cintura con una pose diva metiéndome justo en su camino.

Por un lado estaba Hazel golpeándose la frente con una mano, Yoongi rodando ojos y Kook con una sonrisa divertida. Ni tengo que tener el don de Hazel para saber que todos estaban pensando mi nombre a la vez.

- ¿Dijiste que vendrías sola? - Reprochó instantáneamente mi chico de ojos de gato.

- Es difícil despegarse esa garrapata de encima, créanme- Contestó la susodicha con un suspiro.

- Yo le creo - Confesé junto a una sonrisa inocente hacia ambos chicos - Ahora si, díganme qué haremos ahora.

- Nadie te invit-

Interrumpí a Yoongi con un quejido sorprendido. Mis ojos se escurrieron entre ambos chicos del frente para concentrase con un par de jamones masculino a unos metros. Joder, decir que eran monumentales se quedaban corto. Uno era más alto que el otro por un tramo, pero absolutamente nada le quitaba la pegatina que tienen como si gritara "¡Estamos de rechupete!". <<Muy aesthetic de su parte>>, seria mi respuesta si preguntan mi opinión a nivel de ideología de Johnny.

Los demás se voltearon a ver que era lo que me había dejado muda y boqueando cual pez fuera del agua.

- ¡Santo Dios! - Hazel fue la próxima en caer en aquellos encantos.

Empujamos Jungkook y Yoongi para colocarnos enfrente y tener más visión del gran panorama. En un minisegundo que mis ojos miraron a Kook pude ver como se encontraba de celoso con los brazos cruzados y el rostro serio sin sacarle el ojo a la mayor. Aunque mi linda hermana no demoró mucho en sacar sus propias conclusiones enfrente de nosotros:

- ¡Bendito sea el árbol de donde sacaron la madera para el hacer el soporte del colchón donde sus padres hecharon pasión para hacer semejantes bombones! - Hizo un leve gesto emocionado después de "bombón" con las manos como si los tuviera en estas y los alzara al aire.

No tenía dudas en sus palabras. Era muy sabias con respecto a ellos.

- Sin objeciones - Tuve que pestañar por primera vez antes de comenzar con mi momento de bendiciones como mi hermana - ¡Dios bendiga la tuerca del tornillo, del camión, de la yanta, que trajo el cemento para hacer el pavimento por donde van caminando esos monumentos!.

Hazel y yo nos miramos con complicidad. Ella se mordía el labio inferior y yo asentía. Exactamente esa acción la habíamos realizado tantas veces en tantas fiestas cuando escogimos nuestras víctimas, que quedó claro lo que íbamos a hacer.

- El mío es el más grande, tú te quedas con el enano - Escogió rápidamente.

- A mí me sirve cualquiera de esas ricuras - Alcé los hombros como si nada.

- Lo sabemos - Bufó Min.

- Ay, no te me pongas celocito - Le sonreí ladeadamente - Y tú mucho menos Jungkook. Tú con esos brazotes te vuelves insuperable.

- Lo sé - Fue la respuesta encantada del muchacho.

- Si, claro - Ironizó mi hermana. ¿Acaso le encanta irle a la contraria a Jungkook?.

- Por supuesto-

- Shhh - Callé al cuñis - Momento del plan macabro - Comencé a hablar mientras ella asentía - Yo me le acercó al enano, obviamente tropezare "accidentalmente" con él y me tiraré al suelo como si estuviera perdiendo la pierna. Cuando ambos chicos se alarmen y vengan a ayudarme, tú, hermana mía, también te acercaras desesperadamente y tal será tu shock que embestirás al chico más grande, sufriendo el mismo accidente y así termina esto. Con ambas ricuras llevándonos a la enfermería.

- No tienen que hacer eso - Intervino Yoongi en nuestra idea - Nosotros conocemos a ese par de idiotas - Hizo una pausa mientras tomaba aire - ¡Jimin, Taehyung, vengan a acá!.

- ¡Nooo! - Chillamos las Jacobs.

- ¿Qué, no los querían cerca? - Min puso la típica cara de hastío esa de <no entiendo a las mujeres> - Así es más fácil.

- ¡No, idiota! - Riñó la mayor - Un movimiento en falso y arruinas la partida. ¡Acabas de arruinar nuestro maravilloso saque!.

- Eres un Johnny cualquiera - Negué con la cabeza - Y créeme que ser un Johnny cualquiera es una graaan ofensa.

- Te dijo "Johnny cualquiera".

Jungkook se tuvo flexionar por el ataque de risa que le entró, y la otra chica del grupo, tampoco defendió a su mejor amigo ya que se encontraba en las mismas condiciones que Jungkook.

Nomás verle la cara de ofendido a que transmutó, me hizo apretar los labios para no reírme. Es indiscutible que el pálido había recibido la mayor ofensa de su vida y por supuesto, se la tuve que dar yo, pues claro, no tendría tanta fuerza al contrario.

Yo no me voy a reír, no me voy a reír, no me voy a reír. A la mierda, me haré inmortal con la risa.

Las risas cesaron de mi parte cuando vi a los dos bombones acercándose. Tenía que pensar algo rápido. Mi partida aún no estaba perdida, solo tengo que prolongar jugada.

- Matanga dijo la changa - Agarré al Jungkook muerto en risa y salí con él a rastras.