«¿Besé a Yoongi?»
Perdí la noción de cuánto alcohol me había metido. Solo sé que dejé a Johnny sin reservas. Aunque había cumplido mi cometido. ¡Estoy feliz!. Tanto que puedo besar a un zapote y abrazar a la insoportable de Celin.
Asere creo que ya está amanecido. ¿Cuánto tiempo pasé en ese mugroso lugar?. Bueno, eso que importa. Soy feliz y eso es lo importante. ¡Muy feliz!.
¿Habré consumido alguna droga en vez de alcohol?. Esta felicidad es tan anormal como la risilla que sale de mis labios.
Entrecerré mis ojos tratando que la imagen difusa del número de habitación sea la de mis amigos.
- Que va, esa misma es - Entré de sopetón dando un portazo. Si alguien me dice que esa habitación no es la de ellos no le debo creer. Yo nunca me equivoco con los números, aunque esos se veían bailando, ¿los números bailan reguetón?.
Una habitación común me recibió. Había una mitad ordenada y una regada, tal como la de Mark y Johnny, también se parecía la mitad regada a la mía en comparación a la ordenada de Hazel. Shhhh mente, recuerda que Hazel debe ser olvidada para ser feliz, muuuy feliz.
¿Dónde están los chicos?. ¿Acaso ya habían ido a la escuela?.
En ese caso me acostaré en la parte ordenada, o sea en la de Mark porque no quiero inhalar el perfume de sábanas sin lavar. Johnny era un marranito en todas sus palabras.
Me senté en la cama, comencé a quitarme los zapatos cuando la puerta del baño fue abierta y el engendro gruñón salió de ahí.
- Jungkook - Se interrumpió a sí mismo viendo que trataba de yo - ¿Qué haces tú aquí, y más importante, qué haces en mi cama?.
Entrecerré los ojos viéndolo con detenimiento. Era un buen actor y un buen estúpido, ¿en serio me jodería ahora transformadose en Yoongi?.
- Johnny no estoy para tus bromitas - Le lancé una media directamente a la cara.
El chico dio un traspié al oler el empoderado aroma de mi pierna, casi se desmaya. Eso me hizo reír. ¿Se imaginan si fuera Yoongi realmente?. Me meo.
- Hestia sale de mi habitación enseguida - Demandó enfadado por mi risa.
- Tal vez si fueras Yoongi lo haría, pero solo eres Johnny usando su don de la metamorfosis por milésima vez conmigo para jugarme una maldita broma al hacerte pasar por el chico que me gusta, así que no, no Johnny.
- ¿De qué coño hablas?. Soy Yoongi.
- Y yo la sirenita Ariel - Reí como foca ahogada de mi mal chiste - O sea la diosa que tiene mi mismo nombre es pelirroja como Ariel pero yo soy pelinegra, ¿entiendes? - Yoongi se limitó a mirarme seriamente mientras enaltecia una ceja. Eso me dio más gracia todavía.
Vale, los chistes no eran lo mío. Aunque siempre hay una mañana y todo sale mejor ese día. Solo tenía que dormirme y despertar para volverme una comediante experta.
- Hasta mañana - Me acurruque en sus sábanas.
- Oye oye, ¿qué estás haciendo? - Estiró el rostro a la par que corría en mi dirección para intentar quitarme la almohada.
- Ay no seas pesado. Markie no se molestará porque la use un tiempo - La agarré contra mi cabeza - Además huele maravilloso.
- ¿Estas loca? - Se exaltó.
- Que curioso, Hazel se pasa la vida diciéndome lo mismo - Solté junto a una risilla.
- ¡Sale de mi cama!.
- ¡No quiero!.
- ¡Hestia! - Aseveró.
- ¿Johnny te he dicho lo lindo que te ves transformado en Yoongi? - Bailé mis cejas insinuadoramente - ¿Por cierto, si te besó así significaría que besé a Johnny o que besé Yoongi?.
- ¡Maldita sea!. ¡Sale de mi cama de una puta vez, Hestia! - Clamó colérico.
Uhhh, estoy segura que Yoongi lo haría así mismo. ¡Johnny para el mejor papel de Min Yoongi!.
El chico agarró el colchón y lo elevó, consiguió que yo rodara hasta el suelo y que me pegara un buena golpisa en el trasero.
- Johnny basta. Esto ya no mola.
- Puta madre, te estoy diciendo que soy Yoongi.
- Sí, aja - Ironicé mientras me ponía de pie. Mi ropa estaba deprimente, así que caminé hasta el closet de mi amigo y busqué entre sus cosas hasta encontrar una camiseta que era de mi talla - ¿Johnny y tus camisetas de colores?. ¿Será el alcohol o yo me volví daltonica?. Porque lo único que veo aquí es negro.
- Hestia deja mis cosas.
Cerró el armario pensando que se había desecho de mí, sin embargo, al voltearse me encontró en bragas y como pasaba la camisa por encima de mi cabeza hasta ponermela.
- Si tanto deseabas cambiarte podías usar el baño - Riñó. ¿Qué pasaba con Johnny?. Se estaba volviendo un viejo cascarrabias como Min.
- Por favor, no te hagas. Te encantan mis tetas.
- ¿De dónde sacaste eso, cerda?.
- Voy a dormir ya. Apaga la luz.
- ¿Quién te crees que eres para darme ordenes?.
Me di media vuelta con toda la intención de tirarme en la cama, sin embargo, una lusecita pasó por mi cabecita y me dio una idea estupenda. ¿Cómo sería dormir abrazando a Yoongi?. Digo, ahora podía hacerlo sin que necesariamente fuera con él.
- ¡Vamos a dormir mi gatito malo! - Salté sobre él mientras lo abrazaba, provocando la caída de ambos en la cama - Mi gatito tiern... malo, mi gatito muy malo y gruñón - Pinché su nariz a la par que lo abrazaba como un peluche, escondí mi cara contra su pecho y le di un beso en la mejilla esperando una reacción.
Solo que el chico se había quedado estático, no se movían ni pestañaba, parecía congelado como un iceberg. Y no, no era porque me encontraba literalmente acostada sobre él. Johnny nunca se pondría estático por algo como eso, él era del tipo que te sigue la muestra de afecto.
- ¿Johnny? - Sus ojos negros denotaban molestia y indiferencia, helaban la sangre de mi cuerpo con una simple mirada fija. Johnny nunca me había mirado así. Él no era mi amigo - Tú no eres Johnny.
Quedé shoqueada.. sino era Johnny.. eso significa que era... verdaderamente Yoongi.
¿¡Qué!?.
De pronto agarró mi rostro con ambas manos, apretó el lugar de mis mejillas una y otra vez, despegaba su mano e la volvía a pegar. Sus ojos se abrían como platos por cada vez que lo hacía.
- ¿Cómo puede ser que....
Bajó sus manos tocando mi cuello, hombros hasta los brazos. Tocaba el lugar como si buscara algo, sus ojos parecían curiosos y ya no eran tan fríos como siempre.
- ...no tengas miedo?.
Quedé conmocionada con la afirmación y la forma tan penetrante que me veía. Sus manos hicieron presión en mis hombros e se removió hasta quedar encima de mí, sentado sobre mi abdomen.
- ¿No le temes a nada? - Inquirió con voz áspera antes de responderse a sí mismo - Eso es imposible. Hace solo unos días temblabas del miedo de ser poseída por aquel monstruo. ¿Acaso tú luchas contra tus propios temores?. Aún así es imposible. Todos le tememos a algo.
- No sé de lo que hablas - Alcé los hombros - Yo simplemente no le tengo miedo al éxito.
- ¿Qué? - Enalteció una ceja con incredulidad.
- Sin miedo al éxito - Repetí sonriendo ladeadamente.
Sí, esa era mi forma de ver al mundo. No podía temerle a nada porque si no sería aplastada por la vida, y si nací para vivir, tengo el deber de vivir al máximo.
Ni siquiera podía encerrarme en mi cuarto a deprimirme por todo lo que he vivido hoy. Esa no sería yo. La Hestia que hay en mí se levanta del suelo aunque la caída sea mortal, se sacude el polvo e seguía sonriendo.
NO a cualquier cosa que me impida vivir... aunque significara no temerle a nada.
- Yoongi me gustas - ¿Por qué dije eso?.
Quizás todos esos pensamientos sobre vivir al máximo me hicieron soltarlo. La verdad es que no sé, yo no pienso lo que digo.
Sin esperar la respuesta del muchacho mientras todavía me encontraba en la euforia del alcohol en sangre, agarré su cara para unir sus labios con los míos..
Y todo se volvió negro a solo centímetros de conseguir lo que tanto he ansiado.
¿Llegué a besar a Yoongi?.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro