XXX.Aron parte VI
Esta noche no puedo dormir, aunque esta vez agradezco que no sea debido a pesadillas, hoy es diferente, es Jane quien me inquieta y me genera preguntas que no me dejan conciliar el sueño. Me ha mostrado un dibujo en donde estoy yo, yo con alas de alas, lo cual me causa intriga porque, ¿qué se supone que significa? ¿Acaso significo eso para ella? Y si lo represento, ¿eso quiere decir que siente algo más por mí? Lo peor de todo, o mejor, no sé cómo decirlo, es que comencé a preguntarle a mi padre cómo fue que supo que estaba enamorado de mi madre, qué sintió, y por sus respuestas, además de las investigaciones en Internet, lo cual, si analizo son algo infantiles, realmente estoy enamorándome de Jane Hale.
He estado rebuscando en lo más recóndito de mi cerebro, todo con tal de encontrar desde cuándo fue que se comenzó a desarrollar este sentimiento, si fue abruptamente desde lo sucedido en el hospital, lo cual, no fue así, porque de haber sido eso, lo que siento no se sentiría como mi padre me describió, sería atracción física o algo más, estaría creyendo que es amor, pero no es así, porque aunque sea difícil admitir, Jane Hale me importa, quiero saber más sobre ella, quiero poder ofrecerle algo bueno, como se lo dije cuando ayudé a decorar el patio de su casa, quiero poder tomarla de la mano sabiendo que no es un gesto extraño, que es algo normal para nosotros, único e inigualable, quiero... ¿Besarla? No había pensado en eso hasta ahora, y es algo que al imaginar que podría suceder, me saca una sonrisa; sin embargo, si eso llega a hacerse realidad, quiero que ella también lo quiera, porque si ella no siente nada al respecto, si ella simplemente me ve como un amigo... Qué maravilla poder seguir teniéndola como amiga.
Demonios, ahora mi cabeza es todo un lío. Si este sentimiento sigue, bueno, no es que pueda frenarlo, así que seguirá creciendo, todo se volverá algo extraño, porque no quiero decirle que siento algo por ella, porque... ¿Y si la pierdo? ¿Y si pierdo a la única amiga que he tenido en mi vida?
Llevo mis manos hacia los costados de mi cabeza y las deslizo hacia atrás, frustrado. Ya no quiero seguir pensando en más cuestionamientos, quisiera poder callar la voz que repite su nombre una y otra vez, y dejar de ver su rostro, en especial esos ojos.
Golpeo el mueble junto a mi escritorio y de inmediato me arrepiento, ya que si viene mi madre...
—Aron, ¿estás bien? Escuché un golpe y... Te sucede algo —asegura acercándose a mi cama, para sentarse al filo de esta.
—Sí, hay algo que no me deja dormir —miro hacia mi escritorio donde he dejado el dibujo de Jane, entonces mi madre se percata de ello y lo toma.
—¿Quién lo hizo? Es hermoso —asegura.
—Lo hizo Jane, y antes de que preguntes, sí, es por ello que estoy así, porque no sé por qué razón lo dibujó, y porque... Me estoy enamorando de ella, mamá, y tengo miedo, pero no de que no me ame, sino de que si se lo digo, la pierda como amiga. Además, no quiero crearme falsas ideas sobre la posibilidad de que sienta lo mismo que yo.
—Sabía que este momento llegaría, y también sabía que sería ella, desde que la conocí y los vi juntos... Algo me dijo que ustedes... Pero, cuando vi que había algo mucho más que una amistad, fue la noche del hospital.
» ¿Sabes, Aron? Desde que llegaste a nuestras vidas, lo único que hemos querido es hacerte feliz, darte todo el amor que te mereces, pero, como madre, también quería que en algún momento recibieras un amor como el que tu padre y yo nos tenemos, o incluso mejor. Creí, que cuando llegara ese momento, tendrías demasiado miedo de amar, porque tú mejor que nadie sabe que el amor no siempre es bueno, e incluso te daba miedo amarnos, sólo que ahora, el saber que no es eso a lo que le tienes miedo me tranquiliza.
No obstante, mi consejo es: no temas a perder a Jane. He visto cómo es su relación en los días que ha venido aquí, y sé que, si ella no siente lo mismo que tú, no la perderás, porque te aseguro que ella también aprecia el que sean amigos por sobre todas las cosas.
—¿Y cómo se lo digo?
—Creo que eso es algo que tú deberías decidir, aunque primero, será mejor que la escuches.
—¿Cómo sabes que ella...?
—Escuché lo que hablaste con tu padre, y sé que tienes motivos para molestarte, es sólo que realmente me importas, hijo, siempre lo has hecho, y sé que si Jane debe decirte algo, primero será bueno escucharla.
—¿Crees que lo que me diga influya en lo que siento?
—No, no es eso, debes escucharla porque si dices lo que sientes, creo que sería un poco abrumador para ella, ¿o qué sentirías en su lugar? Quiero decir, trata de imaginar cómo te sentirías si fuese lo contrario.
Me quedo callado, pensando en que tiene razón, si yo estuviera en su lugar y quisiera contarle todo lo que le conté en el hospital pero, ella me dice que me ama, sería abrumador, quiero decir, sería una completa bomba se sentimientos encontrados.
—Creo que ya sé cómo decirle a Jane lo que siento, y tal vez, después de escucharla, sepa qué palabras decir.
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