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◈ 19

Diseño de amor

—¿Y estás seguro de que no la violó? Ese cabrón... Tuve que advertirte mejor. No es la primera vez que hace algo así, pero esta vez fue demasiado lejos al punto de meterse en su habitación.

—No sigas, Sangho. Ella dijo que no le había hecho nada más, pero tengo tanto miedo de que sí lo haya hecho. Su camisón estaba todo abierto... Si llegara a quedar embarazada, mierda, no lo quiero ni pensar. Yo... obviamente haría algo para que no sucediera, y en el peor de los casos me haría cargo del niño y la dejaría ser libre de una responsabilidad que no le corresponde. Sunbin es muy joven para algo así, todavía tiene muchas cosas que vivir... Fue mi culpa, tuve que ser más cuidadoso.

—Hey, tampoco te crucifiques. Nadie esperaba que estuviera tan loco...

No podía olvidar la conversación entre los chicos que había escuchado sin querer.

Después de cortarme el cabello y cambiar mi ropa había esperado que estuvieran fuera de la habitación, pero en su lugar me había encontrado con la nada misma y por ello había salido a buscarlos para que me dieran alguna opinión respecto a cómo me veía. No esperaba grandes sonrisas, tampoco un rechazo total, tan solo una opinión sincera sobre lo que podía mejorar. Y en su lugar, solo había logrado escuchar parte de su conversación detrás de una puerta.

Por mucho que quisiera, no podía dejar de darle vueltas. Ni siquiera la pude dejar atrás cuando, ya de regreso en la habitación, Jungkook grande ingresó y se ofreció a emparejar mejor la parte de atrás que no podía ver muy bien. Al principio me había negado, realmente no quería tener contacto físico con nadie por un tiempo, pero necesitaba estar decente, así que no había más remedio que recibir un poco de ayuda.

Era eso... O vivir en la ignorancia de cómo se veía mi cabello realmente. Que tampoco era tan mala idea, pero era mejor no llamar la atención con nada en especial.

—... Así que ordena tus cosas que nos vamos de aquí.

La voz de Jungkook grande se coló por mis oídos, pero no estaba comprendiendo nada de lo que me decía. Al final habíamos llegado al acuerdo de que seguiríamos en el lugar, por lo que sus palabras estaban causando mayor confusión en mi interior. ¿Irnos a dónde? Los acuerdos eran acuerdos y parecía no estar cumpliendo con su palabra.

Como si ya no fuera suficiente tener que cargar con haber escuchado su conversación con Sangho sin querer.

—Dijiste que no nos iríamos —no quería comenzar una discusión, no obstante, no le estaba agrandando su decisión.

—¿Sunbin, escuchaste todo lo que dije? —mi silencio fue suficiente para que comprendiera que tenía la mente en cualquier parte menos en ese lugar— No nos vamos a ir del pueblo, solo vamos a ir a un mejor lugar. No has podido dormir tranquila y si sigues así te puedes enfermar. Conseguí un lugar con dos camas, mucho más seguro y en dónde podrás dormir mejor.

Bien, tenía que calmarme un poco. Si bien intentaba darme valor lata enfrentar al mundo, a la vez mi actitud a la defensivo me.estaba llevando a tener malentendidos con él cuando lo único que estaba haciendo era velar por mi bienestar. ¿Pero por qué me resultaba tan difícil confiar? ¿Acaso que fuera hombre también tenía que ver en mi trato hacia él? Nunca había intentado hacer grandes diferencias, pero desde lo sucedido había estado intentando llevar la situación como podía, aunque eso significara tratarlo de es forma.

Esperaba que con el tiempo esas heridas se fueran curando.

—Lo siento. No sé dónde tengo la mente —intenté hacer la situación menos tensa—. Voy a ordenar las cosas enseguida.

¿Qué cosas haría para conseguir favores?

¿Qué podía hacer yo para pagarle todo lo que había hecho por mí?

Sus esfuerzos eran los suficientes como para sentir que estaba en deuda con él. De mi cuello colgaba la cadena que había sido de su madre... ¿Si se la regresaba a esa mujer podría sentir menos peso? Ya sabía dónde estaba, no habría Sido muy difícil ir hasta allá, el gran problema era llegar justo hasta ella, y con Jungkook grande pegado a mí a cada momento del día volvía las cosas más complicadas. Tampoco quería separarme de él del todo, su compañías me brindaba protección y me hacía sentir más tranquila.

Doblé un pantalón y una camisa, los metí a mi bolso dejando los vestidos y faldas al fondo. El color blanco también comenzó a desaparecer a medida que iba guardando las prendas nuevas. Luego, en alguna parte, tendría que conseguir hilo y aguja para arreglar las que me quedaban muy grandes, pero al menos tenía una cantidad decente para poder vestir un par de días sin sentir que era una atracción que llamaba la atención.

Peiné mi cabello sintiendo lo corto que estaba a comparación de antes. Un sentimientos de nostalgia me invadió, podía recordar cómo el pequeño Jungkook había jugado tantas veces a hacerme largas trenzas. Todo eso ya había quedado en el pasado, sin embargo, una nueva luz de esperanza había surgido en mí al haber visto su seña. ¿Sería que quería que nos viéramos de nuevo? Con todo lo ocurrido había dejado en segundo plano ese encuentro tan inesperado. ¿Cómo lo trataban en ese lugar? ¿Habría conseguido la felicidad de una familia feliz? Esperaba que todos los sacrificios hubieran válido la pena, pero al recordar su cara ninguna de expresión de sonrisa se venía a mi mente.

Se había visto apagado, como si el brillo de sus ojos se hubiera esfumado. Esperaba que solo no hubiera sido un buen día... Mi corazón no iba a resistir si me enteraba que vivía un vida desdichada sin en el amor y cariño que merecía.

—Sangho me dijo que te dijera que te quiere dar las tijeras como regalo —su figura apareció a mi lado y me entregó las tijeras que habían quedado sobre la cama—. Ahora iba a estar ocupado con unos asuntos, por lo que no podía venir a despedirse, pero quiso hacer su buena acción. No sé qué le habrá picado, pero se ha comportado como un tipo bastante decente mientras estuvimos por aquí. Debe ser parte del efecto Sunbin.

—No hice nada para que él se comportara así, puede que solo haya sido coincidencia.

—Sinceramente, creo que te ganaste su respeto. A medida que te fue conociendo, se notó que empatizó con tu historia. Así es él, puede ser muy desubicado, pero hay ciertos valores que nada ni nadie pueden cambiar.

Quise comentar que en ese caso solo había sido por lástima, pero no era el momento de armar entre nosotros un ambiente más incómodo. Solo me quedaba agradecerle a Sangho su comprensión y ayuda independientemente de sus motivaciones. No era alguien con quién compartiría habitación estando los dos solos, pero había sabido escuchatme en los momentos precisos.

Ya con todo ordenado, me colgué el bolso al hombro y le eché una última mirada a la habitación. Esperaba no volver a ver paredes tan tristes en mi vida. Tampoco toparme otra vez con colchas como las que cubrían la gran cama. Por un momento había llegado a pensar que podría ser nuestro nuevo refugio después de que el hogar de padre se había vuelto más inseguro, pero en su lugar podía sentir las marcas invisibles en mi cuerpo.

Al menos podía rescatar el recuerdo de mi reflejo en el espejo. Tampoco había sido la mejor situación, pero me ayudaba a pasar el trago amargo gracias a todo lo que había sucedido.

—Olvida lo que pasó aquí, que yo por mi parte haré lo posible por no recordarlo más —las palabras de su charla con Sangho vinieron a mi cabeza. Las tuve que dejar ir para liberarme un poco—. Yo... No voy a quedar embarazada porque no pasó nada. Así que te suplico que dejes de atormentarte. La cicatriz en mi mente en algún momento tendrá que sanar, pero en mi cuerpo no quedó ninguna, ¿si?

—Escuchaste nuestra charla —ni siquiera fue una pregunta. Su tono afirmativo fue claro. Su semblante serio se quedó inmóvil bajo el marco de la puerta—. Sé que no soy yo quien debería estar asustado, pero no lo puedo evitar. Constantemente me pregunto hasta dónde sabes del tema, pero no me atrevo a preguntar, en parte por vergüenza y en parte por no querer incomodarte más.

—Jungkook, no soy tan pequeña. Seré ingenua, ignorante en varios temas, pero hay cosas que sé lo básico. Y el sexo es uno de esos temas. Tal vez no sepa tantos detalles ni nunca lo haya experimentado, pero sé que lo que pasó no fue eso... Así que ya cierra el tema en tu cabeza. Agradezco tu apoyo, pero por el bien de ambos, deja eso atrás para que podamos seguir —apreté el bolso contra mi cuerpo intentando hallar más valor—. En el hogar leí un libro que explicaba cómo hacer un bebé. No era tan explícito, pero me quedó en claro lo que se necesita hacer.

—¿Y de dónde sacaste ese libro?

—Estaba en la casita. Se llamaba El diseño de nuestro amor. Tal vez lo pudiste leer, no se veía como un libro que llevara décadas sin ser tocado.

Su expresión cambió. Sus rasgos se volvieron más suaves y su ceño dejó de estar tan fruncido. Una leve expresión de sorpresa invadió su rostro. Aunque ya había pasado un tiempo desde eso, algo me decía que no tenía que decir más para que supiera cuál era el libro al que me refería.

—Sé cuál es. No era un libro informativo ni mucho menos, solo era una historia de romance entre una mujer que trabajaba en un prostíbulo y el dueño de un restaurante.

Y al final habían tenido su final feliz, en donde un hijo había sido fruto de su amor después de todas las adversidades que tuvieron que pasar. Fue ahí donde supe cómo funcionaban las cosas para que se pudiera crear un bebé. Sus escenas en intimidad habían sido narradas desde una perspectiva más romántica que erótica, pero entendiendo lo básico era fácil comprender que detrás de metáforas habían otros significados. Jungkook grande lo tenía que saber si hasta recordaba de qué iba la historia.

—Así es. Así que definitivamente demos por cerrado este tema, por favor. O bueno, lo podemos retomar en el futuro si es necesario —endulcé un poco mi tono. Mis palabras estaban saliendo muy pesadas y no era lo que deseaba—, pero ahora no quiero seguir recordando lo que pasó, al menos por un tiempo.

—Está bien. Demos por finalizado el tema... Tan solo, si alguna vez quieres volver a hablar de ello, dímelo. No quiero que atravieses momentos difíciles sola cuando me tienes a tu lado, ¿bien?

Asentí observando su sonrisa tranquilizadora.

Mi mente viajó a ese libro que había leído, y de trayecto a nuestro nuevo lugar para quedarnos, fui recordando parte de lo que había leído. Durante toda mi niñez no estuve muy acostumbrada a leer, pero durante nuestras escapadas del hogar tenía que entretener mi tiempo en algo, y haber descubiertos un montón de libros en la casita había sido mi salvación para no pasar el tiempo solo durmiendo.

Llegamos a nuestro destino. Una casa de dos pisos, un lindo arboen la entrada y mucho más colorido que la anterior pare que estábamos. Se notaba que el sector era mejor, ¿qué había hecho Jungkook grande para conseguir algo así? Todavía sentía que tenía que descubrir mucho más sobre él a medida que conocía más el mundo real.

Instalados en la habitación, con el bolso sobre la que sería mi cama, me atreví a sacar el tema que había pasado de largo.

—¿Cómo es que esa chica llamada Yoonah conocía mi nombre? Además... ¿qué son ustedes?

Me senté al lado de mi ropa, él se sentó e la que sería su cama, justo frente a mí. Se tomó sus buenos segundos antes de hablar, pero finalmente lo hizo.

—Nuestra relación es algo complicada. Pero en resumen: se me confesó, le dije que tenía otras prioridades y que no podía salir con ella porque tampoco estaba en mis planes —su mano derecha se paseó por la manta mientras siguió hablando—. Sobre tu nombre... Ella es quien me ayudaba dándome comida, en algún momento le tuve que contar sobre ti y te tuvo que conocer de inmediato. Destacabas entre el resto, no tuvo que ser muy difícil verte.

Y en ese momento, sin embargo, me sentía muy distinta a la Sunbin que había llegado al pueblo.

—¿No te interesa tener novia?

—En estos momentos vamos de un lado a otro, creo que sería difícil tener una relación. Además, tal y como le dije a ella, hay otra prioridades. Está el tema de mi madre, también ahora sabemos dónde está Jungkook... Puede que en el futuro cuando se calmen un poco las cosas pueda tener una perspectiva diferente y más tiempo para pensar en ello.

Si lo decía de esa forma, no podía evitar hallarle la razón.

Nuestra vida estaba siendo muy caótica como para imaginar estar tomados de la mano con una persona. Recordar ese libro de romance por un momento me había hecho pensar que las cosas podían ser tan fáciles... Pero al final la realidad superaba la ficción.

¿Un romance juvenil? Estaba loca por haber pensado en algo de ese estilo. Era mucho mejor comenzar a pensar en ideas para ver qué haríamos respecto a su madre y Jungkook. Gracias a Sangho habíamos conocido la gran casa a las afueras de la ciudad, tan solo bastaba idear un plan para no actuar de forma tan arriesgada como lo habíamos hecho.

Tras meditarlos por un segundo, me atreví a abrir mi boca nuevamente.

—Pensemos en un plan para hablar con tu madre. Mañana podemos despertarnos temprano para ir a revisar nuevamente el lugar.

Miré hacia la gran ventana del lugar, y un bonito atardecer se hizo presenté. Recordé aquellos momentos en dónde junto a Jungkook pequeño subíamos al techo para ver el amanecer. ¿Alguna vez me volvería a sentir así de feliz y dichosa?

Mis ojos regresaron al chico que estaba frente a mí. ¿Al final de todo podría depositar toda mi confianza en él? Me había cuidado tanto... Pero no podía dejar atrás el daño que también me había producido.

No estaba segura de si entre ambos nos podríamos sanar... O por otro lado, nos terminaríamos hundiendo. Pero en ese momento era todo lo que tenía, y opté por aferrarme al no tener ninguna certeza.

La Sunbin valiente tendría que esperar un poco más, en ese momento tan solo quise un poco de contención teniendo una corazonada de la tormenta que cada vez estaba más cerca.

●▬▬▬▬24/07/23▬▬▬▬●


Se me olvidó subir este capítulo ayer porque estaba ocupada 🤭

Capítulo dedicado a: lazafiro26 fer_army613 Ariassz Valecandy_2018 Emi_mimi_bonito95 y Min_emerald

Este es el penúltimo capítulo hasta que acabe la historia... o más bien la segunda parte 👀 Todavía falta que pasen muchas cositas

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