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21.☠︎ Capítulo final.

—Vamos, acompáñame, cenaremos y luego te vas.

Hoseok lo miró desde su cama. HyunWoo estaba parado en la puerta de su habitación intentando convencerlo de salir a cenar.

—Olvídalo —dijo volviendo a taparse—.  No tengo ganas de salir.

—Hoseok, deja de ser tan infantil. En serio, ya estás empezando a preocuparme. Levántate y métete en la ducha. No me obligues a bañarte.

—¿No tienes nada mejor que hacer? Deja de molestarme.

—Bien, tu lo pediste —dijo acercándose a la cama. Quitó la manta de un manotazo y lo agarró del brazo.

—¿Acaso te volviste loco? —gritó intentando zafarse pero su amigo era muy fuerte también.

—¡Hace tres meses que estás encerrado en esta pocilga. Así que deja de regodearte en tu miseria y sal de la cama, maldita sea!

Hoseok dejó de luchar y suspiró. No tenía ánimos de nada. Había dejado su trabajo en Hurricane Venus y apenas si se presentaba a los otros dos trabajos y a la universidad. Había perdido peso y se sentía apático y cansado todo el tiempo.

—Nunu...

—Nunu nada, en serio, Hoseok. Esto es demasiado. ¿Cuánto tiempo más piensas seguir así? Desde que volviste de Jeju estás hecho un idiota. Así que ponte de pie y arregla las cosas. ¡Y si tanto lo extrañas, llámalo de una maldita vez!

Hoseok miró a su amigo intentando defenderse pero solo se encogió de hombros y suspiró.

—No lo extraño... —dijo en voz apenas audible.

—¿No? Entonces dime qué diablos te pasa. Dejaste el club y tu padre me dijo que apenas si vas a clases.

—Estoy algo cansado, eso es todo. No tienes de qué preocuparte.

HyunWoo se sentó a su lado y le apoyó una mano en el hombro.

—Escucha, sé que siempre has sido fuerte y que siempre intentas ocultar lo que te pasa, pero te conozco. Y sé que estás así por él.

—Bueno, ¿y si es así qué?

—Búscalo. Trágate el orgullo y dile lo que sientes. Date una oportunidad de ser feliz, te lo mereces.

—No, yo no sé cómo hacerlo. ¿Y si me rechaza? ¿Y si ya tiene a alguien?

—Vamos a hacer una cosa, báñate, arréglate y salgamos a comer algo. Aparte me lo debes, hace meses que tienes a tu mejor amigo abandonado.

Hoseok asintió y se arrastró al baño. Se miró en el espejo y se asustó de verse más delgado y demacrado. Nunu tenía razón. Era hora de despertarse y luchar por lo que quería. Y él quería a HyungWon.

HyungWon llegó al restaurante dónde se iba a ver con la hija de una de las amistades de su madre. No estaba entusiasmado, de hecho solo quería salir corriendo a su casa y dormir hasta Navidad. Tarde empezó a preguntarse por qué había aceptado salir en una cita a ciegas y encima con una mujer. De solo pensarlo le dio escalofríos. ¿Qué se supone que iba a decirle a la chica? Hola, sí. Un gusto, soy gay pero podemos intentarlo. ¿Tienes pene? Ok, esos monólogos estúpidos no iban a llevarlo a ningún lado. Su teléfono sonó. Era su cita que estaba atascada en el tráfico y llegaría un poco más tarde. Respiró aliviado y entró. Podría beber una copa de vino mientras esperaba. Se sentó junto al gran ventanal que daba a un hermoso parque con árboles de cerezo. Era una linda imagen. Ordenó el vino francés que tanto le gustaba y esperó.


—Tú entra, anúnciate y ordena algo de beber. Ya reservé la mesa. Iré a estacionar... —dijo HyunWoo jugando con las llaves de su auto. Hoseok asintió y se metió en el restaurante.

—Buenas noches —dijo a la recepcionista— tengo una reserva a nombre de Son HyunWoo.

La chica chequeó la larga lista que tenía enfrente y asintió con una sonrisa.

—Aquí está su reserva, por favor, si es tan amable de seguirme.

Hoseok siguió a la chica hasta un sector privado y lo hizo pasar a un saloncito muy elegante. Miró todo con curiosidad, su amigo se había pasado con la reserva.

—Gracias —le dijo a la chica—. ¿Podría recomendarme algún vino?

—Por supuesto. Le traeré el vino de la casa. Con su permiso. —La chica se retiró y Hoseok se quitó el saco.

—¿Señor Chae HyungWon? —un mozo se paró a su lado. Asintió confundido.

—Si, ¿sucede algo? —preguntó.

—Su cita acaba de llegar y pidió que lo llevara a un lugar un poco más privado.

HyungWon frunció el ceño. La chica no le había dicho nada... aunque probablemente fuera todo idea de su madre. Por supuesto que su madre estaba detrás de todo esto. No le extrañaría llegar al salón y que estuviera esperándolo un cura y su cita vestida de novia. Se levantó, en parte resignado porque su madre era imposible de razonar y curioso porque quería ver qué había planeado esa mujer. Siguió al mozo en silencio y este le indicó una puerta de madera corrediza. Agradeció y abrió.

—Ya te estabas tardando... —dijo una voz que le sonaba familiar.

—¿Hoseok? —su mano quedó pegada a la puerta.

—¿HyungWon? —Hoseok se levantó rápidamente y ambos se quedaron mirando fijamente, sin saber qué decir o hacer. Al cabo de unos segundos, HyungWon pareció regresar a la vida.

—Debe haber un error... —dijo sacando su celular.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Hoseok con cautela. Todos esos meses pensando en HyungWon y ahora lo tenía en frente. Sus recuerdos no le hacían justicia a su belleza.

—Yo —al alto le temblaban las manos— bueno, yo... se suponía que debía encontrarme con alguien. ¿Tú qué haces aquí?

—Se supone que cenaría con HyunWoo.

Otra vez el silencio. Hasta que Hoseok se aclaró la garganta.

—¿Quieres sentarte?

HyungWon se mordió el interior de la mejilla. —No creo que sea buena idea, Hoseok...

Hoseok sonrió apenas. —Cierto, tenías que verte con alguien. ¿Una cita? —preguntó. Su corazón se estrujó.

—Emmm... algo por el estilo.

Hoseok asintió y se acercó a la puerta. HyungWon podía sentir su perfume desde ahí. Dios santo, ¿por qué me haces esto?

Bien —dijo parándose a su lado— puedes quedarte con este salón. Se ve íntimo y creo que sería un lugar estupendo para una cita... —Inclinó la cabeza a modo de despedida y se dirigió hacia la puerta.

—Hoseok, espera... —Hoseok se giró. —¿Cómo has estado? —preguntó. Sus ojos brillaban y sus labios se fruncieron hacia un costado. Hoseok fijó sus ojos en esa boca que había besado con tantas ganas.


—Bien... supongo.

—Estás más delgado —observó el alto. Aún así HyungWon seguía pensando que Hoseok era increíblemente hermoso. Sin poderse contener, alargó el brazo y le acarició el cabello. Hoseok instintivamente se apoyó en el tacto cálido y aspiró su perfume. Cerró los ojos.

—Extrañé el olor de tu piel —dijo en un susurro.

HyungWon se rindió. No quería engañarse más. Quería a Hoseok. No quería ninguna cita, solo quería sentirse bien devuelta. Sentirse como se había sentido ese fin de semana en Jeju.

—Y yo te extrañé a ti —dijo arrojándole los brazos al cuello—. Lo siento. Lo siento tanto, Hoseok. Fui tan estúpido. Me arrepiento todos los días por haberte dicho eso. No es lo que pienso. Yo... estaba tan enojado con todo que te herí a ti. Lo siento... —Hoseok lo atrajo contra su cuerpo y HyungWon hundió la cara en el pliegue de su cuello.

—Shh —dijo acariciándole la cabeza despacio— ya todo eso pasó. Yo también lo siento, bebé. Me comporté como un idiota todo este tiempo cuando por dentro me moría de ganas por verte. —Separó suavemente a HyungWon de su pecho para verle la cara. Tenía la punta de la nariz roja y los labios colorados. Era precioso—. Te extrañé, bebé —dijo acercándose y pegando su boca a la del alto. HyungWon le respondió de inmediato y cuando sus lenguas se encontraron ambos gimieron en la boca del otro. Se sentía perfecto.

Seguían besándose cuando una moza entró y empezó a disculparse. Se separaron a regañadientes y se sentaron.

—Oye —dijo Hoseok sonriendo como no lo había hecho en meses—, ¿y tu cita?

—No me interesa, estoy con la única persona con la que quería estar.

Hoseok se mordió el labio inferior y se inclinó hacia adelante.

—¿Quieres que nos escapemos?

HyungWon sonrió y se levantó para robarle un beso que lo dejó sin aliento. —Vamos a mi departamento, debo empezar a compensarte...

—¿De veras? —dijo dejando algunos besos en el cuello de su sexy abogado—. Porque si es así, debes saber entonces que sigo muy ofendido.

—¿Entonces que estamos esperando? Vamos, prometo no dejarte ir hasta haber pagado mis faltas.

Hoseok pasó la lengua por su oreja y luego le dio un pequeño mordiscón que hizo que HyungWon ronroneara en respuesta. —Ese es mi chico, vamos. Tenemos que recuperar el tiempo perdido.

A veces los encuentros suceden en circunstancias extrañas. Las personas se encuentran y se desencuentran todo el tiempo. Hasta que un día conoces a alguien que hace que todos los encuentros anteriores sean insignificantes en comparación. Porque cuando encuentras a la persona a la que perteneces, todo cobra sentido.

Y su tacto se siente perfecto en tu piel, sus respiraciones se acompasan a las tuyas, sus dedos encajan perfectos en las depresiones de tu cuerpo y sus labios son perfectos cuando murmuran tu nombre. Dicen que nada sucede por casualidad. Y esa noche HyungWon había conocido a la persona que se amoldaba a sus deseos. Hoseok era su amigo. Su amante. Su persona. Su novio de ese fin de semana y su novio para toda la vida.

Fin ☠︎

Y esta historia un día llegó a su fin. Gracias a todas las que leyeron, votaron y dejaron sus comentarios. Son las mejores 💞



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