03.☠︎
Hoseok
-Ahora presten atención. Es muy importante que dominen este simple movimiento, porque
no importa que tan bueno o malo seas como stripper, si eres bueno en este paso puedes
cambiar toda la coreografía -mis alumnos me miraban expectantes a que les enseñara el
movimiento, así que encendí la música y me empecé a mover con ella, haciendo un suave
movimiento de batidora-, fíjense en la postura, no podemos hacer esto si tienen los pies muy juntos -me moví mostrando lo que no había que hacer- sino se va a ver raro, ¿ven?
Se podría decir que llevo el baile en la sangre. De pequeño me gustaba bailar frente al
televisor con alguna película de los '80 que mi mamá tanto adoraba. Cuando cumplí los
cinco años, había insistido tanto a mis padres para que me inscribieran en clases de baile
que terminé ganándoles por cansancio. Empecé con ballet, sin que me importaran las
burlas de mis compañeros que decían que eran cosas de chicas ni de mis familiares, que estaban totalmente desconcertados cuando mis padres accedieron a mis ruegos. Luego
pasé a otros ritmos, gané premios, concursos y hasta una beca para estudiar en New York,
pero entonces mi madre enfermó y tuve que abandonar mis sueños e intentar progresar en mi país. Mis padres nunca fueron ricos así que no tuve otra opción que salir a buscar trabajo para costear mis estudios y ayudar a pagar el tratamiento de mi madre. Tres trabajos y la plata nunca parecía alcanzar. Doy clases de male strip en una academia tres veces por semana, trabajo en gimnasio de lunes a viernes y bailo en Hurricane Venus los viernes y sábados por la noche. Tengo que hacer constantes malabares con mis horarios que apenas tengo vida personal.
-Entonces lo que haremos es bajar el centro de gravedad, doblaremos las rodillas y
bajaremos un poco, usando nuestros cuatro puntos...
La clase se desarrolló con normalidad. Tenía diez alumnos que bailaban en diferentes
shows y clubes nocturnos y que siempre acudían a mí para que les enseñara mis técnicas para bailar en el escenario. Cuando la clase terminó, me metí en las duchas y relajé mi cuerpo cansado. Sólo quería ir a casa y dormir dos días seguidos.
Cuando me estaba yendo mi celular sonó. Era mi padre.
-Hola, pa...
-Hijo, ¿cómo estás?
-Acabo de terminar una clase y ahora voy a casa a dormir un par de horas, hoy trabajo por
la noche.
-Entiendo, hijo. -Hubo una pausa-. Siento tener que pedirte esto pero... Tu mamá
necesita los medicamentos y este mes cobré muy poco.
-Te giraré el dinero, no te preocupes, papá.
-Gracias, hijo. Siento mucha vergüenza al tener que depender de ti.
-Hey, hey. No digas eso. Ustedes nunca me hicieron faltar nada, así que no vuelvas a
mencionar eso. Ya mismo te envío el dinero, no te preocupes.
Revisé mi cuenta y aunque no había mucho, era suficiente para comprar los medicamentos de mi madre. Pero necesitaba hacer más dinero. Llegué a casa y lancé el bolso en el sofá.
Mi apartamento era un desastre. No tenía tiempo de limpiar y a veces solo lo usaba para dormir. El timbre sonó y abrí. Ya sabía quién era.
-¿Qué onda, bro? -mi mejor amigo entró y se echó en el sofá.
-Cansado, necesito dormir algo.
-Ve a descansar, yo miraré algo y me ducharé. Hoy solo tenemos un turno.
-Gracias...
HyunWoo era mi mejor amigo. Lo había conocido en el gimnasio años atrás y teníamos tantas cosas en común que terminamos siendo inseparables. Gracias a él conseguí el trabajo en Hurricane Venus. No puedo quejarme, en el lugar pagaban bien, pero al ser solo dos días por semana no me retribuía lo suficiente. Aunque por otro lado, amo bailar, así que intentaba mirar el lado positivo. Y además conocía gente todo el tiempo. Por supuesto que al trabajar con mi cuerpo, llamaba la atención indeseada de muchas personas. Propuestas indecentes en su mayoría. De mujeres ricas que querían hacerme su amante, de hombres de negocios casados que querían aventuras de una noche, jóvenes con dinero de sobra y mucho tiempo libre. Nunca acepté nada de eso. No era mi objetivo. Me pagan por bailar y a eso me limito.
No sé cuánto tiempo dormí, pero cuando sentí que alguien me sacudía por los hombros,
gruñí porque estaba cansado y solo quería quedarme en la cama otros dos días.
-Arriba, bro. Tenemos que ir a mover el trasero -dijo mi amigo riendo.
Me incorporé como pude y me arrastré hasta el baño. Una ducha fría serviría para
despabilarme.
-Necesitas un novio -observó mi amigo viendo el desorden de mi habitación-, esto es un chiquero.
-No tengo tiempo -respondí buscando ropa.
-¿Para limpiar o para novio?
-Ambas cosas.
-Te mandaré a la señora Choi. No puedes seguir viviendo así.
-Gracias, bro. Te lo agradecería.
-Ahora con respecto a lo otro, puedo presentarte a alguien -me alcanzó una playera blanca que milagrosamente estaba limpia y planchada y se puso a revolver entre mis cajones buscando un pantalón.
-Nunu, en serio, no tengo tiempo para salir con nadie. Necesito buscar otro trabajo. Mi
mamá necesita otros medicamentos y sinceramente, no llego a pagar todo. Tengo que juntar para el alquiler, la cuota de la universidad y ayudar a mis padres... ¿Dónde voy a sacar tiempo para conocer a alguien?
-¿Hace cuánto que no tienes sexo? -preguntó mirándome seriamente.
-Eh...
-¿Ves? Ya ni siquiera te acuerdas. Escucha, nadie pide que te cases, solo date la
oportunidad de conocer a alguien, o ten sexo salvaje con alguien ardiente. Estás tensionado y necesitas desahogarte. Tengo algunos amigos que estarían más que dispuestos a hacerte el favor.
Resoplé y negué despacio. -Conozco a tus amigos y no me interesa ninguno. Sólo quieren alardear de que se acostaron con un stripper, ¿en qué lugar me deja eso a mí?
-Bueno, no puedes culparlos por tener fantasías. Además, ¿qué te importa si solo quieren alardear? Un revolcón no le hace mal a nadie y desde que terminaste con HongSeok no viste a nadie más.
-No sé. Ya estoy viejo para aventuras de una noche -agarré mi bolso y puse una botellita
de aceite de bebé nueva, una muda de ropa y algunos maquillajes.
-Piénsalo, nadie dice que no puedas divertirte con plebeyos mientras esperas a tu príncipe
azul.
Salimos del apartamento y nos subimos al auto de HyunWoo.
-Bien, lo pensaré -dije finalmente-. Ahora, ¿cuántos actos me toca hacer? La vez
pasada tuve cuatro.
-Boxeador, cinta y... creo que agua...
-Ok, tengo una coreo nueva que puedo usar en el agua. ¿Tienes algún masajista para
recomendarme? Hace días que tengo un dolor en la parte baja de la cintura.
-Si, luego te paso su contacto, pero quizás estás sobrecargando la espalda con peso...
Cuando llegamos a Hurricane Venus fuimos directamente a prepararnos para los shows. El club era exclusivo para clientes adinerados, que además de cenar, podían disfrutar del show y si pagaban un dinero extra, también podían tener un baile privado con el bailarín de su elección. Generalmente mi horario estaba lleno tanto los viernes como los sábados así que me preparé mentalmente para una larga noche pensando en el domingo, mi único día libre.
Mi primer acto era el del boxeador así que me puse un short ajustado, aceité mi cuerpo y
me preparé para salir al escenario. Apenas empezó a sonar la música mi cuerpo respondió por instinto y me dejé llevar. Cuando terminé, los aplausos llenaron el salón. Salí corriendo al camerino para prepararme para el siguiente acto. Los bailarines hacían sus rutinas en el
escenario, algunos en solitario, otros en grupos. Para el acto de acrobacia con tela, tuve que salir en un speedo que era como una segunda piel.
-Suerte, Hoho -dijo un compañero dándome un chirlo en una nalga. Vi la hoja de solicitudes. Hoy te vas a ir a casa nadando en dinero.
-Ojalá, bro. Necesito pagar cuentas.
Salí al escenario de nuevo y me afirmé en la cinta para elevarme en el aire. Para hacer ese
acto tuve que ensayar mucho y controlar el vértigo, pero solo duraba unos minutos y era el acto más requerido, así que solo pensé en la música y terminé la rutina de manera perfecta.
Luego salió HyunWoo, cuyo acto era el de un gladiador peleando con otro compañero. Se
escuchaban silbidos y aplausos de todos lados. Sonreí y me empecé a preparar para mi
último acto de la noche. El baile sobre agua era el que más me gustaba porque la música y la rutina era a libre elección y yo siempre estaba creando coreografías nuevas.
Era hora de salir al escenario.
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