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-¿Helado?
-¡Sí!- exclamó un eufórico Dae-hyun
-¿Y tu, princesa?- mi pregunta va dirigida a Eun-Sang, quien camina en el medio de su hermano y yo.
-También- dijo divertida y yo reí.
-Vengan- pedí que me siguieran hasta la cafetería que había visualizado antes.
Ambos vienen conmigo, les tomo la mano y los pongo después de mi quedándome al borde de la acera cuando pasaron varios patrullas infringiendo los límites de velocidad. Llegamos al sitio, yo me encargué de empujar la puerta de cristal para pasar todos. Elegimos una mesa junto al ventanal, y al instante vinieron a tomar nuestro pedido.
Hundí la cuchara en el helado y luego la saqué llena dejando el contenido en la boca de Dae-hyun. Al ser tan pequeño la cabeza apenas se le ve por encima de la mesa así que lo senté en mis piernas o seria complicado que pudiera comer.
-Papi, ¿tú no tienes novia verdad?- Eun-Sang pregunta
-No, no tengo- dije sin mucha importancia, curioso por saber por qué me lo había preguntado.
-Pues que bueno porque ya tenemos padrastro, madrastras no por favor- dijo no muy contenta.
-¿No te agrada Hoseok?- pregunto acomodándole el pelo detrás de la oreja y así no le molesta a la hora de comer. Ya sé lo que piensa, soy y seré su favorito para su mamá. Lástima que mis gilipolleces hayan arruinado todo. Ahora mismo no estaríamos teniendo esta conversación.
-Sí- asintió encogiendo los hombros- Hoseok ajussi es muy bueno con nosotros y se nota que mamá lo quiere mucho, pero él no es tú.- se lleva otra cucharada con un desinterés que yo no pude tener con lo que dijo
-Waoh, appa, tus manos son graandes- oímos a Dae, me asomo por su sien viendo que juega con los anillos de mi mano tatuada.
-Por cierto, papi, me gustan tus tatuajes- añade Eun.- ¿qué significan? En internet dice que las personas se tatúan por alguna cosa.
-E de Eun-Sang- señalo la letra en el nudillo de mi dedo índice- y D de Dae-hyun.- moví el dedo anular, mostrándole- y ya, los otros tatuajes no tienen un significado muy importante, solo me los hice.
-Ooh- dijeron al mismo tiempo.
-Oye papi...
-¿Si?
-¿Que pasó con nuestra casa?- suelta Eun-Sang, dejándome pensativo con su curiosidad.- en la que vivíamos, quiero saber, seguro ahora alguien más vive ahí...- habla consternada, jugando con el helado que quedaban en su posuelo- Extraño mucho la que era mi habitación
-Bien eso... -empiezo a decir- sí, ahora la ocupa otra familia...- digo empujando un insondable flashback- Uno de mis amigos empresarios estaba buscando una casa, y entonces se la vendí. Compré un departamento para mí y ahora vivo ahí- la tristeza se refleja en el rostro de Eun
-¿Cuando regresas a Corea?- algunas partes de su pequeño rostro se tornan rojas y temo que vaya a llorar
-Princesa, mírame- le tomo el mentón, cohibido- no vayas llorar- y la impulso a que lo haga.
-¿Nonna?- pregunta Dae, perdido.
Me olvido de que Dae come todavía de su helado y lo dejo en mi lugar, mirando confundido como me levanto y voy hacia su hermana.
-Ay mi vida, ven, dale un abrazo a papá- me agacho y ella se baja de la silla con mi ayuda. Deja que la acoja en un abrazo cálido, sigue siento tan menuda, y su cabello huele tan bien que desearías olerlo a cada rato.
-Yo no quiero que te vayas- sus sollozos le atropellan las palabras pero yo la entiendo muy bien. Verla llorar es una de las cosas que más detesto en la vida.
-Tengo que hacerlo, Eun, en Corea está mi trabajo, la abuela Sookie también...- me separo de ella viendo como se estruja los ojos e hipa por el llanto.
-A la abuela Sookie también la extraño...- vuelve a decir, sin dejar de hipar.
-No te preocupes, cuando venga a verlos otra vez la traeré conmigo ¿vale?- pienso que se va a calmar con eso pero solo se vuelve esconder en mi cuello.
-Quédate por favor, papi- juro que lloraré también si no deja de hacerlo ella.
Le sobo el cabello y dejo un sonoro beso. Dae se baja de su silla y rodea la de Eun-Sang. A él también lo hago acercarse y le beso en la cabeza.
Tn.
-¿Hueles eso?- dije mirando con el ceño fruncido a mi Lisa, ella también levanta la vista de su Laptop y apiña el entrecejo, inspirando.
Ambas abrimos los ojos como platos, mirándonos al mismo tiempo- No me digas que eso es el pastel- menciona lentamente
Bajé inmediatamente de la cama sintiéndola seguirme con la misma prisa con la que yo me dirigía a la cocina. Lo primero que percibo es un olor más fuerte a algo quemándose.
-Mierda, Lisa ¡te dije que era demasiado tiempo!- exclamo abriendo el horno con las manoplas para no quemarme. El humo sale de ahí indicando la calamidad que habíamos hecho haciéndome toser como si tuviese gripa.
-¡Pero si eso decía en internet!, Aish- abanica con su mano, poniendo mala cara por el horrible olor a quemado.
Saco cuidadosamente lo que ya no era muy un pastel y lo dejo en la encimera.
-Todo para nada- dije poniendo mis manos en mi cintura. Revolví mi cabello soltando un soplido.
-Eran... treinta minutos- Lisa me enseña su celular riendo nerviosa. La mire escéptica y ella se encogió en su puesto como si no fuese la culpable de que el pastel estuvo cincuenta minutos bajo calor. El pobre obviamente se quemó- pero es que el tres es como el cinco, dame un tris para procesar por qué los confundí.
-Ok am... no hay pastel pero si desastres, así que impiemos porque si Jin se llega a enterar de esto nos mete en una trituradora.- digo recogiendo las mangas de mi suéter.
-Ag Debimos limpiar y luego irnos a ver la serie.- Lisa hace un puchero imitando lo que hago dispuesta arruinar su bonito esmalte de uñas
-Por suerte no fue peor, si limpiamos bien Jin no sabrá que le ocurrió a su linda cocina.
-Si, en serio no quiero que me trituren- dijo con horror haciendo que ría, estos días con ella están resultando tal como esperé, la idea que tuve de que se quede a vivir con nosotros es buenísima. Claro que, como una adulta más tiene que ayudar con los gastos de la casa, dinero que consigue con sus vídeos. Después de todo ser influencer es como un trabajo.
-¿No extrañas tu antigua casa?- le pregunté
-Lo normal- murmuró sin atribuirle demasiada importancia-, viví ahí desde los dieciséis, ahora tengo veintiséis así que fueron literalmente seis años. Sinceramente todavía no estoy segura de vivir aquí...
-Lisa...
-Amiga, yo entiendo que me quieras ayudar, pero hay cosas y cosas
-¿Cómo cosas y cosas?- pregunto confundida y receptiva fijándome en que estuviese fregando bien cada traste
-¿Qué pasará cuando te cases con Hoseok?, ¿por qué me quedaría a vivir aquí si te irás y harás tu vida en otra parte?
-Hablas como si me fuera al otro lado del mundo.
-Es como así- responde queriéndose quedar con la última palabra. Frunce los labios y luego decide hablar - A lo que me refiero es que yo tartde o temprano tendré que fortificar mi vida como tú, tener un casa, una pareja, ¿entiendes?
-No me molestaría que te quedaras aquí luego de que me case.
-¿Vivir con SeokJin...?
Justo antes de que le responda algo más el timbre suena anunciando que hay alguien detrás de la puerta. Imagino a la primera que se trate de Taehyung, pues había venido en la mañana y me había pedido el permiso de sacar a pasear a los niños. Mi hermano no podía ser, estará hoy con un amigo hasta tarde. A decir verdad... no estoy cien por ciento segura de la sexualidad de mi hermano, ya no tengo muy claro si es bisexual, homosexual, o hetero. Quizá me diga que va a verse con amigos y en verdad solo son sus ligues. Aquí en casa solo he coincidido con dos chicas, -en diferentes ocasiones-, ha traído a otras personas pero no ha sido en mi presencia. Y utilizo el término «personas» porque precisamente es el género el que no sé.
Me seco las manos dejando a Lisa en la cocina y voy a abrir la puerta.
-Uh, hola, me imaginé que fueran ustedes - murmuré un poco neutral hacia Taehyung, quien solo murmuró un saludo misma palabra.
-Hola amma- Dae me abraza las piernas sacándome esa sonrisa dulce que siempre me obliga a darle- comimos helado con papá, y estaba delicioso- dice emocionado, mirándome desde abajo.
Me llama la atención que a Eun-Sang no se le nota muy feliz, lo que es extraño ya que ama pasar tiempo con su papá, pensé que regresaría contentísima de haber salido con él. Después de que Taehyung se agacha frente a ella murmurándole algo y le besa en el pómulo y en la mejilla varias veces; por fin se le despega. Los niños se van dejándonos a solos. Pasada la conversación que tuvimos en su habitación, se perdió un poco la amabilidad. Ese día descubrí cosas que no me gustaron así que me he portado lo bastante tajante y aislada de él.
-¿Pasó... algo?- pregunto extrañada.
Taehyung me mira cuando ellos ya no se ven -Nada, Eun-Sang solo está triste porque volveré a Corea en unos días y no quiere que me marche, es todo.
-Ah. Bueno supongo se le pasará más tarde.
-Ojalá que sí.- se queda un paso más atrás del marco de la puerta- Adiós, llámame si me necesitas para algo en lo que pueda ayudar-. Asiento en silencio y él sin decir más nada se va por donde vino, siendo llevado por sus largas piernas cubiertas por un moderno pantalón Gucci.
Cierro la puerta de la misma forma en que la abrí, volviendo a la cocina con mi mejor amiga. Veo que está terminando.
-¿TaeHyung?
-Sí, trajo a los niños.
-Hablando de eso, ¿con Dae-hyun todo bien?.
-De maravilla, ya se llevan de lo mejor- respondo- iré a ver a los niños.
El asentimiento de mi amiga me da el permiso de dejar la cocina. Me dirigí a la habitación de Eun-Sang y Dae-hyun y ahí los encontré jugando entre ellos tan risueños como siempre.
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No hay adelanto del otro cap
porque no he escrito nada :(
Espero les haya gustado nwn
Pd: perdones los errores 😕
Graciasxleer ❤
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