Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9 - Final parte II

Cuando abrió sus ojos estaba completamente solo en la cama pero podía escuchar al contrario trajinando en el exterior de la habitación. Al salir pudo ver a Jungkook moviéndose con soltura por la cocina y aquello le recordó a la primera vez que estuvo allí. No pudo contener la sonrisa que se dibujó en su rostros mientras caminaba suavemente enrollado en la sábana.

— ¿Buenos días? — Preguntó el castaño sin necesidad de voltearse para saber que estaba ahí. Secó sus manos con un trapo de cocina y se giró para observarlo, caminando hacia él con una sonrisa cuando apreció esa imagen tan familiar y cotidiana que emanaba. — Toma un baño y cuando salgas ya podremos comer.

— Este parece ser un patrón que repetimos, yo me adueño de tu cama o sofá, duermo por horas y me baño mientras tú preparas una deliciosa comida.

— Te quedas a dormir en mi casa y a la mañana siguiente no huirás como cenicienta a media noche. — Palmeó su trasero con confianza haciéndolo brincar en su sitio para acercarse a la cocina. — ¿Y eso qué fue?

No se esperó que su trasero fuera nalgueado tan fuertemente por el rubio que se alejaba victorioso con cara de inocencia encogiéndose de hombros. Negó con una sonrisa amplia, centrándose en lo que estaba haciendo, mordiendo sus labios recordando lo que aquella sábana había estado cubriendo. Eran pareja ahora.

— Creo que tendré que ir a mi casa después de todo. No quiero aparecer mañana en la oficina con el mismo traje de hoy, los ojos son más afilados que las lenguas que debatirán al respecto. — Ambos rieron terminando de sentarse en el sofá.

— Puedes usar alguno de los míos, no hay mucha diferencia entre nosotros después de todo. Miras en mi clóset y escoge el que mejor te quede pero no quiero dejarte ir hoy. ¿Y si te arrepientes y me llamas diciendo que quieres terminarme? No pienso arriesgarme.

Lo abrazó con fuerza haciéndolo apoyarse en cu pecho, dejando su cuello ser rodeado por el brazo que se estiraba para acariciarlo, devolviéndole su beso.

— No pienso dejarte, no sean tonto. Acabamos de comenzar hoy es nuestro primer día y sé que tendremos muchos más.

— Cuenta con eso...

Taehyung se levantó a la habitación y regresó para ocupar el mismo puesto en el sofá con un Jungkook que no comprendía lo que hacía pero que prefirió no preguntar cuando sus labios fueron apresados. Sus ojos se cruzaron y supo que había algo rondando la cabeza contraria que no se atrevía a decir.

— ¿Qué sucede? — El rubio negó acariciando su brazo. — Tae...

— Me gusta como suena eso en tus labios. — Sonrió para besarlo pero el menor alejó su cabeza exigiendo mudamente que le dijera aquello que no estaba seguro de decir. — ¿Te molestaría si alguna vez quisiera cambiar de posición? Es decir, en la cama. Oh por dios, ya me enredé. — Sonrió avergonzado.

— Sé lo que me quieres decir y no me importaría si es contigo. Me gustaste como persona y no pensé en si eras activo o pasivo, solamente quería que estuviéramos juntos, todo lo demás carecía de relevancia y hasta ahora sigo pensando igual. — Besó su frente, nariz y labios. — La única importancia que tiene la cama para mí es que sirve para compartirla contigo, poder dormir juntos, levantarme y acostarme a tu lado. Toda otra actividad que podamos hacer en ella es secundaria. Me gusta pero no dependo de ella, es decir, seguimos teniendo el piso, la mesa, este sofá.

El rubio lo golpeó torpemente el brazo y ambos rieron, besándose una vez más. Fue entonces que el dueño del apartamento arrugó su entrecejo cuando entre sus labios y los contrarios apareció una envoltura metálica que los separó.

— ¿Ya sabías que aceptaría? Dije que no me importaría, no que sería ahora. — Comentó alzando una ceja con sus comisuras elevadas.

— Permíteme entonces convencerte. — Murmuró Taehyung descendiendo su pantalón.

— Acabamos de comer, no es buena idea que... Sí...

Hicieron el amor en el sofá, Taehyung pudo perderse en su interior y el castaño volvió a vibrar de placer junto a su pareja hasta quedar exhaustos y complacidos.

La primera vez que tuvo sexo le tocó ir abajo pero desde entonces, no había vuelto a suceder. Como bien le había dicho al mayor, sinceramente eso no le importaba y tampoco influenciaba. Incluso podrían no intimar jamás e igual sería feliz. Mentira, eso era una exageración, algo en sentido figurado pero lo que realmente pensaba, es que lo que sentía por él no se centraba en eso.

— Tu camisa me queda muy grande. — Comentó Taehyung extendiendo sus brazos para mostrarle. — No tengo tanto músculo como tú para rellenar esta camisa.

— Yo no la relleno tampoco, para trabajar me gustan un poco holgadas. Tampoco es que ame las camisas, soy más de camisetas y jeans que de camisas y pantalones. Termina de arreglarte que vamos a llegar tarde al trabajo, Tae.

— ¿Llegaremos tarde? No sé, se me había ocurrido tomarnos unas horitas más, podemos decir que estamos investigando afuera después de todo. — Le murmuró provocativamente en su oído abrazándolo.

— Tae...

El aludido se alejó lentamente, desabrochando cada botón con parsimonia hasta que llegó al último y con sus dedos le indicó que fuera a él.

— Ya no nos quedan condones. — Musitó el castaño.

— Bueno realmente podemos hacer algunas cosas que prescinden de ellos, ya después compramos algunos o mejor, vamos al doctor juntos y nos hacemos los análisis correspondientes para olvidarlo de esas cosas de látex para siempre. — Jungkook rió frente a su mueca, caminando hacia él para sostener su cuello y besarlo arrastrándolo hacia la habitación. — Creo que podría acostumbrarme a esto.

+++

El camino al trabajo fue todo un paseo corto que ambos disfrutaron. Prácticamente no hablaron, mas cada vez que se miraban sus rostros se alumbraban con sus sonrisas cómplices. En todo eso había una parte familiar y otra novedosa porque si bien no era la primera vez que iban juntos al trabajo, sí era la primera vez que hacían esto siendo pareja, sin tener que disimular lo que el otro le hacía sentir. Era la primera vez que habían despertados enredados y juntos, todo esto hacía de esa experiencia la mejor y más novedosa después de tanto tiempo.

— ¿Me perdí de algo? — Preguntó Wooshik colocando su almuerzo sobre la mesa en la que estaban sentados comiendo. Los había estado mirando y había algo que todavía no le encajaba en esos dos. — ¿Quién cuenta?

— ¿Quién cuenta qué? — Preguntó Taehyung reacomodándose algo nervioso mientras miraba de soslayo a su pareja.

— Creo que lo que quieres saber es qué ocurre entre nosotros. — Habló evidenciando lo obvio recibiendo un asentimiento por parte de su compañero. Sonrió dándole una mirada al mayor ante agarrar su mano y entrelazar sus dedos. —Somos novios y estamos en esa clase de relación que te estás imaginando.

Wooshik hizo una mueca antes de asentir con una sonrisa, alzándose para pellizcar a los dos con una mirada pícara. Seojoon, quien iba pasando por su lado hacia la oficina, se detuvo en seco para observarlos, de sus manos pasó a sus rostros y de este nuevamente a sus manos. Sonrió buscando la mirada de Jungkook diciéndole un tácito. "Ganaste" mientras que el contrario respondía un "esto nunca fue una competición y te agradezco que no lo mires más" que fue captado tanto por su jefe como por su pareja y amigo.

El rubio no esperaba que Jungkook aceptara tan fácilmente estar en una relación frente a los demás. No es que deseara estar escondido pero, todo eso era nuevo para él y no sabía muy bien cómo tomarlo. Todo estaba pasando demasiado rápido y aunque no lo admitía, tenía cierto temor porque no estaba acostumbrado a que las cosas le salieran bien.

— ¿Nos vemos mañana? — Preguntó Taehyung mientras recogía sus pertenencias al final de su jornada laboral con una sonrisa.

— Claro, mañana vendré a trabajar como siempre. — Musitó Jungkook jugando con su bolígrafo esperando a que su otro compañero terminara de salir de la oficina. — ¿Tienes que ir a llorar hoy en la noche?

— ¿Qué?

— Eso de los funerales... Plañidero... ¿Debes ir a hacer eso ahora? — Volvió a preguntar levantándose de su asiento para acercarse a él.

— Ah eso, no. Ya te dije que no pensaba hacerlo más, al menos por ahora. Solamente que hoy tengo que ir a casa, no fue ayer y aunque no soy un niño que tiene que avisarle a sus hermanos cuando se va a quedar afuera, solemos decirnos todo. Ayer les mandé solo un mensaje y sé que hoy me deben estar esperando como cosa buenas. Seokjin me hará un interrogatorio que ni la Interpol.

El castaño asintió abriendo sus ojos exageradamente. Conocía ya a su cuñado y el alcance de sus preguntas, si la Interpol como dijo Taehyung decidía contratarlo, estaba seguro que no habría persona en el mundo que sobreviviera sus interrogatorios. Rió ante el recuerdo y caminó hacia el rubio que lo observó con la ceja enarcada.

— ¿Por qué presiento que me pedirás algo?

— Porque te pediré algo. — Confirmó el menor. — Déjame llevarte a la casa o al menos acompañarte ya que tu auto está aquí en la empresa.

— Kook, comprendo que quieras estar junto a mí, yo también quiero estar contigo pero necesito encargarme de mis hermanos primero. — Susurró sobre sus labios cuando este lo atrincheró contra su escritorio. Alzó su mirada encontrándose con esos intensos ojos que parecían no ceder.

— Justamente por eso. — Mordió suavemente su labio, tirando de este un poco antes de liberarlo y besarlo con parsimonia, despojándolo de toda voluntad de negarse a su pedido. Ese era un juego con cierta manipulación en el que al rubio no le importaba jugar. — Escucha mi plan...

— A ver, te escucho, castaño manipulador... — Ambos rieron. — Si siempre hablas y convences así estoy dispuesto a escucharte feliz.

Quien se encontraba entre sus piernas mirando disimuladamente a la puerta para constatar que ya estaban solos tomó su mandíbula y lo obligó a mirarlo mientras depositaba continuos y cortos besos en sus labios.

— Te llevo a tu casa, en el camino te ayudo a relajarte con algunos besitos y un corto karaoke entre ambos para que lleguemos tranquilos. Me presento con tus hermanos, le explicas que te quedaste conmigo y que somos novios. Creo que eso te librará de buena parte del interrogatorio y de paso, nos permitirá mayor libertad. Ah, me ayudas a comprar algo para no llegar con las manos vacías, lo olvidé. Y eso.. Ese es mi plan, ¿qué te parece?

— Mmm... Suena muy bonito pero, ¿no crees que vamos demasiado rápido? — Preguntó abriendo sus ojos, encontrándose con un lunar debajo del labio contrario que deseaba besar. — Si...

— ¿Si terminamos? — Taehyung asintió con una mueca. — No quiero sonar pesimista, tampoco que creas que no deseo estar contigo pero debemos tener claro que no todo es para siempre. Puede que terminemos en una semana, un mes, año, década o que no terminemos hasta que lleguemos a viejos. Eso es algo que ninguno sabemos pero no por eso vamos evitar el disfrutar esta relación como corresponde. Quiero hacer las cosas bien sin importar el mañana, solamente pensando en el hoy y lo mucho que te quiero.

— Eso me parece un buen plan pero, sin la parte del karaoke, iré en mi auto. — Aceptó risueño. — A Jin le gusta el alcohol y a Namjoon los libros. A estar hora no creo que haya librería abierta. — Se rió abrazando su cintura, extendiendo los labios a la espera de un beso.

Si alguien los viera, no se imaginaría que hacía poco más de veinticuatro horas que ellos finalmente decidieron ser novios. Exudaban esa felicidad pura y madura que el comienzo de un noviazgo tenía pero con rastro de algo imperceptible que los hacía parecer una pareja de bastante tiempo. Quizás por el tiempo que pasaron como amigos gustándose y queriendo en secreto pero definitivamente se compenetraban de maravillas y todo fluía con naturalidad.

Camino a la casa, el menor se detuvo en una librería que permanecía abierta hasta tarde, aunque era muy pequeña y pertenecía a un señor muy mayor, conservaba tesoros escondidos que estaba seguro que le podían agradar a su cuñado. Le hizo unas preguntas tácticas a su pareja y escogió personalmente el libro, echándolo junto a una pequeña nota en una bolsa que llevó hacia el vehículo sin mostrarle al curioso rubio que ni siquiera con pucheros logró su cometido.

La segunda parada fue en un supermercado, compró las clásicas cervezas, una botella de vino blanco, otra de vino rojo y una de champaña. Junto a la bebido compró algunas golosinas que a Taehyung se le antojaron y otras para que los mayores pudieran acompañar la bebida.

— Opino que hubiera sido mejor mandar a pedir pollo. — Comentaba Jungkook mientras salían del mercado.

— Ya te dije que es imposible hacer algo así en mi casa sin consultar a Seokjin antes. Si por casualidad él cocinó y nosotros pedimos comida vamos a ser asesinados. A eso hay que añadirle que estará en huelga por días y cuando se pone así es imposible tratar con él.  — Ambos sonrieron caminando hacia el auto del castaño, encontrándose con un pelirrojo que observaba el vehículo con detenimiento.

— ¿Hobi? — Habló Jungkook un tanto nervioso desde l punto de vista del rubio que recordaba la cara del nombrado.

Si mal no recordaba, él había sido quien estaba acompañando a Jungkook el día del velorio de sus padres y lo mismo el día en que se volvieron a ver en el funeral de otro amigo. Sosteniendo las bolsas miró al castaño que aún seguía en trance decidiendo que lo mejor era dirigirse a su propio auto para que hablara lo que fuera que tenía que hablar con él. No sabía si era su ex o algo más pero parecía sobrar ahí.

— Ya sabía yo que este era tu carro, no me he aprendido la chapa pero lo reconozco. — Rió mirando hacia el rubio que se volteaba, movimiento que imitó el castaño, dándose cuenta de lo que pretendía.

— Tae, ¿a dónde vas?

— ¿Eh? — Se giró un tanto confundido. — Esto... Yo solamente quería darles privacidad para hablar, estaré en mi auto solo... Sólo avísame.

— Ven aquí, — pidió — no tienes que ir a ningún lado. Déjame presentarte a Jung Hoseok mi mejor amigo y ex cuñado. — Taehyung lo miró confundido durante algunos segundos pero rápidamente pasó todas las bolsas de la compra a una mano y lo saludó.

— Mucho gusto, Kim Taehyung. — Se presentó con una sonrisa tímida.

— Como bien dijo él es Taehyung, mi pareja. — El mayor de los tres ensanchó sus ojos ante tal noticia pero sonrió ampliamente tras darle una rápida inspección física al rubio parado al lado de su amigo.

— Jung Hoseok pero puedes decirme Hobi, un gusto conocerte. — Contempló las bolsas que llevaban y agitó su mano a modo de despedida. — No quiero robarles mucho tiempo, yo tengo que seguir así que ustedes hagan lo mismo. Te llamaré después, Kook. Nuevamente fue un placer conocerte, Tae.

Era un tanto rápido para llamarlo así pero Jungkooks sabía que eso estaba en la personalidad de su mejor amigo, simplemente le era imposible mantener las formalidades en la mayoría de las situaciones casuales y sociales. Lo vio alejarse con una amplia sonrisa y suspiró un tanto aliviado porque ese encuentro se había acabado. No es que le molestara verlo o el andar con Taehyung, era que simplemente no estuvo preparado para que las cosas se dieran así.

— Siento no haberte dicho que... — Un beso interrumpió su disculpa.

— No pasa nada, no estoy molesto, incómodo o algo parecido. Al contrario, me hace feliz conocer a tu mejor amigo.

— Aunque...

— Aunque sea tu ex cuñado. — Agregó interrumpiéndolo una vez más. — Ahora vamos, mi teléfono está vibrando y eso avisa que tu cuñado actual intentando saber mi paradero.

Jungkook asintió algo nervioso dándole un último beso antes de ir a su coche. Siguió a Taehyung todo el camino a su casa y una vez que se estacionaron, no pudo evitar volver a sentirse tenso y algo nervioso. Se aferró al timón buscando llenarse de la valentía que tenía en lo profundo de su cuerpo hasta que sintió los golpecitos en su ventanilla. Presionó el botón para bajarla mirando a un Taehyung risueño que elevaba sus cejas con diversión.

— ¿Tan rápido te vas a echar para atrás? — Jungkook negó exageradamente. — Entonces baja de una vez.

— A sí, sí... — Subió la ventanilla, desabrochó su cinturón de seguridad y descendió, abrió la puerta trasera para sacar las cosas compradas, cerrando completamente el vehículo antes de seguir al rubio al interior de su casa.

De acuerdo, las cosas no estaban saliendo como lo planeó en su mente. Estaba listo para hablar con dos personas pero allí habían cuatro y de esos solamente tres rostros le resultaban familiares. Los dos hermanos y el chico que acompañaba a Namjoon en aquel restaurante de adonde sacó a Taehyung tiempo atrás. El otro que lo miraba como si se hubiera acabado de tropezar con una bolsa de basura no tenía ni idea de quién era.

— ¿Quién es? — Preguntó el hombre de cabello negro señalando en su dirección mientras Seokjin se levantaba de su regazo.

— Ah, mi nombre es Jeon Jungkook y soy...

— Él es el novio de Tae. — Agregó Jin dejando a la recién formada pareja sufriendo de una parálisis en su lugar. — Era obvio, lo viene a buscar, Tae no llega a dormir y ahora se aparece junto a él con bolsas para sobornarnos. — Mencionó con desinterés yendo a su dirección para tomar la bolsa que podía ver con las botellas. — Creo que esto me pertenece. Vas bien, cuñado, sigue trabajando duro para ganarte mi aceptación.

— No trajo nada para mí, ya eso es un voto menos. — Mencionó el mismo pelinegro imitando a su pareja tomando la bolsa de las cervezas. — Para la próxima agrega soju, cerveza solo no basta. A ver, hazte a un lado.

— Bueno, a mi hermano ya lo conoces, el otro maleducado que no se presentó es Min Yoongi, su novio. — Habló Namjoon acercándose para saludarlo. — Es bueno verte nuevamente por aquí. ¿Es cierto que son pareja?

—Sí, Taehyung y yo somos novios. He venido para presentarme formalmente y pedirles que me permitan estar con él. — Respondió Jungkook realizando una venia haciendo que los presentes mordieran sus labios para controlar la risa. — Espero que nos vean con buenos ojos.

— Chico, nosotros somos sus hermanos, no sus padres y ya él es lo suficiente mayor para decidir si quiere tener novio o no pero gracias por ofrecer tus respetos, habla muy bien de ti. — Namjoon palmeó su hombre haciéndolo regresar a su posición inicial. — Él es Park Jimin, mi pareja.

— Un placer conocer al novio de Taehyung. — Le guiñó un ojo al nombrado y este asintió con una sonrisa amplia. No podía negar que estaba feliz de ver que su cuñado había superado a su hermano. Siempre iba a amar a su hermano pero no era un secreto que Seojoon podía un completo malnacido. — Soy el más nuevo por estos rumbos pero creo que hablo por todos cuando te digo que eres bienvenido a la familia.

— No sé, si sigue olvidando las cosas más importantes estará difícil darle la bienvenida. — Intervino Yoongi regresando con una cerveza en su mano. — ¿No trajiste comida? — Taehyung estiró las manos para mostrar las bolsas que aún sostenía y el pelinegro negó. — Eso no es comida. Hablo de comida real, en resumen, carne...

— Yo iba a mandar a pedir pollo pero como Taehyung me dijo que su hermano prefería cocinar solamente he traído esto. — Le extendió la última bolsa que sostenía. — Es cordero coreano para hacer brochetas o cualquier otra cosa.

— Así es como se hacen las cosas, ahora sí. — Lo abrazó quitándole la bolsa, oliendo y mirando su contenido. — Bienvenido a la familia, no te preocupes por los demás, aquí mando yo.

— ¡Ya déjalo de una vez! — Exclamó el mayor de todo llamándole la atención a su pareja. — Ponte cómodo Jungkook y bienvenido a la familia.

Todos comieron juntos y claramente, el último en llegar tuvo que responder una gran infinidades de preguntas de parte de todos pero para su sorpresa, el ambiente fue mucho más familiar de lo que se esperaba. Namjoon conversó con él largo y tendido sobre el libro hasta que sus parejas los reclamaron. Los otros dos mayores eran un poco más molestos pero en el buen sentido, le agradaba la relación que tenían y sus caracteres, podía ver por qué se llevaban tan bien.

Cada pareja se veía consolidada, estaba y resplandeciente de amor algo que esperaba poder alcanzar con el rubio que lo miraba desde el otro lado de la sala con una sonrisa simulando un brindis a distancia. No lo dijo en voz alta pero el carácter de Seokjin y su pareja era el que su mejor amigo siempre encontraba atractivo, de conocer él a la familia de Taehyung, estaba seguro que tendría mayor afinación con esos dos.

— Bueno, creo que esto resultó mejor de lo que ambos pensábamos. — Musitó el rubio acercándose a su pareja mientras veían al resto de la familia jugar al monopolio en el suelo. — ¿Sucede algo?

— No... — Tiró de él hasta envolverlo en sus brazos, dejando que la espalda descansara sobre su pecho. — Aquel día en que te conocí, cuando despedía a mis padres sentí que mi hermano y yo quedábamos solos. Él tenía ya en aquel entonces a su prometida, ahora está casado y tiene una familia pero yo me sentía solo. Esta noche junto a ti, con tu familia, no sé... Sentí que nuevamente era parte de algo y eso me hace sentir un poco sentimental. Extraño a mis padres...

El mayor no dijo nada, se limitó a abrazarlo y dejarse abrazar mientras sonreía a los demás cuando miraban en su dirección notando en los ojos de sus hermanos que se sentían más tranquilos y que les agradaba Jungkook, estaban feliz por él.

— No recuerdo si te lo dije antes pero creo que el hecho de que tú hayas llegado a mí el mismo día de su partida es como el último regalo que me hicieron antes de abandonar esta tierra. Tus lágrimas falsas me conmovieron tanto como me molestaron pero a su vez, me cautivaron tanto que no pude olvidarme de ti. Cuando te volví a ver creí que era una mala jugarreta del destino pero la tercera vez, sentí que estaba destinado en algún sito que tenía que conocerte.

— Yo también creo fervientemente es eso. — Se giró para darle un beso. — ¿Dormirás aquí? No creo que debas conducir con todo lo que has bebido.

— Sería demasiado abuso de mi parte quedarme en tu casa en la primera visita como novio oficial. Llamaré un taxi, no te preocupes. — Tae asintió un tanto renuente porque sentía que debía recuperar un tiempo perdido que abarcaban todos los años en que no se conocieron y eso era mucho para cubrir. No obstante, asintió acurrucándose al menor. — ¿Qué planes tienes para el fin de semana?

— Ninguno.

— ¿Qué te parece pasarnos este fin de semana juntos? Puedes venir si quieres con algunas cosas para mi casa y pasamos esos días juntos ya sea en casa o paseando, no lo sé, lo planeamos juntos cuando llegue el momento pero sí me gustaría que lo pasáramos juntos.

— Me parece bien. — Sonrió abrazándolo, caminando torpemente sin quererlo soltar.

— Si lo agarras así dos días más te van a dejar por empalagoso y repugnante, cuñadito. — Musitó Yoongi recibiendo el dedo medio de Taehyung, encogiéndose de hombros ante esto. — Solo te lo advierto, no lo aburras tan rápido porque te veo muriendo solterón.

— ¡Hyung!

+++

El fin de semana había llegado más pronto de lo que se pudo imaginar aunque por momentos parecía que nunca llegaría. Ese viernes se fue para el trabajo con una maleta hecha que dejó en su auto hasta el final del día. Quizás era demasiado para un solo fin de semana pero no quería correr riesgos en el primer fin de semana y estadía planificada entre ambos.

El día transcurrió casi normal, a excepción de sus excesivas muestras de afecto cuando creía que no estaban siendo vistos, las quejas de Wooshik y la ansiedad desbordante que lo atacaba deseando irse. Ese día no hizo un solo minuto extra, cuando el reloj marcó las cuatro de la tarde se levantó de su asiento apresurando a Jungkook para salir de la oficina.

Fueron directo al edificio del castaño mas no entraron, solamente estacionaron sus vehículos y salieron a caminar por los alrededores. Sin importarles el qué duran se tomaron de las manos y caminaron hablando de cosas sin mucha relevancia, compartieron varios Eomuk Tang que Jungkook fue sosteniendo como ramo de flores hasta que se los comieron todos.

Tomaron algunas fotos para recordar su primera cita e inicio de relación y se sentaron a conversar cerca de un cibercafé al que terminaron entrando para jugar uno contra otro con tres victorias seguidas por parte del castaño con tres revanchas que Taehyung perdió hasta que sugirió un juego que solo había jugado él, ganándole ampliamente a su novio. Por supuesto, esto solamente le funcionó el primer partido, luego de eso, no volvió a ganar haciendo que se quejara de lo aburrido que era jugar con él.

Esa noche no hicieron mucho, fueron a dormir temprano pero el hecho de poderse dormir en los brazos del otro hacia de esa una experiencia única. Eso era algo a lo que sin lugar a dudas ambos podían acostumbrarse. Por el momento irían lentamente pero en la mente de los dos se barajaba la posibilidad de en un futuro vivir juntos.

— Tengo que salir a comprar cebolletas, huevo y pan. — Musitó Jungkook una vez que se paró en la cocina para hacer el desayuno. — Lo siento, no me di cuenta de que faltaban algunas de las cosas más importantes. Sabía que vendrías y aún así no chequé la despensa.

— No te preocupes, ve, yo te espero acostado en el sofá porque no tengo deseo de moverme mucho. — Se acercó para darle un beso antes de dirigirse al mueble.

— Espero que reconsideres eso de que no deseas moverte mucho porque esta noche no será tan tranquila como la anterior y digo la noche para no mencionar la tarde. — Se acercó guardando su billetera en el pantalón antes de inclinarse y besar sus labios sintiendo los brazos del mayor alrededor de su cuello. — Me vas a tumbar.

— Regresa rápido. — El menor depositó un último beso en sus labios y asintió yéndose antes de ser detenido una vez más. — Tan bello... — Susurró para él al verlo alejándose en su atuendo deportivo.

Quizás, solo quizás prefería ese aspecto deportivo al trajeado Jungkook que veía diariamente en la oficina. Sonrió mirando a su alrededor perdido en la burbuja de amor en la que estaba. Le respondió los mensajes a su hermano mayor que exigía un parte con detalles sobre todo lo ocurrido en las últimas veinticuatro horas y se deshizo del teléfono.

Prendió el televisor y se quedó tranquilo por varios minutos antes de sentir el sonido de los botones de la puerta. Brincó en su asiento y se apresuró a correr hacia la entrada pero al ver a quien entraba se detuvo completamente en su lugar.

— ¡Te dije que no podías venir sin llamar! — Protestaba Hoseok. — Mucho menos llegar y abrir como sin esta fuera tu casa.

Los tres se quedaron mirándose fijamente y Hoseok maldijo internamente, había intentado impedir que su hermano fuera a buscar a Jungkook. Cuando recibió una llamada de este diciéndole que estaba en la ciudad y que en pocas horas iba para su casa, supuso que el primer lugar donde iría sería a buscar al castaño y no se había equivocado.

— Hola, Hoseok... — Saludó extendiéndole la mano a un apenado pelirrojo que no se atrevía a mirarlo a los ojos. — Hola...

— Jung Wooyoung, soy el hermano de Hoseok, novio de Jungkook. — Replicó estirando su mano estudiándolo de pies a cabeza. — Necesito hablar con él.

— Ex novio querrás decir. Hasta donde tengo entendido ustedes terminaron hace varios meses oficialmente aunque realmente su relación se acabó cuando te fuiste a Inglaterra. — Respondió el rubio forzándose a sonreír. — Creo que los engaños aquí sobran, esto no es un drama y somos animales desarrollado que no necesitamos marcar un territorio ya perdido.

— ¿Perdón? ¿Qué sabes tú de nosotros o de mí para decir eso?

— Bueno, siendo que fui yo quien estuvo hasta en el funeral de su padre y tú no, que soy yo quien está ahora aquí y no tú pues... Eso dice que como novio de Jungkook, sé lo suficiente. Ahora, si lo que necesitas es hablar con mi pareja, perfecto, les daré privacidad para ello. — Sonrió asintiendo para Hoseok para dejarle saber que comprendía que él no tenía nada que ver con la visita  inesperada.

Había sido demasiado perfecto todo para ser verdad pero definitivamente no se esperaba la llegada de un ex novio que creía olvido. Resopló en la habitación mientras terminaba de vestirse y salir.

— Jungkook estará aquí dentro de nada, yo los veré después. Creo que está bien que los deje aquí solos, ¿cierto?

— Nosotros lo que tendríamos que hacer es irnos y hablar con Jungkook en otro momento.

— No pienso irme de aquí hasta que no lo vea. Las cosas entre nosotros se enfriaron porque yo tuve  viajar pero ya estoy de regreso. — El rubio lo miró con el ceño fruncido y se rió.

Mientras caminaba hacia el exterior no podía negar que toda esa situación era incómoda y de que incluso le preocupaba un poco. Confiaba en Jungkook pero definitivamente no lo hacía en el hombre que lo aguardaba en su apartamento. Iba llegando al estacionamiento cuando el castaño que regresaba con las compras lo vio y corrió hacia él con una sonrisa.

— ¿A dónde vas?

— A dar una vuelta hasta que termines con lo que tienes allá arriba. — Contestó con una sonrisa débil. — ¿Me llamas cuando termines?

— ¿Cuándo termine de qué? ¿Qué tengo allá arriba? — Cuestionó tomando un semblante serio al notar que algo no estaba bien. — Tae...

— Wooyoung y Hoseok te están esperando en tu departamento.

El menor en ese momento comprendió toda la situación y, cerrando con fuerza la puerta del coche de Taehyung, tiró de su brazo hasta su apartamento sin permitirle huir. El rubio intentó resistirse porque no tenía deseo de presenciar esas escenas pero una vez que se dio cuenta que era inútil luchar contra el menor, se dejó llevar.

— Kookie... — Saludó efusivo la inesperada visita poniéndose de pie. Al verlo entrar, frunciendo un poco sus labios al notar quien estaba detrás de él.

— Jungkook para ti. ¿Qué quieres? — Preguntó mirando a su mejor amigo que se disculpaba una y otra vez. — Supongo que ya conociste a mi pareja, agradezco tu visita también pero debiste avisar antes de venir para haberte ahorrado el viaje porque entre tú y yo no queda nada por decir. Fui claro contigo cuando te dije que ni siquiera podríamos ser amigos, así que no entiendo tu presencia. Sé que hiciste un viaje largo y que deberías estar cansado, por favor, vete a tu casa a descansar y no vuelvas por aquí.

— Pero Jungkook...

— Adiós, Wooyoung. — El chico de cabello púrpura apretó sus labios y asintió.

— ¿Entonces esto se acabó?

— ¿Aún te queda duda de eso? — El castaño ladeó su cabeza como si aquello fuera el hecho más conocido por el mundo. — Por favor, ahórranos estos dramas. Seamos adultos y sigamos nuestras vidas. ¿De acuerdo? Deja de actuar pensando solamente en ti porque ni tu hermano ni nosotros debemos pasar por estas idioteces.

— ¡Que te vaya bien y bonito! — Espetó molesto recogiendo su mochila para salir seguido de un Hoseok apenado que no sabía dónde meterse.

— Gracias. — Esperó a que se fueran y caminó para cerrar la puerta con frustración. Miró a su pareja con seriedad, acercándose a él para abrazarlo y besar su frente. — Que sea la última vez que algo así suceda y tu te vayas como si nada del apartamento o de mi lado. Eres mi pareja, Taehyung.

— Exactamente porque sé que soy tu pareja estoy seguro de ti, no tengo necesidad de luchar por un lugar que me das con respeto. Tampoco tengo necesidad de soportar ese tipo de situaciones que no tienen que ver directamente conmigo. No me fui por estar molesto o desconfiado sino porque quise darte la privacidad suficiente para resolver tus problemas tinque mi presencia creara uno mayor, solo eso.

— ¿Estás bien? — Asintió con una sonrisa. — ¿Es tonto sentirme orgulloso de ti?

— No lo es, yo también me siento orgulloso de ti. — Besó sus labios durante un buen tiempo antes de separarse. — Tengo hambre.

— Rollos de huevo en camino, mi amor.

— ¿Mi amor? — Jungkook se detuvo unos segundos y se giró sobre sus pasos para ir en su búsqueda y abrazarlo.

— Mi amor... No es pronto para decirlo, fue un sentimiento que vine cultivando durante meses sin necesidad de un beso, una caricia o mayor intimidad. Me enamoré de ti hace mucho Taehyung.

El rubio se separó mostrando unos enrojecidos ojos por el que gruesas gotas cayeron antes de que sus lágrimas corrieran como arroyo a manantial. Su historia recién comenzaba, ellos apenas se estaban conociendo y comenzaban una relación pero sus sentimientos estaban tan latentes en su pecho, aquellas palabras le habían llegado tan profundo que no le importaba si solamente duraba ese día o toda la vida. Era feliz.

— Estas lágrimas no son falsas... — Musitó Jungkook besando todo el trayecto de estas hasta sus párpados. — Te amo y sé que tú también lo haces.

— Lo hago... — Sonrió besándolo una vez más. — Te amo.

El menor sostuvo su rostro para atraerlo a un beso más profundo, conteniendo unas tontas ganas de llorar que lo batieron en ese instante, sintiendo el abrazo de Taehyung calentar su corazón como pocas veces antes sintió.

— ¡Mi desayuno-almuerzo! Dame algo de comer antes de que te coma yo a ti.

— ¡Cómeme a mí! — Rieron volviendo a besarse.

— Para comerte a ti necesito otro tipo de alimento que me sostengan para no desmayarme en tus brazos. Es más, vamos, voy a ayudarte a cocinar.

— Ni quiero morir envenenado. — Jungkook hizo una cruz con sus brazos y el mayor lo empujó para abrirse paso.

— Que no me hayas visto cocinar no significa que no sepa hacerlo.

Jungkook sonrió viéndolo caminar hacia la cocina, desplazándose en ese lugar como si siempre hubiese pertenecido ahí. Estaba feliz, se sentía pleno y lleno, sabía que ambos lo estaban. Una vez más agradecía a ese encuentro, agradecía a unas lágrimas falsas que le robaron el corazón junto a los hermosos ojos que las derramaron.

Ahora él tenía una nueva meta, impedir que esos ojos volvieran a derramar lágrimas que no fueran de alegría o placer.

FIN
💜💜💜

https://youtu.be/HL0CpVprb9U

Hemos llegado al final de esta sencilla y corta historia. Quizás no fue lo que estaban esperando pero espero que haya sido del agrado de aquellos que la leyeron.
LORED
💜💜💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro