Min Yoongi
*Advertencia, leer después del capítulo 17 de OFFIL*
Sintió el fuerte impacto contra su mejilla haciendo así que su rostro girara hacía la derecha, el sabor metálico de su propia sangre no se hizo esperar al igual que el segundo golpe. ¿Como era que el hombre con el que se había casado y el que era tan amable había terminado así?
—Te dije que me trajeras una maldita cerveza So Ra, ¿acaso no entiendes? — preguntó enojado el hombre.
—L-Lo siento, la t-traere enseguida — tartamudeo la mujer mientras tocaba su mejilla dañada.
—Apurate — camino de prisa para no recibir un nuevo golpe.
Esto se estaba repitiendo desde ya seis meses, la mujer no sabía si iba a poder seguir aguantando más los maltratos de su esposo. Pero por ahora lo hacía, por sus hijos, sólo por eso aguantaría un poco más, hasta qué ellos estuvieran más grandes. Era una lastima qué ella no tuviera a nadie más a quien pedir ayuda, pues su familia le había dado la espalda por casarse con el hombre qué en ese momento ella amaba y no con el millonario con quien sus padres querían se se casara.
Vio a sus pies al pequeño Yoongi gateando, se agacho a su lado y lo tomo en brazos, su hijo mayor se acerco a ellos, por lo que la mujer luego de besar la cabeza del menor, se lo entrego al otro niño. Fue hasta el refrigerador y de dentro saco una cerveza, volvió hasta donde estaba su esposo y se la entrego. El hombre gruño y abrió la lata, comenzando así a beber de su contenido, la mujer volvió a la cocina y comenzó a hacer la cena.
El joven Yoon Suk, a pesar de solo tener siete años, se daba cuenta de los maltratos de su padre a su madre y es que al hombre no le importaba que sus hijos lo vieran o escucharan. Abrazo a su pequeño hermano, Suk encontraba que era bueno que Yoongi solo tuviera un año y no se enterara de nada.
El hombre estaba frustrado, tan solo hace unos meses atrás había tenido la mejor oportunidad para un buen trabajo, una mejor vida. Pero todo eso se había ido al diablo, había perdido la oportunidad por culpa de su esposa, si solo ella no hubiese apagado la alarma aquel día, ellos no estarían pasando por todo esto. Ahora tenía su mismo miserable trabajo, su estúpida mujer no entendía cuando le pedía algo y sus hijos eran una carga para él. Odiaba todo en la vida, su trabajo, su esposa, sus hijos y su propia vida.
☁☁☁
—Yoongi, he venido a buscarte — dijo el niño con una gran sonrisa en el rostro.
—Yoon Suk Hyung — corrió el pequeño hasta su hermano, el mayor lo tomo en brazos unos segundos, luego lo dejo en el suelo otra vez — ¿Mamá no vendrá?
—No Yoonie, esta ocupada — dijo el mayor estirando su mano, Yoongi lo miro triste y tomando la mano de Suk comenzaron a caminar a casa.
Esta no era ni la primera, ni la ultima vez que Yoon Suk buscara a su hermano en la guardería, después de todo, él sabía porque su madre no podía ir a buscar a su hermanito, por lo menos, no hasta que los moretones en su rostro y brazos se pudiesen cubrir con maquillaje. En la vuelta a casa, el menor de los Kim, le fue contando su día a su hermano, Suk amaba ver la sonrisa en el rostro de su pequeño hermanito. No le gustaba llegar temprano a casa, porque sabía que si su padre estaba en ella y estaba enojado, las cosas no irían muy bien, es por eso que se iban caminando a casa y no en autobús, así tardaban más en llegar, aunque muchas veces antes de la mitad del camino, Yoon Suk debía llevar a su hermano en la espalda ya que éste se cansaba y terminaba durmiéndose luego en la espalda del mayor.
Al llegar a casa, entro sin hacer demasiado ruido, fue hasta la habitación del menor y lo acosto en la cama. Como hoy le habían enviado muchos deberes, se quedo en aquel lugar para hacerlos, ver a su hermanito lo calmaba, cuando había entrado a casa, había escuchado un ruido algo feo, el sabía lo que era por eso se reusaba a salir del lugar hasta que su madre los llamara a cenar.
Paso dos horas concentrado estudiando, un fuerte ruido fue el que hizo que despegara la mirada de los libros y apuntes. Un grito se escucho y luego el llanto de su madre, se tenso al escucharla llorar y volteo a ver a su hermanito, este por el ruido se había incorporado, rápidamente Suk se puso de pie y le entrego al menor su reproductor y audífonos. No quería que Yoongi también se preocupara por cosas que no debía por la edad, y así pasaron las horas, muchas de ellas en las que Suk escuchaba a sus padres discutir y luego se escuchaba como su padre golpeaba a su madre, cubría sus oídos para no escuchar, pero eso no funcionaba, pues el llanto de su madre siempre atravesaba sus tímpanos.
El niño odiaba haber tenido que madurar a tan temprana edad, pues ningún niño de once años, debía ser el "adulto" que cuidara a un niño de cinco años, por que sus padres se la pasaban discutiendo. Pero prefería eso, a tener que arruinar la infancia de Yoongi, como habían arruinado la de él. Por que si él podía, le evitaría todas las cosas malas a su hermano, la luz de sus ojos, la razón de su existir.
☁☁☁
La mujer miro por ultima vez a los pequeños que dormían en la cama del mayor de los hermanos. Unas cuantas lágrimas surcaron el rostro de la mujer, sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero ella sentía que si no tomaba esta única oportunidad, jamás la volvería a tener.
—Lo siento mis amores, se que soy una cobarde — murmuró bajito para no despertar a los niños — Y enserio lamento tener que dejarlos aquí con su padre, me encantaría llevarlos conmigo, pero yo no les puedo ofrecer nada más que pobreza y al final tal vez la muerte, por que donde voy, no creo que sobrevivamos todos por más de diez días. — secó sus mejillas con el dorso de su mano — Espero poder volver por ustedes cuando los pueda mantener, por ahora, solo deben aguantar un poco más, su padre los cuidara, estoy segura de ello, los amo.
Dijo besando las cabezas de ambos niños, la mujer salio de la habitación y esa noche, escapo de casa. Yoon Suk, que estaba despierto en el momento en que su madre entrara a su habitación, se había hecho el dormido, pero al escuchar lo que ella había dicho, hizo que su corazón doliera, a pesar de sus palabras, no encontraba justo que los abandonara de ese modo, ¿que le diría a Yoongi cuando preguntara por su madre? Esa noche no pudo dormir mucho, al día siguiente la puerta fue abierta de forma brusca, se incorporo y al alzar vista, vio a su padre con los ojos inyectados en furia, el olor a alcohol inundando el lugar.
—¿Donde esta? — preguntó molesto el hombre.
—¿Quien? — preguntó a su vez Suk, él sabía claramente a quien buscaba su padre, pero era mucho mejor fingir no saber nada, a decirle la verdad a su padre y ser golpeado por él. Yoongi que acababa de despertar se sentó al lado de su hermano.
—¡La estúpida zorra de su madre! — gritó furioso, Yoongi miro confundido a su padre, pues nunca lo había escuchado hablar de esa manera.
El menor iba a preguntar que era lo que pasaba, pero su padre estaba tan molesto, que se fue cerrando de un portazo. Suk suspiro aliviado, el creía que era bueno que no se desquitará con ellos, bueno, por ahora. Vio la cara de confusión de su hermano y mordió su labio debatiéndose en si decirle o no lo que había pasado la noche anterior, o más bien contarle todo lo que había ocultado del pequeño, después de todo estaba seguro lo que vendría ahora y su hermano tenía que saberlo, tomando una gran bocanada de aire y luego expulsándola, comenzó a hablar con el menor.
Luego de explicarle todo unas dos veces para que el menor entendiera bien, Yoongi se quedo cabizbajo por el resto del día, como era fin de semana y no había escuela, Suk fue el que cocino ese día, lo bueno era que Yoon Suk era realmente bueno aprendiendo, solo le había bastado con ver un vídeo por internet para poder hacer un buen almuerzo. Otro punto a su favor, era que su padre había salido de casa, Suk esperaba que no volviera hasta muy tarde.
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Había pasado ya un año desde que su madre se había ido, los maltratos por parte de su borracho padre iban en aumento cada día, aunque era Yoon Suk el que recibía la mayoría de estos, pues él no dejaba que su padre tocara mucho a Yoongi. Hoy luego de volver de la escuela, ambos hermanos fueron a hacer los deberes, después de un rato estudiando, Yoon Suk y Yoongi fueron a la cocina y comenzaron a preparar la cena. Suk suponía que hoy al igual que las noches anteriores su padre llegaría casi de madrugada, pero esta vez no fue así, el hombre llego después de que sus hijos terminaran de cenar y estuvieran a punto de ir a la cama.
Como siempre, el hombre llego ebrio, estaba enojado, hoy un tipo que se le había acercado, le había dicho que había visto a su mujer, esa maldita zorra que lo había abandonado, dejándole la carga de dos mocosos. Su hijo mayor tuvo la desgracias de cruzarse en su camino, éste acababa de dejar a Yoongi dormido y salia para ir a su propia habitación, no saludo a su padre, solo lo miro con el ceño levemente fruncido, ignoro a su padre y le dio la espalda para ir a dormir. El hombre enojado al ver el mismo rostro de su esposa, camino algo tambaleante hasta tomar con fuerza el hombro del menor, un pequeño quejido salio de la boca de Suk, se giro a ver a su padre, pero antes de siquiera poder evitarlo, estaba tendido en el suelo, con su padre sobre él y un fuerte dolor tanto en la cabeza como en la espalda.
—Maldita zorra — dijo el hombre entre dientes.
Yoon Suk lo miro confundido, pero luego su mirada cambio a terror cuando su padre sin previo aviso lo tomo del cuello y mientras lo ahorcaba junto sus labios con los de él. El joven trato de alejar al hombre, pero no tenía la suficiente fuerza, Joon Gun molesto por la acción del menor, soltó su cuello para tomar ambas manos y ponerlas sobre su cabeza, las afirmo con fuerza solo con una de sus manos, pues la otra la llevo al pantalón de pijama de Suk, el chico se asusto aún más cuando sintió como su padre metía la mano por debajo de la tela y tocaba su miembro, aterrado intento en vano alejarse del hombre.
—Sueltame, ya dejame — decía Yoon, el hombre gruño al escuchar a su hijo — Ahh — grito cuando su padre apretó con fuerza su frágil miembro.
—Guarda silencio maldita zorra — para Yoon era obvio que su padre no estaba en su sano juicio, pues al parecer el hombre lo estaba confundiendo con su madre y ni mencionar el asqueroso olor a alcohol que emanaba del hombre.
—Papá, por favor sueltame — le rogó el chico, creyó que al decirle así el hombre vería que estaba cometiendo un error, pero nada de eso paso.
—¡Callate maldita sea! — grito el hombre molesto.
Tras recibir un fuerte puñetazo en el rostro, Suk guardo silencio mientras lloraba. Un grito desgarrador salio de su garganta cuando su padre lo comenzó a embestir sin piedad ni previa preparación, no sabía en que momento le había quitado el pantalón, ni mucho menos como era posible que su padre le estuviera haciendo eso. Mientras lloraba descontroladamente, suplicándole a su padre que lo dejara, que se detuviera, vio como su hermano salia de su habitación, con terror al ver que su padre giraba el rostro para verlo, le grito.
—¡Yoongi, metete en tu habitación y cierra con llave!— dijo desesperado, pues no quería que su padre le hiciera a su pequeño hermano lo que le estaba haciendo a él, Yoongi estaba paralizado viendo la horrible escena que tenía frente a sus ojos — ¡Yoongi, ahora!
El menor miró el rostro preocupado de su hermano, quería hacer algo, ¿pero que podía hacer un niño de ocho años? Luego de que su hermano le suplicara con la mirada que le hiciera caso, se volteo y volvió a ingresar a su habitación, cerrando con seguro. Podía escuchar claramente los gritos y quejidos de su hermano, comenzó a llorar y tapó sus oídos para ya no escuchar nada, pero era imposible, pues él seguia escuchado todo.
☁☁☁
—Yoonie, ya es hora de volver — dijo Suk con una sonrisa en su rostro, el menor no sabía como era posible que su hermano sonriera luego de todo lo que le estaba pasando, una semana, una maldita semana en la que su desgraciado padre, lo violaba sin piedad alguna.
Se acerco a Yoon Suk y se fueron tomados de la mano, Yoongi no había querido hablar del tema con su hermano, pues sabía que a pesar de estarle sonriendo, era Suk el que más sufría de los dos. En todo el camino a casa se fueron hablando de su día en la escuela, cuando llegaron, ambos hermanos hicieron sus deberes y luego prepararon la cena. Su padre aún no llegaba, por lo que se apresuraron, si tenían suerte, se podrían encerrar en sus habitaciones antes de que él volviera.
—Hyung — llamo Yoongi, Suk dejo de secar los platos y le presto atención a su hermano — Creo, que deberíamos irnos.
Suk lo miró asombrado, claro que él también había pensado lo mismo, pero no tenían donde ir, mordió su labio tratando de pensar.
—¿A donde? Yonnie, no conocemos a la familia de mamá y temo ir donde los familiares de papá — dijo aún pensativo — No es tan fácil solo irnos, no tenemos nada y nadie para ayudarnos.
—Pero... Ya no quiero que papá te haga más daño — murmuró bajito, bajo su cabeza he hizo un leve puchero.
—Ni yo, pero lo que más me preocupa es que te vaya a dañar a ti — se acerco a Yoongi y lo abrazo, el menor no supo como responder, se quería ir, no quería estar más en ese lugar.
—¿Y si le decimos a los maestros? Tal vez ellos nos ayuden — dijo aún abrazado a su hermano.
—Creeme que si los adultos nos quisieran ayudar ya lo hubiesen hecho, las paredes del apartamento son delgadas, ellos escuchan todo lo que pasa aquí y aún así no han hecho nada. No confío en los adultos Yoonie — dijo separándose del menor.
—Per... —el menor fue interrumpido por la puerta, Suk miro aterrado al lugar, su padre había llegado antes esta vez.
—Escuchame bien, vete a tu habitación y cierra con seguro, no salgas por nada del mundo — le dijo serio, el menor asintió y corrió a su habitación.
Suk se quedo mirando por el pasillo hasta ver que Yoongi cerrara la puerta, se volteo solo para ver a su padre con dos sujetos más, fruncido el ceño, el hombre no solía llevar visitas a casa, mucho menos tan tarde. Cuando su padre lo vio sonrió de una forma tan lasciva que Suk temió lo peor.
—¿Lo ven? Les dije que era muy bello — los hombres que estaban con su padre sonrieron igual que él, el lugar olía a alcohol, Suk tenso la mandíbula y de apoco comenzó a retroceder.
—Uuy creo que esta asustado — dijo uno de ellos.
Su padre se acerco a él a paso rápido, él no había alcanzado a reaccionar antes de que éste lo tomara con fuerza del brazo. Lo acerco hasta sus amigos, todos lo miraban como su fuera un rico plato de comida. El miedo recorrió la sangre del muchacho, una cosa era ser violado por su padre, otra, que su padre tragera a dos sujetos más para hacerlo. Eso era sin lugar a dudas algo que no podría soportar, uno de los hombres lo tomo por la cintura y lo apego a su cuerpo, Yoon trato de soltarse pero el hombre era mucho más fuerte.
—¡Sueltame maldito bastardo! — le grito el menor cuando el hombre bajo sus manos a su trasero — ¡No me toques! — le dijo esta vez al otro sujeto que lo había alejado del rubio para hacer lo mismo que el anterior.
Mientras forcejeaba para alejar a los hombres, uno de ellos comenzó a desabrochar su pantalón, estaba asustado, no quería que lo tocaran, por un momento miro aterrado al fondo del pasillo, Yoongi había abierto la puerta y se había asomado. Suk pensó que si esos hombres lo veían, le intentarían hacer lo mismo a su pequeño hermano, sin saber como, golpeo a uno de ellos en la entrepierna y empujo al otro, su padre lo iba a agarrar pero él fue rápido al alejarse, fue hasta la entrada y luego de abrir la puerta salio corriendo, bajo velozmente las escaleras, sentía como los hombres lo seguían y eso de cierto modo lo alivio, pues sabía que los estaba alejando de su hermano.
Corrió con todas sus fuerzas cuando llego al último piso, uno de los hombres lo alcanzo a tomar del antebrazo, como pudo se soltó del agarre y dio unos cuantos pasos a la calle, sin darse cuenta que venia un auto, el auto azul no alcanzo a frenar pues vio a Yoon muy tarde. El cuerpo de Suk paso por sobre el auto y luego cayo al suelo, el golpe en la cabeza había sido grave, pues se había hecho una fea herida de donde emanaba mucha sangre, se había roto una de sus piernas y el hombro derecho. El hombre del auto azul bajo y fue hasta donde estaba Suk, cubrió su boca al ver al niño, se arrodillo a su lado y con nerviosismo saco su celular, luego de llamar a una ambulancia vio si el niño estaba aún vivo.
—Oh por Dios, lo siento muchacho — dijo el hombre.
Los tipos que seguían a Yoon al ver el accidente se escaparon, su padre fue el único que se quedó mirando la escena. Yoongi había visto todo desde el apartamento, ya que éste daba a la calle, quedo paralizado y sus ojos se llenaron de lágrimas. Suk trataba de abrir los ojos, sentía el sabor metálico de su propia sangre y un dolor terrible en todo el cuerpo, poco a poco entre abrió los ojos, el hombre frente a él no era ninguno de los que lo seguían, trato de hablar pero la sangre en su boca se lo dificultaba, escupió el exceso de sangre para poder hablarle al hombre.
—Po-Por favor, a-ayu-delo — murmuró bajo, el hombre no entendía muy bien lo que estaba diciendo el niño por lo que acerco su oreja a los labios del menor — A-Ayudelo.
—No te preocupes, la ayuda ya viene — dijo el hombre.
—No... M-Mi her-hermanito, ayudelo — dijo esta vez, el hombre fruncio el ceño y miro para todos lados, él solo había visto a un niño, ¿o acaso había atropellado a dos?
—No lo veo, ¿estaba contigo? — preguntó para cerciorarse.
—N-No, apar-tamento 312 — dijo el menor, sentía como su pecho se oprimía, el aire ya no le llegaba a los pulmones, poco a poco su vida se iba acabando — Apart-amento 312, sa-salve a Yoongi, sal-salve a Yoongi.
—¿Yoongi? — preguntó pero ya no hubo respuesta.
<<Yoonie, perdón, ya no podre protegerte, te amo>> Fue lo que pensó antes de que su corazón se detuviese. El hombre que estaba frente a él puso su mano en el cuello del menor, ya no tenía pulso. Comenzó a llorar, no, se sentía tan mal, a pesar de no conocer al niño, podía ver su desesperación si lo último que había dicho era pedir ayuda por su hermano. Espero a que la ambulancia llegara, a pesar de que ya era muy tarde para ayudar al niño, pero tal vez no lo era para ayudar al otro.
El padre de Yoon se fue cuando el hombre que estaba al lado del cuerpo le había gritado que no se muriera. Camino hasta los apartamentos donde vivía, pudo ver a Yoongi en el tercer piso, subió tranquilamente las escaleras, como si su hijo no acabará de morir. Cuando llego al pasillo que daba a su apartamento vio que su hijo seguía ahí de pie, Yoongi se volteo a ver a su padre y se paralizo.
—Yoongi, vamos adentro a divertirnos un rato — dijo sonriendo, el menor obligo a su cuerpo a moverse, prefería cualquier cosa a que su padre lo tocara.
Corrió dentro de la casa y se encerró en su habitación. Pero al parecer su padre no aceptaría un no por respuesta, la puerta fue golpeada ferozmente, tanto que casi estaba por romperla. Yoongi abrió la ventana y miro hacia abajo, le dio miedo, pero le tenía más miedo a su padre que a la muerte, por que si lo que le esperaba tras lanzarse por la ventana era la muerte, lo haría, así tal vez podría ver otra vez a su hermano.
—Hyung, te amo, solo esperame — fue lo que dijo antes de que se lanzara desde el tercer piso.
☁☁☁
Dos años, ya llevaba dos años en ese orfanato. Aún recordaba el día en que se había lanzado por la ventana de su habitación. Creyó que moriría, pero de cierto modo se decepcionó al despertar en el hospital, los doctores le habían dicho que estuvo una semana completa inconsciente y que tenía suerte pues no se había dañado ningún hueso al caer, todos los chequeos habían salido bien. Por lo que había sabido, su padre estaba en la cárcel, por un asunto de drogas, la verdad no sabía bien lo que había pasado y no le interesaba. Como no había ningún familiar que se lo pudiese llevar, lo trasladaron a un horrible orfanato.
Varias parejas lo habían intentado adoptar, pero luego de llevárselo y convivir menos de una semana con él, lo devolvían. Pues nadie quería lidear con un niño que se la pasaba solo, no hablaba y lloraba por las noches. Yoongi estaba harto, ya no confiaba en los adultos, como bien había dicho su hermano, las personas no los querían ayudar y lo que Yoongi necesitaba era mucha ayuda para soportar y olvidar todo, también mucho, mucho amor. Los adultos del orfanato solían dejarlo solo, odiaban tener que tratar con él, la gente rumoraba sobre él y eso no le gustaba. Después de unos meses en ese lugar, había desarrollado un transformó de ansiedad, temía estar con más personas, tenía miedo de que los demás le preguntaran cosas, que los maestro le dijeran que leyera o respondiera alguna pregunta, en ese tipo de situaciones sentía su corazón latir muy rápido, se sentía mareado y enfermo.
Para hacer las tareas que le dejaban los maestros del orfanato se aislaba, ya que no podía hacer nada estando con personas cerca. Llevaba liderando con esto solo, pues los encargados del orfanato o los maestros no se habían acercado para ofrecer su ayuda. Hoy no era un día como cualquiera, ya que era justo la fecha en que su hermano había muerto, Yoongi ni siquiera sabía donde estaba enterrado su hermano, nunca había podido ir a ver su tumba. Se sentía triste, fue hasta la sala de musica ya que estaba vacía y se acomodo frente al piano, algo que le había enseñado su hermano era a tocar aquel instrumento y cada vez que lo extrañaba iba a tocar algo para su hermano.
Una melodiosa musica llamo la atención de varios niños que iban pasando, pero sobre todo de una pareja, la cual fue al lugar de donde provenía tan hermosa musica. Se quedaron ahí mirando al niño que tocaba el piano, también notaron como él comenzaba a llorar, la mujer miro a su marido con sus ojos cristalizados, él sabía perfectamente que era lo que su mujer quería. La chica que los guiaba miro de forma extraña al niño, cosa que no le gusto a ninguno de los dos.
—¿Quien es él? — preguntó el hombre, la chica torció el gesto por unos segundos.
—Kim Yoongi, tiene diez años y llego aquí hace dos — respondió la muchacha, el hombre la miro pensativo — La verdad es que no se los recomiendo, ya ha sido llevado por siete parejas, todas ellas lo han devuelto, hay muchos otros niños, unos...
—Lo queremos — dijo el hombre, la chica hizo una mueca de desacuerdo, no quería tener que hacer tanto papeleo pues sabía que al igual que los otros, lo devolverían — ¿Vamos?
La chica suspiro resignada, caminaron otra vez a la oficina. Yoongi luego de estar un rato tocando el piano, fue interrumpido por una de las encargadas.
—Kim, ve a hacer tu maleta — el joven la miro extrañado.
—¿Porque? — preguntó bajito.
—Porque te han adoptado, ahora apresurate — dijo fastidiada la mujer, pues era otra de las que creía que lo devolverían al orfanato.
El joven hizo un leve asentimiento y camino hasta las habitaciones. No era mucho lo que tenía, por lo que su "maleta" no era más que una pequeña mochila. Ya listo fue hasta la dirección, espero afuera hasta que la puerta se abrió, ahí por fin vio a las personas que... Lo devolverían pronto, pues el menor también pensaba lo mismo. La mujer lo miro y se acerco a él, Yoongi se puso nerviso al tenerla cerca, sus manos comenzaron a sudar, la mujer al verlo le sonrió de forma tierna.
—Hola, me llamo Mi So, él — dijo mirando a su esposo, Yoongi lo siguió con la mirada — Es Jehyun, desde hoy nosotros seremos tus padres — volvió a sonreirle, Yoongi se ruborizó y sus manos comenzaron a temblar.
—Ki-Kim Yon-Yoongi — se presentó, vio a la pareja reír bajito y se dio cuenta, si ellos lo acababan de adoptar ya sabían su nombre, por lo que se ruborizó aún más.
—No, desde ahora seras uno de nosotros, Min Yoongi suena mucho mejor, ¿no lo crees? — dijo el hombre incandose a su lado, la ilusión llego a los ojos del menor, ellos eran los primeros en decirles eso, nunca antes los adultos que lo adoptaban habían decidido cambiar su apellido.
—S-Si — murmuró bajito, ambos adultos se pusieron de pie y la mujer estiro su mano para que Yoongi la tomara, él al verla se puso más nervioso, su corazón golpeaba con fuerza en su pecho, sus manos habían comenzado a sudar más y ni hablar de el temblor en su cuerpo, así asnsioso como estaba, seco su mano con su pantalón para poder tomar la de la mujer.
—Bien, es hora de ir a casa Yoonie — dijo amablemente la mujer, escuchar aquel apodo de la boca de ella, hizo que le doliera el pecho, el recuerdo de su hermano golpeando en su cabeza, miro al suelo tratando se contener las lágrimas, pero le fue inútil — Oh cariño, ¿estas bien?
Asintió con la cabeza a pesar de estar llorando, la mujer se acuclillo y con suavidad seco las lágrimas del menor. El hombre miraba la escena algo conmovido, sin saber que más hacer se acerco hasta el niño y lo tomo en brazos, Yoongi de primera se asusto, pero al ver la hermosa sonrisa del hombre trato de relajarse, como aún seguía llorando escondió su rostro en el hombro de su "padre"
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Iba caminando de vuelta a casa, pronto se graduaría de la escuela y hoy había ido a dar unas pruebas para la universidad, esperaba quedar en Seoul National University. Aunque pensándolo, no podría no quedar, él sabía que había sido uno de los mejores en la escuela, el número uno la verdad, gracias a sus padres, el había podido superar su fobia social, él les estaba muy agradecido, los quería tanto, los amaba como si ellos fueran sus verdaderos padres, aunque para él si lo eran, pues así lo sentía cuando llego al gran edificio donde se habían venido a vivir en Seúl tras dejar Daegu hace ya ocho años. Iba a subir cuando un bello auto azul llamo su atención, éste freno en frente del edificio, admiro la belleza de aquel auto y antes de voltearse para entrar al lugar, vio a su padre bajar del auto azul.
—¿Papá? — el hombre alzo la vista y le sonrió a su hijo — ¿Compraste un nuevo auto?
—¿Eh? Ah, no — dijo acercándose a Yoongi — Es antiguo.
—¿Enserio? ¿y porque no lo había visto antes? — preguntó curioso.
—Porque no me trae buenos recuerdos — dijo el hombre mirando esta vez el auto.
—¿Y porque no lo vendes? — su padre rasco su cabeza.
—Porque no quiero olvidar aquel recuerdo — Yoongi fruncio el ceño.
—Son malos recuerdos, ¿porque querrías recordarlos? — preguntó él, su padre lo miro por unos segundos antes de contestar.
—Porque me llevaron a ti — Yoongi lo miro sin entender, su padre suspiro — Ven, vamos adentro, hay algo que debo decirte.
Ambos entraron al edificio y subieron a su departamento. Cuando se sentaron en el living Yoongi estaba inquieto, no tenía un muy buen presentimiento.
—¿Que pasa papá? — preguntó curioso y con algo de miedo.
—Hay algo que no te he contado, algo que paso hace diez años, cuando visite a tu madre en Daegu — Yoongi lo miro interrogante, Mi So se acerco a ellos y se sentó junto al menor.
—¿Que es? Papá, ya habla, por favor — se sentía nervioso.
—Bueno, ya te he contado que conocí a tu madre cuando vino a la universidad acá en Seúl — Yoongi asintió — Y que cuando acabo la universidad ella volvió a Daegu — volvió a asentir — Bueno, un día decidí ir a buscarla, no quería estar mejor de ella, quería pedirle que se casara conmigo. Es por eso que tome el auto que viste afuera y fui a Daegu, llegue de noche y en la calle se me atravesó un niño — guardó silencio por unos minutos, como el menor no dijo nada, siguió — Lo vi tan encima que no alcance a frenar, al bajar del auto fui hasta donde estaba el niño, él en su agonía solo me pedía una cosa.
—¿Que? ¿que cosa te pedía? — preguntó ya que su padre guardo silencio.
—Que salvara a su hermano — Yoongi fruncio el ceño — Primero creí que tal vez no solo lo había atropellado a él si no también a su hermano, pero no fue así, no había nadie más.
—¿Entonces a que se refería? — preguntó el menor sin entender realmente.
—En ese momento tampoco lo sabía, pero él seguía repitiendo lo mismo; Por favor, ayude a mi hermanito, apartamento 312, salve a Yoongi — el menor al escucharlo se paralizo, se le heló la sangre, no podía ser cierto, sus ojos comenzaron a arder.
—¿D-de que hablas? — murmuró.
—Lo siento Yoongi, espero me perdones — dijo el hombre dejando caer unas cuantas lágrimas.
—¿Qu-que paso después? — él quería saber, ya que no había conocido al hombre si no después de dos años luego de la muerte de Yoon Suk.
—El murió, cuando la ambulancia llego no había nada que hacer, con sus últimas palabras dando vueltas en mi cabeza, fui hasta los apartamentos que daban a aquella calle, busque el apartamento que me había dicho el muchacho, hasta dar con el, la puerta estaba abierta así que entre creyendo que tal vez los habían asaltado y su hermano estaba herido, pero dentro no había nadie, la puerta de una de las habitaciones estaba hecha pedazos, por lo que entre, me asome a la ventana abierta no se veía nada, por lo que salí del apartamento y fui hasta el lugar donde daba la ventana, ahí te encontré.
—¿M-me encontraste?— preguntó asombrado.
—Si, en verdad no se que fue lo que paso y porque terminaste en ese lugar, por suerte la ambulancia aún seguía por el lugar así que llame a unos paramédicos, te llevaron al hospital y yo los seguí, tu estado no era tan grave, tuviste tanta suerte. Los doctores dijeron que por el golpe en la cabeza no despertarías enseguida y como no era tu familiar no me dijeron nada más.
—Esa noche llego a mi casa — siguió su madre ya que su padre se había vuelto a quedar callado — Me dio miedo verlo tan pálido, me contó lo que había pasado y al otro día fuimos a verte, seguías inconsciente, nadie había reclamado el cuerpo del menor que había muerto y Jehyun al sentirse responsable, lo reclamo.
—¿Que? ¿entonces Yoon Suk Hyung..? — no termino de formular su pregunta, pues se le había formado un nudo en la garganta.
—Lo traje a Seúl, su urna esta en el templo, te llevaremos para que lo veas — dijo el hombre, Yoongi asintió.
—¿Porque apareciste después de tanto tiempo? — quiso saber.
—Luego de llevarme a Yoon Suk, volví unos días después, pero tu ya no estabas en el hospital, pregunte donde podría encontrarte y me dijeron que te habían llevado a un orfanato, y como sabrás, de ahí solo te podía sacar solp si te adoptaba y para eso necesitaba estar casado.
—Exacto, tardamos un poco en contraer matrimonio ya que los padres de Jehyung no estaban de acuerdo, nos costo convencerlos, para eso su padre le dio el mando de las empresas para que así demostrara que podría con las empresas y con lo nuestro, yo también ayude bastante, los padres de Jehyun estaban asombrados pues nunca antes dos personas habían hecho tan magnífico trabajo — se alago ella misma, Yoongi sonrió apenas.
—A lo que quiere llegar tu madre — dijo esta vez el hombre — Es que luego de un arduo trabajo por fin nos dejaron casarnos, pero volvió a ser un problema cuando hablamos de adoptar un niño, al final cuando me harte de las negativas de mis padres les dije que era estéril y que yo nunca podría tener hijos, ñir eso quería adoptar — Yoongi lo miro sorprendido, nunca había esperado que sus padres hubiesen pasado por tanto solo para ser eso, sus padres.
—Pero tu... ¿enserio no puedes tener hijos propios?— preguntó.
—Si, si puedo, pero nosotros te queríamos a ti — dijo él con una sonrisa.
—Es por eso que luego de adoptarte ya no tuvimos a nadie más que a ti, pues si no eras tu no sería nadie — dijo la mujer.
—¿Porque? Ustedes no me conocían, no era su responsabilidad hacer eso — él no entendía.
—No era una responsabilidad, más bien, una necesidad — dijo el hombre, Yoongi fruncio el ceño — Cuando con tu madre te vimos en el orfanato, antes de casarnos, te amamos, queríamos a toda costa tener a aquel tierno y solitario niño. Te quisimos sin necesidad de conocerte y te amamos porque eres y siempre seras nuestro hijo.
Yoongi sintió como una lágrima caía por su mejilla, se acerco a sus padres y los abrazo. Les agradecía por tantas cosas, por hacerlo su hijo, por ayudarlo con su fobia, por amarlo y apoyarlo siempre. Él los amaba, los amaba tanto como amaba a Yoon Suk y ahora que le contaban lo que habían hecho, sentía que su pecho explotaría de tanto amor, a pesar de que su padre había sido el que atropellara a su hermano, no lo culpaba, después de todo, lo había salvado a él y quería creer que también a Yoon Suk, porque la muerte era mejor que seguir viviendo como lo hacían. Él les contó luego todo lo que había vivido con su padre y su hermano, a lo que los mayores solo pudieron llorar, no sabían como existían personas tan malas en el mundo y esperaban que su padre siguiera pudriéndose en la cárcel y de eso se encargaría Jehyung.
Hola a todos, primero que nada me quería disculpar por tardar tanto, la verdad se me hizo muy lago el cap, es por eso que tarde y que estara dividido en dos, la segunda parte tratare de terminarla h publicarla en la noche, gracias por esperar.
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