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Momentos HopeV.
Días antes del accidente.
Sus uñas ahora se encontraban casi inexistentes, producto de aquel sentimiento que se había estancado en su ser.
¿La razón? Bueno, más adelante la sabrán.
Cogió su teléfono y llamó a su novio, Jungkook demoró un poco en atender su llamada pero lo hizo. Llevaba más de un día fuera de la ciudad, y Taehyung realmente lo extrañaba desde el momento en que se fue.
Cuando le dijo que saldría de viaje un par de días, casi quería suplicarle con la mirada que lo llevara a con él, estuvo apunto de hacerlo, tenía todo para poder hacerlo, incluso habían salido recién de vacaciones.
Pero, cuando vió sus ojos, directamente, pudo distinguir que en su mirada no estaba para nada la invitación de ida para él, de hecho, sin parecer un exagerado, pudo notar que todo lo contrario a eso, su novio le decía con la mirada "No quiero que vayas." Taehyung realmente quería creer que aquello era sólo por cuestión de negocios.
Jungkook últimamente andaba muy distante con él, no le iba a visitar, las citas hacía mucho tiempo que habían quedado atrás, los mensajes habían reducido considerablemente, sus palabras para con él lucían secas. Quería creer que todo aquello era por estrés, probablemente su novio estaba demasiado estresado en cuestión laboral y en sus estudios.
Sin embargo, y sin poder evitarlo empezó a sospechar cosas que nunca antes sospechó, porque si quiera nunca le habían pasado por la cabeza, hasta aquel momento.
Tragó el nudo en su garganta aquel día, y asintió con la cabeza, deseándolo buen viaje a Jungkook y pidiéndole que se comunicara con el en cuento se hospedara.
Aunque las acciones del mayor hacía él le dolieran, trataría de entender, y no insistiría en algo, si Jungkook realmente lo quisiera llevar, lo llevaría por iniciativa propia, él no tenía si quiera que pedírselo. Si lo quisiera ver, incluso si un día no podía, aún así se notaría que realmente quería hacerlo. Y el tenía que entender que si eso no sucedía, era por algo y no tenía que insistir en absolutamente nada.
No siempre se puede pero sí siempre se quiere, eso se nota a simple vista, y si no, simplemente no es así, es cuestión de aceptar lo dura que puede ser la vida algunas veces.
Después de hablar con él, en lugar de aminorar aquel extraño sentimiento, éste sólo incrementó.
Por lo que decidido, volvió a entrar en sus contactos pero esta vez llamó a uno diferente.
YoonGi.
Llamada saliente.
Uno y dos tonos y la voz tersa del contrario se escuchó.
¿Si?
Hola Hyung, ah, ¿Cómo estás?
Estaba nervioso, presentía demasiadas cosas.
Estoy bien, tú... ¿Estás bien?
Se escuchaba levemente preocupado por él, lo cual le hizo sentir un poco de pena por sí mismo.
Lo estoy. No quiero quitarte mucho tiempo, simplemente quería saber ¿cuándo iban a inaugurar la nueva cafetería?
¿Nueva cafetería? No sé a qué te refieres, no vamos a abrir nada por ahorita.
Si voz se escuchó confusa al principio, pero luego fue tornándose más pausada.
Pero, Jungkook me había dicho... ¿Sabes qué? Olvídalo, perdón por molestarte Yoongi.
Musitó sintiendo una opresión en el pecho.
No me molestas Tae...
Fin de la llamada.
Colgó antes de que él de tez pálida terminara de hablar, tal vez eso había sido descortés de su parte, pero en aquel momento no le importaba en absoluto.
No supo cuándo había pasado, pero de un momento a otro estaba llorando en la soledad de su habitación.
No sabía que sucedía con exactitud, de lo único que estaba seguro era de que Jungkook le había mentido.
✧
Algunas horas habían transcurrido desde que el mayor de los Park se había encerrado en su habitación.
Sus ojos cafés ahora se encontraban hinchados y con unas leves bolsas debajo de ellos, producto del llanto y no haber podido dormir como era debido estos últimos días.
El dolor de cabeza lo estaba matando por lo que después de limpiar sus lágrimas decidió tomarse una ducha de agua fría.
Al principio sus músculos se tensaron para después relajarse satisfactoriamente.
Minutos después salió del baño sintiéndose ya un poco mejor.
El realmente quería sentirse mejor.
23:00 de ese mismo día.
En poco tiempo iba a comenzar la madrugada, pero él no tenía planes de regreso a casa en aquel momento.
Se encontraba en uno de los tantos bares del centro de la ciudad, no estaba lejos sólo a unos cuantos minutos de casa.
Había escuchado las recomendaciones de un grupo de sus compañeros de la facultad. Y el sabía que todo aquellos elogios hacia el ambiente del lugar eran ciertos, pues tiempo antes había ido allí.
Al llegar se encontró con un mar de personas sobre la pista de baile, algunos esperando por alguna bebida en la barra, había parejas besándose por cada rincón, nada fuera de lo normal.
Suspiró frustrado, el quería ver algo diferente, hacer algo diferente.
Trató de mantener la poca positividad que tenía de pasarla bien y se encamino hacia la barra, pidiendo de inmediato un licor de manzana, todo para el.
El Barman le preguntó si quería la botella entera o solo un trago, a lo que éste sólo la cogió y dejó un par de billetes en sus manos.
Bailó, cantó y sobre todo bebió tanto que el tiempo transcurrió en un segundo.
Somos dos desesperados por eso nos tuvimos que parquear...
Una canción en español bastante pegadiza sonaba en todo el lugar. Taehyung simplemente la amaba, y los estragos del alcohol más su supuesta decepción amorosa estaban haciendo grandes efectos.
Algunos minutos más tarde visualizo a Kim NamJoon, el dueño del Bar y a Jin.
Sonrío de soslayo y se encamino bailando hacia ellos.
Seokjin al verlo en ese estado, y solo, se sorprendió un poco. Es decir, el también estaba un poco pasado de copas pero no tanto como el azabache. Aún así, sonrió y le siguió el rollo, evitando preguntar si todo estaba bien. Ambos se pusieron a beber después de que Namjoon se marchara a su pequeño espacio, su oficina dentro de aquel sitio, excusándose que tenía que hacer algunas cuentas.
-¡Pero que salga guapo Jin, por dios!
Gritó entre el bullicio Taehyung, dándole algunos tips al de cabello púrpura un tanto deslavado, por lo cual éste ya se veía más de color lila. Éste trataba de tomarle una foto digna de publicar.
-A que sí me sale, que ostia, que mira como ha quedado.
Taehyung observó la foto algunos segundos antes de sonreír triunfador. Su compañero de bebida en aquel momento no se perdió de aquel detalle, sonriendo igualmente.
Minutos más tarde esa foto ya estaba en casi todas sus redes sociales.
@Park_Taehyung.
¿Cuál sufrir si no hay dolor?
#alegre. 😔
Agradecía que el autocorrector estaba activado.
@Hoseok_Jung.
muy guapo💗, pero ¿dónde jodidos estás? responde el teléfono Tae.
De lo último que Taehyung estaba pendiente en aquel momento era de su celular, por lo cual después de subir aquella foto a Instagram lo apagó y metió a su bolsillo.
El tiempo pasó y el amanecer llegaría en menos de dos horas.
Cuando cogió conciencia de sí mismo, fue únicamente al ser prácticamente arrastrado a un auto desconocido. Escuchaba varias voces cerca, pero a la vez tan lejos, su mente estaba completamente aturdida.
-¿Quiendes demonios son usttedess? -preguntó arrastrando las palabras, producto del alcohol.
¿Quién diría que sólo dos botellas de licor puro más uno de manzana le emborracharan? Pero no, no, él no estaba borracho, bueno no tanto...
Río como si alguien hubiera escuchado el chiste más gracioso del mundo, hasta que recordó en la situación que se encontraba y calló abruptamente.
-¡¿Quién dem...
-Taehyung soy yo, vamos amigo -una voz conocida le respondió.
-¡Hoseeook! Uuuu, estás aquí, umh!
Mencionó en un grito cuando reconoció aquel perfil tan delicado.
Últimamente Hoseok había estado conviviendo mucho más con el. Y su presencia la sentía jodidamente bien, aparte de que el último tiempo se había sentido bastante solo, por lo cual su amistad incrementando le estaba gustando bastante, y en ese momento en el cual sus cinco sentidos no estaban funcionando como deberían, le estaba gustando muchísimo más, su amistad por supuesto.
Hoseok agradecía que Jin le hubiera avisado que estaba en el bar de su novio. Ya que Jimin no le contestaba las llamadas, tuvo que recurrir a él.
Siendo el único conciente de los sentimientos que tenía guardado el pelirrojo para con el mayor de los Park. No por nada eran amigos.
-Que bonito, Hobi, mírate, estás todo chiquito, cargando conmigo -musitó juguetón a la vez que era subido con cuidado al vehículo.
El más bajo sonrió levemente por el comentario absurdo del chico borracho.
-Vamos, te voy a llevar a tu casa Tae -respondió antes de cerrar la puerta y rodear el auto para subir al piloto.
Se despidió de Seokjin y éste le sonrió, dándose la vuelta para entrar de nuevo al lugar.
Taehyung frunció el entrecejo y negó.
-Pero nadie está en casa -comentó con un semblante decaído.
-¿Y Jimin?, ¿tus padres? -preguntó viendo como el contrario se encogía de hombros antes de responder.
-Minnie fue con unos amigos de mini vacaciones, JAJAJA -Taehyung partió en carcajadas y Hoseok estaba seguro que aquellas risas se escuchaban hasta el exterior, incluso si tenía el cristal arriba y la música resonaba cerca del perímetro -entendiste, mini de Minnie -y las carcajadas volvieron a resonar.
-Entiendo, pero eso no es muy gracioso Tae, si te soy franco -le dijo sincero pero aún así riéndose bajito.
Taehyung rió sin gracia, poniendo de repente un semblante nostálgico.
-Todos al parecer están haciendo sus vidas, supongo que debo hacer la mía también.
-Tae... -Hoseok detuvo sus palabras al mirar hacia el chico a su lado y percatarse que este, al parecer se estaba quedando dormido.
Reclinando su cabeza en el respaldar del asiento dejó salir un largo y pesado suspiro.
Sin más al paso de unos segundos prendió el motor del coche y se dispuso a conducir hasta la casa del azabache.
De vez en cuando al detenerse en las luces rojas del semáforo aprovechaba para mirar a Taehyung, éste se acomodaba de vez en cuando sobre el asiento y fruncía si nariz tiernamente.
Era definitivamente lo vista más hermosa que sus ojos hubieran podido apreciar.
Aquel chico alto y delgado, con facciones tan suaves y al mismo tiempo tan varoniles lo hacía enloquecer.
Una de las cosas que más apreciaba de tener una amistad con Jimin era que gracias a eso precisamente, había conocido a Taehyung. Sin embargo, la situación no era del todo agradable desde su posición, ya que el chico del cual gustaba, tenía pareja, y lucía muy enamorado. El simplemente respetaba aquello y se mantenía al margen, o al menos en un principio se esforzó más en hacerlo.
Mientras Taehyung estuviera feliz él estaría satisfecho, incluso si aquella felicidad no se la impartía él, si no alguien más.
Aunque había que reconocer ciertos puntos de los que se había dado cuenta los últimos días, aquel chico que la mayoría de veces lucía una hermosa sonrisa cuadrada, se estaba esfumando de a poco.
No sabía que estaba ocurriendo y para ser sinceros no quería entrometerse en la vida del mayor, lo que menos quería era que por su curiosidad llegasen a perder aquel vínculo que apenas estaban estableciendo.
Al llegar a la casa de los Park, aparcó el coche y bajó de él después de apagar el motor, rodeo el auto de nueva cuenta y abrió la puerta del copiloto con cuidado de que el chico que dormía no cayese sobre el asfalto.
-Tae, despierta -murmuró esperanzado en que le escuchara.
El mencionado ni siquiera se inmutó, al contrario, inconscientemente siguió acomodándose en aquel reducido sitio.
Tenía que hacerlo.
No lo pensó más de dos veces y cargó el cuerpo del más alto, se sentía ligero, por lo cual sin importar que era más bajo que él, no tuvo problemas en sostenerlo entre sus brazos.
Al acercarse a la entrada digitó la contraseña de seguridad que habían instalado hace apenas unos días.
Jimin se la había pasado obviamente.
Extrañaba a aquel chico, últimamente no convivían tanto.
Quería hacer tantas cosas, pasar más tiempo con Tae de igual manera, aunque claro, sólo como amigos.
Sin embargo, tendría que dejarlo solo unos días, ya que su familia iría a un viaje en el cual él por supuesto tenía que ser participe.
Nunca había hablado respecto a sus sentimientos a excepción de Jin, pero no había que ser un genio para darse cuenta, y estaba seguro que Taehyung ya lo había notado.
Entró y se dió cuenta que efectivamente la casa estaba en plena soledad.
Subió con un poco de incomodidad las escaleras y se dirigió a la habitación del mayor.
Lo recostó sobre la cama y le quitó los zapatos, éste aún seguía dormido.
Lo observó unos segundos, contemplando sin prisa sus facciones relajadas.
Sonrío inconscientemente y no pudo evitar acercarse y plantearle un suave beso en la frente, de despedida, ya que en menos de una hora el sol saldría, y él tenía que regresar a casa a armar una maleta para el viaje. Ni siquiera había podido dormir las horas que eran debidas, pero había valido la pena. Verlo siempre valdría la pena.
Aunque en el fondo una incertidumbre se coló en el, al verlo en aquel estado nostálgico, y no fiestero.
-Voy a irme Tae, te veré cuando vuelva cariño, ¿Está bien? -musitó, apunto de despegarse de él.
-No te vayas Hobi.
Se sorprendió y abrió sus ojos sin poder evitarlo, no supo en que momento Taehyung había despertado.
-Tae no sabía que estabas des... - calló abruptamente al sentir los labios finos del contrario sobre los suyos, en un beso necesitado.
-Hazme el amor antes de irte.
Estaba sorprendido por lo cual no reaccionó los primeros segundos, hasta que sintió una tibia lengua pidiendo acceso a su boca, entonces finalmente reaccionó y cerró los ojos dejándose llevar.
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