↠32
Isla Jeju.
Maratón 1/2
Su boca se mantenía formando una "o"
No lo culpen, no lo podía evitar.
La ciudad de Jeju era preciosa, nunca antes había estado allí por lo tanto le parecía aún mas fascinante.
Las luces de los enormes edificios alumbraban al rededor, realmente era un lugar bonito.
Eran pasada la media noche cuando llegaron al fin a la isla Jeju.
En alguna parte del trayecto el menor se había quedado dormido en el asiento, y cuando el castaño notó esto había detenido el auto y orillado a un lado de la carretera para correr el asiento de Jimin hacia atrás y que estuviese mas cómodo.
Por ratos este se despertaba y en una ocasión pararon en una gasolinera que quedaba al paso con la carretera por donde iban y se detuvieron para recargar combustible y también comprar unos aperitivos en la pequeña tienda que estaba allí mismo. El mayor le dió la total confianza de tomar lo que fuera de su agrado, y por supuesto que un par de yogures de durazno no faltaron en su elección.
Al principio el pelirosa no se bajó del auto, sin embargo después de que su Hyung se lo pidiera lo hizo. Y es que había estado algo cohibido al principio, pero ya estaban algo alejados de Seúl por lo que prontamente se sintió con mas libertad de actuar.
Sabía que no había nadie que les reconociera. De todas maneras no bajó la capucha de su sudadera ni Jungkook tampoco. Ambos con un par de cubre bocas puestos.
El castaño pagó la cuenta de lo que Jimin había tomado y de paso el combustible que recargó. Después de eso siguieron con su camino, en ese punto aún le faltaban tan solo unas 3 o 4 horas para llegar y ya comenzaba a oscurecer.
En un aproximado de 3 horas y media mas como el mayor había previsto antes, llegaron finalmente a su destino, sanos y salvos.
Jimin agradeció mentalmente por ello, y es que Jungkook no conducía particularmente despacio. Claro que confiaba en él. Y de todos modos sería ridículo tener miedo por la velocidad en el auto cuando varias veces se había subido a su motocicleta y eso era aún peor por así llamarlo debido a la diferencia de llantas.
Solo era un dato.
—¿Te gusta lo que ves?
La voz de su Hyung le sacó de su leve ensoñación y cerró la boca al darse cuenta de que ésta, estaba ligeramente entreabierta.
—No me gusta, me encanta —admitió emocionado —es realmente precioso, incluso si es de noche todo luce... precioso.
El contrario soltó una pequeña risa y sacó su cartera del bolsillo de su Jean mientras Jimin aún admiraba su alrededor.
Estaban en recepción.
Tras unos minutos Jungkook tuvo en manos las llaves de la habitación donde se hospederían los días de su estadía en Jeju.
Tomó la mano del mas bajo y se encaminaron hasta el ascensor.
Colocó el número de piso en la pequeña pantalla y comenzaron a subir.
Minutos después entraron al fin a su dormitorio.
—Vaya.
Fue lo primero que mencionó Jimin, si el sitio lucía bonito y lujoso por fuera, por dentro esas palabras se quedaban cortas.
Malditamente ese hotel debía ser caro.
—¿Impresionado, Park? —se mofó Jungkook tras ver sus expresiones.
—Sí —admitió y le encaró —Kook, esto es realmente precioso pero así de caro debe ser, no debiste-
—Cállate bebé, no importa cuan caro sea algo, mientras se trate de tí, no hay precio que valga.
—Se me hace que me estás tirando barba, Jeon...
De repente se olvidaban de los honoríficos.
—Nada de eso, estoy hablando en serio —afirmó.
Jimin asintió con una mueca aún desconfiada en sus facciones.
—Bien, digamos que te creo.
—Es bueno saberlo.
Ambos se miraron sin saber que decir y a la vez planeado decirse tantas cosas.
La tensión sexual era evidente entre esas cuatro paredes de la habitación.
—Jim... -
—Jungk... -
Hablaron al mismo tiempo y rieron al instante después por tremenda telepatía.
—Habla tu —pidió Jungkook.
—Yo... bueno, tengo algo que decirte, he tomado una decisión. ¿Si recuerdas que te lo dije antes por mensaje?
El mayor frunció un poco el ceño y asintió.
—Claro que lo recuerdo, aún estoy curioso al respecto —respondió.
—Uhm; bueno —dijo, tanteando sus palabras —pero, aún no quiero hablar de eso, ahora solo quiero darme una ducha.
—De acuerdo. Igual yo, necesito una ducha e ir a la cama cuanto antes —comentó.
Jimin le miró.
—¿Ya quieres dormir? —preguntó —bueno, es comprensible, después de varias horas de manejo debes estar agotado y eso.
—¿Dormir? —cuestionó —¿Quién dijo que quiero ir a la cama para dormir? —la coquetería en su voz.
La insinuación en sus palabras hicieron que los vellos de Jimin se crisparan y su vientre bajo se contrajera un poco.
Con el solo pensamiento.
—Voy a ducharme —dijo con voz nerviosa y dió la vuelta rápidamente caminando hasta el baño.
Oh por dios, hasta el cuarto de baño era lujoso.
Después de observarlo algunos segundos tomó una de las toallas perfectamente dobladas que se encontraban en un mueble que había.
Entró a la ducha y abrió la regadera, saliendo de inmediato agua tibia.
Genial.
Lavó su cabello detalladamente al igual que au cuerpo, el agua llevándose el jabón de su cuerpo escurría cuando escuchó como la puerta del baño era abierta.
Miró había abajo instintivamente.
Gracias a dios la noche anterior había depilado aquellas zonas íntimas suyas.
No lo culpen, en esos aspectos él era algo obstinado.
JUNGKOOK
Solté una risa en cuanto Jimin huyó hacia el baño.
Ni siquiera me molesté por ese hecho, al contrario; sabía que lo ponía nervioso.
Acomodé vagamente el par de maletas que trajimos y sonreí de manera traviesa para mí mismo cuando se me ocurrió algo, indebido.
Dejé lo que estaba haciendo y caminé hasta el baño, en el corto trayecto saqué mi polera y la tiré sin cuidado por algún lugar de la habitación.
Al entrar, pudo observar como la figura de Jimin se transparentaba por la puerta corrediza de cristal que conducía a la ducha.
Relamí mis labios y terminé por fin de sacarme el resto de la ropa que aún tenía puesta.
Al sacar la última prenda corrí la puerta y me encontró cara a cara con el pelirosa, de todas maneras ya sabía que éste hacía un par de minutos era consciente de su presencia allí.
—¿Puedo ducharme contigo? —pregunté, notando como me miraba como si jodidamente tuviera dos cabezas, reprimí una risa.
—Mmh, sí, claro —afirmó.
Y no perdí tiempo en entrar por completo y situarme a un lado suyo bajo el agua que salía de la regadera.
Era tibia, lo que me relajaba, y mi cuerpo no pudo estar mas agradecido por eso.
Totalmente empapado miré a Jimin quien tenía en manos una esponja mientras comenzaba a limpiar su cuerpo.
Retiré de mi frente los mechones de cabello que se me pegaban y los eché detrás de mi oreja. Mi pequeño parecía apurado en su labor de enjabonar su cuerpo, así que solo sonreí un poco antes de arrebatarle aquel objeto esponjoso y sin decir ninguna palabra comenzar a pasarla por su espalda. Mis movimientos eran lentos y no dudé en acercarme un poco mas a él mientras subí mi mano para limpiar su cuello. Acariciándolo con mis dedos a su paso.
El gimió, bajito pero logré oírlo al estar tan íntimamente cerca suyo.
—¿Relajante, eh? —susurré en su oído, pasando la esponja por su abdomen.
Su espalda se mantenía ahora pegada a mi pecho. Lo sentí suspirar antes de asentir.
—S-se siente bien Hyung —musitó.
Detuve mis movimientos.
—Mirame Jimin —pedí.
El lo hizo a los pocos segundos me obedeció.
—Y-yo...
—Tu nada, no digas nada y solo bésame —esperaba que eso no se escuchara como una orden. Aunque en realidad, si era una. Pero sabía que le agradaría la idea.
Me miró durante algunos cortos segundos y bueno, no soy un tipo exactamente paciente, tomé su mentón y me acerqué lo mas humanamente posible a él para después poseer sus labios.
Siempre sabiendo a durazno.
Cuanto me encanta este niño, por amor de dios.
Mis labios se movían sobre los suyos de manera hambrienta, en verdad no quería espantarlo pero no podía evitar tomarle la boca de esta manera.
—Te había extrañado tanto, bebé —admití cuando nuestros labios solo se rozaban.
Sus ojos fijos en los mios, sabía cuanto me deseaba aún sin que lo dijera.
Nada me importaba en este momento, nada. Solo éramos él y yo.
Mis manos bajaron hasta su firme culo mientras que en mi pecho se mantenían afianzadas las suyas.
Le dí un ligero apretón y el soltó un leve gemido de sorpresa.
Quería follarlo, me gustaba tanto, no, no solo eso, mucho mas que eso.
Lo amaba.
Me había enamorado de Park Jimin, el hermano de mi novio, esto era mierda pero pese a todo, lo amaba y eso, eso nadie podría cambiarlo.
—Tengo hambre Kook —la voz de Jimin hizo que detuviera mi manoseo por un segundo.
—También yo bebé —concordé, besando desde su cuello al inicio de sus clavículas.
Jimin soltó una risita que para mis oídos fue la melodía mas linda que pude haber escuchado, casi tan grandioso como cuando lo tenía gimiendo debajo mio.
—No, no me estás entendiendo, yo... realmente tengo hambre de, comida... ya sabes —me dijo, se veía algo apenado.
Era muy tierno.
Suspiré pesadamente, en modo de broma aunque sí me sentía algo frustrado, pero no lo suficiente para no aceptar lo que me pedía y a decir verdad, yo también me sentía con algo de hambre ya que en el camino solo habíamos comido trivialidades, nada que nos dejara totalmente llenos y satisfechos.
—De acuerdo, entonces, terminemos aquí y pidamos algo ¿Bien?
El pelirosa asintió.
La ducha duró un par de minutos más, minutos en los que mis manos trataban de no tocar de mas a Jimin, no aún.
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Finalmente se encontraban recostados sobre la gran cama al centro de habitación, ambos ojeaban las películas que había en Netflix, la comida que habían pedido hace algunos minutos ya no tardaba en llegar.
Y no tardó, ni cinco minutos mas tarde el timbre sonó y Jimin hizo ademán de levantarse pero el mayor le detuvo, indicándole que él se haría cargo.
—Uh, mira Kook —le llamó Jimin —esta se ve interesante —dijo señalando la pantalla.
—¿Long time no see? Sí, se ve interesante —comentó al leer la sinopsis —oh, es BL.
—Lo es —respondió emocionado.
El castaño sonrió y dejó la comida sobre la pequeña mesa, la cual colocó sobre sus regazos en la cama.
Pusieron play a la película mientras degustaban sus pedidos.
—Él también es sicario, no lo sé, algo me lo dice, es mucha casualidad que se tope con el —comentó Jungkook acerca de la película.
Jimin frunció el ceño.
—No lo creo, el se ve bueno Kook...
—No todos los sicarios son malos, amor.
Las mejillas del menor se tiñeron levemente de un color carmín, que vergonzoso.
No podía evitarlo, simplemente aun no se acostumbraba a ese tipo de apodos cariñosos por parte de Jungkook.
Media hora después aproximadamente los platos que con anterioridad estaban llenos ahora se encontraban totalmente vacíos. Así que corrieron las mesas a un lado para estar libres y poder abrazarse mientras miraban atentos cada escena de la película.
—Oh por dios, ese actor es atractivo —soltó Jimin sin pensar al ver como el protagonista fue despojado de su polera por su pareja.
Era una escena de esas para mayores de edad.
—¿Lo es? -gruñó el castaño —¿Mas que yo?
El pelirosa le miró y se mantuvo pensativo antes de negar fervientemente.
—Mmh, nop —respondió riendo.
—Mas te vale Minnie, tienes que tener los ojos solo puestos en mí, ¿Entendido?
—Entendido.
La película fue siguiendo su curso y de un momento a otro la espalda de Jimin estaba acostado al pecho de Jeon, y éste sobre el respaldar de la enorme cama.
Jungkook acariciaba su cabello y de vez en cuando dejaba pequeños besos sobre su cabeza, hasta que los besos bajaron a su cuello, un poco de manera incómoda por la posición, Jimin giró un poco quedando en frente suyo para mayor comodidad.
Y lo fue, el calor de los besos notablemente aumentaron, la saliva se mezclaba entre sus lenguas, lo que para muchos sería algo asqueroso, para ellos era exquisito, delicioso.
—Mmh —gimió Jungkook al sentir como su erección era presionada sin intención por el trasero del menor.
Jimin se alejó un poco de él mirándole serio, su ceño se fruncía como si se estuviera debatiendo mentalmente.
Y lo estaba, pero le avergonzaría decirlo en voz alta.
Y es que hacía ya algún tiempo que no estaba en aquella situación con Jungkook.
No quería admitir que estaba un poco nervioso.
—¿Que tienes, papi? ¿Uhm? —la voz del mayor tintineaba burla.
—N-nada —respondió.
—¿Seguro? Te noto algo tenso —insistió.
Le escrutó un par de segundos y al no recibir respuesta iba a hablar nuevamente pero la voz de Jimin le detuvo.
—Bien, estoy nervioso —admitió.
—¿Nervioso porqué? —cuestionó.
—No quiero sonar así, pero... no he estado con nadie desde que lo hicimos por última vez —confesó —oh dios, esto es tan vergonzoso.
El mayor soltó una risa ronca y tomó el mentón del mas bajo para que ambos rostros quedaran a solo centímetros de distancia.
—Voy a cuidarte ¿Lo sabes, no?
—Lo sé —concordó.
—Te tengo tantas ganas Jimin, realmente quiero que lo hagamos pero si tu no te sientes listo, solo dilo, lo aceptaré.
Por supuesto que no esperaba que Jimin subiera a su regazo y le tomara de la nuca para empujarlo hacia adelante y tomar su boca.
—Quiero hacerlo, claro que quiero hacerlo Kook, no vine aquí solo por tomadas de mano —murmuró.
—¿Dónde quedó el Jimin tímido de hace cinco minutos? —bromeó.
—Deja eso, solo hazme el amor de una vez —pidió.
—Tus deseos son órdenes.
Tomó a Jimin de las caderas para después mecerlas levemente sobre su reciente erección.
—Joder, si —soltó Jimin en un pequeño jadeo.
—¿Se siente bien, verdad? —volvió a mecer las caderas contrarias para después sentir como éste por si solo lo hacía.
—Si, muy bien —respondió, dejándose llevar por los besos que eran proporcionados en su cuello.
—¿Sabes que se sentirá mejor? —su voz se escuchaba ahogada debido a lo que hacía en estos momentos con su boca sobre las clavículas del pelirosa mientras éste seguía restregando el trasero sobre su entrepierna.
Ahora, descaradamente.
—¿Q-qué?
—Cuando la tengas dentro de tí —susurró dejando besos húmedos el contorno de su oreja -eso se sentirá mejor —repitió.
—Muero por eso ¿Sabías? —ahora la boca de Park basaba el ancho cuello de su Hyung, intentando a la vez sacar la camisa ajena.
El mayor le ayudó en eso, terminando por quitársela, facilitando su trabajo.
Ahora las manos de Jimin vagaban sobre los pectorales de Jungkook, maravillado con la vista, porque no es por nada pero su Hyung no estaba absolutamente nada mal.
—Deja los juegos, Minnie —masculló entre besos.
—¿Acaso no puedo jugar un poco? ¿Uhm? —sonrió coqueto.
—Con esa sonrisa no podría negarte nada, aún si lo quisera.
El menor no respondió, bajó sus manos a la cintilla del short corto del castaño y éste como pudo alzó las caderas para facilitar el sacarlo.
Mirando unos segundos la última prenda que traía puesta Jungkook, Jimin levantó la vista y relamió sus labios mientras observaba al mayor. Esperando silenciosamente su aprobación respecto a lo que estaba apunto de hacer.
Por supuesto que Jungkook asintió a la nada suspirando y volviendo a sentir.
Una media sonrisa se asomó por los labios del menor y sin perder mas tiempo tomó el elástico de los boxers y los bajó hasta sus muslos.
Quedando con la perfecta vista de la polla de Jungkook frente suyo.
—Oh, dios -jadeó —¿Es posible que sea incluso mas grande de lo que recordaba?
—¿Quiere decir que pensabas en mi polla? —le pilló haciendo que Jimin se sonrojara.
—Deja eso —evadió riendo.
Jungkook soltó un suspiro algo ahogado cuando la manito de su menor le tomó, justo allí. Para seguido, llevar su miembro a la boca, probando solo la punta.
Sus piernas temblaron brevemente ante ese pequeño roce.
Aquella traviesa lengua delineaba la cabeza de su polla, tan putamente erótico.
Los labios de Jimin al fin hicieron presión contra su carne y en ese momento simplemente no pudo evitar sacar un jadeo.
—¿Se siente bien, Kookie? —habló coqueto el menor, su pregunta lo estaba insitando a que le follase la boca pronto, muy pronto.
—Si dulzura, se siente muy bien, sigue haciendo eso que haces con tu lengua —pidió.
—¿Esto? —dijo repitiendo la acción anterior, delineandolo.
—Mju, si nene, justo eso.
Su polla de pronto se encontraba tan dura que incluso comenzaba a asustarse.
—Esto se sentirá mas bien...
Debido a las sensaciones de pronto no comprendió del todo sus palabras hasta que sintió como todo su miembro entraba en la húmeda cavidad de Jimin.
Este se ahogó un poco tras una arcada pero pronto se repuso y aún con la polla en su boca alzó la vista y le miró directamente a los ojos.
Santo cielo.
—La chupas tan bien —gimió.
Los cabellos rosas se balanceaban al compás del movimiento de la cabeza del menor.
Unos frenéticos segundos mas tarde Jungkook supo que no podría resistir mas tiempo en follarle la boca.
Tomó las hebras de color y le sostuvo quizás algo demasiado fuerte, pero el más bajo ni siquiera se quejó por lo que el castaño ni se inmutó en detener su acción.
Comenzando a embestir en su boca.
—J-jesus... —balcuceó.
Los ojos de Jimin ahora estaban cristalizados al retener las lágrimas. Éste soltaba bajos jadeos, disfrutando también el hacerle un oral, claro que era jodidamente placentero para él.
Murmullos innentendibles debido a la intromisión en su cavidad no tardaron en aparecer.
—Mierda —murmuró acelerando los movimientos.
En ese momento Jimin echó su cabeza hacia atrás, sacando la polla del mayor, dejando que ésta rebotara contra su abdomen por tan repentina acción.
—¿P-porqué? —intentó preguntar.
—No quiero que te corras en mi boca —comentó, luego frunciendo el ceño antes de volver a hablar —aunque... no estaría mal.
—Sin embargo quieres que me venga en tu culo, ¿Verdad? —la lujuria era reflejada en su tono de voz, incluso sus ojos lo demostraban —¿Eso quieres, Jimin? —repitió.
El recién mencionado asintió.
—Si eso quieres, eso tendrás bebé, ven aquí.
Ahora Jimin es quien estaba sobre el colchón con el contrario encima suyo.
Solo traía puesto ropa interior y por encima la bata de baño que Jungkook nunca le dejó sacarla de su cuerpo después de la ducha.
Hasta ahora.
Besó su rostro, cuello, clavículas hasta que llegó a su abdomen pálido, donde delineó cada pequeña abdominal que amenazaba con hacerse notar un poco mas.
Bajó hasta la entrepierna del menor y sin pedir siquiera permiso bajó con los dientes la pequeña tela que cubría su zona íntima.
Incluso el miembro de Jimin le parecía tan jodidamente tierno como erótico.
La tomó entre sus manos y prosiguió a devolver las atenciones que antes le fueron dadas.
Chupó y su succionó cada centímetro de su masculinidad hasta que la sintió tan dura contra su lengua que su supo que estaba cerca, las palpitaciones de su polla y los gemidos en aumento de Jimin le hicieron comprobar aquello, así que la sacó de su boca y volvió a subir hasta donde los labios del menor, besandolo tan intensamente que sus labios comenzaban a doler, pero sin duda todo aquello valía la pena.
—Necesito estar dentro de tí —informó, tantenado con sus dedos la entrada del pelirosa.
—Y yo necesito tanto que lo hagas, joder te necesito —la suplica en su voz.
Metió un dedo dentro de un interior, luego otro cuando lo sintió necesario, hasta que supo que ya era suficiente.
Sacó sus dedos ahora húmedos y los pasó por su polla, lubricandola de paso, se olvidaron de un lubricante tanto como de un condón, en ese momento solo querían sentirse tan mal que aquello simplemente sería un total estorbo. Tomó la parte trasera de sus rodillas y las alzó, quedando el menor en una perfecta "M" con sus piernas. Su polla hizo presión en el borde de Jimin y este no evitó jadear, Jungkook empujó un poco mas todavía, llegando hasta la mitad de su polla dentro.
—Mierda Hyung, mas despacio —pidió. Sus ojos mantenían unas cuantas lágrimas, sin embargo se abstuvo de derramarlas.
—Uh, lo siento —se disculpó, sin embargo el empuje siguiente no se acercaba siquiera a tratar de ser una disculpa ya que de una sola terminó de meter toda su masculinidad dentro del menor.
—¡Ahg! —soltó un grito y en esta ocasión no pudo evitar que dos pequeñas lágrimas se le escaparan.
Jeon se sintió un poco, solo un poco culpable.
—¿Te lastimé? —preguntó, preocupado de repente.
—Tu que crees idiota —reprendió Jimin.
Y aunque intentaba parecer intimidante, a los ojos de Jungkook en estos momentos la palabra para describirlo sería mas bien: lujuria. Tantas mas pero la lujuria en estos momentos le dominaban a ambos.
Sin necesitar que Jimin se lo pidiera, comenzó a empujar dentro suyo.
Las paredes del menor le apretaban tan deliciosamente que pronto varios jadeos por parte de ambos inundaban la habitación.
—Así Hyung ~
—¿Te gusta? —cuestionó, sus facciones detonaban placer.
Un increíble placer.
—Joder, sí me gusta —respondió furiosamente —mas, por favor —pidió. Y Jungkook no tardó demasiado en obedecer.
Pronto se encontraba embistiendo el agujero del menor sin ninguna compasión.
Le estaba follando duro, mientras a la vez hacían el amor, porque hacer el amor no es solo sinónimo de tener relaciones de manera lenta, hacer el amor es intervenir sentimientos de por medio, justo lo que ambos estaban haciendo incluso si no eran del todo conscientes de aquello.
—¡La puta madre! —gritó el menor sin vergüenza alguna, tal vez en otro momento soltar aquello le hubiera avergonzado a mas no poder, pero en este momento con una buena polla jodiendole la próstata la vergüenza quedaba en un segundo plano.
—Tan delicioso, papi, estás demasiado bueno —murmuró Jeon, colocando las piernas del contrario sobre sus propios hombros.
—¿Lo estoy? —preguntó curioso. Él sabía la respuesta pero quería jugar con la estabilidad de Jungkook.
—Si bebé, lo estás —afirmó.
El contrario sonrió y tras un par de embestidas mas bajó sus piernas y de un rápido movimiento se colocó encima del castaño, comenzando a montarlo.
—Joder Jimin, muévete mas rápido —exigió sintiéndose casi al borde del éxtasis.
—¿Así Hyung? —saltó un poco mas rápido y llegando cada vez mas profundo.
—Así bebé, lo haces tan bien...
—M-me voy a venir, no puedo mas —avisó.
El mayor le tomó de las caderas y arremetió contra él, una y otra y otra vez hasta que Jimin soltó un grito casi desgarrador y se vino a montones sobre el abdomen ajeno.
—Mierda, tan r-rico —jadeó, aún recibiendo embestidas.
Hasta que después de algunos segundos el mayor se vino, soltando toda su semilla dentro.
—Agh, j-joder —gimoteó, embistiendo ahora despacio, sacando hasta la última gota.
Jungkook aún seguía erecto.
—Este ha sido el orgasmo mas intenso en toda mi puta vida.
—Siempre que lo hacemos dices eso —se burló Jungkook.
Rieron y acomodaron uno al lado del otro, debatiendo si deberían tomar otra ducha. A lo que la conclusión fue que sí, ambos la necesitan.
Eran cerca de las 5am cuando por fin después de ducharse nuevamente se metieron a la cama, dispuestos a dormir en esta ocasión.
Estaban agotados, pero satisfechos.
La isla Jeju les traería muchas cosas, buenas por supuesto, unas buenas vacaciones, un buen recuerdo, un par de decisiones tomadas por ambas partes serían dichas al otro.
Pero también ese viaje a Jeju sería el punto clave para que una sospecha creciera.
Sin embargo, en ese momento nada de eso importaba para ninguno de los dos.
Y mientras ellos dormían abrazados al otro, las notificaciónes de sus celulares estaban rebosantes, en especial las del mayor. Jimin tenía un par de sus padres, mientras las de Jungkook en su mayoría eran de Taehyung.
Ningún mensaje respondido ni tampoco ninguna llamada atendida.
Pero ellos eran ajenos a eso en esos instantes.
Estando disponibles solo el uno para con el otro.
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Prometí una especie de maratón, aquí la primera parte cumplida. ( Siento si ya es algo tarde, :v )
El capítulo 33 ya está publicado.
Se merecen todo bebus ☺❤
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