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↠26

Su pecho se oprimía y su corazón dolía.

Al salir del edificio donde vivía Jungkook caminó lejos de él entre las calles frías del centro de Seúl.

Lo mas razonable sería tomar algún medio de transporte como un taxi, pero no lo hizo ni lo haría, al menos hasta que sus piernas doliesen.

Necesitaba pensar, llorar y seguir pensando, todo aquello mientras seguía caminando. Su casa no estaba muy lejos después de todo, y no sabía si eso era algo precisamente bueno o malo en ese momento.

El lo sabía. Por algún motivo siempre supo que su especie de relación con el castaño no llegaría muy lejos. Incluso, hasta había conseguido mas de lo que en un principio esperó, que era que aquel castaño que conoció en la cafetería de serendipity le hiciera caso, de alguna manera.

Pero ahora, las cosas estaban mas claras y al mismo tiempo es donde se encontraba mas confundido.

El gustaba del mayor, le quería. El contrario le había correspondido, él creyó en él, en su palabra, en sus sentimientos.  Pero ahora, ahora mismo es donde se daba cuenta que tal vez todo aquello fue solo una baja mentira, todo fue falso.

Era un hombre por dios, tal vez tan solo le entró curiosidad de follarselo, de estrenarlo. Y él, como un iluso le entregó aquello.

Ya no creía mas en él, si lo hubiera querido sus acciones hubieran sido distintas.
Todo principio tiene un final, incluso si ni siquiera hubo uno, tal vez ese era la prueba clara de que lo que sea que hayan tenido se terminó.

No quería pensar mas en él, ni en él ni en mas nada a lo relacionado.

Tomó su celular el cual estaba en una de los compartimentos de su mochila y buscó entre sus contactos. Iba a llamar a la única persona que podía escucharlo y aconsejarle en ese momento, con el que se podía desahogar pero, al momento que estuvo apunto de presionar el "llamar" se rehusó a hacerlo.

Se dió cuenta que en ese momento necesitaba estar solo.

1 mes después.

El sudor corría por su frente deslizándose por su rostro hasta perderse por su cuello. Su flequillo se pegaba a su frente húmeda.

Necesitaba detenerse un momento, necesitaba hidratarse.

—¡Alto! —habló fuerte debído a la música del salón.

El pelinaranja detuvo sus movimientos negando con la cabeza al ver el estado de Jimin.

Caminó hasta su celular y detuvo la música que estaba conectada vía Bluetooth a los portavoces.

—Te dije desde antes que deberíamos parar, este tiempo se te has sobre exigido y eso, en lugar de ayudar, creéme que lo empeorará.

El pelirosa sacó de su mochila una botella de agua y como un desesperado se la empinó dándole grandes sorbos.

—Solo necesitaba algo de agua, reanudemos esto —comentó secando su rostro con una toallita.

—No. Vas a ir a casa, descansarás, y mañana comenzaremos esto de nuevo, lo haremos bien pero no así —declaró.

Desconectó su celular y lo guardó en su bolso.

—Pero Hoseok —se quejó el menor.

—Hoseok nada, estás lastimándote así y lo harás mas si continúas de esta manera —colgó su mochila en su hombro y se giró para mirar de frente a Jimin —escucha, no se que te sucede exactamente pero, trata de no mezclar lo personal en esto, tal vez suene cruel, pero de esto va mucho tu futuro, lo que tu quieres, no dejes que nada ni nadie intervenga para mal en ello.

Sin esperar un momento mas se dió la vuelta y salió de aquélla aula de danza dejando solo a Jimin.

Sus ojos picaba por derramar las lágrimas que día tras día se negaba a soltar de nuevo.

Y bien, ¿Qué hacían ahí? Bueno, pasaba que dentro de menos de un mes se graduarían del Instituto y como bien lo había comentado el director semanas atrás, tenían un recital ese día, justo antes de su entrega de certificado.

Así que tenían que exponer sus talentos frente a muchas personas, en el caso de Jimin y el pelinaranja era la danza. Bailarían en pareja e individualmente.

Y eh ahí como fue que se quedaban media hora más después de clases para practicar un poco más.

Cielos, tal vez si eran un poco perfeccionistas.

Sabía que su amigo tenía razón, este último tiempo se exigía de mas en las coreografías y por ende, tendía a ser propenso a algún esguince o algo peor si seguía en esos pasos. Y es que, ni siquiera cuando sus músculos dolían se detenía si no hasta que su pareja de baile, Hoseok, le detenía repitiéndole que ya era suficiente.

El único que sabía lo que realmente le sucedía era Seokjin.

El día en que salió prácticamente huyendo del edificio de Jungkook había estado a punto de llamarle pero se había detenido, queriendo solo un poco de tiempo a solas con él mismo, y aún no listo para escuchar el gran cliché de: "lo siento, pero te lo dije"

Suspiró por fin, derrotado, y tomó sus cosas -su mochila- y salió de allí después de un par de estiramientos más.

Acerca de Jungkook, las cosas seguían igual que como las había dejado ese día. Ellos habían terminado, por llamarle así. No es como que Jimin esperara que lo buscara o algo por el estilo, aunque, para su mala suerte, este sí lo hacía. Y era mala suerte porque ver aquellos mensajes en el chat de ellos solo hacía que su corazón se apretase y quisiera responder de igual manera. Pero no, después de todo él tenía dignidad, jodidamente la tenía y no correría a los brazos de Jungkook solo porque este así lo quisiera.

Su hermano y él seguían juntos después de todo así que eso solo demostraba una cosa: Jungkook lo había preferido a él sin que ni el mismo fuera consciente de ello. De lo contrario, Taehyung ya le hubiera dicho sobre su ruptura.

Al menos eso era lo que pensaba Jimin.


 


Un mes, un mes había transcurrido y las cosas seguían exactamente de la misma manera.

No sabía cuantos textos había dejado en el chat con Jimin, lo único que tenía claro era que ninguno había sido respondido.

Por supuesto que le llamó incontables veces pero obtuvo el mismo resultado, ninguna llamada fue atendida.

Aquello lo estaba matando, extrañaba mucho a su pequeño pelirosa.

Desde el día en donde se acostó con Taehyung las cosas habían cambiado, cuando iba de visita a su casa rara vez lo veía ya que este se la pasaba encerrado en su cuarto. Y cuando salía muy forzadamente a algo, le daba un corto saludo para apaciguar las apariencias en frente de su hermano. Desde luego que a la cafetería ni siquiera le había puesto un pie mas encima nuevamente.

[Chat con Jimin]

Por favor atiende mis llamadas. Necesitamos hablar, no puedes seguir ignorandome. Te extraño, pequeño.

18:40

Lo envió y guardó su móvil en su bolsillo a la vez que se montaba en su motocicleta saliendo de la universidad.

El camino a su casa no era demasiado largo y cuando llegó y se tiró en su sofá lo sacó nuevamente con la esperanza de que alguna respuesta hubiera sido dejada en su bandeja, pero no.

Había varios nuevos mensajes, entre ellos, uno de Namjoon y otro de su novio avisándole que ya estaba en casa después de su horario laboral.

Pero ninguno de Jimin.

Su mensaje claramente había sido envíado y entregado pero no marcaba las dos peculiares palomas azules que indicaban que ya había sido revisado.

El simplemente lo ignoraba y en el fondo, bueno, ni siquiera tan en el fondo, él sabía que jodidamente se lo merecía.

Quería hablar con el pelirosa pero a decir verdad, no sabía que exactamente decirle.

Ya le había dado muchas vueltas al asunto, tenía claras las cosas pero al mismo tiempo nada tenía claro en su estúpida cabeza.

Sí, quería a Taehyung, este era demasiado lindo pero simplemente no era Jimin. Y aunque lo sabía con claridad no podía simplemente dejarlo, así como así. ¿Qué explicación le daría? Porque era obvio que su aún novio le pediría alguna.

Las horas pasaron y él ni siquiera se cambió de ropa, ese día ya no comió, ni siquiera se movió de posición en el sofá, se la pasó en el mismo sitio pensado y pensando de nuevo lo mismo, porque jodidamente que ya era tiempo de poner las cosas claras para con él mismo.

Llegando a la conclusión de que tal vez debería darse un tiempo, no con Jimin, no con Taehyung, si no con él mismo.

Dejaría que las cosas fluyeran.

No buscaría mas a Jimin ni dejaría a Taehyung, dejaría que las cosas rodaran solas. Y sí, probablemente aquello era una putada pero no encontraba otra "solución"

Si algo tiene que pasar, pues que pase de una jodida vez. Se dijo.

Al llegar a casa revisó su móvil, se metió al servicio de mensajería y el chat con Jungkook marcaba 48 nuevos mensajes, el último decía que hablaran, que lo extrañaba. 

Se rió amargamente ante eso.

Caminó hasta su habitación sin mirar hacia ningún lado, sus padres estaban en el trabajo lo mas probable y su hermano, bueno él tal vez seguía en la pastelería de la esquina.

Caminó por el pasillo cuando escuchó pequeños sollozos justo cuando pasó frente a la habitación de Taehyung.

Creyó que era su imaginación pero cuando estuvo a punto de dar un paso más, un pequeño jadeo se escuchó desde adentro.

Su imaginación no era, él estaba llorando. Confirmó.

Entonces, ¿Qué putas pasaba para que su hermano llorara?

Regresó hasta la planta baja y abrió nuevamente la puerta y la cerró pero esta vez dando un fuerte azote para que su hermano fuera consciente de su presencia en casa.

¿Porqué lo hizo? No sabía. No quería que Taehyung llorara. Que irónico, se dijo. Si él se enterara de lo que pasó entre su novio y su "pequeño hermanito" como el solía llamarle, lloraría a mares y claro que lo odiaría.

Por eso mismo su conciencia no le permitió hacer otra cosa mas que fingír que no había escuchado nada cuando su hermano bajó hasta la sala y él descolgaba la mochila de su hombro. Por eso mismo no pudo acercarse a él, abrazarlo, tenderle una taza de helado de vainilla, su favorito, y preguntarle que lo tenía así, que había pasado para que el llorara.

Se sentía una mierda. Y tal vez lo era.

La cosa va intensa, y se vienen varías cosas más, así que ajustence la braga.

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