No más.

Se recargó del elevador, mirando su reflejo del espejo del mismo. Esperó unos segundos hasta que el característico sonido de que había llegado al piso adecuado sonó.

Las puertas se abrieron y se encaminó hasta el departamento del castaño.

Tocó el timbre dos veces y nadie aparecía ante la puerta, sacó su celular y fue a su lista de contactos, decidido a marcar a uno de ellos, pero justo en ese momento la puerta se abrió dejando ver el torso desnudo de su novio, con tan solo unos chándal negros puestos y su cabello revuelto.

-¿Tae? -murmuró Jungkook, bastante sorprendido ante su repentina aparición -¿Qué haces aquí?

-Bueno, salí temprano y decidí venir a visitarte, hace algún tiempo que no paso por acá.

Jungkook asintió lentamente.

-¿No me dejarás entrar? -preguntó risueño.

-Oh, claro. Adelante -dijo alzando un poco el timbre ronco de su voz.

El de cabellos azabaches, casi rubios, entró y se encaminó hasta el sofá no sin antes darle un beso a los labios de su novio.

Sonrió y se sentó en el suave sofá, bastante cómodo. Como si justo antes un cuerpo hubiera calentado el sitio.

-¿Dormías? -preguntó.

El castaño cerró la puerta y caminó hacia él.

Su mirada viajó de las piernas de su novio hasta su rostro tonificado por sus facciones.

-¿Qué? Lo siento, estoy algo aturdido, yo...

-Si, lo sé Jungkook.

-¿Lo sabes? ¿Qué sabes? -cuestionó. Una oleada de impresión caló su piel.

-Estabas durmiendo ¿No es así? Flojo. El sofá está calientito.

Taehyung rió y Jungkook hizo lo mismo, aunque parecía mas una mueca que otra cosa.

-Te eh extrañado.

-Mi amor, pero si a penas nos vimos ayer -dijo dando una caricia a su cabello.

Suave, sedoso.

Tan sodoso como el de aquel pelirosa que rondaba su mente constantemente.

-Sabes a lo que me refiero, Jungkook -respondió. En su voz un deje de advertencia se apreció y sus belfos se elevaron en una sonrisa pícara.

Jungkook no era tonto, entedía totalmente la referencia. Pero jodida mierda, ¿Justo ahora?

¿Debería ser sincero? Decir la verdad acerca de su extraña relación con el hermano de su novio a... justamente, su novio. Era lo correcto, hablar de una vez, sin embargo eso habría sido posible si no fuese tan malditamente egoísta, desde su punto de vista.

No quería perder a Taehyung, sin embargo, tampoco quería olvidarse de Jimin.

-Tae yo... -murmuró. No esperaba que fuese interrumpido por la boca ajena presionando la suya en un hambriento beso.

Correspondió, claro que lo hizo.

Taehyung palpó sus mejillas entre sus manos y lo sujetó, como un desesperado por tener mas contacto contra él.

-Te necesito.

Se besaron durante un par de minutos antes de levantarse y encaminarse a la habitación.

El mayor tenía un pequeño problema, y no necesariamente se trataba de su erección.

Respirando entrecortado con la cabeza apoyada contra la madera de aquel reducido espacio se encontraba un pelirosa recordando como había llegado a esa situación.

Deseando nunca haber ido a aquel apartamento saliendo del instituto.

Las prendas gruesas y de colores oscuros en su mayoría colgaban de los ganchos del closet, cayendo sobre su espalda y cabeza. Pero poco le importó aquello cuando escucho como la puerta era azotada y dos cuerpos juntos, totalmente pegados el uno al otro se devoraban la boca.

El cuerpo de Jungkook fue empujado hacia la cama y su hermano se encimó sobre él colocandose en su regazo y volviendo a unir sus labios.

Jimin sentía que el aire comenzaba a faltarle, no podía realmente estar presenciando aquella escena.

Tragó saliva al sentir su garganta seca, y una descomunal ira mezclada con vergüenza sacudió repentinamente su cuerpo.

-T-tae, por favor -escuchó desde su posición como el mayor murmuraba entrecortado en medio del beso.

-Solo se mío de nuevo, te lo dije, te necesito.

Cada palabra era una estocada para su débil corazón.

Se sentía ansioso, y el estar encerrado en aquel pequeño espacio no facilitaba nada, haciendo que se sintiese claustrofóbico de pronto.

Se abrazó a si mismo escondiendo su rostro entre sus rodillas. No quería ver nada de lo que pasara allá fuera, no quería escuchar tampoco.

No supo cuanto tiempo paso en la misma posición pero un gemido logró llamar su atención sacándole de su trance.

Lenta, muy lentamente empujó hacia afuera solo unos cuantos milímetros la puerta del closet y asomó su vista hacia la habitación, específicamente directo a la cama.

Grave error.

Jungkook se estaba follando a su hermano.

Se lo estaba tirando aún cuando minutos antes le había dicho que pronto y casi nada a la de ya terminaría con él de la manera mas delicada posible buscando no herirle demasiado. Sobre hacer pública su ¿Relación? Eso sería mas adelante. Todo paso a paso.

Pero al parecer, se olvidó de aquello mientras echaba la cabeza hacia atrás y Taehyung montaba su polla erecta.

No podía seguír mirando aquella escena, definitivamente no podía.

Regresó a su anterior posición y se abrazó pero esta vez con mayor fuerza. Sus brazos rodearon sus piernas y su cara de nuevo se escondió entre ellas. Sin embargo no podía pasar por alto el obsceno sonido de los embistes y los gemidos en su mayoría de Taehyung aunque se cubriera los oídos.

Se sentía una mierda en ese momento.

Las lágrimas no demoraron en salir trazando un recorrido por sus mejillas las cuales en pocos segundos ya estaban empapadas.

Su corazón dolía. Fue allí donde recordó las palabras de Jin y se dió cuenta de que tenía razón.

Jungkook solo estaba jugando con el, mas bien con ambos.

Era un hijo de puta.

Unos minutos más tarde el azabache bajó del regazo de su novio una vez ambos se habían corrido.

Estaba exhausto, solo quería una ducha y dormir, lo necesitaba.

-Iré a ducharme -avisó sin dejar de delinear extrañas figuras con su dedo por el pecho de su pareja -podrías prestarme alguna ropa.

Jungkook asintió suspirando.

-Claro.

Fue lo unico que mencionó y sintió como su novio se levantaba de la cama y se dirigía a su guardaropa.

En un instante se puso pálido.

-¡Hey! -exclamó cuando el contrario estaba a pocos pasos de la puerta -ve al baño, enseguida yo te busco algo ¿De acuerdo, bebé? -propuso, haciendo su mayor esfuerzo por sonar de lo mas normal.

Taehyung le miró un par de segundos hasta que asintió y así, totalmente desnudo se encaminó hacia el cuarto de baño no sin antes decirle un "Acá te espero"

El sonido del agua cayendo por la regadera le confirmó que su novio ya se encontraba bajo la ducha.

Se levantó de la cama alzando sus pantalones los cuales estaban en sus tobillos y se los acomodó de manera rápida. Caminó hasta su closet y lo abrió de inmediato.

El rostro de Jimin le dió la bienvenida y sintió su corazón dar un vuelco en cuanto notó los ojos rojos de este y sus mejillas humedas.

El pelirosa se levantó y salió sin decir ni media palabra de la habitación caminando a paso rápido hasta la sala no sin antes tomar su mochila la cual había dejado tírada a un lado de la mesita de noche.

Trató de salir del apartamento pero el castaño tiró de él haciendo que le mirase.

Le miró, serio. No había ninguna emoción reflejada en su rostro, lo cual, asombró al contrario ya que Jimin siempre era un chico muy dulce y delicado el cual la mayoría del tiempo traía una sonrisa y brillo en sus ojos; bueno, casi siempre. Pero ahora, sus ojos brillaban únicamente por las lágrimas y eso lo hizo sentirse peor.

El no tenía en sus planes que aquello sucediera, es más, ni siquiera estaba enterado de que su novio le visitaría.

-Jim...

-Se acabó, se terminó. No se si algo empezó realmente, pero sea lo que sea, se terminó -dijo decidido en un susurro. Cuidando de no ser escuchado mas que por el hombre frente a él.

-Por favor, no sabía que vendría, tenía mucho sin hacerlo con él y no podía rechazarlo, el sospecharía.

-Pero dijiste que le ibas a decir.

-Jimin, lo siento. Se que debes pensar lo peor y tal vez me lo merezco, pero no podía, no si se trate de cobardía o de otra cosa, pero entiendeme, no lo quiero lastimar, no puedo.

Asintió con una sonrisa incrédula.

-Entonces solo fuí un maldito juego para tí, ¿Eh? No lo ibas a dejar de todas maneras, ni hoy ni mañana ni ningún otro día, porque simplemente no quieres hacerlo. De acuerdo, por ahí hubieras empezado.

-No entiendes, no eres un juego, todo lo que te dije es verdad, pero no me siento listo aún para dejarlo. Joder.

-No te creo una mierda -musitó tomando las correas de su mochila entre sus puños. Suspiró antes de hablar nuevamente -pero ya no te preocupes ni te sientas presionado, de todas maneras esto se terminó.

-Jimin, solo dame un poco de tiem...

-Olvidalo. Pero ¿Sabes? No te culpo, también tengo demasiada culpa en esto, nunca debí fijarme en tí sabiendo que eras prohibido para mi.

Jungkook para ese momento tenía sus ojos enrojeciddos. Trató de tomar el rostro del mas bajo pero este se movió bruscamente fuera de su agarre.

-No te miento, amor, no te mentí en ningún momento, realmente te quiero. Espera solo un poco.

-Sigue con lo tuyo, y cuando me busques, si es que lo haces, espero que no sea demasiado tarde, porque no todo el tiempo estaré dispuesto a ti, para que me tomes cuando se te da la gana. Eso se acabó.

Y sin más salió del apartamento dejando al castaño con las palabras en la boca y la cabeza hecha un lío.

Aquí un capítulo más.

¿Quién consideran que tiene la razón? Jimin, Jungkook, ninguno, ambos ¿? Jungkook solo está jugando con ambos o... ¿?