↠21
Nuevas, nuevas experiencias.
El pelirosa terminaba de colocarse su pijama rosa con conejitos impregnados en ella.
Pasaban de las 10 de la noche y a pesar de no sentir sueño realmente no tenía mucho que hacer esa noche por lo cual decidió meterse a la cama.
Peinó con sus pequeños y regordetes dedos su cabello hacia atrás después de habérselo secado reciéntemente al salir de la ducha. Sus hebras rosadas cayeron de nuevo sobre su frente al instante en que sacó sus dedos de entre ellas.
Suspiró.
Se sentía aburrido y sin mucho ánimo. ¿El motívo? Era todo y nada a la vez.
Se encontraba muy susceptible últimamente.
Sus pensamientos vagaban desde sus estudios hasta estancarse en el castaño que actualmente dormía en la habitación de al lado, con su hermano.
Pero Jungkook no se encontraba dormido exactamente.
Jimin recordaba y recreaba en su mente cada uno de los sucesos acontecidos en el transcurso de la semana.
Pasó una mano por su cuello tocando un segundo sus clavículas y siguió bajandola hasta tocar su pecho donde pellizcó sus tetillas.
Recordando las veces en que el mayor entraba de infiltrado a su habitación. Principalmente la noche anterior a esa donde aproximadamente pasada la media noche llegando casi a la una de la mañana había ingresado y le había tomado durante un par de horas antes del que el emanecer llegara iluminando todo a su paso.
En ese momento se encontraba dormido y en el mas plácido de sus sueños cuando de un momento a otro sintió como un peso caía sobre su lado sobre el colchón y a la vez, la manta que le cubría mas de la mitad del cuerpo le era quitada y colocada de nuevo al instante siguiente.
Y a pesar de que su sueño era peculiarmente pesado logró sentir aquel movimiento y lentamente comenzó a abrir los ojos en busca de lo que sea que fuese que hubiera interrumpido el mundo de sus sueños logrando divisar entre la oscuridad y con solo la tenue luz de la luna a su preciado chico de cabellos azabaches.
-¿Jungkook? ¿Qué...-
El mas alto le calló poniéndole una mano encíma de la boca, silenciandolo de esa manera.
-Shuu -susurró -,mi amor. Guarda silencio.
Su rostro automáticamente se sumergió entre el cuello blanquecino del menor, olfateando su suave aroma a vainilla. Su mano aún descansaba sobre la boca ajena haciendo que el pelirosa se mantuviera expectante.
El mayor suspiró contra su cuello mientras acariciaba las hebras de su rosada cabellera. Sus ojos se mantenían cerrados disfrutando de la increíble sensación de estar a su lado. Anhelando aún mas querer fundirse hasta la empuñadura de él. Hacerlo suyo, disfrutar de su cálido interior y así mismo brindarle disfrute a él también.
La agitada respiración de Jimin le recordó que aún lo mantenía sujeto y probablemente cortándole la respiración.
-Kook ¿Qué haces aquí? -Cuestionó una vez el agarre sobre el se deshizo.
-Vine porque quiero estar contigo.
Jimin estaba absorto mirando fijamente los finos labios del contrario. Su mirada perdida en ellos, tratando de ver lo que era escaso debído a la poca iluminación de la habitación.
Negó con la cabeza cayendo en cuenta de la situación.
-No, Jungkook no pod...-
-¿No quieres? -preguntó.
-Si, si quiero pero no en estas circunstancias, es peligroso.
El castaño suspiró volviendo a tomar su cuello entre sus labios.
-Mmh, Jungkook.
El mencionado tomó gentilmente la barbilla del menor volteándola en dirección hacia él y tomando sus labios de manera lenta degustandose con su dulce sabor.
Minutos de húmedos besos transcurrieron y decir que ambos estaban duros en sus pantalones de pijama era poco.
Pasó lo que tenía que pasar.
Jungkook lo había tomado con tanto deseo y posesión que el mas bajo no podía sentirse mas que satisfecho sexualmente hablando.
-¿Puedo venirme dentro de ti? -había preguntado mientras le embestía duramente, tratando de tomar todo de sí.
-S-Si, hazlo -demandó entre lloriqueos placenteros. -por favor, solo hazlo.
Después de aumentar el ritmo de sus embestidas poco segundos después terminó por venirse en su interior, llenándolo con su esencia.
El toque en su puerta hizo que el pelirosado saliera de sus anteriores recuerdos.
-Minnie, ¿Puedo pasar? -se escuchó del otro lado de la puerta. Claramente era Taehyung.
-Pasa.
La puerta fue abierta al instante siguiente dejando ver a su hermano quien se encontraba vestido con una chaqueta de cuero color azul marino en conjunto a unos pantalones de Jean negro.
-Te aviso que ya nos vamos -soltó el mayor a penas ingresó.
¿Nos vamos?
-¿A dónde? -preguntó repentinamente. Deseando no haberse escuchado tan desesperado por saber la respuesta.
-Saldremos un rato.
-Ahh -no necesitaba preguntar a quienes se refería.
Fue lo único que dijo, no tenía mucho que decir de todas maneras.
No quería admitir que saber que ambos saldrían juntos como dicha pareja que eran, le molestaba. Se sentía un hijo de puta por desear ser él quien compartiera todos aquellos momentos con el castaño.
-Entonces, nos vamos. No duermas tan tarde ¿Si? -le dijo y revolvió sus cabellos antes de encaminarse a la puerta, con una sonrisa adornando su bello rostro.
Parece muy feliz. Pensó Jimin.
-Hyung, ya soy un niño grande-habló mirandole irse - Diviertanse.
El de cabello risados asintió brindándole una última sonrisa antes de abandonar la habitación.
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Los faros de las motocicletas encendidos se encargaban de iluminar todo el lugar.
La zona estaba llena de mas motocicletas que de personas. Faltaban algunos veinte minutos para que la primera competencia de la noche diera su anhelante y esperado inicio.
El de cabello castaño asomándose al rubio se mantenía a un lado del castaño. Jungkook tomaba su mano mientras caminaban a la par en busca de sus amigos.
La noche era medianamente fría pero a pesar de ello muchos de los que se encontraban a los alrededores sujetaban entre sus manos latas de cerveza. Por supuesto que los que eran encargados de conducir esa noche durante las rondas no podían ingerir una gota de alcohol, al menos no hasta que sus turnos de correr terminasen.
-¡Hey, Jeon!
Un grito acompañado de una mano alzada balanceándose en el aire se escuchó llamando la atención de ambos jóvenes.
-Comenzaba a ponerme nervioso por que no llegabas, hombre.
-Hola hermano, nosotros bien, gracias por preguntar, ¿Y tú? -bromeó el mas alto.
Namjoon rió sacudiendo su chaqueta y torciendo el cuello, aligerando la tensión en su cuerpo que poco a poco se desvanecía ante la presencia de Jungkook.
Y no era para menos, después de todo no eran solo centavos los que estaban en juego.
Charlaron algunos minutos después de aquello.
El mayor le comentaba ciertos detalles al respecto de la carrera y sobre su motocicleta ya que Jungkook correría ésta vez en la de Namjoon.
-Y, ¿Rosita no quiso venir? -Preguntó Jackson a Taehyung quien se encontraba a un lado de él.
El recién mencionado volteó la mirada centrando su atención en él. No tardó en comprender a quien se refería.
-Bueno eh, a decir verdad, no le pregunté -respondió con el entrecejo levemente fruncido pensando que tal vez hubiera sido bueno invitar a su hermano, si se le hubiera ocurrido.
Jackson negó pero una risita se coló entre sus labios cuando dijo:
-Bueno, nunca es tarde, puedes llamarle -hizo un gesto con la mano, figurando un teléfono.
En ese momento el castaño se sintió un mal hermano. Es decir, toda una vida al lado de Jimin y realmente él no sabía si gustaba de ese tipo de entretenimiento.
Pensó en las palabras del contrario y asintió para si mismo, llamarle no sería mala idea aunque probablemente este ya se encontrara en su quinto sueño.
Sacó su móvil del bolsillo trasero de su pantalón, encendiendo la pantalla al mismo tiempo.
Batería agotada.
-Mierda -murmuró mirando la pantalla en fondo negro de su celular. La batería había muerto.
Su novio llegó por detrás rodeando su cintura mirándole discutir con el móvil entre sus manos.
-Hey, ¿Todo bien? -preguntó riendo bajito. Taehyung hasta en aquella situación lograba lucir adorable.
El recién mencionado le miró haciendo un mohín y mostrándole el celular.
-Creo que está fallando sabes. Se descarga muy rápido.
-¿Desde cuándo no lo conectas?-preguntó.
El menor lo pensó algunos segundos antes de bajar la mirada y decir: -Desde hace dos días.
-¿Y aún asi le echas la culpa al pobre?
-Bueno ya. Ese no es el punto, ¿Me prestas el tuyo? -pidió.
Jungkook sintió algo subir por su garganta pero aún asi, asintió.
Lo sacó de su bolsillo rogando porque su novio no quisiera indagar mucho en él. Y se lo entregó.
-Ya está desbloqueado -comentó.
-Bien, le mandaré un mensa...
-¡No! -dijo sobresaltado al contrario -marca a su número, digo, es más rápido.
Joder, si miraba el chat que tenía con su hermano todo se vendría abajo ya que no había borrado la conversación anterior, no es como que lo hiciera ya que su novio pocas veces pedía su celular y a parte siempre tenía el bloqueo de pantalla.
Pero esta situación no la veía venir.
Para su tranquilidad su novio asintió y buscó en sus contactos el número de Jimin llevándose el aparato a la oreja una vez marcó el número.
Un pensamiento mordaz le llegó al castaño sintiéndose prontamente curioso sobre cual era el motivo de aquella llamada.
-Ahora que lo pienso, ¿Para que le necesitas? -cuestionó al fin pero al instante siguiente, el sonido de un móvil llegó a su capacidad auditiva llamando su atención ya que conocía de quien provenía ese tono.
-Minnie, te estaba marcando -soltó Taehyung bajando la mano que anteriormente sostenía el celular pegado a su oreja.
Jungkook plasmó una lígera sonrisa en sus labios casi inexistente pero llena de dicha.
Sonrisa que desapareció al darse la vuelta y mirar que, en efecto, Jimin estaba allí, justo en frente de él pero no venía solo, a su lado y muy cerca de él para su propio gusto, se encontraba Lee Taemin.
Jodida mierda.
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