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Finalmente mío.
Escenas KookMin +18.
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Los chasquidos causados por los besos rosanaban en la habitación haciendo eco.
El calor parecía ir en aumento cada vez mas dentro de aquellas cuatro paredes como también en sus cuerpos.
La ropa comenzaba a molestar, los besos y las caricias proporcionadas incrementaban trayendo consigo mas excitación a ambos jóvenes.
Las manos del mayor acariciaban la cintura del pelirosa atrayéndolo mas cerca de sí. Los brazos de Jimin rodearon el cuello ajeno profundizando aún mas aquel candente beso. Jungkook fue bajando sus manos hasta llegar a la espalda baja del menor y lentamente llegar hasta sus glúteos amasandolos a su gusto.
Pequeños gemidos se escapaban de los belfos del menor al sentir las acciones de su cuñado. El pelinegro desendió hasta su cuello besando aquella zona que al parecer para el otro era demasiado sensible ya que los gemidos aumentaron de inmediato.
—Ju-Jungkook —jadeó el menor.
La voz de Jimin sonaba lejana a los oídos del mayor quien estaba entretenido chupando ahora desde su cuello hasta su clavículas.
—Jungkook —repitió.
Sobraba decir que a esas alturas ambos ya estaban mas que eréctos. La pelvis de Jimin comenzó a moverse inconscientemente en busca de mas contacto con el contrario. El castaño tomó mas fuerte de su cadera y juntó ambas entrepiernas comenzando un lento vaivén haciendo que ambos miembros se frotasen entre si haciéndoles jadear.
—¿Qué pasa? ¿No te gusta? —preguntó preocupado después de separarse levemente de él.
Tenía miedo de que Jimin a esas alturas cambiara de opinión y decidiera mejor no continuar mas con aquello. Estaba tan duro que su polla comenzaba a doler dentro de sus ajustados pantalónes pero si el menor no quería continuar lo aceptaría, con pesar, pero lo haría.
—Si, si me gusta —respondió apurado.
—¿Entonces que querías, cariño? —dijo bajándose a besarlo nuevamente. Las clavículas del menor lo tentaban tan mal.
—¿Ti-Tienes condónes? —preguntó nervioso y excitado al mismo tiempo que se dejaba llavar de nuevo por las caricias recibidas.
—Oh, pequeño travieso —musitó —para tu tranquilidad, si tengo.
No dijo nada mas y solo se acabó de entregar al deseo que sentía. Las prendas empezaron a caer al suelo perdiéndose en algún lugar de la habitación.
Un Jimin sin camisa jadeaba al sentir sus pezónes estimularse. El derecho con la boca del castaño mientras que el izquierdo era levemente pellizcado con sus dedos índice y pulgar.
—Recuestate en la cama cariño —ordenó el mas alto.
El pelirosa sin rechistar obedeció y caminó un par de pasos hasta llegar a la cama donde se acostó mirando las acciónes del contrario.
La camisa de Jungkook fue sacada con rapidez dejando al descubierto su torso bien trabajado. Sin llegar a lo exagerado. Los ojos curiosos del menor brillaron al ver aquello.
—¿Entretenido con la vista? —preguntó de manera socarrona.
Jimin se sonrojó y solo fue conciente del cuerpo que yacía subiéndose encima de él besándolo con ansiedad evidente. Sus pequeñas manos bajaron hasta la entrepierna de su mayor de manera tímida pero logrando tocar aquella dureza la cual estaba escondida en sus pantalónes.
El jadeó del castaño lo alentó a continuar a seguir masajeando sobre aquella tela.
—Mhg cariño —jadeó Jungkook.
El antes mencionado se levantó quedando sobre sus rodillas en la cama mientras sus ansiosas manos desabrochaban el cinturón de Jimin el cual segundos después fue sacado junto a su pantalón haciendo que quedase solo en interiores.
Oh Mierda. Pensó el castaño al ver la prenda que portaba el menor.
Unas bragas rosas relucían en su piel haciendo que lo desease mas, si es que eso era posible. La punta de su miembro sobresalía de ellas derramando pequeñas gotas de líquido preseminal.
Jungkook estaba mas que tentado y claro que no iba a desaprovechar aquella oportunidad de estar en la cama con Jimin. Por lo que rápidamente sacó sus propios pantalónes quedando en unos boxers negros ajustados a su piel y se agachó de nuevo llevando su rostro directo a la zona íntima del menor.
Una lámida en su miembro hizo que Jimin soltara un audible gemido del cual se avergonzó segundos después.
Otra lamida y su braga fue retirada lentamente bajando por sus muslos, piernas y finalizando en sus tobillos hasta por fin salir dejándolo completamente desnudo.
Al ver la grandiosa vista que tenía al frente el mayor no evitó masajear su propia polla mientras bajaba lentamente hasta tomar el miembro de Jimin y lamiendo la punta haciéndolo estremeser. De una sola lo ingresó por completo en su boca sacándole un gemido placentero al pelirosa el cual lo ahogó con sus propias manos. La cara del mayor desendió hasta posar su lengua en aquel estrecho agujero y darle un par de lamidas antes de ingresarla para después volver a poseér su miembro.
—¡Oh, Dios! Mhg..—gemiá al sentir la caliente lengua del contrario lamerlo tan bien.
—Oh cariño, sabes tan bien —musitó sacando el miembro de su boca dejando un rastro de saliva.
Jimin protestó por unos momentos antes de ver como dos dedos del mayor se acercaban a su boca.
—Lamelos bebé —ordenó.
Y así lo hizo. Los lamió de manera lenta pero exquisita llenándolos así mismo de su saliva. Una vez lo suficientemente lubricados según el castaño, los sacó llevandondolos directo hacia la entrada del pelirosa.
Jimin sabía lo que se venía. Sabía que aquello dolería. Y dolería aún mas al ser su primera vez teniendo sexo con un hombre. Jamás había sido penetrado y la idea de que Jungkook se lo hiciera estaba calentándolo mas de lo normal.
En realidad solo una vez había tenido relaciones sexuales pero lo hizo con una mujer. Y a decir verdad, no lo hizo porque la deseara del todo o algo por el estilo. La chica era hermosa y había estado enamorada de él desde que ingresaron al instututo sin embargo, el jamás pudo sentir algo por ella por mas que quiso esforzarse en que así fuera.
Se preguntaran ¿Cómo es que había tenido sexo con ella, si no estaba del todo convencido?
La respuesta era clara. Todo empezó cuando cumplió los 14 años y se dió cuenta que nunca había mirado de mas a una chica. Creyó que era aún muy joven como para sentir alguna atracción hacia alguien. Pero todo fue tornándose confuso en su mente cuando cayó en la cuenta de que, aún con esa edad en la que no miraba de mas a una chica, sí lo hacía con los chicos.
Sus curiosos ojos en lugar de observar a una chica siempre se escurrían mirando a un chico el cual le pareciese atráctivo.
Quizó hacerse a la idea de que solo era su imaginación, que realmente no se sentía sexualmente atraído hacia alguien de su mismo sexo. Si bien no tenia nada en contra de la homosexualidad aún así el tema le sentaba raro ya que había escuchado algunos comentarios desagradables por parte de alguno de sus compañeros.
Un año después desde que estaba en dílema sobre su sexualidad, la maestra de ciencias encargó un próyecto en parejas y para su sorpresa su pareja sería MinJie, la chica que decía estar enamorada de él.
Ese mismo día en la tarde se vieron en casa de la fémina dispuestos a realizar su tarea en equipo. Pero ella comenzó a coquetearle, como siempre solía hacerlo. Solo que esa vez si le tomó la palabra de tener algo, pero solo era para convenserse de que si le gustaban las chicas. Oh, vaya sorpresa. Tuvo sexo con ella y fue peór de lo que pudo imaginar. No se sentía excitado en lo mas mínimo y por lo cual hizo el esfuerzo en conseguír una erección. Se había corrído en el condón con mucho trabajo, y solo logró hacerlo cuando a su mente llegaron las imagenes del video porno gay que había visto semanas atrás con su amigo Jin.
Ahí se dio cuenta y asimiló que, simplemente las tetas grandes y vaginas no le iban.
Un dedo haciendo presión en su entrada lo sacó de sus pensamientos haciendo que se pusiera nervioso.
—¿Todo bien cariño?
—Jungkook —le llamó con voz tímida. El otro asintió en señal de que continuara —Soy virgen —confesó al fin.
No estaba del todo seguro pero le pareció ver como la mirada del mayor se oscurecía aún mas, volviendo sus facciónes mas lujuriosas.
—Oh bebé, no sabes cuanto voy a disfrutar ser el primero.—declaró relamiendo sus labios a la vez que ingresó un dedo en el interior del menor haciéndolo jadear.
Cerró los ojos sintiendo su interior arder un poco pero el dolor era soportable.
Un segundo dedo hizo aparición. Jungkook hacía movimientos de tijeras estirando mas su entrada provocándole mas dolor pero poco a poco el placer se complementaba con las nuevas sensaciones que estaba sintiendo.
—M-Más... —pidió moviendo inconcientemente sus caderas buscando mas contacto con el intruso.
Un último y tercer dedo se adentró preparándolo de manera exquisita simulando embestidas. Tenía que estar listo para cuando lo sintiera a él.
Jungkook decidió que ya era suficiente y después de unas cuantos segundos mas los sacó escuchando una pequeña queja por parte del menor.
Miró a Jimin el cual tenia una expresión curiosa en el rostro mientras le recorría con la mirada. El mayor miró sus labios carnosos los cuales se le hacían mas que apetitosos y por supuesto que no perdió tiempo en besarlos de manera lenta provocando que la excitación incrementara. Sus lenguas danzaban enredándose y probándose a su paso.
Exquisito.
—Hyung —habló entre el beso —Me encanta.
Jungkook sonrió y beso su cuello mientras las manos del chiquillo tiraban de su cabello.
—También me encantas cariño —musitó. Y su sonrisa se agrandó al sentir como las pequeñas manos ajenas tiraban torpémente del elástico de su boxer.
Jungkook por fin se levantó de la cama bajo la atenta mirada del menor y terminó por deshacerse de la prenda la cual le parecía de lo mas estorbosa en aquel momento.
La prenda cayó al suelo a la vez que los ojos del menor se abrían de sobremanera al ver aquel pedazo de carne entre las piernas del castaño.
¿Es posible que todo eso me entre? Se preguntó. A decir verdad comenzaba a dudar sobre la respuesta.
La sonrisa del mayor se extendió de manera engreída al darse cuenta de la mirada del contrario quien mantenía la boca entreabierta.
No es como que nunca hubiese visto un pene, a parte del suyo claro... y sí, a comparación del suyo lo que tenía el castaño era un señor pene.
Cerró la boca y tragó en seco al ver como el mayor subía encima de él.
— Lo quiero dentro de mí.
—Dame un segundo, cariño —dijo y alcanzó el lubricante del cajón de la mesita de noche la cual estaba a lado de su cama. Donde de la misma sacó una tira de condónes y tiró de uno.
Lo abrió y se lo colocó a la vez que destapaba la botella y lubricaba su miembro.
—Eleva un poco tus piernas —pidió a lo cual el menor obedeció enredándolas en su cadera. Jungkook puso una almóhada debajo de las caderas de Jimin elevando así su trasero.
—Voy a entrar, cariño —informó y Jimin asintió.
La punta de su miembro hizo presión en su entrada y fue ingresando de manera lenta hasta la empuñadura.
—D-Duele —gimió y una traviesa lágrima se deslizó por su mejilla.
—¿Quieres que me detenga? —preguntó alarmado.
—Estoy bien. S-Solo ve lento por ahora.
El mayor asintió y se quedó un tiempo quieto esperando a que se acostumbrase a su tamaño. El menor se removió provocando que su miembro se moviese dentro de él causándoles una placentera sensación, pero ambos querían mas. Necesitaban mas. Por lo que después de asentirle en señal que continura el castaño comenzó a moverse en su interior, aumentando cada vez mas las embestidas haciendo que la habitación se llenase de gemidos y maldiciones por parte de ambos.
—Oh Dios. Se siente tan... grande —dijo el menor acercando su rostro para besarle.
—Y tu tan estrecho —jadeó.
El mayor movía su pelvis de manera rítmica entrando y saliendo. De vez en cuando se movía de manera circular sintiendo las cortas uñas del otro clavarse en la piel de su espalda.
—Mmh, más rápido —pidió.
El mayor levantó sus piernas hasta posarlas en sus hombros y entró de nuevo de manera brusca haciendo chocar sus bolas en el culo de Jimin. La posición hacía que llegara mas profundo.
Su palma se estrelló contra la nalga derecha del menor pintando su piel.
—Joder bebé. Me aprietas tan bien.
Los besos, caricias y embestidas aumentaron considerablemente. El obceno sonido de los embistes resonaban en la habitación.
—M-Me voy a venir Kook —iba a tomar su miembro para bombearlo pero la mano del mayor lo hizo por él.
—Dejame el trabajo a mí —dijo y comenzó a masturbarlo haciendo un desastre de gemidos en el contrario.
—Hyung... Ahí —jadeó al sentir su próstata ser estimulada. El mayor aumentó la velocidad sintiendo el clímax de ambos apróximarse.
—¿Aquí? —preguntó golpeando ese mismo punto.
—¡Oh Cristo, Sii! —gritó liberando su esencia sobre su pecho manchando la mano del castaño.
El orgasmo lo golpeó y sacó su miembro retirando de forma apresurada el condón tirando chorros de semén sobre el jovencito bajo él, llegando a manchar su rostro.
—Oh Mierda —jadeó masturbandose terminando de correrse —Maldición.
Se tumbó a un lado del menor y juntó sus bocas en un dulce beso a la vez que cubría a ambos con la manta de la cama. Jimin pasó sus dedos sobre su mejilla la cual tenía un poco del semén del mayor y lo llevó a sus propios labios degustando su sabor agrídulce. El mayor sonrió.
—Eso estuvo increíble —musitó el pelirosa. El mayor asintió y le besó probándose un poco a sí mismo.
—¿Otra ronda o te freseas?
—¿Aguantas otra ronda? —preguntó sabiendo que le retaba.
—Oh bebé, solo te diré que hoy no dormirás—dijo subiéndose sobre él.
La risa del menor resonó y una mordida en su cuello se hizo presente.
—Engreído —soltó y ambos se metieron bajo las sabanas comiéndose la boca.
La noche sería larga, y vaya noche.
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