¿Qué miras Jeon?

La manera en que se movía mientras mantenía sus labios entreabiertos soltando gruñidos y una que otra maldición de placer estaban volviendo loco a Jimin. Su cabello castaño castaño se pegaba a su frente debido a las gotas de sudor que se deslizaban por todo su rostro hasta bajar por su cuello y perderse en su torso desnudo.

La fuerza de las estocadas aumentaban y los gemidos acompañados de gruñidos eran lo único que se escuchaba en aquella habitación mas el obsceno sonido de sus pieles chocando y la cama chirriando y pegando contra la pared.

Aquel hombre que lo penetraba fuertemente yacía parado sobre sus rodillas a la vez que él tenia la espalda pegada al colchón y las piernas levantadas sosteniéndose de los hombros del contrario.

Bajó una mano a su pene erecto el cual estaba chorreando líquido preseminal sobre su propio abdomen, bombeandolo a la vez que sentía el orgásmo construirse en su vientre. Sus bolas apretándose y su pene poniéndose mas dúro aún sobre su mano.

-Te piensas correr tan pronto dulzura, apenas estamos empezando...

La voz ronca del tipo lo estremeció por completo.

-Ahh~ No puedo mas -gemía descontroladamente sintiendose lleno.

-Joder cariño, desde que te ví desee tenerte así de esta manera, eres tan caliente y estrecho.

-Mierda.

-Sin malas palabras pequeño.

No podía mas, estaba llegando y no pensaba contenerse.

-Me voy a co- correr.

-Correte para mi cariño.

Y eso fue todo soltando un grito liberó su escencia sobre su abdomen manchando a la vez su mano.

El contrarío tampoco se quedó atras y después de unas cuantas estocadas mas se corrió llenando aquel estrecho interior soltando una maldición.

-Eso fue..

-Asombroso -completó.

-Dios si, se que está mal pero... quisiera volver a repetirlo.

-Yo también quiero que se repita dulzura pero, debemos tener cuidado lo sabes ¿No?

-Si, lo se Jungkook.

-Entonces está bien, sigamos así pero que Tae no se entere, no le digas nada a tu hermano Jimin.

-Jimin, Jimin. ¡ PARK JIMIN!

Asustado rápidamente se lavantó de su cama con los ojos muy abiertos viendo frente a él a su hermano aún en pijama.

Taehyung sacudió su mano en la cara de su hermano al verlo tan ido.

-¿Estás bien? -preguntó acercándose a él, analizandolo.

Jimin se cubrió aún mas con sus sabanas y es que no podía ser, una maldita erección estaba entre sus shorts de dormir.

-¿Eh? Ah si, sí, estoy bien ¿Qué pasa? -estaba desorientado.

-Nuestros padres ya se van.

-¿Qué? ¿No que su vuelo era hasta mañana?

-Lo adelantaron -dijo encogiéndose de hombros -venía a despertarte para que también te fueras a despedir de ellos pero cuando entré estabas gimiendo como desquisiado ¿Un sueño húmedo eh?.

Sintió sus mejillas calentarse ante las palabras de su hermano y al ver su mirada pícara juró que seguramente estaba écho un tomate.

Que vergüenza.

-No digas esas cosas Hyung, me daré una ducha y bajo enseguida.

-Esta bien Minnie, no demores mucho eh.

Una última mirada pícara por parte de su hermano y al fin salió de la habitación dejándolo solo, aunque... ni tan solo, su maldita erección aún parecía una tienda de campaña.

Se levantó tomando una toalla del armario y se dirigió al baño que estaba allí mismo en su habitación.

Abrió la llave metiendo su mano para tantear que ya estuviera a su temperatura ideal y se metió cuando lo estuvo. El agua tibía caía desde su cabeza a sus pies refrescandolo y terminando de despertarlo de su sueño.

Ignoró aquello que tenía entre las piernas pero al momento de enjabonar su cuerpo le fue inevitable no bajar su mano a aquella zona. Negando para sí mismo bajó y subió su mano por sobre su miembro sintiendo leves ondas de placer y culpa ya que la persona que estaba en su mente en ese momento era ni mas ni menos que Jungkook.

Había jurado no volver a masturbarse pensando en él pero ahora para colmo tenía esa clase de sueños donde el protagonista de una buena follada era él, Jungkook.

Cerró los ojos cuando sintió que su semen salía disparado y caía al piso.

Dejando que el agua se llavara su esencia acabó de enjuagarse y después de un rato salió por fin de la ducha.

Se vistió con una camisa azul celeste, un pantalón de mezclilla y sus converse blancos listo para bajar desayunar, despedirse de sus padres e irse al instituto.

-Buenos días -saludó alegremente al ver a todos en el cómedor listos para tomar el desayuno.

-Buenos días cariño, anda ven.

Su madre le extendió un plato con unos hot cakes a la vez que él tomaba el pomo de cajeta. Se sentó y empezó a degustar de su delicioso desayuno.

-No queremos encontrar la casa hecha un desastre cuando volvamos -advirtió su padre.

-Descuida, mamá ya nos dijo en una lista para nada pequeña de las cosas que debemos hacer al día para mantener la casa ordenada - su hermano explicó a la vez que se limpiaba un poco de cajeta que tenía en la comisura de los labios.

-Bien, solo cuídense y pórtense bien.

Ambos asintieron. Después de un rato tomaron sus cosas y tras despedirse partieron camino al instituto.

Al llegar vieron los pasillos llenos de estudiantes caminando a sus respectivos salónes. Se despidieron y fueron a su aréa.

Las tres primeras clases habían pasado para Jimin y llegó la hora del receso donde tras comprar su almuerzo tomó asiento junto a sus amigos en unas de las primeras mesas de la cafeteria.

-¿Estás bien? te veo preocupado -preguntó Seokjin.

-Eres la segunda persona que me lo pregunta -contestó.

-¿Ah si? Entonces si te pasa algo, ¿Me dirás?

-No es nada...

-Jimin, te conozco. Puedes decirme.

Jimin alzó la mirada prestándole mas atención a la vez que se preguntaba si sería correcto decirle. El confiaba en Jin, era su amigo y bien podría guardarle el secreto.

-¿Lo prometes?.

-Lo prometo.

-Lo que pasa es que... -dijo, a punto de confesar pero siendo interrumpido, no sabía si eso había sido bueno, o malo.

-¿Me extrañaron? La fila estaba jodidamente larga, casi no alcanzo mi almuerzo.

Hoseok había llegado interrumpiendo su confesión. En ese momento se dió cuenta de que estuvo apunto de contarlo todo. Si bien confiaba en él se moría de vergüenza y no sabia como decir que había tenido un sueño húmedo con su cuñado y en la ducha se había masturbado pensando en él.

No es muy difícil solo tienes que decir:

"Lo que pasa es que Jungkook es mi crush desde antes que anduviera con Tae y pues sueño con el y me masturbo en su honor."

Se regañó a si mismo, en definitiva no siempre tenía que decir exactamente lo que pensaba.

-Bueno, luego me dices sobre, eso.

Asintió y los tres se pusieron a comer de sus almuerzos ya que pronto entrarían de nuevo a clases.

Cuatro horas mas tarde se escuchó el timbre que finalizaba la última clase del día y todos los alumnos contándose él, guardaron sus útiles metiendolos en su mochila listos para irse.

Caminó hasta su casa ya que no estaba muy lejos mientras que su hermano se quedó en su última hora de clase.

Al llegar vió una motocicleta negra estacionada afuera y de inmediato reconoció de quien era. Oh no, no podía estar aquí ya desde tan temprano.

Entró pero no vió a nadie, sin embargo lograba escuchar el característico ruido del agua de la ducha cayendo. No quiso hablar y simplemente lo dejó pasar y se fue directo a su habitación empezando a despojarse de su ropa para cambiarse por una mas cómoda.

Quitó su camisa y sus pantalones mientras buscaba alguna ropa cómoda ya que hacía un clima algo caluroso. Al encontrar un pequeño short rosa se lo puso y se acostó en su cama colocándose sus audífonos.

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Jungkook salió de la habitación de Taehyung donde minutos antes había tomado una refrescante ducha.

Hace mas o menos dos horas que había llegado al hogar de los Park donde pasaría las siguientes dos semanas y media. Una pequeña maleta con todo lo necesario y por supuesto su adorada motocicleta lo habían acompañado. Después de acomodar sus cosas acabó bastante acalorado por lo que una ducha se le hizo una buena opción.

Al salir de la habitación escucho pasos casi brincos en la habitación de al lado. La habitación de Jimin.

Se fijó en la hora y se dió cuenta de que Jimin debió de haber llegado hace mas o menos media hora. Su novio aún no salia ya que salía una hora mas tarde que su hermano.

Inevitablemente caminó a la habitación de al lado y tocó la puerta en espera de que abriéran, cosa que no sucedió.

Pensó que lo mejor sería irse y volver después para avisarle que ya se había instalado. Pero su curiosidad por saber que cosa estaba haciendo jimin que parecía brincar y no oírle, le ganó.

Abrió lentamente la puerta asomandose por el espacio su cabeza y lo primero en lo que sus ojos se fijaron fue en un Jimin de espaldas con los audífonos conectados a su celular y puestos en sus oídos mientras bailaba moviendo sensualmente sus caderas.

El short rosita que traía puesto debído a sus movimientos se había subido y su blanquecinas piernas quedaron expuestas a la vista.

Tragó salíva.

No debía de haber abierto ni mucho menos haberse asomado. Estaba cruzando la barrera llamada prívacidad y eso no era bueno, no debía ser.

Cerró de igual manera, lentamente. Y caminó hasta la puerta de la casa saliendo por la misma.

Estaba mal todo aquello lo sabía, estaba jodido y poco a poco empezaba a darse cuenta.