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Observándote.
El fin de semana dio a su fin y llegó el poco esperado lunes haciéndolo levantarse temprano para alistarse e irse al instituto.
El día anterior sus padres no habían llegado al medio dia tal y como les habian dicho si no como a eso de las cinco de la tarde debído a que habían pasado a hacer algunas compras necesarias provocando su retraso. Por ende Jungkook paso la mañana y parte de la tarde con ellos en su casa.
Habían hecho una parrillada y nadaron un par de horas en la alberca de su patio. Por un momento la tensión habia pasado.
Se preguntaran como había conocido a Jungkook y mejor aún, como había pasado a ser su crush.
La respuesta era fácil.
Un día después de salir del instituto pasó por aquel lugar. Aquella cafetería que acababan de abrir, ya que quedaba de pasada cuando iba a ver a Tae a su trabajo de medio tiempo en una pasteleria. Su estómago rugía y pensó que era una buena oportunidad para probar por primera vez el menú.
Entrando lo primero que vió fueron las mesas y la decoración clásica del lugar. Le gustó.
Se sentó en una mesa y pidió el menú. Ya casi al final después de probar una deliciosa rebanada de pastel y un café vió a un chico castaño en la caja registradora. Fua atracción a primera vista.
El chico era alto, pero no demasiado. Castaño y moreno claro. Se encontraba frunciendo levemente el ceño mientras parecía que ponía en orden el dinero. Le pareció tierno y demasiado sexi al ver los brazos que se cargaba. Quería acercarse pero era demasiado tímido como para iniciar aunque sea un amistad con él. Por lo que solo se puso la capucha de su suéter y pagó lo que había consumido.
Y así hacía cada vez que iba. Porque sí, acostumbraba ir unas dos o tres veces por semana. Para su desgracia el chico no estaba todas las veces y no sabía cual era verdaderamente su día de descanso ya que al parecer no tenían uno fijo los empleados de aquella cafetería. Por lo que siempre iba al azpar.
Y cuando sí lo encontraba este siempre estaba detrás del mostrador atendiendo la caja o acomodando ciertas cosas en su zona. Nunca se atrevió a verlo a los ojos estando frente a frente. Siempre lo contemplaba desde su mesa la cual era en la esquina y hasta el fondo.
Cuando era mas pequeño tenía unos kilitos de mas y sufrió bullying por parte de algunos de sus compañeros por lo cual su autoestima no era la mejor de todas, pero con ayuda de su familia poco a poco superó aquello y cuando entró a primer año en secundaria se puso a dieta y empezó a ejercitar.
Pero cuando se encontraba en situaciones nuevas como lo era estar cerca de ese chico siempre se ponía nervioso y dudas sobre él mismo parecían regresar.
Y así se mantuvo por un par de meses, solo observando al castaño desde una mesa en la esquina, no es que quisiera parecer un loco observador, de hecho esas eran sus últimas intenciones. Simplemente aún no había tenido el valor de hablarle directamente.
Se había propuesto a que al iniciar la semana por fin le hablaría. Incluso hasta había echo pequeñas notas con diálogos. Sí, a él le gustaba tener bien planeado todo para que así no surgiera algún inconveniente.
Pero vaya sorpresa que se llevó cuando llegó el sábado por la noche y resultó que aquel atractivo chico que no podía sacar de su mente era el novio de su hermano. Joder, que eso si que jamás lo hubiese esperado.
En plena velada tenía la cara roja de la vergüenza al recordarse unas cuantas semanas atrás acariciándose con solo recordar aquellos bien marcados brazos. Y fué aún mejor cuando pudo sacarle una fotografía mientras el chico estaba concentrado en su trabajo. Sus noches se habían vuelto mas intensas gracias a él.
Sabía que estaba mal, pero se había convertido en una especie de adicción.
Nadie lo creería de Jimin, aquel dulce chico, que en realidad si lo era, pero como popularmente se dice, también tenía la "música por dentro".
El verlo ahí frente a él, abrazando a su hermano mientras se presentaba formalmente como su novio, lo había dejado shockeado.
Saliendo de sus pensamientos siguió caminando hacia el instituto del cual ya estaba a nada de llegar. Era algo temprano, aún faltaban veinte minutos para el comienzo de su primera clase.
Ese día le había tocado ir solo ya que Taehyung se había quedado durmiendo debido a que hoy no tenía clases y prácticamente su mañana estaba libre, cosa que no se podia decir de la tarde ya que a las 16:30 empezaba su turno en la pastelería que quedaba a sola unas cuadras de su casa. Hacía un par de meses que empezó a trabajar ahí ya que no quería depender del todo de sus padres mas allá de sus estudios, por el momento.
Su hermano era un buen chico. Siempre queriendo no darle muchos gastos ni mucho menos problemas a sus padres, aunque ellos ya le habían dicho que no era necesesario el que trabajara, al menos no por ahora y que mejor pusiera todo su tiempo y empeño en su carrera la cual apenas comenzaba. Pero el había insistido diciéndoles que solo era un pequeño trabajo de medio tiempo y que aún trabajando sus estudios siempre estarían en primer lugar y no los iba a dejar de lado en ningún momento, ellos finalmente habían cedido.
Después de un par de minutos mas de camino llegó justo a tiempo para su primera clase la cual era arte.
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Tallando sus ojos queriendo acostumbrarse a la luz que se colaba por las ventanas estaba un Jungkook somnoliento estirandose para despejarse de la pereza.
En menos de dos horas tenía que ir a la universidad.
Lo bueno es que era un día relativamente tranquilo ya que solo tenía 3 horas de clases. Y era lunes, los lunes no trabajaba ya que solo lo hacia 4 días a la semana. Ya tenía planeado lo que haría en su día después de salir de la Universidad. Iría a ver a su novio a casa y quizás saldrían a algún lugar.
Después de ducharse y arreglarse fue directo hacia la cocina de su pequeño pero bastante acojedor departamento a prepararse unas sencillas pero ricas tostadas con mermelada ya que no tenía tanta hambre como para mas.
Vivía solo ya que desde muy niño sus padres habían fallecido en un choque automovilístico y se había críado con sus abuelos y su hermano mayor, Jeon Yoongi.
Por desgracia sus abuelos fallecieron en el mismo año en que cumplió la mayoría de edad y ahora solo eran su hermano y él.
Eran bastante unidos, y estaba bastante orgulloso de su Hyung ya que con solo 24 años era uno de los mejores chefs de Seúl, y sin exagerar. Habían podido mantener en pie la antigua cafetería que sus abuelos habían fundado aún en su juventud, claro que le hicieron unos pequeños arreglos remodelando el lugar para mayor atracción.
Saliendo de sus pensamientos terminó de desayunar y después de dejar lo que había utilizado en el lavabo partió camino a la Universidad.
Al llegar aparcó la motocicleta en el mismo lugar de siempre en uno de los primeros puestos del estacionamiento del lugar.
Notó ciertas miradas de chicas incluso de unos cuantos chicos pero no le tomó importancia y simplemente siguió caminando.
Por algún motivo ya estaba acostumbrado a las miradas inquisitivas. Ahora podía tener algunas cuantas cosas que algunos consideran y llamaban lujos, pero con su propio esfuerzo.
Estaba orgulloso de lo poco que tenía, ya que en su infancia las cosas no habían sido tan sencillas.
Si bien era cierto que sus abuelos y hermano lo habían apoyado en todo lo que estuviera a su alcance, cosa que lo valoraba y lo agradecía muchisimo, él aún así nunca se limitó a depender plenamente de ellos. Y eso lo hacía sentir pleno y satisfecho de sí mismo.
Pasando las horas, las pocas clases que tenía ese dia habían terminado y ahora estaba en el estacionamiento colocándose su casco de seguridad para así mismo subir a la moto e irse a casa. Mientras pensaba en algo que lo tenía un poco intrígado, claro que no de mala manera.
Y es que hoy se vería con su novio y según lo que habían hablado por mensajes, sus padres tenían algo que decirles.
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Este capítulo era necesario, para conocieran mejor ciertos detalles.
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