Abrazaba a mi padre cuando Yoongi me preguntó casi en un susurro: "Jimin, ¿podemos hablar?"

Tú y yo no tenemos nada de qué hablar, dije serio, pero mi padre tomó mi mano y me dijo: "Sí, Jimin, tú y Yoongi se deben una conversación. Si no quieres recuperar lo que tenías con él, está bien, pero tienen un cachorro en común."

—Gracias, señor Park —dijo Yoongi. Yo sintiendo que se lo debía a mi bebé, me senté y le dije—: "Está bien, hablemos."

—¿Cómo has estado, Jimin? —preguntó él, tratando de hacer menos incómoda la situación.

—Pues supongo que bien. Ve directo al punto, soy alguien ocupado.

—Jimin, no necesitas estar a la defensiva. Quiero conocer a Woozy, quiero que sepa que tiene un padre alfa.

—Woozy ha crecido bien sin ti, no le haces falta.

—Jimin, si no quieres presentarme como su padre, entonces preséntame como un amigo. Solo quiero ver a nuestro cachorro.

—¿Cómo sé que tú y tu madre no van a querer quitármelo?

—Yo jamás haría algo así, Jimin. He cuidado de un cachorro que no es mío y le he dado todo mi amor. Ahora que no sé qué pasará con su madre, no lo dejaré solo. Pero si he sido así con alguien que no lleva mis genes, ¿no crees que estaría aún más unido a mi propio cachorro?.

—Está bien, Yoongi. Permitiré que veas a Woozy, pero serán visitas supervisadas. ¿Entendido?

—Sí, está bien. ¿Me puedes contar qué cosas le gustan, cómo fue su parto y cuál es su color favorito?

—Me reí y le respondí: Aunque no lo creas, él es muy parecido a ti. Sueña con jugar baloncesto, le encanta el color negro y es muy serio. Pero conmigo es tan tierno y da los mejores besos del mundo. Un abrazo de él te hace olvidar cualquier cosa mala que haya pasado. Habla poco, pero tiene esa sonrisa tan parecida a la tuya que me derrite y me convence de hacer lo que él quiera. En ese momento, dejé de hablar al darme cuenta de que Yoongi me miraba fijamente con una sonrisa.

Él se percató de que no continué hablando y me dijo: "Por favor, continúa hablando. Se me hace muy lindo ver la manera en la que te expresas. Se nota que él te ha hecho muy feliz."

—Sí, mi pequeño me ha dado mucha felicidad.

—¿Y tú, estás con alguien más?

—No, yo me he dedicado a mis empresas y a mi hijo.

—Pero estás tan joven, Jimin. Te parecerá estúpido, pero yo jamás he estado con alguien más. Me dediqué a ir por el mundo buscando a alguien que curara a ese cachorro, y mi dinero se iba en cada viaje. Si no fuese por tu padre, yo viviría engañado.

—¿Por qué creías tan ciegamente en ella?

—Jimin, antes de saber que eras mi destinado, mi madre quiso casarme con una omega y yo me rehusé a seguir ese plan. Ella me echó y me dejó sin acceso a ningún centavo...

Yoongi me contó toda la historia.

—Pero, ¿por qué no me dijiste nada de esto antes?

—Porque sentí que se lo debía a Jandi. Cuando murió su padre, yo simplemente quedé en shock. Ella había venido a decirme tantas cosas, y dije eso porque me sentía culpable. No sé, Jimin, yo estaba dispuesto a vivir con ella aunque no la amara, porque ni mi felicidad ni todo el dinero le regresarían a su padre.

—Yoongi, no sé ni qué decirte. Yo creí que realmente amabas a Jandi y...

En ese momento dejé de hablar porque mi celular sonó. Cuando respondí, era el oficial que quería que Yoongi y yo fuéramos a la jefatura inmediatamente. Cuando colgué, le dije a Yoongi:

—El oficial nos quiere ver a ambos de inmediato.

Luego de que ambos saliéramos de aquella sala de conferencias, nos dirigimos a la jefatura, cada uno en su auto. En mi mente seguían resonando las palabras de Yoongi. No podía evitar golpear el volante, pensando en cómo todo podría haber sido diferente si él me hubiera contado todo desde el principio. Tal vez, si yo le hubiera dicho desde el principio sobre nuestro cachorro, no habríamos pasado por tantas cosas. Me sentía tan confundido y triste, pero, aun así, no pensaba caer tan fácilmente.

Llegamos a la jefatura y ambos entramos. En el mostrador, dije que nos habían llamado, y en ese momento, el oficial salió.

—Señores Min, los estaba esperando.

—Perdón, pero yo no soy Min —dije, interviniendo.

—Perdone, pero en el sistema aparece que su registro civil es de casado con el señor Min Yoongi.

—Sí, aún no hemos cambiado eso, pero mejor díganos para qué nos citó.

—Los he citado porque tengo que mostrarles una grabación urgentemente. Por favor, síganme.

Seguimos al oficial y entramos en una especie de habitación donde podíamos ver a través de un cristal a Jandi, que estaba sentada con una expresión seria. El oficial nos dijo:

—Tranquilos, ella no puede verlos, pero quiero mostrarles esto.

Encendió una computadora, la giró hacia nosotros y apretó el botón de "Enter" para reproducir el video.

El video comenzó a reproducirse y lo primero que vimos fue a Jandi en pleno interrogatorio con un oficial. Él empezó diciendo:

—¿Cómo te declaras?

—Supongo que si ya tienen todas las pruebas en mi contra, me declaro culpable —dijo ella, con una serenidad que indicaba que ya sabía lo que venía.

—¿Por qué lo hiciste? —preguntó el oficial.

—Mire, oficial, cuando mi padre se quiso sacrificar por ese niño rico, vi la oportunidad perfecta. Por eso, yo misma ahogué a mi padre con una almohada mientras él seguía en coma. Decidí hacer eso porque, cuando llegué al hospital y vi a Yoongi, sabía que él era un rico noble y estúpido, y que se sentiría culpable. Por eso, lo presioné para que me diera todo lo que yo merecía. Luego, su madre, esa alfa arrogante, nos quiso separar.

Yo había visto que Jimin gustaba de él, por eso le propuse que se casaran, pero esa fue la parte de mi plan que falló porque no contaba con que fuesen destinados. Y sí, acepto que en dos ocasiones puse una droga en su bebida para que así él no supiera si estuvo conmigo o no, ya que él nunca quiso tocarme, pero era la única manera de tenerlo a mi lado. Y ese niño también lo busqué para tener a Yoongi a mi lado. Pero ahora que estaré en prisión, no quiero que mi hijo quede con él, sino que lo envíen con su verdadero padre, Kim Han. Mi abogada tiene todo.

En ese momento, el oficial le preguntó:

—¿Por qué decides hablar justo ahora?

—Porque ya conocí el mundo, hice todo lo que quise y me di cuenta de que nada de eso podía llenarme. Estoy cansada de soñar con mi padre diciéndome que diga la verdad.

El oficial pausó el testimonio. Yoongi, visiblemente afectado, pidió una cubeta y empezó a vomitar. Su rostro estaba pálido y sus manos temblaban. Me sentí mal por él y me acerqué, sobándole la espalda para consolarlo. Podía sentir su angustia y desesperación, y mi corazón se rompía al verlo así.

—Tranquilo, Yoongi, estoy aquí contigo —le susurré, tratando de ofrecerle algo de consuelo.

Él se apoyó en mí, respirando con dificultad, mientras intentaba recomponerse. Podía ver las lágrimas acumulándose en sus ojos, reflejando el dolor y la confusión que sentía. Yo también me sentía abrumado por la situación.

—No puedo creer que todo esto me haya pasado —dijo Yoongi con voz quebrada—. Me siento tan estúpido por haber confiado en ella.

—No es tu culpa, Yoongi. Ella manipuló a todos a su alrededor. Lo importante ahora es que la verdad está saliendo a la luz.

Nos quedamos en silencio por un momento, tratando de procesar todo lo que habíamos escuchado.