Espantosa realidad. Pt 2.

JUNGKOOK

Esta noche era probable que me quedara en casa. No tenía muchas ganas de salir, lo cual no era del todo raro tratándose de mí.

Sumando el hecho de estar cansado, ya que ese día había trabajado en la cafetería junto a mi hermano.

Prendí el televisor, había visto hace un par de días que en Netflix ya estaba disponible una serie bastante buena, que estos últimos días se había hecho bastante popular.

Vincenzo.

No tenía muchas ganas de verla, y es que vamos, a decir verdad, no tenía ganas de nada prácticamente.

El motivo, era obvio. Extrañaba a mi chico.

Tenía varios días que no había visto a Jimin, y él se limitaba a responder mis mensajes.

Sabía que debía darle su tiempo, su espacio.

Por otro lado, Taehyung realmente rondaba mi cabeza. Lo extrañaba, pero no de la misma manera, por supuesto.

Él también necesitaba un poco de tiempo, tarde o temprano tendría que asimilar las cosas.

Justo estaba por darle play a la dichosa serie, cuando un KaKao llegó a mi celular. Iba a dejarlo allí, pero al sonar otro, no pude evitarlo más y lo miré finalmente.

Era Namjoon.

Vamos a la zona hoy.
19:42

No iba a ir.

No quiero.
19:44

Casi de inmediato volvió a sonar mi celular con un nuevo mensaje.

Vamos carajo, sólo vamos a ver. Hermano ocupamos esto.
19:45

Llamada entrante de Nam 🛐

No nos burlemos de cómo registré a Namjoon, vamos, en el fondo siempre tuve un pequeño crush por él, aunque ahora se trataba claramente de admiración y agradecimiento.

-Jeon, vamos. Sólo miramos un par y nos largamos al bar, un trago no te vendría mal.

-No sé, no tengo ganas.

Aunque ahora ya me estaban dando un poco de ganas, pero no lo admitiría tan fácilmente.

-¿Que puedes perder? Vamos chico, no te estaré rogando tampoco.

-Mmh, no lo sé...

-¡Jungkook, vamos carajo, o te juro que te quitaré la entrada VIP gratis!

Así por las buenas sí.

-¡Bien, bien, Hyung!

-Paso por tí en veinte minutos.

Fin de la llamada.
3:47 seg.

Un tanto desganado y bufando por haberme quedado con las palabras en la boca, gracias a que me había cortado descaradamente la llamada, me levanté del cómodo sofá dónde me encontraba, llendo al baño para darme una rápida ducha antes que Nam llegara.

De cualquier modo él no era la persona más puntual del mundo.

Quince minutos más tarde me estaba poniendo mi peculiar chaqueta de cuero, nadie sabía lo importante que aquella prenda era para mí.

Era un regalo de YoonGi Hyung cuando cumplí dieciséis.

Bueno, ese era otro tema.

Me puse la chaqueta, la cual hasta ahora a pesar de unos cuantos años se conservaba en buen estado, mirándome al espejo peiné levemente mis cabellos negros, terminé de colocar mis pendientes de cruz en mis orejas y justo cuando estaba por decir la típica palabra que decimos sin darnos cuenta "Listo" el timbre sonó.

-Vaya, sólo un minuto tarde. Vas mejorando -fue lo primero que le dije a Nam cuando abrí la puerta con mi cara de me vale todo una mierda.

Aunque la verdad era que estaba feliz de verlo, si se le puede llamar así. Pero eso era algo que tampoco admitiría fácilmente.

Últimamente me sentía demasiado sólo.

Y vamos, no nos pongamos demasiado sentimentales, es sólo que mi hermano únicamente se dedicaba a los negocios. Por lo cual no podía pasar mucho tiempo con él, ni hacer ninguna de esas cosas que se supone hacen los hermanos.

-Vámonos, no sabes quién va a correr hoy -dijo, ignorando olímpicamente mi comentario anterior respecto a su puntualidad trunca.

Él parecía emocionado, o al menos eso delataba su rostro.

-¿Quién? -ahora yo también estaba un poco curioso.

-Mi chico. Ahora, larguémonos.

Espera ¿Qué?

No tenía idea de que ese chico corría.

Media hora más tarde, Nam aparcó en el lugar. Ambos bajamos de su coche, y nos dispusimos a caminar hacia a un lado de donde la gente comenzaba a aglomerarse. Un área más despejada.

'VIP' tenía sus ventajas por supuesto.

A decir verdad no estaba muy entusiasmado esta noche, incluso podría decir que me encontraba hasta aburrido, aunque no era un secreto que yo amaba éste deporte, éste tipo de entretenimiento para muchos, era una de las mejores cosas para mí, a parte que me hacía ganar dinero.

-Vamos viejo, concéntrate, pronto volverás, trata de conocer a tus posibles futuros rivales.

La mano de Namjoon tocaba mi hombro mientras murmuraba par de cosas que no lograba entender, ya que estaba concentrado tratando de observar mejor aquella cabellera rubia.

Más personas llegaban y se iban amontonando cerca de mi objetivo, haciendo que lo perdiera de vista por breves instantes para después verlo nuevamente.

Y aún más personas.

Hasta que de un momento a otro lo perdí. Traté de buscarlo con la mirada, pero no lograba encontrarlo.

-Jeon, ¿Está todo bien? -Nam me preguntaba, ahora su tono era un tanto preocupado, y hasta curioso -¿Qué es lo que buscas? -dijo siguiendo mi mirada.

Seguí sin responder a ninguna de sus dos anteriores preguntas.

Negué con la cabeza a la vez que me tallaba los ojos con el dorso de mi mano.

No me afectaba en lo más mínimo el que Jimin estuviera aquí, de ser así, al contrario, el detalle era que venía acompañado de un tipo al cual, ni yo era de su total agrado, ni él el mío.

O tal vez sólo me encontraba alucinando con él.

Me concentré en los competidores que estaban apunto de salir de la línea roja.

Algunos minutos pasaron, todo mundo observaba atento a las pantallas que mostraban la carrera. Los competidores ya venían de regreso.

Y yo en toda la carrera no logré concentrarme como hubiera querido.

Les ha pasado que sienten como si alguien los estuviese observando, incluso si no estás viendo a ninguna persona, sabes que sucede. Es extraño, pero certero.

Bueno, en éste momento eso era exactamente lo que sentía, pero entre tanta gente no lograba distinguir de quién provenía aquella intensa mirada.

Hasta que lo encontré.

Joder, ahora sólo quería darme un par de bofetadas por no haberme creído cuando pensé que remotamente él estaba allí.

Lee se encontraba a su lado, como en la ocasión anterior. Eso, precisamente eso era lo que más me jodia la mente.

¿Qué diablos hacía Jimin con él? Acaso...

No, no podía ni siquiera pensar en que él ya me estuviese olvidando con alguien más.

Eso no era parte del trato.

Invadido por los crecientes y repentinos celos que causaron mis estúpidas suposiciones caminé en su dirección. Casi corrí cuando ví como se daban un beso.

¡Se estaban besando!

Jimin le estaba correspondiendo, o al menos no se había alejado, ¿Porqué demonios lo estaba permitiendo? Mis pensamientos no eran del todo cuerdos en éste momento.

No supe el instante exacto en que llegué, sólo pude abalanzarme hacia el imbécil de Taemin, descargar todo lo que estaba sintiendo con él, me importaba una mierda hacer un espectáculo.

Los gritos de Jimin. De un momento a otro no los escuché más.

Taehyung estaba allí.

Me encontraba aturdido hasta que sentí el golpe de Tae. Fue apartir de allí que comencé a comprender.

La bofetada a Jimin.

Todo estaba teniendo sentido.

Supe que él sabía lo de nosotros.

Lo demás, ya lo saben.

En menos de un instante sentí mi mundo venirse abajo.

Quería creer que aquello que mis ojos veían era sólo producto de una pesadilla. Pero ahora los gritos de Taehyung eran los que me traían a la espantosa realidad.

Era real.

-No, no puede ser -mis manos taparon mis oídos, negando.

Dejé mi estado de shock y me acerqué lo más que pude.

¡Oh, Dios mío!

¡Está muerto, está muerto!

Escuchaba algunos murmullos de la gente que comenzaba a amontonarse al rededor.

Nunca olvidaría esa escena.