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¿Qué somos?

Un Jimin con un par de copas encíma bailaba con un Seokjin ya un poco mas tomado.

Después de que habían llegado al lugar inmediatamente su amigo a penas lo vió entre la multitud lo jaló llevándolo con él hacia la barra en busca de alguna bebida.

Por su parte Jungkook estaba sentado en uno de los bancos a un lado de la barra con Namjoon a su lado y unos cuantos amigos mas, entre ellos Jackson. Evidentemente por la música casi no podían conversar, pero eso era lo de menos.

El ambiente era bastante bueno, el Bar estaba lleno y parecía ser todo un éxito.

Jungkook a pesar de aquel ambiente no podía concentrarse en algo que no fuera mirar al ahora pelirosa bailar. La manera en que movía sus caderas era algo sumamente llamativo y evidentemente no solo para él, ya que algunos chicos no despegaban sus ojos de él y las pocas chicas que se encontraban en el lugar ni se diga.

Cabe recalcar que habían mucho mas hombres que mujeres en el lugar. Eso era obvio, era un Bar gay.

Al principio no le gustó verlo bailar con el tal Jin pero recordó que al tipo se le notaba lo pasivo hasta por los poros. Eso, y también que estaba en algo con su amigo.

Se relajó al instante.

-Jeon... -le habló como por quinta vez Namjoon.

Aquella voz sonó lejana para él. Su atención estaba en otro lado.

-¡Joder, Jungkook! -gritó esta vez el peli ceniza.

-¿Decían? -murmuró confundido.

-Decía que ¿Donde está tu novio? -repitió.

-Ah, el se quedó en casa. Está enfermo -informó.

Todos asintieron y aunque aún estaban dudosos de ciertas cosas nadie se atrevió a preguntar nada mas.

Un rato después un Jimin algo sudado por tanto bailar se acercaba hasta donde estaba Jungkook y sus amigos.

-¡Rosita! -exclamó Jackson.

-Que tal -saludó a los presentes sonriendo amablemente.

-¿De qué puesto de algodones sacaste a este chico, Jungkook? -preguntó burlona una peliroja.

¿Quién es ella? Se preguntó Jimin.

-Del mismo que está a la esquina del putero donde te sacaron a ti -respondió irónico.

Todos incluido Jungkook comenzaron a reír y Jimin no evitó hacerlo al ver la expresión ofendida de aquella chica.

Se sentó a un lado de su cuñado al igual que Seokjin lo hizo con su novio. Jackson estaba al frente de ellos con una cerveza en las manos mientras la miraba durante un largo rato.

-¿Quieres bailar?

La misma chica la cual después de su no tan agradable encuentro se había retirado, ahora regresaba de nuevo solo que con los labios mas pintados de lo normal y la falda aún mas alzada. Sí, él era muy observatívo.

Jimin hizo una mueca. Por algún motivo aquella tipa no le agradaba.

-No gracias -contestó Jungkook seco.

-Oh, vamos. Un rato, como en los viejos tiempos -insistió.

-¡Con un carajo! -soltó exasperado el pelirosa -¿Tu no entiendes que no quiere bailar contigo? -sintiendose ya bastante mal humorado.

Eso fue todo. La peliroja después de aquello se había marchado por fin y Jimin suspiró aliviado.

-¿Qué fue eso? -una voz se escucho detrás de él y autómaticamente giró sobre sus talones encontrandose con el portador de ella : Jungkook.

-No fue nada, olvidalo -respondió con un leve puchero. Lo que menos quería era parecer adorable pero sus rasgos no ayudaban en nada.

-¿Bailamos? -la pregunta lo tomó por sorpresa. A decir verdad no se la esperaba.

¿Él queria bailar con Jungkook? La respuesta era clara.

Oh, claro que si.

Aunque pensándolo bien, no sabía si era lo correcto. Podría mal interpretarse y chismes era lo que menos queria.

-Es decir, ¿crees que sea correcto? -musitó avergonzado pero no lo suficiente.

No quería quedar como ridículo y exponer sin querer sus estúpidos pensamientos. Probablemente para el castaño era algo normal y no le hallaba doble sentido alguno pero él aún y queriendo, no podia evítar sentirse cohibído ante su presencia.

-¿Tu le encuentras algo malo a eso? -aquella misma voz interrumpió su nube de pensamientos.

-Mmh -pensó poniendo una expresión divertida -Nop, para nada -rió.

El alcohol empezaba a hacerlo un poco descarado. Pero vamos, no es como que fuese del otro mundo bailar con alguien, todo el mundo lo hacía. Aún así fuese su cuñado no tenía nada de malo ¿Cierto?

Fue jalado hasta el centro de la pista. Parejas bailando al rededor era lo único que podía observar pero no le importó, se concentró en quien tenía al frente.

Unas manos se colaron por su cintura y un fuerte pero no exagerado cuerpo se juntó al suyo. Sentía aquella intímidad a pesar de estar de estar rodeados por tanta gente.

La noche avanzó al igual que los tragos en su sistema. El calor de ambos cuerpos incrementó y no estaban del todo seguros si se debía al ambiente del lugar, al alcohol, o a los movimientos y roses de ambos chicos.

Quizás eran las tres cosas.

Lentamente tomó su rostro mientras seguía avanzando la canción y de igual manera seguian moviendose a su ritmo. Acarició de manera lenta su mejilla derecha deleíntandose por lo notificada que era esta. Un impulso de irse acercando al contrario nació de él y así lo hizo. Estando a pocos centimetros sus rostros de distancia miró sus labios imaginando lo suaves que serían. Relamió los suyos propios y observó el momento exacto en que el pelirosa hizo lo mismo con los suyos y cerró los ojos.

Allí fue donde se dió cuenta de lo que Jimin estaba a punto de hacer.

Jungkook reaccionó y se fue alejando del chico frente a él.

Jimin frunció el ceño por aquella acción.

-¿Sucede algo? -preguntó preocupado.

-No -dijo sin mas, negando con la cabeza.

No podía decir mas aunque quisiera, se sentía mal y culpable por los pensamientos que habia tenido al estar en aquella situación junto a Jimin.

¿Qué demonios le pasaba? Se preguntaba a si mismo.

Tenía un novio. Jimin era el hermano de ese novio. De su novio. No podía dejar que el otro lo besara, por mas que lo deseara.

-Lo siento -musitó mirando a la nada - necesito algo de aire -dijo y cuando Jimin intentó preguntarle algo mas el castaño ya estaba caminando a la salida del lugar.

-Jung... -intentó salir trás de él.

No sabia del todo que habia hecho mal.

¿Habia sido rechazado?

Quizás cruzó la linea.

Por un momento creyó que era correspondido, que le iba a besar. Cosa que no sucedió.

¿Como lo vería de ahora en adelante? Era la pregunta que rondaba en su mente en ese instante.

¿Y si Jungkook le decía a su hermano?

Pero, podía excusarse. Podría decir que estaba muy borracho. Claro, en dado caso de requerirla por supuesto que la utilizaría.

Lo había arruinado. Por sus estúpidas hormonas incluso hasta la amistad que comenzaban probablemente ya también estaba arruinada.

Era un idiota.

Jungkook no lo veía asi. Que vergüenza.

Necesitaba salir de allí. Quería irse, necesitaba hacerlo.

-¡Minnie! -un grito llamó su atención. Seokjin venía sobre él con un trago en mano.

Viró los ojos. Este chico podía llegar a ser un borracho impertinente cuando se lo proponía.

-Dame eso -le quitó la bebida y la llevo hacia su boca bebiéndola al instante de un solo trago.

-¡Oye! Eso era mío -reclamó.

-Lo siento -se disculpó -Jin, la cagué -soltó tallandose la cara. Estaba frustrado.

-Hey, tranquilo. Solo es un trago -lo tranquilizó -iré por otro ¿está bien?

-No, no entiendes. Casi lo beso, bueno él casi lo hace... -intentó explicarle pero fue interrumpido.

-¡No te entiendo Jimin, habla mas fuerte! -alzó la voz debído a la música -Ohh, espera ¿Hablas de ese hombre? ¿Lo besaste? ¿Está aquí? ¿Quién es? -preguntó curioso mirando hacia todos lados buscando al tipo incógnito del cual su pequeño amigo estaba gustoso.

Jimin nisiquiera se molestó en pedirle que bajara la voz. De todos modos todo el mundo estaba en lo suyo.

-¿Sabes qué? Solo necesito tomar algo -informó.

-Vente -lo jaló rumbo a la barra. Justo como lo hizo cuando recién llegó.

-Dame algo fuerte -le pidió el mas alto al Barman el cual asintió y comenzó a preparar la bebida.

Por otro lado Jungkook estaba afuera del lugar sentado en la banqueta donde tenía estacionada su motocicleta.

¿Porqué se estaba dejando llevar?

De ante mano sabía que Jimin era un chico muy atráctivo pero eso a intentar algo mas con el no debería de estar dentro de sus planes tomando en cuenta que era su cuñado.

Se sentia culpable de todos aquellos pensamientos que cruzaban en su mente, sobre todo, los de esa noche. Desde la primera vez que lo miró cuando se presentó en la casa de los Park's quedó anonado. Y sí, a decir verdad no era la primera vez que lo veía.

Sabía que aquel chico frecuentaba muy seguido la cafetería de su hermano donde trabaja solo un par de días a la semana. Casualmente siempre que le tocaba laborar ese mismo día el chico iba por la tarde.

Por ende cuando se enteró que era hermano de Taehyung se sorprendió, mas decidió no decir nada al respecto.

¿Qué estaba pasándole? ¿Qué estaba sintiendo por Jimin?

¿Porqué intentó besarlo? Sobre todo lo que mas le preocupaba es que aquel suave rose le había fascinado y su piel se había erizado levemente.

Su móvil vibró el su bolsillo y aunque no queriendo contestar a quien sea que fuese, terminó por hacerlo al recordar que su novio estaba solo en casa y quizás era él necesitando algo.

En efecto, se trataba del mayor de los Park.

-¿Hola? -dijo cuando abrió la llamada.

-Amor, no quería llamarte per...-

-¿Te sientes mal? -le interrumpió preocupado -iré ahora mismo.

-Hey relajate -le detuvo -estoy bien. Solo quería saber que tal va la noche. Dile a Nam que iré para la próxima vez ¿De acuerdo?

Jungkook asintió aunque sabía que el otro no podía verlo.

-Bien.

-Okey, me iré a dormir, muero de sueño. Disfruten su noche, cuida a Jimin.

Jimin...

-¿Jungkook? ¿Sigues ahí? ¿Kook?

-Oh si, te dejo ¿está bien? Descansa.

-Chao. Te amo -se despidió.

-Yo también -dijo entre dientes y colgó la llamada.

Tenía que ir por Jimin.

Lo había dejado solo.

Mierda.

Se levantó de aquella fría banqueta y caminó de nuevo hacia la entrada. Justo cuando estaba entrando unas risas que él conocía a la perfección se escucharon.

-Te lo digo Jimin. Olvída a ese tipo, muchos hombres calientes están aquí, deberías aprovechar.

Jungkook formó una "o" con su boca al escuchar aquello. ¿Acaso estaban hablando de él?

-Lo se, pero no es tan sencillo. El me gusta desde mucho antes. Es tan caliente -dijo el mas bajo.

-Dijiste que es un hombre prohibido para ti.

-No se que hacer Jin.

-Por el momento deberías ir a casa -le recomendó. Ambos caminaban abrazados pero no se veían muy ebrios. -Oh, mira, allí está tu cuñado.

En ese momento Jungkook se acercó hasta ellos y observó a Jimin viendo como este huía de su mirada.

-Deberían irse, Jimin se puso sentimental por un tipo prohibido -dijo haciendo comillas con sus dedos ante la última palabra.

-Ya veo -contestó aún mirando al menor -Gracias por traérlo hasta acá, nosotros ya nos vamos.

-Descuida, vayan con cuidado. Yo regresaré, Nam me está esperando -Se despidió y regresó por donde había venido.

-Asi que... un tipo prohibido ¿eh? -dijo socarrón.

-L-Lo siento por lo que pasó allá, no se porque lo hice -se excusó con nerviosismo.

-¿Te arrepientes? -le preguntó.

-No, si, bueno es que... -

Los labios del castaño se estamparon contra los suyos impidiéndole continuar. Jimin estaba confundido, y aunque en algún momento del beso intentó separarse, simplemente no pudo y terminó accediendo, empezando a disfrutar de los labios ajenos.

Jungkook estaba cansado de reprimirse antes los deseos que sentía. Es decir, sentía algo mas que un deseo hacia Jimin. Sabía que su novio no merecía aquello pero también sabia que él no había planeado sentir tanta necesidad de probar los labios de su cuñado, los cuales por cierto, eran suaves y dulces. Embriagándolo con su sabor.

-Jun... -intentó hablar el menor una vez que sus labios se habían despegado solo un poco.

-No permitas que haga una locura -dijo el castaño uniendo su frente a la del contrario aún manteniendo los ojos cerrados.

-¿Q-Qué?

Las manos de Jungkook tomaron su rostro con suavidad al momento en que abrió los ojos y bajó levemente la mirada observándolo.

-Dime que no quieres esto tanto como yo, y prometo que si lo haces me alejaré -dijo, las palabras salían casi dolorosamente de su garganta -pero dame solo una señal mas y eso bastará para que mande todo a la mierda y te haga mío de una vez por todas. Solo necesito una respuesta y se que la tienes clara, quiero escucharla.

-Quiero esto tanto como tú -confesó después de algunos segundo en silencio.

Quizás estaba cometiendo un error. Quizás ambos lo estaban cometiendo. Pero, ¿Porqué a pesar de aquello sentían tanta necesidad el uno por el otro?

-¿Estas seguro? ¿Aún estas a tiempo de negarte? No quiero obligarte a nada.

-Estoy seguro -contestó con firmeza -Quiero esto tanto como tu -repitió.

-Vamos a mi departamento.

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