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⋆ 15 ⋆

Jimin sintió la sensación fría y arrebatadora de temor que se extendió por todo su pecho cuando Choi habló de nuevo.

Echa un vistazo rápido y mira si ya hay alguien adentro. Iré a los otros baños y veré si puedo hacer una entrevista con Jungkook y Taehyung. Con suerte, puedo tomar una foto de los dos yendo al baño juntos, sería escandaloso.

Antes de que pudiera pensar en moverse, Jimin sintió un fuerte agarre alrededor de su brazo y luego fue jalado bruscamente a un cubículo. Se sintió empujado contra la pared y abrió los ojos con sorpresa cuando registró la vista frente a él. Min Yoongi estaba presionado contra él en el pequeño espacio, su mano todavía se aferraba firmemente a su brazo y su otra mano se acercó a sus labios.

—No digas nada —susurró justo cuando la puerta se abrió. Jimin reprimió un chillido y se estiró por reflejo para agarrar un puñado de la camisa de Yoongi. Su corazón latía tan fuerte contra sus oídos que Jimin temía que se escuchara.

Un segundo, dos segundos, tres segundos pasaron a un ritmo agonizantemente lento. La mano de Jimin se apretó alrededor de la camisa de Yoongi.

No hay nadie aquí, señor. Solo esperaré.

Bueno, eso es decepcionante. Bien, espera afuera de la puerta, Kwon. Alguien vendrá.

La puerta se cerró siniestramente. Jimin y Yoongi dejaron escapar gemidos de alivio.

—Eso estuvo cerca —murmuró Yoongi con una leve sonrisa.

—Sí —susurró Jimin en respuesta, demasiado mareado y lleno de adrenalina para darse cuenta de lo cerca que estaban el rapero y él.

Cayó en cuenta cuando Yoongi se quedó en silencio y sus orejas se pusieron rosadas, tratando desesperadamente de no moverse demasiado para no rozarse más contra él.

Yoongi se aclaró la garganta.

—Cierto.

Jimin apoyó la cabeza contra la pared y dejó escapar una risa entrecortada.

—Eso fue tan aterrador.

Yoongi no respondió, su mirada clavada en la curva aguda de su mandíbula y la forma delgada de su cuello. Se lamió el labio y miró hacia otro lado, apartándose ligeramente de él.

—S−sí, lo fue.

Jimin frunció el ceño ante su tartamudeo y agachó la cabeza para mirar al rapero antes de sorprenderse de lo cerca que estaban, con sus narices a sólo unos centímetros de distancia. Se enderezó y se alejó de Yoongi, sus mejillas ardían.

—Lo siento.

—Está bien —respondió Yoongi de inmediato, dando un pequeño paso hacia atrás—. ¿Estás bien?

—Sí. —Jimin quería golpearse en la cara, la atmósfera incómoda prácticamente lo asfixiaba. Apenas podía mirar a Yoongi.

Afortunadamente, fue Yoongi quien habló en su lugar.

—No creo que podamos irnos por un tiempo. —Jimin asintió a regañadientes, agarrando sus codos con las manos.

—Esas víboras no nos dejarán en paz ni por un segundo si lo hacemos.

—Dímelo a mí —murmuró Yoongi—. La última vez que Choi me vio, desperté con un artículo que me acusaba de hablarle groseramente y de amenazarlo con demandarlo.

Jimin levantó una ceja en señal de diversión.

—¿Él también te atrapó? Escribió un artículo diciendo que soy la diva más ruda que jamás ha conocido.

Yoongi dejó escapar un silbido bajo.

—¿Cómo te fue con eso?

Jimin hizo una mueca.

—Nada bien en absoluto. Los entrevistadores todavía me dicen que están sorprendidos de que sea tan agradable, incluso ahora. Ese imbécil. —Yoongi se rió entre dientes, su sonrisa se ensanchó hasta que pudo ver sus encías en exhibición.

Jimin sintió que su corazón latía fuertemente en su pecho ante la vista y se echó a reír junto con el rapero para evitar pensar en lo que eso podría significar.

—Me ha llamado grosero tantas veces que he perdido la cuenta —dijo Yoongi suavemente—. Sinceramente, se volvió una rutina.

Jimin resopló.

—¿Qué hay de nuevo en este punto? —Jimin continúo el juego.

—¿Quién sabe? Podría comenzar a decir algo sobre cómo tratamos de matarlo —bromeó Yoongi y Jimin soltó una carcajada.

Justo cuando estaba a punto de responder, sintió que su teléfono vibraba en su bolsillo y lo sacó apresuradamente. Era una serie de mensajes de texto de Taehyung.


oh mIERDA. JIMIN, LO SIENTO MUCHO
00:25

LO SIENTO MUCHO ADFKLDAS
00:25

HAY MUCHOS REPORTEROS Y PERSONAS QUE QUIEREN HABLAR CON NOSOTROS
00:25

Luché contra el último de ellos, no me importa si me llaman grosero
00:26

Siento mucho por haberte dejado solo. Jiminie, mierda. ¿Estás bien?
00:26

¿Agust D sigue ahí?
00:26

No me has enviado ningún mensaje desde entonces, tengo tanto miedo, ¿dónde diablos estás? Jungkook y yo vamos a buscarte, creo que sé dónde puedes estar
00:27

RESPÓNDEME JIMIN
00:27

TÚ, PEQUEÑA PERRA ADORABLE
00:27


—Oh, mierda —murmuró Jimin para sí mismo. Yoongi miró confundido entre su cara y su teléfono.

—¿Está todo bien? —preguntó con cautela. Jimin lo miró con una sonrisa que había logrado perfeccionar a lo largo de los años.

—Sí, es sólo Taehyung.

—¿Kim Taehyung?

Jimin asintió.

—Está viniendo a buscarme con Jungkook, pero hay un reportero esperando afuera. No puede ser bueno para ellos —habló, sobre todo para sí mismo, ya que rápidamente escribió un mensaje a Taehyung.

—¿Jungkook viene? He estado buscando a ese niño toda la noche.

Jimin asintió distraídamente mientras terminaba de escribir.


¡¡Okay, okay!!
00:30

Estoy bien, no te preocupes
00:30

Yoongi y yo hablamos, estamos bien, te contaré todo DESPUÉS
00:30

¡¿YOONGI Y TÚ HABLARON?!
00:31

¡¿"YOONGI"?! ¿DESDE CUANDO SON AMIGOS?
00:31

¡DESPUÉS!
00:31

Ahora mismo tenemos un problema
00:32

Uno de lo trabajadores de Choi está fuera de nuestro baño, así que no podemos salir
00:32

¿Puedes tratar de distraerlo?
00:32

Bien. PERO LUEGO ME CONTARÁS TODO
00:33


Guardó el teléfono en su bolsillo y se volvió para dirigirse a Yoongi, deteniéndose inesperadamente cuando se encontró cara a cara con la suave sonrisa del rapero.

«Oh. Bueno. Wow».

—Um, Taehyung va a distraer a la persona que está afuera y podremos escapar de uno en uno —propuso Jimin.

Yoongi asintió.

—Suena como un buen plan. —Jimin le devolvió la sonrisa.

Era un plan bastante bueno si él mismo pudiera decirlo.

—Después de que salgamos, podemos volver a nuestras mesas —dijo—. Pretender que nunca estuvimos aquí.

La ceja de Yoongi se contrajo.

—Cierto. Tienes que volver con tu novio. Es la primera vez que salen juntos, después de todo.

Jimin ocultó cuidadosamente su propia conmoción por el hecho de que a) Yoongi sabía que tenía un "novio", b) sabía que era su primera aparición juntos, y c) se había olvidado por completo de Taemin. Había olvidado por completo que había dejado atrás a su novio falso defendiéndose por sí mismo de la multitud de reporteros e invitados mientras él estaba atrapado en un baño con nada menos que Agust D.

«Mierda».

—Sí. Mi novio, sí —respondió Jimin con firmeza—. Necesito volver con él.

Yoongi asintió lentamente.

—Supongo que esta será la última vez que nos encontremos —le murmuró a Jimin, con una mirada inexplicable.

Su corazón se apretó y resistió la tentación de frotarse el pecho. La idea de no volver a verlo de nuevo provocaba extrañas emociones en Jimin. En los veinte minutos que pasaron juntos en el baño, conoció una versión completamente diferente del rapero que nunca había esperado. Agust D era un rapero duro y sensato que criticaba a la industria de la música y se metía en artículos sensacionalistas más escandalosos de los que nadie había conocido. Agust D era intimidantemente aterrador. Min Yoongi no era nada de eso.

Era agradable, tranquilo, adorable y, a diferencia de todo lo que Jimin había estado imaginando, era intenso pero amable. Sonreía tan gentilmente que tiraba de los hilos de su corazón. A Jimin realmente le gustaba Min Yoongi como persona y no le importaría volver a verlo. Y esa revelación lo sorprendió.

Jimin tragó.

—No tiene que ser así —respondió antes de que pudiera pensar e inmediatamente se quedó sin aliento en shock para después taparse la boca con una mano. Yoongi se rió, sus hombros temblando con cada risa silenciosa.

—Eres valiente, te concederé eso —comentó Yoongi ligeramente antes de extender una mano hacia él—. Está bien. Dame tu teléfono.

—¿H−Huh?

Yoongi dobló sus dedos en un gesto de "ven aquí".

—Dame tu teléfono, ingresaré mi número.

Jimin palideció.

—O−Okay. —Metió la mano en su bolsillo y sacó robóticamente su teléfono para ingresar su código de acceso, su cerebro completamente separado de su cuerpo. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué quería Yoongi darle su número? ¿Por qué estaba él dejando que Yoongi le diera su número?

Toda la situación era extraña y Jimin realmente sintió que se había proyectado astralmente a otra dimensión mientras observaba sin comprender que Yoongi abría sus contactos para ingresar su número antes de llamarse a sí mismo.

—Ahí tienes —declaró el rapero cuando terminó.

Jimin, sin palabras, aceptó su teléfono cuando Yoongi se lo devolvió, mirando fijamente la línea de números en la página de contacto.

—Ahora puedes verme en cualquier momento —dijo Yoongi con un poco menos de confianza mientras el cantante seguía mirando su teléfono en silencio.

Yoongi se rascó un punto detrás de la oreja mientras guardaba su propio teléfono en su bolsillo antes de que Jimin finalmente saliera de su estupor.

—Um, gracias y...

¡Oye ¡Tú! ¡Reportero! —Ambos se sobresaltaron por el sonido retumbante de la voz de Taehyung fuera del baño. Jimin puso los ojos en blanco.

Dios, él siempre era tan dramático.

¿K−Kim Taehyung? —fue la respuesta del hombre.

¡Así es, el mismo! —anunció Jungkook de repente—. ¿No es asombroso?

¡Santo cielo! ¡¿Jeon Jungkook?! —Yoongi y Jimin compartieron una mirada antes de reír silenciosamente.

Los dos salieron lentamente del cubículo, no sin antes ocultar sus rubores por lo cerca que habían estado uno del otro, y se dirigieron de puntillas a la puerta del baño, inclinándose para intentar escuchar la conversación.

¡Estoy tan sorprendido, no puedo creer que me encontré con ustedes!

Jimin escuchó que Taehyung dejó escapar su risa falsa, la que usaba durante las entrevistas y aburridas galas. Era la risa más poco convincente que alguna vez hubiera oído y sabía que iba a meterlo en problemas algún día.

¿Eres un fan? —preguntó Taehyung.

¡Sí! —respondió el reportero exuberantemente—. ¡Te tengo de fondo de pantalla!

¿En serio? Bueno, ¿no es eso adorable?

Yoongi resopló.

—Wow, Taehyung realmente está sobreactuando, ¿eh?

Jimin suspiró.

—Son tan molestos.

Y−yo debería estar haciendo mi trabajo —dijo tartamudeando pero con entusiasmo—, pero, ¿está bien si me tomo una foto con usted? Prometo que es para mi uso personal, no lo publicaré en ningún lugar. Yo sólo... has sido mi crush desde que empecé la universidad.

Aw —dijo Taehyung—. ¡No pongas a Jungkook celoso ahora!

Yoongi hizo una mueca de disgusto.

—Oh, Dios mío, son los peores —gimió Jimin en voz baja.

O−Oh, no, yo nunca lo haría —respondió el periodista apresuradamente—. ¡Eres muy guapo y me gusta mucho tu personalidad!

Jungkook dejó escapar una risa falsa y Yoongi puso los ojos en blanco porque el suyo era aún peor que el de su novio.

—Nunca había escuchado a una pareja más horrible creando una distracción —le susurró a Jimin, quien se rió en su palma.

Él es muy guapo, sí —Jungkook se obligó a soltar otra risa horrible—. ¿Quieres que tome la foto de ustedes dos?

¡Sí, por favor!

Gracias, Kookie, querido —dijo Taehyung y Jimin se atragantó.

«Esto es embarazoso».

Creo que sería mejor movernos lejos de las puertas del baño, ya que arruinan el ambiente —dijo Jungkook y Yoongi se enderezó imperceptiblemente, inclinándose más cerca de la puerta.

¿De verdad? —preguntó el periodista—. No está tan mal.

No, Jungkook tiene razón —afirmó Taehyung—. Es un poco feo y la iluminación no es tan buena aquí, ¿no lo crees, lindo?

S−sí, por supuesto, Taehyung−ssi. Supongo que no es tan agradable.

Adorable. Puedes llamarme Taehyung.

Jimin estaba seguro de que el estrangulado sonido que escuchó después pertenecía al reportero.

¡Cierto, T−Taehyung!

Yoongi se inclinó hacia adelante para presionar su oreja contra la puerta, con las cejas apretadas.

—Se están alejando de la puerta. Sabes, aunque Jungkook es un completo idiota la mayor parte del tiempo, es un genio cuando lo necesitas —murmuró Yoongi mientras se apartaba de la puerta para arreglar su chaqueta. Jimin lo miró por el rabillo del ojo, obsesionado con la forma en que sus manos jugueteaban con sus gemelos.

Apartó la vista rápidamente cuando Yoongi terminó y se enderezó también.

—Deberíamos irnos de uno en uno. Sólo para estar seguros —intentó.

Yoongi asintió de acuerdo.

—Yo iré primero. Puedes encontrarte con Taehyung un minuto después de que me haya ido.

¡Ahora, es momento de tomar la foto! —gritó Jungkook repentinamente desde afuera de la puerta causando que ambos hombres saltaran.

—Me retracto. Es el idiota más obvio que he conocido en mi vida —gruñó Yoongi mientras se inclinaba para abrir la puerta del baño.

Jimin se tapó la boca con una mano para reprimir sus risitas, sus ojos brillaron al ver a Yoongi abrir la puerta y mirar a través de la grieta.

—La costa está despejada —siseó Yoongi antes de girar la cabeza para mirar a Jimin por última vez. Él sonrió suavemente cuando sus miradas se encontraron—. Te veré por ahí, Park —dijo cordialmente—. Usa el número.

Y así, Yoongi salió por la puerta y desapareció de la vista de Jimin.

Más tarde, cuando Jimin se escabulló del distraído y sobreexcitado reportero, y regresó a la multitud de personas en su sección, Taehyung logró alcanzarlo, enganchándolo desde el cuello de su camisa.

—No tan rápido, pequeña perra —le susurró Taehyung al oído.

Jimin chilló y giró sobre sus talones para golpear su pecho con molestia.

—No me agarres así, perra —advirtió a medias. Taehyung puso los ojos en blanco mientras Jungkook caminaba detrás de él y pasaba el brazo por su cintura.

—Tienes que contarme todo —exigió—lo prometiste.

—¡Oh, cierto! ¡Sí, suelta la sopa! —agregó Jungkook con entusiasmo.

Jimin le lanzó a la pareja una mirada disgustada.

—Odio cuando ustedes dos se ponen así.

—No es cierto —replicó Jungkook rápidamente cuando los tres comenzaron a regresar a su mesa, esquivando cuidadosamente a varias personas que competían por su atención.

Jimin suspiró.

—Eres tan molesto, tienes suerte de que te quiera.

—Honestamente, lo soy.

—Me alegra que lo admitas.

—Um, ¿hola? —dijo Taehyung bruscamente—. ¡Deja de cambiar de tema y habla!

—¡Ahora no! Prometo que lo haré, pero no ahora —dijo Jimin y al instante le dirigió a Taehyung una mirada de reproche cuando frunció el ceño—. Les voy a contar cada sucio detalle, ¿de acuerdo? Sólo tengo que encontrar a Taemin y a mi guardaespaldas, hace ya media hora que me he ido.

Taehyung suspiró dramáticamente.

—¡Bueno! ¡Esta bien, lo que sea! Pero, tú me enviarás todo por mensaje.

—¡A mí también! —dijo Jungkook—. ¡Me gustan los chismes!

Taehyung le dio unas palmaditas en la mejilla a su novio.

—¿Ves? Él también está ansioso. No dejes que el pobre niño se quede con las ganas.

Jimin se echó a reír.

—¡No lo haré! ¡Lo prometo! Me tengo que ir ahora.

—Está bien, te veré luego. Ahora ve a buscar a tu, eh —Taehyung hizo comillas en el aire—, "novio".

Jimin frunció el ceño y le dio una patada en la rodilla.

—Wow, sé más obvio, Tae.

La pareja se rió maliciosamente antes de ir a sus asientos, dejando a Jimin para que se abriera camino entre las multitudes solo. Para cuando encontró a Taemin, el hombre ya estaba sentado en su mesa, como todos los demás invitados, y Jimin se disculpó tímidamente antes de deslizarse en la silla junto a él.

—¿Dónde estabas? —murmuró Taemin en su oído, deliberadamente inclinándose más cerca de lo que tenía que hacer, ya que todos los ojos en la mesa estaban sobre ellos. Jimin formó una sonrisa falsa antes de acurrucarse más cerca de su "novio".

—Quedé atrapado en el baño después de que nos separáramos, lo siento —murmuró, fingiendo que estaba susurrando cosas dulces. La gente en la mesa les estaba enviando miradas y sonrisas a la pareja, y algunos soltaron un "¡aw!" cuando Taemin deslizó su brazo alrededor de sus hombros.

Si había algo que Jimin no podía negar, era que Taemin era bueno interpretando el papel de un novio cariñoso.

—Ah, bien. Tu guardaespaldas estaba perdiendo la cabeza porque desapareciste. Él regresará pronto.

Jimin se sonrojó de humillación y vergüenza, intentando hacerlo pasar como timidez ante lo que Taemin le había susurrado. Se sintió horrible por abandonar a Sejin. No tenía ninguna duda de que el hombre lo buscaba frenéticamente.

—Lo siento. —Taemin le sonrió.

—No lo estés. Sólo trata de no perderte la próxima vez, ¿sí? Nadie me dejaba en paz.

Jimin asintió con timidez.

—Cierto. Lo siento.

El resto de la noche transcurrió sin incidentes y Jimin se encontró explorando el lugar más de una vez en el transcurso de unas pocas horas, tratando desesperadamente de detectar la mata esponjosa de cabello negro y una sonrisa con encías. Trató de no estar demasiado decepcionado cuando no lo encontró.

Taemin fue el que planteó la partida y Jimin no dudó en tomar la oportunidad, despidiéndose con entusiasmo de todos antes de prepararse para su salida pública. Sejin se las arregló para regresar a Jimin antes del final de la noche y se juntó a él como pegamento, guiándolo con cuidado hacia la salida y gruñendo a la lluvia de flashes y paparazzi estacionados afuera. Pero Jimin estaba acostumbrado a ello, al escrutinio, a los gritos ruidosos, a la deshumanización, a la agresión de los paparazzi.

Estaba acostumbrado a todo. Así que, con eso, plasmó su sonrisa de superestrella y entrelazó sus dedos con Taemin mientras los dos se dirigían con cuidado hacia la limusina negra que los esperaba afuera.

Su sonrisa vaciló un poco cuando sintió a Taemin inclinarse hacia adelante para envolver sus brazos alrededor de su cintura y presionar un beso contra su mejilla. Aún no habían discutido los besos y esa acción lo dejó fuera de balance, pero como había sido entrenado para hacerlo, Jimin se recuperó rápidamente.

—No sabía que ibas a hacer eso —declaró Jimin después de que él y Taemin se hubieran acomodado en la limusina y estuvieran fuera de la línea de visión de los paparazzi.

—¿Hacer qué? —preguntó Taemin distraídamente mientras tecleaba en su teléfono.

Jimin tragó.

—Ese beso. No sabía que ibas a hacer eso, no me lo dijiste.

Taemin se encogió de hombros.

—Es sólo un beso en la mejilla, Jimin. No es gran cosa.

«Lo es para mí», quiso decir. Pero no lo hizo.

Jimin había dejado de decir lo que pensaba hacía mucho tiempo.

—Sí. No es gran cosa, tienes razón —dijo antes de sentarse más profundamente en su asiento. Se volvió para mirar por la ventana, una emoción melancólica asentándose en su corazón. Había gotas de lluvia en la ventana.

—Oh. Está lloviendo.

—¿En serio? —preguntó Taemin desinteresadamente.

—Sí.

Jimin observó en silencio mientras las gotas de lluvia se deslizaban por la ventana y se reunían, creando gotas de lluvia más grandes. Se sentía como si estuviera lloviendo en su corazón, también.


Por favor no escriban chingaderas en las pizarras o mesas, grax por su atención

Haewely

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