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020: Fiesta de cumpleaños

Esa noche era el cumpleaños de Kim Woobin. Él era un chico bastante popular en la universidad. De hecho, su padre había sido un destacado estudiante y maestro de ese lugar. Había invitado a muchas personas a su fiesta de cumpleaños, que al principio se tuvo previsto realizar en un famoso club nocturno pero terminó cambiando la ubicación y ahora la fiesta se llevaría a cabo en su lujosa mansión.

Había mucho entusiasmo. Jungwon estuvo haciendo llamada con Hyewon durante dos horas para rogarle que también vaya a la fiesta pero ella se negó porque había prometido cocinar la cena junto a su mamá.

En fin, Jungwon no tuvo más remedio que aceptar que serían solamente Jay y él.

Luego del almuerzo en casa de Park Minhee, Jay lo llevó hasta su departamento y le dijo que lo recogería para ir juntos la fiesta.

La habitación de Jungwon era un desastre mientras pensaba qué ropa usar. Pero lo que más le estresaba era no tener a su maquilladora profesional, o sea Hyewon, junto a él. Jungwon no era muy bueno con el maquillaje. Apenas podía colocarse una crema humectante y un bálsamo. Aunque a veces ejercía mucha fuerza en el bálsamo y terminaba rompiéndose.

Después de todo el caos que tuvo con el maquillaje, el humor de Jungwon decayó así que eso se reflejó en su vestimenta.

Jay le envió un mensaje diciéndole que lo estaba esperando. Jungwon bajó hasta el primer piso y salió del edificio.

Se detuvo cuando vió el lujoso auto BMW de color negro. Tenía un diseño deportivo y elegante. Además que tenía lunas polarizadas. Ese auto Jungwon no lo conocía. Pero lo que más llamó su atención fué ver a Jay afianzado en su auto. Usaba una chaqueta de cuero negra. Debajo, lucía una camisa de botones con un estampado de corazones negros sobre fondo blanco. Llevaba puesto unos pantalones negros ajustados y botas altas negras con cordones.

Jungwon sintió un extraño cosquilleo en su estómago cuando vió a Jay pasar su mano por su cabello, haciéndolo hacía atrás.

Quizás se veía atractivo. Quizás.

Jay se acercó a Jungwon y lo escaneó de arriba abajo. Él llevaba una camisa blanca de manga larga, pantalones negros holgados de corte recto y zapatos negros. También usaba un cinturón negro delgado.

— Lo sé, mi vestimenta es de lo más simple. Voy echarle la culpa al estúpido delineador. No sé cómo Hyewon hace que quede perfecto ese delineado de ojos.

— Te ves bonito.

— No necesito tu compasión - Jungwon caminó hacía el auto y abrió la puerta del copiloto —. ¿Es un auto nuevo?

— Lo compré hace dos semanas. Está es la primera vez que lo voy a usar. ¿Te gusta?

— Es elegante y costoso. Amo esas dos palabras - Jungwon se sentó y cerró la puerta.

Jay sonrió y rodeó el auto para subirse y empezar a conducir hacía la casa de Kim Woobin.

— ¿Hyewon no va venir?

— No. Hoy le prometió a su mamá ayudarla a cocinar la cena. Ella tiene ese tipo de rutina con su madre de al menos un día a la semana cocinar juntas. Ya sabes, compartir un momento en familia.

— No sé mucho sobre compartir momentos en familia.

— Cierto. Tu madre es una amargada.

— Oye, un poco más de respeto hacía ella.

Jungwon no respondió nada y se enfocó en mirar el recorrido a través de la ventana.

El estacionamiento de la casa de Kim Woobin estaba repleto. Afortunadamente tenía un espacio bastante amplio. La música estaba a un volumen tan alto que desde metros de distancia se podía escuchar.

Jungwon tuvo que acostumbrarse a ese estruendoso sonido, aunque Jay pudo notar su incomodidad.


— ¿No te gusta el ruido? Se supone que amas ir a fiestas.

— Qué vaya a fiestas para encajar con la sociedad no significa que me gusten.

Jungwon siguió caminando hasta llegar al salón principal dónde se estaba llevando a cabo el evento. Jay lo siguió, aunque tenía muchas preguntas qué hacer con respecto al comentario de Jungwon. Sin embargo, tuvo que abstenerse de hacer las preguntas porque Sunghoon y Sunoo se acercaron a ellos.

— ¡Jungwon! - Sunoo abrazó con fuerza a Jungwon, quién por poco se queda sin oxígeno —. Qué bueno que estés aquí.

Sunoo soltó a Jungwon, y él empezó a toser mientras recuperaba el aire perdido. Odiaba los abrazos de Sunoo. Esa cosita con cara tan tierna tenía mucha fuerza.

— Hola, chicos - Sunghoon estrechó su mano con los dos recién llegados.

— ¿Qué quieren hacer? Podemos ir a beber unos tragos y luego bailar - Sunoo hablaba emocionado.

— Yo solamente—

Jungwon no pudo terminar de hablar porque Sunoo abrazó su brazo.

— Podemos ir por unos cócteles. Los baristas que ha contratado Woobin son espectaculares.

Jungwon no tuvo tiempo de protestar porque Sunoo lo jaló hacía la barra de bebidas. Sunghoon y Jay rieron ligeramente al verlos.

— ¿Planeas hacer algo? - Sunghoon preguntó.

— No, pero me gustaría improvisar algo.

La sonrisa de Jay se desvaneció luego de ver a HeeSeung acercarse al sitio donde Sunoo y Jungwon se encontraban.

— Hola - HeeSeung saludó a ambos chicos —. ¿Van a pedir alguna bebida?

— Le estoy diciendo a Jungwon todas las opciones que hay.

— Sí, pero no entiendo ni una mierda sobre cócteles.

— Wow, parece que alguien no está de buen humor - HeeSeung miró a Jungwon —. Tu outfit confirma tu pésimo humor.

— ¡Vamos, Jungwon! Relájate un poco. ¿Ves todas estas botellas? Puedes probar algo nuevo. Yo invito.

— No necesito relajarme, Sunoo. Estoy perfectamente bien.

— No es cierto. Necesitas algo que te haga entrar en ambiente. ¿Qué sugieres?

Jungwon rodó los ojos discretamente, pero HeeSeung pareció notarlo.

— Bueno, para alguien como Jungwon, creo que un Manhattan sería perfecto. Elegante y clásico, como él.

Jungwon levantó una ceja, a punto de responder, cuando Jay y Sunghoon se unieron al grupo. Jay, al ver a HeeSeung tan cerca de Jungwon, se inclinó casualmente contra la barra, pero sus ojos reflejaban una leve molestia.

— ¿Un Manhattan? Nah, demasiado simple. Jungwon necesita algo más sofisticado. Un Negroni, quizás. Tiene más carácter, como él.

— ¿Más carácter? Un Negroni es demasiado amargo. No es su estilo. Jungwon necesita algo equilibrado, no una bebida que lo haga fruncir el ceño.

Jay dio un paso más cerca, ignorando la mirada divertida de Sunoo y el gesto de Sunghoon de "aquí vamos de nuevo".

— ¿Y tú cómo sabes cuál es su estilo, HeeSeung? Estás subestimándolo. Jungwon puede manejar un poco de amargura, ¿verdad?

Jungwon, cansado del intercambio, suspiró y se cruzó de brazos.

— ¿Puedo hablar por mí mismo o van a seguir peleando como si yo no estuviera aquí?

Sunoo dejó escapar una risita, claramente disfrutando la tensión.

— Tienes razón, Jungwon. Lo siento. ¿Qué tal si tú eliges? Aunque sigo pensando que un Manhattan es más tú.

Jay no dejó pasar la oportunidad.

— O podrías probar algo nuevo, algo que te sorprenda. Como dije, un Negroni sería perfecto.

HeeSeung sonrió con confianza y llamó al barman antes de que Jay pudiera reaccionar.

— Un Manhattan, por favor. Confío en mi elección.

El barman asintió y comenzó a preparar la bebida mientras Jay apretaba la mandíbula, claramente frustrado. Cuando la copa estuvo lista, HeeSeung la tomó y se la entregó a Jungwon con una sonrisa triunfal.

— Aquí tienes. Si no te gusta, te invito otra cosa.

Jungwon tomó la copa, observando a ambos con una mezcla de exasperación y diversión. Dio un sorbo y se encogió de hombros.

— No está mal.

Jay bufó, cruzándose de brazos mientras Sunoo murmuraba algo entre risas a Sunghoon.

— Seguro que un Negroni habría sido mejor.

— Jay, ¿qué tal si en lugar de discutir, simplemente te encargas de disfrutar la fiesta? No todo es una competencia - Jungwon miró a Jay.

Jay lo miró, reconociendo la chispa de desafío en sus ojos, y finalmente se encogió de hombros con una media sonrisa.

— Bien, lo que tú digas. Pero la próxima vez, eliges mi recomendación.

Justo en ese momento, otro chico se unió al grupo. Jungwon inmediatamente lo reconoció.

— ¡Hola, chicos! - Jake saludó amigablemente a todos mientras se ponía a un costado de HeeSeung —. Lo siento por dejarte sólo. Mis amigos de clase me hablaron.

— No te preocupes. No tienes que estar todo el tiempo a mi lado - HeeSeung le sonrió —. ¿Te gustó la bebida que seleccioné para tí?

— Es buenísima. Tienes un buen gusto en bebidas.

Jay rodó sus ojos y se cruzó de brazos.

— No es justo que a otros les seleccionen sus bebidas y a mí no - Sunoo hizo un puchero —. De aquí yo soy el único que tiene novio pero no sirve.

Sunghoon frunció el ceño y miró a Sunoo mientras que los demás rieron, excepto Jake.

— No eres el único que tiene novio. Jay y Jungwon también son novios, ¿no?

El ambiente se puso un poco tenso hasta que Jay decidió pasar su mano por la cintura de Jungwon y atraerlo más a él.

— Por supuesto que somos novios - Jay respondió.

— Pero tampoco sirve para seleccionar bebidas.

Está vez fué Jay quién frunció el ceño y miró ofendido a Jungwon mientras los demás se rieron.

Los siete chicos tomaron asiento y empezaron a hablar. Pero Jay no pudo quedarse por mucho tiempo porque sus compañeros de clase se lo llevaron para consumir unas bebidas. Sunghoon también fué llevado.

— ¿Están saliendo? - Sunoo preguntó curiosamente, refiriéndose a HeeSeung y Jake.

— B-bueno—

— Por supuesto que no. HeeSeung y yo somos solamente amigos.

Jungwon miró a HeeSeung, quién sonrió nervioso y asintió, aunque en su mirada pudo notar cierta decepción.

— HeeSeung no invita a una fiesta a cualquier persona - Sunoo comentó.

Jake dejó de beber su cóctel y desvió su mirada a HeeSeung, quién sintió un ligero calor en sus mejillas que afortunadamente no se podía notar claramente por la baja iluminación del ambiente.

— De todos modos, yo estoy enfocado en mis estudios. Vine a este país por el trabajo de mis padres pero luego de graduarme volveré a Australia.

— ¿En qué trabajan tus padres? - Sunoo preguntó.

— Mi mamá trabaja para una reconocida marca de autos y mi padre es representante comercial de una cadena de hoteles.

— Interesante. En mi caso, mi padre es productor de cine mientras que mi mamá es modelo, al igual que yo, y Sunghoon. Pero sólo es cómo un pasatiempo. No pensamos dedicarnos a eso. Sunghoon está estudiando finanzas al igual que Jay. Los padres de él son dueños de una marca de joyería.

— Con razón se me hacía conocido el rostro de Sunghoon. Siento que lo he visto en internet promocionando unas joyas - Jake recordó ese pequeño detalle —. Tu novio es atractivo, al igual que tú. Forman una bonita pareja.

— Gracias.

— Jay y Jungwon también forman una linda pareja.

Jungwon sólo asintió y siguió bebiendo su cóctel.

— HeeSeung y tú también se ven bien juntos - Jungwon comentó.

— HeeSeung también es atractivo pero no es exactamente mi tipo. Yo tenía un crush en mi universidad de Australia.

Jungwon se sintió culpable por haber dicho ese comentario porque ahora, Jake no dejaba de hablar de su crush y Sunoo le seguía la corriente.

Su enojo se había desvanecido. Ahora sentía lastima por HeeSeung.

El tiempo fué pasando. Cada vez las personas tenían más licor en sus organismos. Ahora, la gran mayoría bailaba en el centro de la sala mientras que en algunos rincones o baños estaban las primeras víctimas del alcohol.

Jay cada cierto tiempo no dejaba de mirar a Jungwon, quién seguía en la barra de bebidas junto a Sunoo, HeeSeung y Jake, aunque esté último fué llevado por otro grupo de personas que quizás podrían ser sus amigos o compañeros de clase.


— Por cierto, hace un rato ví a Kim Sooyoung y me preguntó por tí - un chico le habló a Jay mientras le llenaba su vaso con más licor.

— Esa chica está buenísima. ¿Le estás siendo infiel a tu novio con ella?

— N-no.

— Titubeaste - otro chico señaló a Jay y se rió —. No te culpo. Sooyoung tiene unas increíbles proporciones.

— Pero su novio no es tan feo. Si me dieran a elegir entre Sooyoung y Jungwon, yo elijo a Jungwon.

Jay frunció el ceño y miró al compañero de clase que había hecho ese comentario.

— Si algún día decides dejar a tu novio, me avisas para ir a recogerlo.

Algunos del grupo rieron. Sunghoon miró a Jay y pudo notar cómo apretaba con fuerza el vaso de vidrio que tenía en su mano.

— Supongo que debe ser bueno en la cama para que Jay haya decidido hacerlo su novio.

— Deberías compartir, Jay.

— Si tú te estás ligando a Sooyoung, entonces podrías darme permiso para ligarme a tu novio. Podrías tener una relación abierta con él.

— Debe ser un tonto por no darse cuenta que Jay le está siendo infiel.

— Dicen que es un doncel. Al verlo me gustaría formar una familia.

Jay se levantó bruscamente de la mesa. Sunghoon también se puso de pie.

— ¡Son unos desgraciados! - Jay estaba dispuesto a lanzarse a cada uno de ellos para golpearlos hasta que sus puños dolieran por haber hecho ese tipo de comentarios, pero Sunghoon lo detuvo —. No perdonaré esos comentarios que hicieron hacía mi novio. Juro que les haré pagar por lo que dijeron.

Jay se soltó bruscamente del agarre de Sunghoon y se alejó de la mesa. Estaba enojado. Caminó entre la multitud de personas que estaban bailando para llegar la barra de bebidas. Necesitaba sentir a Jungwon cerca de él para poder calmarse, pero alguien agarró su brazo y lo terminó desviando de camino, llegando hasta un pasillo.

— Hola, Jay.

— ¿Sooyoung? - Jay se soltó del agarre de la chica —. ¿Qué haces? ¿Por qué haz estado preguntando por mí?

— Quería charlar un momento contigo y quizás pedir una bebida pero tu novio no deja la barra de bebidas - Sooyoung se acercó más a Jay —. Te ves jodidamente atractivo. ¿Qué te parece ir a una de las habitaciones de arriba? Aún no hay muchas personas.

— No - Jay se apartó de la chica —. No me volveré a involucrar contigo de esa manera.

— ¿Por qué? ¿Ahora te dieron ganas de ser un novio fiel? Tengo pruebas de nuestros encuentros. Podría hacérselas llegar a tu novio.

— Hazlo. No me da miedo lo que intentes hacer - Jay respondió con total tranquilidad —. Por cierto, busca a otra persona para que te dé clases extra. Otros compañeros del aula creo que estarían encantados de darte clases. Se podrían entender bastante bien. Ambos son una desgracia de personas.

— Tú tampoco eres alguien recto, Jay.

— Al menos yo no le oculto cosas a mi novio así que no me da miedo si decides enviarle fotos o vídeos a Jungwon. No importa lo que trates de hacer para destruir nuestra relación. No lo lograrás.

— ¿Acaso tienen una relación abierta?

— No. No me gusta compartir lo que es mío. Tú solo fuiste una distracción. Yo jamás compartiría a Jungwon. Él no es como tú ni como ninguna otra persona. No puedes compararte con Jungwon.

— ¿Tan especial es? ¿Tan superior te hace sentir?

Jay sonrió con ironía, sus ojos brillando con determinación.

— No necesitas entenderlo. Pero sí te aseguro algo: no hay nadie que siquiera se le acerque. Tú, Sooyoung, eres un recuerdo insignificante. Jungwon, en cambio, lo es todo. Así que puedes seguir con tus amenazas. Nada de lo que hagas cambiará lo que siento por Jungwon.

Sooyoung lo miró fijamente, tratando de encontrar alguna fisura en su resolución, pero Jay permanecía inquebrantable. Finalmente, bufó, dando un paso atrás.

— Esto no termina aquí, Jay.

— Sí, sí termina. Porque tú y yo no volveremos a cruzar esta línea nunca más.

Mientras tanto, Jungwon estaba en la barra de bebidas junto a HeeSeung. Sunoo se unió a la pista de baile con Sunghoon y Jake se había ido mucho antes junto a unos amigos.

— Deja de beber, HeeSeung. Estás completamente ebrio - Jungwon le quitó de las manos un vaso lleno de licor —. Debes regresar a casa.

— No, quiero quedarme. Jake aún no regresa.

— Jake se fué con sus amigos y dudo que vuelva a buscarte.

Jungwon miró a su alrededor. Su vista se fijó en la escalera que llevaba al segundo piso. Había visto a varias personas subir por esas escaleras. Suponía que habían habitaciones en ese lugar.

— Te llevaré a una habitación arriba para que descanses.

Jungwon se puso de pie y ayudó a HeeSeung para que también se levantara. Caminaron torpemente hasta las escaleras, no logrando evitar chocar con algunas personas. Subieron cuidadosamente las escaleras y luego llegaron a un pasillo que tenía varias puertas. Se dirigieron casi al fondo del pasillo, Jungwon giró la perilla de una de las puertas y se abrió. El andar tambaleante de HeeSeung y sus risas sin sentido dejaban en claro que había bebido más de la cuenta.

— Jungwon... tú eres tan... increíble, ¿lo sabías?

— Sí, sí, claro que sí, HeeSeung. Ahora cállate y camina, que no pienso cargar contigo toda la noche.

Jungwon empujó la puerta de la habitación, dejando que se abriera parcialmente. Con algo de esfuerzo, logró llevarlo hasta la cama.

— Bien, aquí estarás mejor.

HeeSeung, aún en su estado, trató de aferrarse a él, murmurando palabras incoherentes, lo que provocó que Jungwon perdiera el equilibrio. Al intentar enderezarlo, ambos cayeron sobre la cama, quedando Jungwon encima de él.

— E-esto es... cómodo - HeeSeung se rió ligeramente y luego fué cerrando sus ojos.

— ¡Por favor, cállate!

Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe, revelando a Jake, quién pensó regresar con HeeSeung pero los vió subiendo al segundo piso así que los siguió por curiosidad. Al ver la escena, su rostro se llenó de sorpresa y confusión.

— ¿Qué está pasando aquí?

Jungwon, alarmado, rápidamente se levantó y se apartó de HeeSeung, arreglando su ropa mientras trataba de mantener la compostura.

— ¡No es lo que parece! Lo traje aquí porque estaba demasiado ebrio y no quería que hiciera el ridículo frente a los demás.

Jake cruzó los brazos, mirándolo con una mezcla de desconfianza y preocupación, mientras HeeSeung seguía recostado, sonriendo tontamente mientras sus ojos estaban cerrados.

— ¿Y cómo explicas que estuvieras encima de él?

— Perdí el equilibrio. Intentaba dejarlo en la cama, y bueno... pasó eso. Créeme, no tengo interés en HeeSeung. Solo estaba tratando de ayudarlo.

Jake observó a Jungwon por unos segundos, intentando analizar si decía la verdad. Finalmente, suspiró y asintió.

— Está bien, te creo. Me quedaré aquí para cuidarlo. Tú puedes volver a la fiesta.

— Perfecto. Mucha suerte con eso, porque está insoportable.

Sin más palabras, Jungwon salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él mientras se acomodaba el cabello.

En el interior de la habitación, Jake se acercó a HeeSeung, que lo miró con ojos somnolientos y una sonrisa tonta.

— Pareces un ángel.

— Shh. Duérmete, HeeSeung.

Mientras tanto, Jungwon llegó hasta el primer piso. Lo primero que vió fué a Jay mirando desesperadamente a todos lados, hasta que lo vió al pie de la escalera. Jay se acercó rápidamente a él.

— ¿Qué haces aquí? - Jay preguntó.

— Subí arriba con HeeSeung y—

— ¿Cómo que subiste arriba con HeeSeung? - Jay miró a su alrededor, luego agarró el brazo de Jungwon y lo llevó hasta el segundo piso para que nadie más pudiera verlos ni mucho menos escucharlos.

— ¿Qué te pasa? Parece cómo si estuvieras molesto.

— Por supuesto que estoy molesto. ¿Cómo se te ocurre venir con HeeSeung? Me dijiste que su relación de amigos con derecho se había acabado.

— Por supuesto que se acabó.

— Entonces, ¿por qué subiste a este lugar junto con HeeSeung?

— HeeSeung bebió bastante, y tú, cómo uno de sus amigos más cercanos, supongo que debes saber cómo se pone él cuando bebe demasiado. Ví que varios venían a este lugar así que decidí traerlo para que descanse. Jake se quedó con él.

— Entonces, ¿no pasó nada?

— ¿Qué pensabas que iba pasar? Estás habitaciones están disponibles para que los invitados se queden a dormir, ¿no?

— ¿Enserio no sabes?

— ¿Qué cosa?

De pronto, escucharon las pisadas de otras personas subir. Ambos chicos se pusieron alerta hasta que vieron a Sunghoon y Sunoo, quiénes se sorprendieron al verlos.

— Wow, no pensé que subirían a las habitaciones - Sunoo sonrió con picardía —. El segundo y tercer piso están disponibles. Ustedes pueden quedarse en este piso. Hoonie y yo nos iremos el tercer piso. Qué pasen una buena noche. No olviden usar protección.

Sunoo jaló del brazo a Sunghoon hacía el siguiente piso. Jungwon se mostró desconcertado y miró a Jay.

— ¿Por qué Sunoo dijo eso?

— ¿Quieres ir a bailar?

— No, no quiero bailar. Quiero regresar a mi departamento.

— No puedo manejar el auto.

— ¿Por qué?

— He bebido licor así que es peligroso que conduzca. Podemos quedarnos a dormir aquí.

Jungwon lo pensó un momento hasta que nuevamente llegaron otras personas al segundo piso. Está vez eran un chico y una chica.

— Oh - la chica se sorprendió al verlos —. Qué disfruten su noche. Supongo que seremos vecinos.

La pareja se metió a una habitación. Jungwon empezaba a tener un mal presentimiento pero al final terminó aceptando la oferta de Jay. Ambos entraron a una habitación y cerraron con seguro la puerta.

Jay se quitó su chaqueta y la dejó en el suelo, a un lado de la cama. Ambos se quitaron el calzado y se acostaron sobre la cama.

Ninguno de los dos habló. Simplemente miraban el techo de la habitación, hasta que empezaron a escuchar el rechinar de una cama.

Pero eso no fué nada en comparación a los gemidos que se empezaron a escuchar.

— Dime la verdad, ¿para qué usan estas habitaciones?

Se volvieron a escuchar otros gemidos.

— Creo que la respuesta es obvia.

— ¿Me estás diciendo que tendré que dormir escuchando los gemidos de otras personas?

— ¿Acaso nunca haz usado estás habitaciones para eso?

— Por supuesto que no. Ya te lo he dicho. Soy muy selectivo con las personas que permito que me toquen y aún más con las personas que decido tener relaciones sexuales.

— Entonces...- Jay se giró hacía Jungwon y pasó su brazo por su abdomen, rodeándolo y atrayendolo más hacía él —. Supongo que pasé tu primera selección.

— ¿Por qué crees eso?

— Me haz permitido tocarte, e incluso me haz dejado dormir en tu departamento.

— ¿Sólo por mostrarme amable piensas que te estoy dando permiso a algo más?

Jay sonrió y besó la mejilla de Jungwon mientras su mano acariciaba la cintura de Jungwon.

— Deja de hacer eso - Jungwon apartó a Jay de él —. Suficiente tengo con tener que soportar que nuestros vecinos de habitación estén gimiendo descaradamente - Jungwon se volteó para darle la espalda a Jay.

— No le tomes tanta importancia a eso - Jay enredó sus brazos alrededor de la cintura de Jungwon y se apegó más a él —. Duerme.

— ¿Crees que es fácil dormir escuchando esos sonidos y tú abrazándome?

Jay rió ligeramente y luego deslizó sus labios por el cuello de Jungwon.

— Déjate llevar.

— No lo haré.

— Tú también quieres esto, Jungwon.

— Por supuesto que no.

Jungwon cerraba con fuerza sus ojos pero era insoportable pensar en otras cosas si escuchaba las voces mezcladas de chicos y chicas gimiendo mientras Jay besaba lentamente su cuello.

«Maldito. Seguramente quiere cobrar venganza por lo que le hice en la mañana», pensó Jungwon.

— ¿Quieres torturarme por hacerte perder en la mañana?

— Quizás. Soy un poco rencoroso - Jay siguió besando el cuello de Jungwon hasta que decidió succionar su piel, sacando un gemido de Jungwon.

— ¿Qué haces, imbécil?

— Te dejé una marca rojiza - Jay sonrió y luego dejó un beso sobre esa marca —. Se ve bonita en tu piel.

— ¿Acaso te crees animal para marcar mi piel?

— Me gusta marcar mi territorio.

— Idiota.

— Tú eres aún más idiota por resistirte a algo que quieres hacer.

— Y-yo no quiero hacer nada.

— ¿Te sientes incómodo? - Jay murmuró, su voz baja y cargada de una peligrosa mezcla de diversión y atrevimiento.

— ¿Tú qué crees? - respondió sin girarse, manteniendo un tono firme.

Jay soltó una risa suave. Se incorporó un poco, apoyándose en un codo mientras sus ojos seguían recorriendo a Jungwon, cuya postura tensa no pasó desapercibida para él.

— Podría ayudar a relajarte.

— No necesito ayuda - Jungwon intentaba sonar firme, pero su voz delataba un leve temblor que no pasó desapercibido para Jay.

En un movimiento rápido y ágil, Jay se colocó encima de él, atrapándolo entre sus brazos. Jungwon lo miró, sorprendido, mientras Jay, sin perder tiempo, se desabrochaba la camisa y la dejaba caer al suelo, revelando su trabajado abdomen. La luz tenue acentuaba cada línea y curva de sus músculos, dejando a Jungwon momentáneamente estático.

— ¿Te gusta lo que ves?

— Ni me impresiona - Jungwon respondió, tratando de mantener la compostura, aunque sus ojos habían traicionado su aparente indiferencia al viajar involuntariamente por su torso desnudo.

Jay se inclinó lentamente hacia él, llevando sus labios a su cuello. El contacto fue suave al principio, apenas un roce, pero pronto comenzó a dejar pequeños besos que se convirtieron en mordiscos ligeros, cada uno más insistente que el anterior.

— ¿Q-qué crees que estás haciendo? - Jungwon logró decir, aunque su voz ya no sonaba tan firme como antes.

— Lo que tú me estás permitiendo hacer.

Mientras sus labios continuaban explorando el cuello de Jungwon, sus manos comenzaron a trabajar con habilidad en los botones de su camisa. Al principio, Jungwon intentó detenerlo, colocando sus manos sobre las suyas, pero la mezcla de las caricias y el calor que emanaba de Jay comenzaba a debilitar sus defensas.

Cuando Jay logró desabrochar los tres primeros botones, dejó sus hombros al descubierto. Bajó su cabeza para besar las clavículas de Jungwon, alternando entre suaves besos y mordidas provocadoras que arrancaban leves gemidos de él.

— E-esto no significa nada  - Jungwon dijo con un tono que intentaba sonar firme, aunque el temblor en su voz lo traicionó.

— Por supuesto que no - Jay respondió, con una sonrisa que indicaba que sabía perfectamente lo contrario.

Jungwon cerró sus ojos instintivamente. Las manos de Jay apretaban la curva de su cintura y luego, sin ser completamente consciente, levantó sus caderas mientras rozaba su entrepierna con la de Jay, quién gimió al sentir esos movimientos. De pronto, aquellos movimientos se volvieron más repetitivos.

La tensión en la habitación era palpable. Jay continuaba encima de Jungwon, sus ojos oscuros y penetrantes buscando los de él, mientras una sonrisa arrogante jugaba en sus labios. Jungwon, intentando recuperar el control de la situación, se esforzaba por mantener la compostura, pero la cercanía de Jay, el calor de su cuerpo, y el roce de su aliento contra su piel dificultaban su esfuerzo. Luego, Jungwon fué completamente consciente de los movimientos que estaba haciendo así que se detuvo y abrió sus ojos.

— ¿Qué estás mirando? - dijo Jungwon, intentando sonar desafiante, aunque su voz apenas era un susurro.

— A ti - Jay respondió, sin apartar la mirada —. Eres mucho más interesante que cualquier otra cosa en este momento.

Sus palabras, junto con el tono bajo y grave de su voz, provocaron un estremecimiento en Jungwon. Jay comenzó a inclinarse hacia él, sus rostros cada vez más cerca.

Los ojos de Jungwon se pasearon por todo el rostro de Jay. Sus manos, que antes apretaban las sábanas, se levantaron y se dirigieron a la espalda de Jay, sintiendo su piel caliente debajo de la palma de su mano.

Se veía tan tentador. Tan provocativo.

De pronto, Jungwon necesitaba algo más. Necesitaba sentir más cerca de él aquel calor que Jay le transmitía. Pero no era el único que quería eso.

Luego, los ojos de Jungwon se fijaron en los labios de Jay por un instante, y antes de darse cuenta, los de él estaban apenas a un respiro de los suyos.

El roce leve de sus labios fue suficiente para acelerar sus corazones, pero antes de que algo más sucediera, un fuerte ruido de la perilla los sacó del momento. Alguien intentaba abrir la puerta.

— Está cerrada. Vamos a otra - la voz de un chico se escuchó desde afuera.

Ambos permanecieron inmóviles por un segundo, escuchando cómo los pasos se alejaban. Fue Jungwon quien, recuperando la compostura de golpe, empujó a Jay con firmeza, obligándolo a bajarse de encima de él.

— ¡Bájate! Esto ya se está saliendo de control.

Jay dejó escapar una ligera carcajada y se sentó al lado de la cama, pasándose una mano por el cabello mientras su torso desnudo aún brillaba ligeramente bajo la tenue luz de la luna. Jungwon, con las mejillas encendidas, se incorporó y se sentó también, tratando de calmar su respiración acelerada.

— ¿Siempre eres así de mandon después de un momento como este?

Jungwon le lanzó una mirada severa, pero Jay simplemente se inclinó hacia él, reduciendo la distancia entre ellos hasta que sus labios quedaron peligrosamente cerca de su oído.

— Admite que sientes algo. Aunque sea físicamente.

Jungwon abrió la boca para replicar, pero Jay continuó antes de que pudiera detenerlo.

— No me mientas, Jungwon. Tú lo sientes tanto como yo. Esa tensión entre nosotros, esa chispa que no puedes ignorar. Y créeme... - su voz se volvió más profunda, con un tono descarado que lo hizo estremecerse — algún día te arrepentirás de haberme hecho esperar tanto, porque cuando finalmente crucemos ese límite, te aseguro que no vas a desear a ningún otro hombre más que a mí.

Jungwon sintió un calor subir por su cuello hasta sus mejillas, pero no dejó que él viera su debilidad. En su lugar, lo miró con frialdad y una ceja levantada.

— ¿Terminaste tu discurso de galán de telenovela? Porque no estoy impresionado.

Jay sonrió con esa seguridad que lo estaba volviendo loco, aunque jamás lo admitiría.

— No lo estoy intentando ahora. Sólo dejo las cosas claras.

Jungwon desvió la mirada, pero no pudo evitar la punzada de nerviosismo que le recorrió el cuerpo al pensar que, en el fondo, quizás Jay sí le parecía atractivo.

Pero no lo iba admitir en voz alta.


























Dr13a.

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