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Ya se encontraban en el tren de camino a casa, por fin su cuarto año en Hogwarts había acabado, y ya eran vacaciones.

Ese pensamiento debería de haberla alegrado más, pero no lo hacía, de hecho, era lo contrario, tenía tristeza de separase del grupo de Slytherin, Anne sabía que no podrían quedar en verano, y le daba un poco de miedo que sus amigos se separaran de ella al regresar a clases por sus padres.

Alejó eso de su mente, respirando hondo en el pequeño baño del tren en el que se había encerrado para intentar calmarse, no sabía lo que le estaba pasando, desde el laberinto, no paraba de tener pesadillas, pesadillas que la mantenían en vela durante toda la noche.

Levantó la cabeza para mirar al espejo después de lavarse la cara.

Abrió los ojos como platos al ver el reflejo de una sombra detrás de ella.

Se giró con rapidez para averiguar su identidad, pero no había nadie.

Todavía algo agitada salió del vagón para encontrarse con Theodore, quien la miraba con una ceja levantada.

—¿Está Mattheo ahí contigo?—preguntó.

—¿No?—contestó confundida—¿Por qué preguntas eso, vas fumado o algo?

El Nott rodó los ojos—Ojalá, es que escuché un grito y dije...

Anne le cortó dandole un fuerte golpe en la nuca—Depravado.

—¡Ay!—se quejó él—Perdón, perdón.

A los pocos segundos, la Gryffindor se abalanzó a sus brazos.

—Os voy a echar mucho de menos este verano—le estrujó.

Theo se quedó quieto al inicio, sin tener tiempo de reaccionar al cambio de humor—Pero mujer, que bipolaridad es esa.

Anne soltó una carcajada—Es que me he acordado.

—Nosotros también te vamos a echar de menos, Anne.

—Eso lo sé—la chica sonrió ampliamente.

El Nott le devolvió el gesto—Que engreída.

—Aprendí de los mejores.

—Touché.

De repente alguien cortó su conversación carraspeando, lo que hizo que Theo le mirara con una sonrisa burlona—Toda tuya, campeón—dijo divertido yéndose.

La pelirroja asesinó con la mirada a su amigo por dejarla sola con Mattheo, desde el beso no le había visto, no podía, no sabía como reaccionar ni como actuar, ¿le daba un abrazo, o le comía la boca directamente?

Mattheo pareció haberle leído la mente, porque antes de que Anne pudiera decir algo, la agarró de la cintura con una mano, mientras que la otra la atraía hacia él, besándola en el instante.

Una parte de la chica quería apartarle y decirle que no podían, no en esa situación, pero joder, lo quería, se había vuelto una adicción para los dos, labios fríos contra cálidos volviéndose uno en el beso, no sabían porque, solo lo necesitaban, se necesitaban.

—Un hola primero sería bonito—murmuró sarcástica.

El Riddle rodó los ojos con diversión—Hola, pelirroja, ¿cómo estás?

—Muy bien, y—Mattheo la cortó una vez más esta vez agarrándola de las caderas para profundizar el beso.

Anne casi se rio en su cara de su actitud, pero lo aceptó felizmente, es decir, ¿quien era ella para decirle que no a un Mattheo Riddle desesperado de besarla?

Su momento fue interrumpido como de costumbre, pero ella se separó a la velocidad del rayo al ver que se trataba de Harry, y se inventó la primera excusa que le vino a la mente.

—No, Mattheo, entiende que es tu profesora, no puedes ser como Blaise—balbuceó Anne como pudo, intentando no reírse ante la expresión de Mattheo, quien había abierto mucho los ojos, desconcertado.

—¿Eh?—preguntó con la voz un poco más aguda de lo normal por la confusión, hasta que la Gryffindor le dio un golpe leve para que se diera cuenta de quien estaba ahí—Ah, sí, sí, lo sé, es que no lo puedo evitar sabes, Sprout tiene su punto, cuando la veo con las mandrágoras, buf.

Harry abrió la boca, con un semblante traumatizado, lo que hizo que Anne tuviera que esconder una carcajada con una tos.

—Bueno, nos vemos luego, mejórate, Riddle—le dio unas palmaditas en el hombro.

—Gracias, Weasley—el chico le dirigió una mirada de "esto no acaba aquí" para luego irse, empujando a Harry no muy accidentalmente en el paso.

—¿A que ha venido eso?—frunció el ceño el Potter—Creo que es lo más raro que he visto, y eso que vi a Zabini en segundo coqueteándole a McGonagall, que les pasa a los Slytherin.

Anne negó con la cabeza, haciéndose la decepcionada—La juventud de hoy en día.

Harry la miro con diversión con una sonrisa—Anne no tienes ni 16 aún.

—Abuela de 50 mentalmente, mi querido miope.

El Gryffindor bufó, pero se sintió aliviado por fin de que las cosas estuvieran bien entre ellos, no lo diría en voz alta, pero había echado de menos ese apodo—¿Vamos al vagón? Hermione y Ron están haciendo algo, no se el que.

Anne abrió la boca—¿¡Juntos!?

—Siento arruinarte la ilusión, pero no.

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Una vez que llegaron al vagón, la chica notó la cara que tenía su amigo, parecía como si quisiese decir algo pero no le saliera.

—Suéltalo, miope.

—¿Qué? Como sabes que-

Anne levantó las cejas—¿Crees que no reconozco tu cara de "quiero decirte algo pero mejor me lo guardo y pongo ojos de cervatillo deprimido"?

Harry suspiró—Yo...—paró nervioso—Tú... ¿Cómo te has sentido desde lo del cementerio?

La Gryffindor le miró con una sonrisa algo triste, sabía muy bien que su amigo nunca decía a nadie como se sentía en ese tipo de situaciones, supuso que como nadie le entendía y por primera vez una persona había experimentado lo mismo que él, querría hablar del tema.

—¿Quieres contarme tú cómo te sientes después de todo? Es normal sentirse abrumado por todo, Harry, no es normal por todo lo que pasaste en aquel lugar.

—Lo que pasamos—la corrigió él.

Era verdad, Anne no había tenido mucho tiempo para procesar todo lo ocurrido, su cerebro aún no era consciente de que ella también había estado presente.

—Lo que pasamos—afirmó la Weasley mientras le daba un apretón cariñoso en la mano, más para recordarse a ella misma que también tenía derecho a sentirse así.

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Después de soltar por fin todo lo que le inquietaba, el Potter miró ahora con lástima a su mejor amiga—¿Cómo lo has llevado tú? Es decir, que fue lo primero que hiciste al salir de la enfermería.

—Uhm—Anne decidió omitir varios detalles de lo que había sucedido después de salir de la enfermería, intentando no sonrojarse al tener flashbacks de cuando estuvo en la habitación de Mattheo—Ya sabes, lo casual, eh...

Harry frunció el ceño ligeramente sin entenderla muy bien, pero supuso que no querría hablar del tema y decidió asentir con la cabeza, para luego carraspear.

—Eh... Annie también quería decirte otra cosa—empezó—Bueno, ya sabes que si ganas el Torneo de Los Tres Magos ganas una cierta cantidad de dinero y yo...

La pelirroja negó con la cabeza repetidamente, ignorando las quejas del castaño—Ah, no, eso si que no—dijo—Miope por Merlin haz el favor de quedarte con el dinero que has ganado tú por tu propia cuenta.

—Es que esa es la cosa, Annie—suspiró—No lo gané por mi propia cuenta, yo y...—tragó saliva—Cedric y yo agarramos la copa juntos, no fue mi victoria, no es justo, además que sin tu ayuda no habría podido salir del laberinto.

La Weasley le sonrió de manera comprensiva—Tú sabes perfectamente que lo aceptaría de una, mi querido miope, pero no lo haré, ese dinero tiene prácticamente tu nombre escrito, y es completamente merecido.

—No voy a cambiar de opinión, Annie, o lo aceptas o lo tiro por la ventana—afirmó Harry con seriedad.

Anne bufó sin creerse la vacía amenaza de su amigo—Claro, claro, lo que te haga dormir mejor...—se interrumpió a si misma cuando vio como Harry abría la ventana del tren para sacar el brazo que sujetaba la pequeña bolsa—¡HARRY!

—Tu decisión, Annie.

—A ti te dejaron caer de bebé—murmuró la chica con los ojos muy abierto—Miope de todos tus momentos humildes este es el menos brillante.

Harry rodó los ojos—Anne.

—Vale, vale, espera, tengo otra idea—se rindió la chica.

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—¡Annie, Annie, Annie!—unas voces masculinas interrumpieron la compra de un chocolate que estaba comprándole la chica a la mujer del carrito.

—Joder que susto—murmuró Anne con la mano en el pecho—¿Qué pasó?—preguntó a sus hermanos.

—¡Harry!—empezó George.

—¡Ese miope bendito!—continuó Fred la frase, como de costumbre.

—Id al grano—se quejó la Weasley sabiendo que si se empezaban a terminar las frases no terminarían nunca.

—¡Nos dio el dinero del Torneo para que lo invertamos en su negocio!—terminó George.

—¿Te lo puedes creer?—Fred agarro a su hermana de la cadera, levantándola en el aire de la euforia.

Anne sonrió feliz, haciéndose la loca, como si ella no fuera la que le hubiera dado la idea a Harry—
¿¡Enserio!? Me alegro muchísimo chicos.

—Ya podemos comprar una tienda gracias a ese dinero—comentó Fred feliz.

—Espero que me deis descuentos—replicó Anne poniendo ojos de cervatillo.

—Claramente, querida hermanita—asintió George—Y para equilibrar, a Ron le cobraremos tres galeones de más.

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Antes de que el Tren estuviera a punto de llegar a su destino, la pelirroja se encontraba despidiéndose de los Slytherin.

—Espero que me echéis mucho de menos—puso su dedo indice en el pecho de Draco con falsa indignación.

—Si, comadreja, estaremos dia y noche llorando por tu perdida—ironizó el Malfoy.

—Así me gusta, hurón.

Los dos soltaron una risa divertida, su amistad era algo... curiosa, una especie de amor-odio, pero sin duda era mejor que la de los cursos anteriores.

—Me sabe terrible que no podamos enviarte ni una carta—Pansy hizo una mueca sabiendo que si alguno de los padres se enteraba que estaban hablándose con Anne Weasley, les cortarían las manos inmediatamente.

—Bueno, cuando volvamos me tendréis que bombardear de actualizaciones de todo el verano—bromeó ella.

—Definitivamente, mientras tu nos haces unos pastelitos de calabaza—sonrió Blaise con falsa inocencia.

Anne rodó los ojos, pero devolviéndole el gesto—Como me explotas a cocinarte recetas, Blaise.

—Así me quieres.

—Claaaro—la Gryffindor le dio unas palmaditas en el hombro, a lo que el moreno abrió la boca ofendido mientras que Theodore chocaba puños con ella.

—Habéis hecho complot contra mi.

Se quedaron unos minutos hablando hasta que Anne notó una cosa—¿Y los Riddle?—preguntó, no se había despedido de ellos y el Tren estaba a punto de parar.

Pansy frunció el ceño—A decir verdad, ni idea, se supone que tenían que hablar de una cosa y se habían ido a un vagón, pero ya no sé donde están.

Anne asintió algo decepcionada, despidiéndose de ellos finalmente cuando pararon.

—Nos vemos en unos meses, Annie—dijo Blaise.

—Intentad no morir sin mi—sonrió ella.

—Lo mismo decimos—bufó Theodore—No hagas cabrear a nadie que te pueda desvivir.

—Y no quemes a nadie vivo si puede ser—añadió Draco.

—No prometo nada.

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Cuando Anne bajó del Tren junto con sus amigos, miró hacia su alrededor, esperando al menos poder hacer contacto visual una vez más con alguno de los hermanos antes de irse, pero no les vio.

Dio una ultima mirada al Tren antes de pasar por la pared, dándose cuenta de que en tan solo un curso, muchísimas cosas habían cambiado, y que, para el que viene, estaba completamente segura de que más lo harían.

Solo esperaba que el verano pasara rápido.

Pero... ¿Qué le depararía su quinto año en Hogwarts?

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HOOLAA

este cap fue cortito porq es como una pequeña despedida

terminamos el cuarto año, que fuerte (solo me costo mas de un año escribirlo😀)

creéis que el quinto año le irá bien a nuestra querida pelirroja?

los poderes de annie se explicaran y desarrollaran mejor en el segundo acto<3

que opináis de ella y mattheo juju

espero que os haya gustado este año, no os preocupéis que aún quedan muuuchos por escribir!!

no os olvidéis de votar y comentar porfi💕