Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cenicienta

Ser pobre es difícil, todo el mundo lo sabe. Pero ser pobre, huérfana y quedarte con tu madrastra malvada con sus hijas insoportables debe ser mucho peor. Aunque técnicamente Cindy no era tan pobre, su vida se había vuelto miserable desde la muerte de su padre. Desde entonces tenía que valerse por sí misma, la vida se había vuelto menos infernal desde que tenía la edad suficiente para trabajar, podía comprarse cosas que necesitaba y seguir ahorrando para vivir sola.

Había aguantado burlas sobre su sexualidad desde la adolescencia, sus hermanastras siempre la llamaban leñadora, torta, machorra, desviada y cuanto apodo se les ocurriera en vez de llamarla por su nombre. Sin embargo, lo que no te mata te hace más fuerte, esto se había vuelto el lema de Cindy, quien mostraba con orgullo sus colores e incluso le refregaba sus conquistas en la cara a sus hermanastras, que, aunque ella nunca se los decía, porque no pensaba caer tan bajo, eran algo porfiadas de cara, así que no solían conseguir pareja tan fácilmente, porque sumado a eso eran sumamente desagradables.

Su madrastra simplemente la ignoraba, tanto así que a veces no tenía cómo solventar sus propias necesidades, pero en la escuela se las arregló cobrando por hacer tareas, informes o lo que fuera, ya que Cindy decidió que estudiaría algo costase lo que costase, para tener una mejor vida y no depender jamás de la caridad de su madrastra.

Cindy comprendía que tal vez el odio irracional de su madrastra se debía a su parecido con su madre, el primer amor de su padre. Aunque para la joven eso no tenía ningún sentido, cada vez confirmaba más que se trataba de eso. La vida era agotadora con la universidad y el trabajo los fines de semana, pero ella se recordaba cada día que valdría la pena. 

Cuando comenzó el segundo año de universidad, en todos los medios de comunicación, salió la noticia de que los hermanos mellizos de una empresa multinacional estaban buscando pareja para casarse, por lo que darían una gran fiesta.

Algo así jamás había sucedido, y Cindy no lograba comprender cómo escogerían pareja en una fiesta con miles de personas, así que sospechaba que sólo era publicidad para la empresa, o incluso un experimento social, por lo que no le prestó demasiada atención al asunto. Su sorpresa fue mayúscula cuando al llegar a su universidad, se dio cuenta que la fiesta sería allí. Todos los estudiantes estaban invitados, lo cual le parecía indignante. Estuvo a punto de descartar completamente asistir, hasta que vio que habría barra libre, esa era una oportunidad que por su economía, no podía desperdiciar.

Pero la vida no podía simplemente ser tranquila para Cindy, porque al llegar a casa sus hermanastras comenzaron a acosarla para que les consiguiera entradas a la fiesta como sea, porque según ellas estaban seguras de conseguir casarse con los mellizos. Ella se rio, ya que los mellizos eran un hombre y una mujer. Pero el par de pendejas no la dejaban tranquila, repetían lo mismo que escuchaban en la televisión, que era el príncipe de sus sueños, era muy rico y heredero de una fortuna, que la mujer que se casara con él sería la más feliz de todas, y tantas tonterías más que al final Cindy les dijo que sí por cansancio.

El día de la fiesta llegó, y había tanta gente que era casi imposible caminar bien. Cindy se escabulló de sus hermanastras lo más rápido que pudo, no pensaba pasar la noche cerca de ellas, la ponían de muy mal humor. Observó a su alrededor, sería difícil encontrarse con su grupo de amigos, así que decidió ir a pedir algún trago. Tal como se esperaba, estaba llenísimo, así que pidió dos cervezas de inmediato. Se tomó la primera casi al seco, tenía sed, y estaba luchando por no largarse de esa fiesta. De alguna manera, esquivando a la gente, terminó detrás del escenario, donde estaba algo oscuro, así que se asustó cuando casi choca de frente con una joven.

—Perdona, no te vi —se disculpó Cindy.

—No te preocupes, es culpa mía por venir a esconderme aquí —respondió la desconocida.

Al verla con mayor claridad, Cindy notó que era guapísima, aunque se veía algo incómoda, probablemente eran los tacones blancos que combinaban con su vestido del mismo color.

—¿Estás bien? Te ves algo incómoda.

—No, o sea sí, estoy bien. Es sólo que, no me gustan mucho este tipo de fiestas, fue idea de mi hermano y terminé aquí.

—Ah, pensé que sólo te incomodaban los tacones —bromeó Cindy. Ambas se rieron. La chica parecía nerviosa, parecía que Cindy le atraía, así que ella aprovecharía la oportunidad.

—Si te hace sentir mejor, la verdad es que sólo vine por la barra libre, pero está tan llena que estuve a punto de devolverme a mi casa. ¿Quieres un poco? —le ofreció de su segunda botella de cerveza, que recién había abierto.

La joven asintió, y al tomar la botella, sus manos se tocaron por un instante, poniendo algo nerviosas a las dos. Cindy vio cómo su acompañante se tomaba casi toda la botella, al parecer lo necesitaba.

—Me alegra que no sepas quién soy —le dijo la joven. Cindy la miró algo extrañada.

—Claro que no lo sé, pero puedes saber que soy Cindy, un gusto conocerte —le sonrió con franqueza. La chica sintió que se derretía por esa sonrisa.

—Me llamo Ámbar, encantada.

—¿Qué te parece si disfrutamos un poco esta fiesta, Ámbar?

El resto de la noche, tanto Ámbar como Cindy bailaron, bebieron y rieron. Se tuvieron que separar en medio de la madrugada porque Cindy tuvo que ir a ayudar a un amigo que se emborrachó. A pesar de la noche mágica que tuvieron, no intercambiaron ningún dato de contacto.

Por eso el lunes siguiente, Ámbar se instaló desde temprano en la entrada de la universidad, pero ese día Cindy no tenía clases. Sin embargo, por las casualidades de la vida, tuvo que ir a buscar un informe para su amigo borracho que necesitaba, así que, para su alegría, se encontró con Ámbar en la entrada. Lo que no esperaba es que ella la abrazara y besara con emoción.

Desde ese entonces, en la universidad se corrió la voz de que Cindy estaba saliendo con una princesa, y por primera vez, sintió que todo iba a mejorar ahora que tenía amor en su vida.

***

Nota de la autora: ¡Hola! He comenzado este proyecto corto en el que estaré adaptando cuentos clásicos o de disney, he publicado los primeros 4 que he escrito en una racha de inspiración, y próximamente escribiré uno de la sirenita y Romeo y Julieta que pronto los verán por aquí. Si les gustaría leer una adaptación de otro cuento, me lo escriben y lo añadiré a la lista. ¡No olviden dejar su estrellita si les ha gustado!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro