Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6

La joven mantenía silencio en la sombría carroza que la transportaba en medio del bosque. Ya habían transcurrido dos días desde su partida del reino Uraraka y lo único que frenaba sus ganas de salir corriendo, era la promesa que su padre le había hecho hacer.

Todo lo hacía por su familia y quizás un poco por el pueblo.

Se encontraba en una guerra interna con ella misma, porque sin duda estaba sacrificando todo por los demás y se sentía enojada al pensar que no se merecía tal destino, ella nunca lo pidió. Y sentía enojo como también compasión por la princesa Uraraka, ella fue egoísta al abandonar a su pueblo en merced de una posible guerra por su huida. Mas así también, ella estaba viviendo en carne propia lo que la joven princesa hubiera tenido que soportar en aquel matrimonio arreglado.

Entendía porqué decidió huir. También quería hacerlo.

—Pasaremos la noche aquí, en la mañana llegaremos al barco —avisó una voz monótona desde las afueras, haciéndole saber que se trataba del príncipe que le hablaba a un lado de su carroza.

—Entiendo —respondió ella sin mucho entusiasmo.

—Si desea quedarse en la carroza, puede hacerlo —añadió—, prepararemos algo para comer si gusta.

Ella no respondió a su aviso, sin embargo a él tampoco pareció importarle puesto que a los segundos de haberlo dicho, se escuchó sus pasos alejarse de ella sin esperar más.

En cuando notó que no había nadie a su alrededor, suspiró frustrada y se desparramó sobre el suave asiento de seda que le otorgaron. Esperó unos minutos en su posición para luego por fin echarle un vistazo a las actividades de todos sus acompañantes.

Los vio haciendo una fogata no muy lejos de ella, creando un especie de círculo del mismo. Ella observó desde su lugar lo que se asaba en el fugo; pescado. De golpe la saliva se comenzó a acumular en su boca producto del olor que desprendía el alimento.

Podía ir hasta allá y comer algo, vamos, nunca fue reservada en cuanto comida pero algo le impedía hacerlo. Quizás su orgullo.

Se sobresaltó cuando divisó al príncipe levantarse de su lugar y girar hacia su dirección. No tuvo tiempo ver más ya que se escondió rápidamente y cerrando las cortinas de la carroza. Esperó en su sitio con la esperanza de que no la hayan descubierto pero segundos después escuchó unos suaves golpes a la puerta.

—Princesa, le traigo pescado —habló estático el bicolor—. Tome.

—No tengo hambre —mintió haciendo una mueca, a lo que luego corrigió al darse cuenta de su tono de voz agresivo—, muchas gracias pero no.

—Rehusarte a comer no ayuda en nada —dijo ingresando la mano con el pescado incrustado en un palo—, no causes problemas y come.

Ella frunció el ceño, indignada. No es como que quisiera comportarse así, tenía hambre pero su enojo y frustración no se la estaban dejando fácil. Se mordió el labio inferior al perderse por el delicioso aroma de la comida que inundó toda la carroza, no podía aguantar más, así que con algo de mala gana fingida tomó del palo que aún era sostenido por el chico.

—De acuerdo —dijo desviando su mirar incluso si no estaba viéndolo directamente.

Por su parte, el príncipe esperó algún reclamo más de parte suya. Alguno como que quería utensilios para comer o que el alimento no era digno de su agrado, no tenía utensilios que ofrecerle ni otros elementos así que ya estaba preparado para lo que venía, sin embargo, no fue así. Desde un orificio que dejaba visible el interior del transporte, la visualizó degustando con ánimos aquel pescado.

Se sorprendió por ello, pero sólo decidió ignorarlo. Quizás esa princesa era algo diferente a las demás.

Al día siguiente, ya habían llegado al puerto que daba al mar. Otro viaje que llevaría aproximadamente dos días antes de llegar al reino Todoroki.

Ella bajó por primera vez en esos dos días de aquella carroza y lo primero que admiró fue el paisaje que le regalaba el mar. Sus ojos brillaron de la emoción y avanzó un poco más aspirando el aire fresco que llenaban sus pulmones.

No había llegado nunca tan lejos de su hogar y jamás había estado tan cerca de aquella manta azul, el sonido de las olas eran la mejor melodía que había escuchado en su vida.

—Las provisiones ya están en el barco, alteza —informó un soldado frente al bicolor que estaba a unos metros de ella—. Todo listo para partir.

—En marcha —dijo desinteresado antes de avanzar hacia el barco que los transportaría.

—Princesa, adelante —avisó otro guardia.

—Claro —respondió ella retomando su papel y con suma delicadeza que la incomodaba hasta más no poder, fue en camino.

Cuando vio que el príncipe y la mayoría de los tripulantes se mantenían ocupados trazando las rutas de viaje, la muchacha fue hasta la proa del barco para tratar de observar en dirección a su pueblo y con ello dar un último adiós.

Ni siquiera había tenido tiempo de despedirse de su madre ni de sus hermanos, incluso su partida hacia el reino Todoroki fue de sorpresa a pesar de que se había estado preparando.

—Adiós a todos —murmuró en tono melancólico entre un ligero suspiro. En verdad no quería hacer eso.

—Aún estás a tiempo —habló una voz detrás de ella—, no tienes que hacerlo. Lo sabes.

Nuevamente suspiró y presionó sus manos con fuerza la madera frente a ella e intentó contener su mal humor. Claro que no tenía que hacerlo, claro que quería escapar... pero no podía. No podía hacerle eso a su familia y condenar a tanta gente por ello, no podría vivir con esa carga.

Ya no soportaba que la estuviera tentando a algo que anhelaba en esos momentos; huir.

—¿No le he dejado clara mi posición? —respondió intentando sonar segura—, por favor deje de intentarlo. Si quiere huir, hágalo usted.

—Si pudiera, ya lo hubiera hecho —dijo fastidiado pero también rendido—. Tenía que intentarlo, pero ya veo que no hay caso. Avancemos.

Ella se quedó mirándolo un poco más, incluso si lo tenía enfrente él evitaba su mirada. Siendo que podía ver directamente sus ojos en contadas situaciones. El viento hacía bailar sus flecos bicolores como si lo estuvieran consolando. También sentía pena por él.

Ambos no querían esta boda.

Todo parecía normal esa noche, incluso ambos prometidos se encontraban cenando en silencio en una de las cabinas. Pero el golpe que hizo temblar el barco, detuvo toda actividad.

Los jóvenes se miraron extrañados y rápidamente dejando todo en la mesa, salieron a la superficie para averiguar el motivo de tanto alboroto.

—¿Qué sucede? —interrogó el príncipe acercándose a uno de los trabajadores.

—No lo sé... no entiendo.

—¿Qué? —preguntó uniéndose la chica—, ¿qué no entiende?

—Chocamos con una roca —dijo el bicolor divisando desde la proa—, ¿dónde está el capitán?

—No lo entiendo —habló una voz bajándose de las escaleras—, todo estaba despejado y de un momento a otro una roca apareció...

—¿La roca apareció? —interrogó la joven—, eso no tiene sentido. Ni siquiera hay neblina.

—Altezas, permanecer dentro de las cabinas. Nosotros nos encargaremos de est-

Justo en el instante que un guardia habló, algo lo jaló fuera del barco hacia el agua, dejando impactado a todo el mundo.

—¿Qué fue eso? —murmuró la joven ciertamente alterada.

El príncipe no respondió y tampoco los demás tripulantes del barco que parecían más confundidos y temerosos. Todoroki lentamente comenzó a desenvainar la espada que llevaba consigo, alerta totalmente a la situación.

—Princesa Uraraka, vuelva a la cabina —dijo este mirando a sus costados.

—Pero...

Nuevamente algo que a primera vista no supo explicar, saltó desde las afueras del barco y se abalanzó hacia el chico tirándolo al agua, aprovechándose que ni siquiera tuvo oportunidad de reaccionar.

—¡Príncipe!

Un ruido seco se escuchó a un lado de ella, en el estribor. El pánico por un momento la dominó y no supo como reaccionar en el instante que aquel ser abominable avanzó rápidamente a rastras hacia ella.

Se dio cuenta de que el barco estaba siendo atacado.

Por sirenas.

No actualizaba esto por dos grandes razones:

1- Flojera
2- Se me había perdido la libreta en donde anoté todo lo que planeé para la historia.

Aunque por suerte ya lo encontré y seguramente estaré actualizando más seguido. Gracias por la espera.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro