Capítulo 7
«-¡Mamá, mamá! -Llamó Iris-. ¿Dónde está mi zapato izquierdo?
-Tu zapato izquierdo... -vaciló un momento Vainilla, antes de darse cuenta de qué zapatos se trataban-. ¡Pero si esos ya no te quedan, Iris!
-Es que quiero ponerme estos...
-¿Qué te parece si te pones otros y mañana vamos con el zapatero para ver si tiene algo que te guste? ¡Puede que hayan pares de botas altas! -Vainilla recordó que, a la edad de su hija, le ilusionaba aquello.
-¿Pueden ser marrones con listones turquesas? -Preguntó, ilusionada.
-Tendremos que ir a ver, ¿si? Ahora vamos abajo, la tía Vi y la tía Shirley nos esperan con su familia... -Canturreó Babú, sonriendo.
Iris la observó un momento, confundida.
-Y hoy sí ha venido Max...
Saltando de la cama, ya con ambos zapatos puestos, Iris bajó lo más rápido posible las escaleras.
-¡Tía Vi! -Gritó mientras le daba un abrazo-. ¡Adivina qué me ha dicho mamá!
-¿Qué te dijo? -Preguntó Pervinca, riendo.
Iris le hizo un gesto a la bruja para que se le acercase.
-Quizá me compre botas altas -murmuró, entusiasmada y con una gran sonrisa.
-¡Qué bien! -Dijo Pervinca con el mismo tono.
Clío y Pétalo no dejaban de volar de aquí para allá, preparando las cosas.
-Ahora saluda a Grisam, a Lili y a la familia de Shirley -dice Vainilla, quien se posicionó a un lado de Jim.
Haciendo lo que dijo su madre, Iris fue saludando, de uno a uno, a todas las personas restantes.
-Muy bien, ¿empezamos? -Vainilla sonrió.
-Pero Max no sabe de qué va... -Lamentó Clío-. Tendremos que contársela.
-No, no... -Max se apresuró a negar-. Iris ha sido muy atenta y me ha contado la historia en la escuela; pueden ir normal...
-Si es así, ¡empecemos! -El entusiasmo de Babú hizo reír a Jim-. ¿En qué me he quedado?
-Cuando iban camino a la escuela... -Shirley recordó.
-La edad parece que quiere afectarte, Vainilla... -Grisam se burló, provocando que Tommy riera con él.
"Solamente quería confirmar..." se dijo Vainilla antes de empezar.»
Durante el recreo, Pervinca, Flox, Nepeta, Scarlet y yo nos reunimos frente el cerezo de siempre.
-¡Pero qué frío hace! -Replicó Scarlet, frotando ambas manos para mantener el calor en ellas.
-Es cierto -le siguió Nepeta-. Sé que ya ha iniciado noviembre, pero este frío parece de diciembre...
-Mínimo, ahora no nieva... -Pervinca agregó, encogiéndose de hombros.
-No sé cómo puedes soportar éste frío con ésa clase de pantalones, Pervinca -dijo Scarlet, sorprendida.
-No lo sé.
-¿De qué se quejan? ¡El frío es fabuloso! -Flox animó.
-Pensé que tu estación del año era el otoño... -Admití.
-¡Al fin hablas! -Se quejó Nepeta, cruzándose de brazos-. Habías estado casi todo el tiempo callada...
-Lo siento, lo siento... -Me disculpé, nerviosa-. Estaba pensando en algo.
-¿En lo que dijo Jim en la mañana? Vainilla, no te debes de preocupar... Dijo que solamente era una idea -Pervinca sonrió, tratando de apoyarme.
"Pero si tú estabas peor que yo en la mañana..." Quise decir.
-¿De qué hablan? -Quiso saber Scarlet pues, al ser hija del alcalde, debía de enterarse de ciertas cosas.
-¿Les decimos, Vainilla? -Preguntó Vi.
-No -negué con la cabeza-. La tía Hortensia hará una reunión para eso, ¿recuerdas?
-¡Pero qué malas! Nos dejarán con la duda... -Se quejó Flox.
-No es algo de qué enorgullecerse, después de todo... -Murmuré para mí.
Más tarde, Pervinca y yo estábamos terminando de arreglarnos para el festejo de Grisam. ¡Estaba segura de que nos divertiríamos mucho!
-¿Por qué no te pusiste una falda, o un vestido, como Babú? -Preguntó la tía Tomelilla, entrando a la habitación.
-Tía, ya hemos hablado de eso. -Se quejó Vi.
-¿Qué tienes de malo que te vistas como señorita?
Sonreí.
-Paso a paso, tía. Recuerda que Pervinca es así -le dije.
La tía hizo una mueca de molestia antes de preguntar:
-¿Han visto mi libro de hechizos? El viejo de pasta azul.
-Yo no -respondí.
-Se lo prestaste a la tía de Flox el día de la fiesta -dijo, en cambio, Pervinca-, ¿lo olvidas?
-¿En serio? -Preguntó, confundida-. Debería de prestar más atención...
-Lo que deberías hacer es descansar, tía -Pervinca confirmó.
-Estoy de acuerdo con ella...
-Sin embargo, me encuentro perfectamente bien. No es necesario...
-No seas una bruja tan testaruda, tía Lala Tomelilla... -Vi pronunció su nombre con lentitud-. Ve a dormir ahora mismo, ¿si?
-Pero...
-Nada de peros. Ve a dormir -sacó a la tía de la habitación de mala gana.
-Más vale que te haga caso -dije, antes de cepillar mi cabello.
Pervinca y yo nos dirigíamos a la casa de Grisam. Flox, Nepeta, Shirley y Scarlet venían con nosotras; casi nunca estábamos todas juntas, la mayoría de las veces faltaba una.
-¿Nos dirán ahora, Periwinkle 1? -Preguntó Scarlet a Pervinca, refiriéndose a ella con el apodo que nos había otorgado tiempo atrás.
-¿Decir qué?
-Acerca del problema, claro... -Dijo.
-Jim dice que hay posibilidad de que el enemigo ataque nuevamente.
-Yo he visto que hay mucho movimiento en el bosque -lamentó Shirley-. Hoy tuvimos que volar para evitar pasar por ahí, ¿verdad, Mr. Berry? -Al parecer, ella estaba al tanto.
El simpático ratoncito mostró su lengua azul arándano, preocupándonos más de lo debido.
-Es solamente una suposición... -Agregó Pervinca a su argumento.
¿Cómo actúas tan natural, Vi? Me dije.
-El enemigo no atacará otra vez. Me arriesgué mucho para que quiera ponerse sus moños y luchar contra nosotros. -Dijo Vi, confiada.
-No fuiste la única en arriesgarse... -Flox agregó-. Vainilla, Grisam, Devién, Feli, Shirley y yo ideamos y ejecutamos el plan; magos y brujas de la luz fueron a la roca de Arrochar a salvar a Babú... Nuestros tíos, magos y sin magia, acompañados por Jim, tuvieron que seguir peleando mientras terminaban las cosas de la muralla. No digas eso, como si fueras la única que arriesgó algo.
-Ahora que lo mencionan... Yo no hice nada. -Reconoció Scarlet.
-Al menos seguimos juntas -Shirley sonrió.
Suspiré.
-¿Qué piensas tú, Nepeta? -Pregunté.
-Luz y oscuridad son poderes distintos... Muy distintos -empezó-. Nosotros queremos luz, él oscuridad. Cada uno quiere algo distinto y recurre a lo único que sabemos y que hemos empleado: violencia. A pesar de ser un trato muy vulgar y un poco tonto, es lo que hacemos. Él quiere la destrucción de nuestro valle, de nuestra gente..., y nosotros no lo dejaremos.
-¿Entonces esto no tendrá final? -Preguntó Scarlet, aterrorizada.
-No podemos asegurar nada; sólo queda estar alerta y estar juntos -dije por Nepeta, la cual iba a decir lo mismo.
-Tal vez tengan razón... Pero eso no quita nuestras dudas y temores. -Flox lamentó- Las últimas peleas que tuvimos contra el enemigo dejó heridas en Fairy Oak.
Shirley suspiró antes de decir:
-Si el enemigo atacara, buscaría primero a la antigua alianza y al infinito poder. Después irá contra los que lo desafiaron, supongo.
-¡La banda del capitán! Debemos de estar alerta y protegerlos... -Pervinca informa.
-¿Y ustedes? -Preguntó Scarlet-. Shirley, Vainilla y tú son las que más corren riesgo...
-Podemos encargarnos de eso -dije, mientras ponía una mano sobre el hombro de Vi. Sonreí-. Hemos hecho esto una vez ya, ¿de acuerdo? Solamente falta tener confianza.
-Espero que tengan razón -advirtió Flox.
«-¡Qué gran memoria, Babú! -Dijo Tommy, felicitándola-. Pareciera que lo estás leyendo de algún libro...
-Gracias, Tommy... -Dijo la bruja, sonriendo.
-¿Qué te ha parecido, Max? -Preguntó Pervinca, dirigiéndose al pequeño.
-Es interesante saber acerca de la historia de nuestro valle... De ustedes, en dado caso -Max sonrió.
-¡Yo ya quiero que llegue la parte de la fiesta! -Dijo Lili, entusiasmada.
-Qué desesperada eres, Lili -se burló Iris.
-Eso lo veremos mañana, niñas -Vainilla sonrió-. Por mientras, despídanse de la familia de Shirley y tú, Iris, de la familia de Pervinca también, ¿de acuerdo?
Observando cómo se iban despidiendo todos, la bruja de la luz sintió como la abrazaban por detrás.
-¿Estás segura de contarles toda la historia? -Preguntó Jim, recargando su mentón sobre la cabeza de su esposa.
-Pensé que eras el más emocionado... -Sonrió Vainilla.
-Tal vez... -Murmuró.
-Las nuevas generaciones deben saber a qué se enfrentan... Deberán aprender a trabajar juntos, y confiar en ellos -la bruja aseguró-. Creo que ésta forma será la adecuada.»
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